Castillo de Agüero (Palencia) para niños
Datos para niños Castillo de Agüero |
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Bien de interés cultural (genérico) | ||
Ubicación | ||
País | ![]() |
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Comunidad | ![]() |
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Provincia | ![]() |
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Localidad | Buenavista de Valdavia | |
Coordenadas | 42°38′00″N 4°37′00″O / 42.63333333, -4.61666667 | |
Características | ||
Tipo | Castillo | |
Estado | Ruinas | |
Entrada | Si | |
El castillo de Agüero fue una fortaleza militar muy importante. Se encontraba en el cerro de Las Cuestas, en la localidad de Buenavista de Valdavia, en la provincia de Palencia, Castilla y León, España. Este castillo, junto con el monasterio de Santa María de Cavarrosa, fue clave para el desarrollo de pueblos cercanos como Barriosuso.
Después de que los reyes Alfonso III y su nieto Ramiro II de León impulsaran la repoblación de tierras, la ciudad de Saldaña se convirtió en un centro muy activo. El Castillo de Agüero dependía de los Condes de Saldaña. Ayudó a que la gente se asentara en el Valle de la Valdavia. Además, el castillo de Castrillo, a 24 km río abajo, protegía la zona.
Gracias al castillo de Agüero, el Valle de la Valdavia fue repoblado por personas que venían del norte. Entre ellos había Astures, Lebaniegos y Vascones. También llegaron cristianos que vivían en zonas controladas por los musulmanes, conocidos como mozárabes.
En el Valle de la Valdavia, los nombres de algunos pueblos nos dan pistas sobre el origen de sus fundadores. Por ejemplo, Villamelendro (Villa de Melendro) sugiere un origen astur o lebaniego. Villasila (Villa de Cixila) podría indicar un fundador de origen visigótico. Villabasta (Villa de Abastas) apunta a un fundador mozárabe. Y Villaeles (Villa de Félix) podría ser de origen Hispanorromano.
El nombre "Agüero" viene de un manantial que todavía existe en la colina del castillo. Se creía que este manantial tenía propiedades especiales. Por eso, dio nombre no solo al castillo, sino también a dos pueblos que crecieron a sus pies: Agüero de Yuso (hoy Buenavista de Valdavia) y Agüero de Suso (hoy Barriosuso).
Contenido
Historia del Castillo de Agüero
La primera vez que se menciona el castillo en un documento es en el año 1215. En ese momento, se fundó el monasterio de Santa María de la Vega en Renedo de la Vega. Esto fue posible gracias a una donación del Conde Rodrigo Rodríguez de Girón y su esposa Inés Pérez. El rey Enrique I cedió este monasterio a la villa de Agüero. Más tarde, el rey Fernando III confirmó esta donación. Con el tiempo, este patrimonio pasó a ser parte del Monasterio de San Zoilo de Carrión.
El Fuero de Agüero: Leyes para la Comunidad
El 30 de abril de 1224, varias personas importantes firmaron el Fuero de Agüero en Saldaña. Entre ellos estaban el Rey Fernando III (conocido como el Rey Santo), su esposa, Don Rodrigo Rodríguez de Girón (conde de Saldaña y Carrión), Don Munio (Abad de Santa María de la Vega), Don Rodrigo Álvarez (obispo de León) y Juan Pedro Merino. Este Fuero establecía las leyes para el municipio de Buenavista y su barrio. Parece que fue una actualización de un documento anterior.
En estos fueros se menciona varias veces un "Palacio". No se sabe dónde estaba este palacio ni se tienen más detalles. Podría ser que se refiriera al propio castillo, ya que el castillo no se menciona en ninguna de las leyes municipales. El documento original se encuentra en la Biblioteca Nacional. En él se puede leer una advertencia: "Quien esta carta quisiera romper, sea maldito y excomulgado, y pague al Rey mil maravedís de multa".
Cambios de Propiedad y Nombres
En 1351, en un libro llamado Becerro de las Behetrías, el lugar aparece como "Agorio de Yuso". En ese momento, era propiedad de Garcí Fernández Manrique. Los habitantes pagaban impuestos al rey, pero no por comida, ni por el uso de pastos, ni por servicios militares.
A mediados del siglo XIV, la villa pertenecía a Garci II Fernández Manrique de Lara. Después de su muerte en 1362, Agorio de Yuso y la cercana localidad de Renedo de Valdavia pasaron a ser propiedad de su hija, Teresa Manrique.
En el Becerro de las Presentaciones de León, un documento de los siglos XIII al XV, ya se le llama "Agüero de Yuso".
En 1414, Juan Velasco, que era el señor del Castillo de Agüero, tenía seis familias de siervos. Estas familias pagaban un impuesto en centeno y dinero.
En el siglo XIV, la familia Velasco, que era dueña de Cervera y Herrera de Pisuerga, se apoderó de Agüero y Polvorosa. Querían controlar el acceso a los pastos del norte, una ruta importante que pasaba por Buenavista y Polvorosa.
El Fin del Castillo y su Legado
En el siglo XVII, el nombre de Agüero desapareció y se empezó a usar el de Buenavista. En el Catastro de Ensenada de 1754, el castillo no se menciona. Es probable que sus piedras se usaran para construir la Iglesia de los Santos Justo y Pastor. A finales del siglo XVIII, la localidad era un lugar de realengo (propiedad del rey) y pertenecía al partido de Carrión, en la Provincia de Toro.
En 1788, Tomás López describió Buenavista. Mencionó una iglesia (San Justo y Pastor), dos ermitas (Santa Águeda y San Roque), y un castillo "malparado" (en ruinas) en lo alto. También habló de una zona cercada con fosos, y una fuente de piedra muy bonita.
En 1855, según Pascual Madoz, solo quedaban algunos restos del castillo. También era conocido como "Cabarrosa", nombre que tomaba de un río cercano. Este río, a su vez, recibió su nombre de un antiguo monasterio llamado Santa María de Cavarrosa.
En 1093, un documento del Monasterio Real de San Benito de Sahagún menciona el monasterio de Santa María de Cavarrosa. Aunque no quedan restos del monasterio, la imagen de Nuestra Señora de Cavarrosa se conserva y es venerada en la iglesia de Barriosuso.
¿Cómo era el Castillo de Agüero?
El castillo se construyó en una pequeña colina. Esta colina estaba cortada por todos sus lados, excepto por el norte, donde estaba el río Valdavia. Hoy en día, se conserva un trozo de muro de 1,70 metros de ancho, largo y alto. No forma un cubo completo porque ha perdido material en la parte sur y está un poco redondeado. Estaba hecho de cal, canto (piedras sin trabajar) y sillares (piedras labradas), de forma similar al castillo de Castrillo de Villavega.
En su lado norte, todavía se puede ver una depresión. Allí debió de haber una zanja o foso que protegía el castillo por ese lado. También se conservan varios manantiales a lo largo de la colina. Uno de ellos, en el lado este, cerca de la torre de la Iglesia de los Santos Justo y Pastor, tiene piedras labradas formando una fuente. Este es probablemente uno de los manantiales o "agüeros" que dieron nombre al castillo, como mencionó Tomás López en 1788.