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Evolución teísta para niños

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La evolución teísta es una forma de entender cómo la ciencia y la fe pueden ir de la mano. Se trata de la idea de que las creencias religiosas sobre Dios pueden ser compatibles con lo que la ciencia moderna nos dice sobre la evolución biológica. En pocas palabras, busca unir las ideas de la filosofía cristiana con los descubrimientos científicos sobre cómo han cambiado los seres vivos, incluyendo a los humanos.

La evolución teísta no es una teoría científica en sí misma. Más bien, es un conjunto de puntos de vista que explican cómo la ciencia de la evolución se relaciona con las creencias religiosas, a diferencia de otras ideas que creen en una creación especial y directa.

Quienes apoyan la evolución teísta suelen pensar que la evolución y la creencia en Dios no tienen por qué contradecirse. Ellos creen que las enseñanzas religiosas sobre la creación y las teorías científicas de la evolución pueden coexistir. Para lograr esto, interpretan las historias de la Biblia sobre la creación no como relatos científicos literales, sino como parábolas o historias con un significado más profundo.

Así, una persona que cree en la evolución teísta piensa que una existencia divina creó e influye en la Tierra y en el origen de la evolución de los seres vivos a través de las leyes de la naturaleza. Esto significa que la evolución, tal como la conocemos, no sería incompatible con la idea de un creador. Esta postura es similar a la del Advaita Vedanta en el hinduismo, que también cree en un principio creador llamado Brahman.

¿Qué es la evolución teísta?

La evolución teísta ve la ciencia moderna como una forma en que los seres humanos, usando las capacidades que les dio Dios, van descubriendo poco a poco la grandeza de la creación. Según el cristianismo, Dios nos dio la inteligencia para entender la naturaleza y cuidarla. El libro del Génesis en la Biblia menciona que Dios puso al ser humano a cargo de todo lo creado (Génesis Capítulo 1, versículos 26-30).

Los creyentes en la evolución teísta no dicen que haya pruebas científicas actuales de la existencia de Dios. Sin embargo, no descartan que Dios pueda revelarse en el futuro o que la ciencia, al avanzar, llegue a esa conclusión por sí misma.

Por ahora, invitan a cada persona a buscar a Dios. Según sus creencias, Dios se manifiesta a quienes lo desean a través de la fe, como se explica en el libro Catecismo de la Iglesia Católica.

La presencia de Dios en la creación

Los teístas afirman que en toda la creación del Cosmos y en los procesos evolutivos, Dios estuvo presente y lo planeó todo. También están abiertos a aceptar hechos sobrenaturales, que son aquellos que van más allá de lo que nuestros sentidos e instrumentos científicos pueden percibir, ya que estos son limitados.

En general, la evolución teísta y el creacionismo evolutivo creen que, incluso si se demostrara la teoría de la macroevolución (grandes cambios en las especies a lo largo del tiempo), esto no cambiaría su creencia. Para ellos, la forma en que Dios logró su propósito final es solo un detalle. Por lo tanto, la idea de que no hubo una intervención directa de Dios es lógica para los cristianos, porque todo fue planeado de antemano. Algunos teístas incluso creen que, a pesar del orden natural que Dios estableció, Él podría intervenir en este sistema cuando lo desee, como ocurre con los milagros.

La evolución teísta considera que la idea de que el neodarwinismo (una versión moderna de la teoría de la evolución) lleva necesariamente al ateísmo (no creer en Dios) o al materialismo (creer que solo existe la materia) es un error.

Diferencias con otras posturas

A diferencia del creacionismo que se opone a la evolución, la evolución teísta no intenta interferir con el desarrollo de las ciencias naturales. Por eso, esta postura es aceptada por muchos científicos que creen en Dios, a diferencia de lo que ocurre con el Diseño Inteligente, que sí busca pruebas científicas de un creador.

La evolución teísta recibe críticas de grupos religiosos más estrictos que defienden el creacionismo antievolutivo. También enfrenta críticas de grupos ateos y escépticos, como los científicos Richard Dawkins y el filósofo Daniel Dennett. Ellos piensan que la evolución teísta es un "intento desesperado" de justificar la existencia de Dios.

Por su parte, la mayoría de los teístas creen que la Biblia no es un libro de ciencia, sino que se centra en la espiritualidad. Por lo tanto, afirman que es un error interpretar el libro del Génesis de forma científica, al igual que sería un error interpretar literalmente muchas de las parábolas de Jesucristo, que, aunque simples, esconden verdades espirituales profundas.

Otras explicaciones cristianas de la evolución teísta, como la del experto en el Génesis John H. Walton, sugieren que las historias de Adán y Eva tienen una base histórica, pero su propósito principal es religioso y simbólico, no un relato histórico exacto. Walton también señala que el texto parece indicar que existían otros seres humanos además de la familia de Adán. Basándose en esto y en el análisis del hebreo antiguo, Walton cree que Génesis 1 no describe una creación "de la nada" (ex nihilo), y que Génesis 2 es una continuación del primer capítulo, no una repetición. Walton concluye que Adán y Eva no serían los primeros seres humanos en un sentido literal. El teólogo William Lane Craig también sugiere que las historias del Edén tienen una base histórica, pero las considera "mitohistoria", es decir, historias con elementos míticos y también históricos.

¿Es ciencia o religión?

La idea de la evolución teísta puede parecer controvertida al principio, porque algunos creen que va en contra de las ideas religiosas o científicas. Para algunos creyentes, aceptar esta teoría puede parecer "peligroso", ya que algunas corrientes cristianas interpretan la Biblia de forma muy literal. Sin embargo, se sabe que en la antigüedad se usaban simbolismos y lenguaje figurado para enfatizar ciertos aspectos, especialmente en lo que respecta a la creación del universo. Ya en la antigüedad, personas como Filón de Alejandría interpretaban los relatos del Génesis de forma alegórica (simbólica).

La Biblia es considerada por los cristianos como la "Palabra de Dios" y creen que, por su naturaleza sagrada, contiene la verdad definitiva. Aceptar la evolución no niega los primeros capítulos del Génesis. Para los cristianos, el libro del Génesis no busca dar una explicación científica de cómo se creó el mundo material, sino que busca una forma sencilla de entender la autoridad, el poder y la sabiduría de Dios.

Aunque no hay pruebas científicas que demuestren que Dios intervino en el proceso evolutivo de las especies, esto tampoco dice nada en contra de Dios. Existe la posibilidad de que Dios haya configurado el inicio del Cosmos de tal manera que el resultado fuera lo que vemos hoy, lo cual para los teístas tiene mucho sentido.

Un ejemplo claro podría ser el de escribir una lista de diez mil números primos en un archivo de computadora. No los escribiríamos uno por uno "a mano", sino que crearíamos un programa informático que los genere. El resultado sería el mismo. Con todo derecho, podríamos decir que el programador puso cada número en su lugar. De la misma manera, los teístas creen que Dios puso cada cosa en su lugar, sin importar el método que haya usado. Esto es cuestión de eficiencia y de su criterio, lo cual es lógico para un ser de inteligencia superior. Entonces, para los teístas evolucionistas, afirmar que Dios puso el Sol, los planetas, la Tierra y las estrellas es totalmente válido y lógico, si para ello utilizó las leyes de la naturaleza como herramienta de la creación.

Es importante mencionar que este punto de vista no cumple con los requisitos para ser una teoría científica, pero tampoco busca serlo, a diferencia de otras posturas más extremas como el diseño inteligente.

Ver también

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Theistic evolution Facts for Kids

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Evolución teísta para Niños. Enciclopedia Kiddle.