Convento de San Francisco (Guadalajara) para niños
Datos para niños Convento de San Francisco |
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Bien de Interés Cultural | ||
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Localización | ||
País | ![]() |
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Comunidad | ![]() |
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Localidad | Guadalajara | |
Coordenadas | 40°37′56″N 3°09′31″O / 40.63222222, -3.15861111 | |
Información religiosa | ||
Culto | Catolicismo | |
Diócesis | Sigüenza-Guadalajara | |
Propietario | Ayuntamiento de Guadalajara | |
Orden | Compañía de Jesús | |
Advocación | Francisco de Asís | |
Patrono | Francisco de Asís | |
Declaración | Decreto del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes de 3 de junio de 1931. Gaceta de Madrid, nº 155. | |
Historia del edificio | ||
Fundador | Cardenal Mendoza | |
Construcción | Siglos XIV-XVI | |
Datos arquitectónicos | ||
Tipo | Convento exclaustrado | |
Estilo | Gótico y barroco | |
Identificador como monumento | RI-51-0000605 | |
Fuerte de San Francisco | ||
Bien de interés cultural | ||
Ubicación | ||
País | ![]() |
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Características | ||
Tipo | Fuerte militar | |
Período en uso | 1808-2000 | |
Estilo | Arquitectura gótica en España | |
Estado | En rehabilitación | |
Propietario | Ayuntamiento de Guadalajara | |
Entrada | Si | |
Historia | ||
Eventos | Guerra del Francés | |
El Fuerte, Monasterio o Convento de San Francisco es un edificio histórico en la ciudad de Guadalajara, España. A lo largo de los años, ha tenido diferentes usos. Primero fue un convento, luego se convirtió en un fuerte militar en 1808. Hoy en día, pertenece al Ayuntamiento y se usa para varias actividades. Debajo de la iglesia del convento, hay una cripta especial donde están enterrados los duques del Infantado. Esta cripta se parece mucho al panteón de los Reyes del monasterio de El Escorial.
Contenido
Historia del Convento de San Francisco
Orígenes y primeros años
El monasterio de San Francisco comenzó como una casa de los caballeros templarios. Esto fue posible gracias a la reina Berenguela de Castilla. Sin embargo, la orden de los templarios fue eliminada en 1314.
Después, a principios del siglo XIV, el lugar pasó a ser de la orden franciscana. Esto ocurrió por iniciativa de la infanta Isabel de Castilla, que era la hija mayor de Sancho IV de Castilla y María de Molina.
Reconstrucción y apoyo de los Mendoza
En 1395, un incendio destruyó gran parte del convento. Pero la familia Mendoza ya se encargaba de apoyar la capilla principal. Por eso, el edificio pudo reconstruirse con el dinero que aportó el almirante Diego Hurtado de Mendoza.
Desde ese momento, la familia Mendoza siguió apoyando el convento. Las contribuciones del marqués de Santillana y del cardenal Mendoza fueron muy importantes.

El cardenal Mendoza fue quien terminó las obras del templo a finales del siglo XV. También pagó y colocó el retablo principal. Se cree que las pinturas conocidas como Tablas de San Ginés, hechas por el Maestro de los Luna, formaban parte de ese retablo.
Un siglo después, Ana de Mendoza y Enríquez de Cabrera, la VI duquesa del Infantado, continuó con este apoyo. A principios del siglo XVII, ella se encargó de construir el claustro y el panteón (la cripta) debajo de la iglesia. También encargó un nuevo retablo principal, que era una estructura barroca con partes móviles que ya no existe. El arquitecto Francisco Mir diseñó estas obras.
La cripta de los duques del Infantado
La cripta, construida entre 1628 y 1633, fue renovada por orden de Juan de Dios de Silva y Haro, el X duque del Infantado. En 1696, comenzaron las obras del nuevo mausoleo para los duques del Infantado. El diseño fue de Felipe Sánchez, quien también había diseñado la ampliación de la Basílica del Pilar. Para este proyecto, Sánchez se inspiró en el Panteón Real y en la iglesia del monasterio de San Bernardo de Alcalá de Henares, ambas obras de Juan Gómez de Mora.
Transformación en fuerte militar
En 1808, durante las guerras napoleónicas, el convento de San Francisco se convirtió en un centro militar estratégico para las fuerzas francesas. En esos años, el panteón sufrió saqueos y los sarcófagos fueron profanados.
Después de este primer uso militar, el antiguo convento siguió siendo un cuartel durante mucho tiempo, hasta el año 2000. En ese año, el Ministerio de Defensa entregó la propiedad al Ayuntamiento de Guadalajara.
La cripta de los duques del Infantado fue restaurada con ayuda del Ministerio de Cultura y se abrió al público el 1 de abril de 2011. La iglesia y el resto del convento también están siendo restaurados.
Descripción del Convento de San Francisco
La iglesia principal
La iglesia, que aún se mantiene en pie, tiene un estilo gótico. Se cree que fue diseñada por el arquitecto Juan Guas. Tiene una sola nave (la parte central de la iglesia) con seis secciones y capillas a los lados, entre los contrafuertes (muros de refuerzo). A pesar de su diseño sencillo, es el templo más grande de la ciudad.
Para construir esta iglesia, se desmanteló el panteón que había antes debajo del presbiterio (la parte del altar). Se construyó una nueva escalera para acceder y se abrieron ventanas para que entrara la luz. Un gran ventanal semioculto en la pared exterior de la cabecera del templo ilumina la capilla funeraria.
La cripta de los duques del Infantado
La cripta fue encargada por Juan de Dios Silva y Mendoza, el X duque del Infantado, al arquitecto Felipe Sánchez. Él diseñó una cripta y capilla inspiradas en el panteón de los Reyes del monasterio de El Escorial, que fue obra de Juan Bautista Crescenzi. Las obras de la cripta de Guadalajara comenzaron en 1696.

Felipe Sánchez diseñó la cripta con un estilo barroco. La sala principal del panteón tiene una forma elíptica. Ocho pilastras (columnas adosadas a la pared) sostienen los arcos de la cúpula (techo en forma de bóveda) que cubre la sala. Esto recuerda al mausoleo de El Escorial y también a la iglesia de San Andrés del Quirinal en Roma. Los nichos para los sarcófagos (ataúdes de piedra) están entre las pilastras, ocupando toda la altura, excepto en la entrada y en una gran abertura que conecta con la capilla de al lado.
Todas las paredes, suelos y techos están cubiertos con placas de mármol negro y rosa. Estos mármoles crean un juego de colores y diseños geométricos. La decoración se completa con ménsulas (elementos que sobresalen de la pared) y roleos (adornos en espiral) de alabastro dorado, especialmente en las cornisas (molduras decorativas) y en los lunetos (ventanas semicirculares) de las cúpulas. La fragilidad de los materiales como el jaspe y el yeso, junto con la alta humedad de la cripta, han causado problemas de conservación.
Las corrientes de agua subterránea que pasan por debajo de la iglesia fueron un gran desafío para Felipe de la Peña, el maestro de obras que construyó el panteón. El nivel del agua subterránea fue clave para el desarrollo del proyecto. Por esta razón, el suelo del presbiterio tuvo que elevarse mucho sobre el nivel del templo para poder construir la cripta. También se modificó la pared trasera de la capilla principal para dejar al descubierto la linterna (una torre con ventanas) de la bóveda de la capilla subterránea.