Batalla de Gibraltar (1407) para niños
Datos para niños Batalla de Gibraltar |
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Batalla del Estrecho; Reconquista Parte de Reconquista |
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Fecha | 23-26 de agosto de 1407 | |||
Lugar | Bahía de Algeciras | |||
Resultado | Victoria castellano-leonesa | |||
Beligerantes | ||||
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La batalla de Gibraltar fue un importante enfrentamiento naval que ocurrió entre el 23 y el 26 de agosto de 1407. En esta batalla, la flota de Castilla y León logró una gran victoria sobre una flota combinada de los reinos de Tlemecén, Túnez y Granada. El combate tuvo lugar en las aguas de la Bahía de Algeciras, como parte de una campaña militar liderada por el príncipe Fernando, quien era regente de Castilla en ese momento, contra el reino de Granada.
Contenido
¿Cómo se preparó la flota de Castilla?
Para la campaña de 1407 contra el reino de Granada, el almirante de Castilla, Alfonso Enríquez, preparó una flota en Sevilla. Esta flota inicial estaba formada por cinco galeras (barcos largos impulsados por remos) y dos leños (barcos más pequeños).
Su hijo, Juan Enríquez, zarpó con estos barcos para vigilar las costas de Granada. Más tarde, otros caballeros como Fernán López de Estúñiga y Robin de Braquemont trajeron veinte barcos más, incluyendo naos (barcos de vela más grandes) y balleneros, que venían de la Hermandad de las Marismas.
Finalmente, se unieron a la flota ocho galeras más, una urca (un tipo de barco de carga) y tres leños adicionales que salieron también de Sevilla. Con un total de trece galeras y veintiséis barcos de vela, la flota de Juan Enríquez comenzó a patrullar la zona entre Tarifa y Málaga.
Primeros encuentros y estrategias (22-23 de agosto)
El 22 de agosto, los marinos castellanos vieron una flota enemiga en el puerto de Gibraltar. Esta flota estaba compuesta por veintiún galeras grandes, seis leños y zabras (barcos pequeños y rápidos), además de otros barcos para transportar caballos. Su misión era llevar ayuda desde el norte de África al reino de Granada, incluyendo soldados, alimentos y dinero.
Al día siguiente, 23 de agosto, la flota enemiga salió para probar la fuerza de los castellanos. Hubo una pequeña escaramuza (un enfrentamiento breve) en la Bahía de Algeciras. Durante este choque, las galeras de los capitanes Pero Barba de Campos y Alvar Núñez Cabeza de Vaca sufrieron algunos daños. Después de esto, se decidió que los soldados de los barcos de vela se distribuyeran entre las galeras. Esto era para asegurar que las galeras tuvieran suficiente apoyo si el viento calmaba y los barcos de vela no podían moverse, ya que las galeras enemigas eran más numerosas.
Maniobras y persecuciones (24 de agosto)
El 24 de agosto, aprovechando que no había viento y los barcos de vela castellanos estaban quietos, seis galeras del rey de Granada salieron del puerto de Gibraltar. Se dirigieron hacia la costa de Algeciras, donde estaba Juan Enríquez con ocho de sus galeras. El resto de la flota castellana estaba fuera de la bahía.
Cuando la flotilla de Juan Enríquez se dio cuenta de las intenciones de los granadinos, comenzaron a remar hacia ellos. Sin embargo, justo antes de chocar, la galera de Juan Enríquez cambió de rumbo para evitar el abordaje, ya que las otras cinco galeras castellanas aún no se habían movido. El resto de su flotilla hizo lo mismo. Al final del día, Juan Enríquez preguntó a sus capitanes por qué habían hecho esa maniobra, y le respondieron que fue para ganar tiempo y esperar refuerzos.
Después de esta maniobra, el viento comenzó a soplar. La otra escuadra castellana, con sus barcos de vela, se movió para ayudar a la flotilla de Juan Enríquez. La flota enemiga, al ver que los barcos castellanos se movían, giró rápidamente para buscar refugio cerca de las murallas de Gibraltar. Una galera castellana, al mando de Alonso Arias de Corbella, persiguió a la galera enemiga más lenta y se enfrentaron de cerca, con bajas en ambos lados. Sin embargo, la galera enemiga no cambió su rumbo y se acercó demasiado a Gibraltar, por lo que la galera castellana tuvo que desistir de la persecución.
Refuerzos y el choque final (25-26 de agosto)
El 25 de agosto, llegó de Sevilla el capitán Fernán Rodríguez de Esquível con una galera que había sido reparada. Con esta adición, la escuadra de galeras castellanas sumó catorce barcos.
El combate decisivo ocurrió el 26 de agosto de 1407. La galera de Fernando de Medina, que escoltaba a los botes que recogían agua en Algeciras, descubrió que la flota enemiga salía del puerto de Gibraltar. Los barcos enemigos navegaban en fila, muy pegados a la costa, para no ser vistos. La galera de Fernando de Medina regresó rápidamente para dar la alarma, pero la flota enemiga ya estaba a la altura de Punta Europa.
Sin saber las intenciones del enemigo, las galeras castellanas se movieron hacia ellos. Los barcos de vela castellanos también levantaron anclas para apoyar a sus galeras, pero un fuerte viento los empujó hacia Tarifa.
Cuando las galeras castellanas llegaron a Punta Europa, una niebla muy densa las cubrió, haciendo que perdieran de vista a la flota enemiga. Tuvieron que esperar media hora hasta que la niebla se disipó. En ese momento, vieron que la flota enemiga había cambiado de rumbo hacia el norte y estaba cerca de Gibraltar por el lado este. Según prisioneros capturados después, la intención de la flota enemiga era evitar el combate y llegar a Málaga.
La escuadra de galeras castellanas reanudó la persecución, manteniéndose un poco más lejos de la costa. Mientras tanto, las galeras enemigas, que ya habían notado la presencia castellana, avanzaban lentamente. Cuando los castellanos se acercaron lo suficiente, pero fuera del alcance de los disparos enemigos, redujeron su velocidad. En ese momento, vieron que los botes de los barcos de vela castellanos, que habían estado recogiendo agua, se acercaban por detrás, escoltados por una galera. Las dos flotas continuaron navegando en paralelo a baja velocidad hasta que los botes alcanzaron a las galeras castellanas cerca de Punta Mala.
Con las galeras castellanas reforzadas, cargaron contra el enemigo. Los musulmanes hicieron lo mismo. Pero Barba de Campos se adelantó con su galera y chocó contra una enemiga. Por el lado izquierdo, Alvar Núñez Cabeza de Vaca hizo lo mismo. Casi de inmediato, otra galera enemiga chocó contra la de Alvar Núñez, dejándolo luchando contra dos adversarios. Juan Enríquez, al ver la difícil situación de Alvar Núñez, chocó contra una de las galeras enemigas para ayudarlo.
Al mismo tiempo, la galera del caballero Robin de Braquemont chocó contra la galera más grande de la flota enemiga. Con la ayuda de la galera de Diego Díaz de Aguirre, lograron abordarla y capturarla. Las galeras de Alonso Arias de Corbella y Rodrigo Álvarez Osorio también lograron capturar dos galeras enemigas. Otra galera enemiga, dañada por un disparo, se hundió rápidamente.
El resto de la flota enemiga, que no había entrado en combate (catorce galeras, seis leños y zabras, y algunos barcos de transporte), al ver que los castellanos estaban ganando, se agruparon en la Playa de La Alcaidesa. La mayoría decidió encallar allí, mientras que algunas galeras se quedaron con la proa hacia los castellanos, esperando. Tres de las galeras enemigas que sí habían combatido lograron escapar y se unieron al resto de su flota.
Ante esta retirada, Juan Enríquez y las otras siete galeras castellanas que no habían combatido se colocaron en línea frente a los musulmanes. No se atrevieron a atacar debido a su menor número. Mientras los castellanos esperaban al resto de su flota, que estaba saqueando las tres galeras capturadas, cinco de las galeras granadinas lograron escapar y huyeron hacia Málaga. Algunas galeras castellanas las persiguieron, pero tuvieron que desistir al caer la noche y regresaron con su flota.
Al atardecer, el viento se volvió favorable y los barcos de vela castellanos pudieron finalmente reunirse con sus galeras en la Torre de Carbonera. Se celebró un consejo entre los líderes de la flota castellana, y acordaron que a la mañana siguiente intentarían remolcar la mayor cantidad posible de barcos enemigos y quemar los que no pudieran mover. Sin embargo, durante la noche, los enemigos desembarcaron todo el equipo de sus barcos y luego los incendiaron para evitar que cayeran en manos castellanas. Después, se retiraron con sus pertenencias bajo la protección de Gibraltar.
Consecuencias de la Batalla
¿Cuál fue el resultado de la Batalla de Gibraltar?
El resultado final para la flota enemiga fue muy negativo: doce galeras fueron destruidas, una se hundió, tres fueron capturadas, y seis leños y zabras, además de varios barcos de transporte, también fueron destruidos. Solo cinco de sus galeras lograron escapar. Por parte castellana, no se perdió ningún barco.
A pesar de esta derrota, el rey Muhammed VII de Granada no se desanimó y las incursiones en la frontera continuaron, lo que obligó a los cristianos a traer más refuerzos. En 1408, García Fernández Manrique salió de Jerez de la Frontera con 800 soldados para atacar los campos de Estepona, Casares (Málaga) y Gibraltar. En esta acción, mataron a 70 enemigos, tomaron algunos prisioneros y obtuvieron un gran botín de animales.
La guerra no duró mucho más, ya que se acordaron treguas por ocho meses. Después de la muerte del rey granadino, su sucesor Yusuf III decidió mantener estas treguas. La reanudación del conflicto en 1410 llevó a la Toma de Antequera.