Toma de Antequera para niños
Datos para niños Sitio de Antequera |
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la Reconquista Parte de Reconquista |
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![]() La Toma de Antequera, por Vicente Carducho.
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Fecha | 26 de abril - 24 de septiembre de 1410 | |||
Lugar | Antequera | |||
Resultado | Victoria castellano-leonesa | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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El Sitio de Antequera en 1410 fue una importante victoria para el reino de Castilla y León. Ocurrió en la ciudad española de Antequera y fue contra la guarnición del Reino de Granada. Esta victoria fue muy importante para el infante Fernando de Castilla. Le ayudó a ser elegido rey de Aragón más tarde, en el acuerdo conocido como el Compromiso de Caspe en 1412.
En el siglo XV, esta batalla también fue conocida como la "batalla de los cuernos". Esto se debe a que se usaron cuernos, pezuñas y otros restos de animales. Al quemarse, producían mucho humo denso que causó confusión entre las tropas del Reino de Granada.
Contenido
La Campaña de Antequera en 1410
¿Por qué se inició la campaña militar?
En 1410, el infante Fernando de Castilla era el regente (gobernante temporal) del joven rey Juan II de Castilla. Después de un tiempo de paz, Fernando decidió iniciar una gran campaña militar contra el Reino de Granada.
En febrero, el infante Fernando comenzó su viaje desde Valladolid hacia la frontera. Pasó por Extremadura y llegó a Córdoba. Allí, recibió una noticia preocupante: la fortaleza de Zahara había sido tomada por las fuerzas de Granada.
El inicio del asedio a Antequera
El 24 de abril, los líderes de Castilla se reunieron en Alhonoz. Decidieron atacar Antequera, pero querían esperar a que terminaran las lluvias de primavera. También querían reunir más soldados y equipos.
Sin embargo, el infante Fernando quería una victoria rápida para aumentar su fama. No esperó y partió de inmediato hacia Antequera, llegando el 26 de abril. Rodeó la ciudad y se encargó de traer el equipo necesario para el asedio desde Sevilla.
La batalla para romper el asedio
El rey Yusuf III de Granada no quería que los castellanos se atrincheraran. Rápidamente movilizó a 5.000 caballeros y 80.000 soldados de a pie. Estos, liderados por los infantes Sidi Alí y Sidi Hamet, llegaron a Archidona el 4 de mayo.
Al día siguiente, se acercaron a Antequera y hubo varias escaramuzas (pequeñas batallas). El 6 de mayo, ocurrió una gran batalla. Los soldados de Granada atacaron las posiciones de Castilla en la Sierra de la Rábida. Estas posiciones estaban bajo el mando de Sancho de Rojas, quien era obispo de Palencia.
La batalla fue muy reñida hasta que llegó el infante Fernando con la mayor parte de su ejército. Su llegada hizo que las fuerzas de Granada se dispersaran. Se estima que 15.000 soldados de Granada perdieron la vida, mientras que Castilla solo tuvo 120 bajas. Después de esta derrota, el rey de Granada intentó negociar la paz. Envió a su embajador, Zayd Al-Amín, pero el regente de Castilla se negó. Fernando estaba decidido a conseguir una gran victoria que le ayudara a ser rey de Aragón.
El Asedio de Antequera
Preparativos y primeros intentos
El 12 de mayo, finalmente llegó el equipo de asedio. Comenzó una actividad intensa para preparar el ataque. Después de algunos retrasos, el asalto principal se llevó a cabo el 27 de junio. Sin embargo, fue un fracaso. Las escaleras eran demasiado cortas para las altas murallas de Antequera. Además, los defensores lograron quemar una torre de asedio (llamada bastida).
Para mantener a las tropas ocupadas y al enemigo a raya, el infante Fernando organizó varias incursiones. Estas fueron ataques rápidos en los alrededores de Antequera. Se hizo una incursión en Loja y otra en Ronda. La de Ronda resultó en una derrota, pero fue vengada poco después al desbaratar una emboscada de los soldados de Ronda.
El 11 de julio, se envió una poderosa caballería que durante cinco días causó daños en las tierras de Málaga. Derrotaron a las tropas que salieron a su encuentro. Mientras tanto, en la frontera de Jaén, Alonso Fernández de Córdoba derrotó a fuerzas mucho mayores del yerno y visir del rey de Granada, Mofarrax, en la Batalla de Montefrío. En esta batalla, el comandante de Granada perdió la vida y su estandarte fue capturado.
Negociaciones y avances finales
El rey de Granada volvió a pedir la paz, enviando de nuevo a Zayd Al-Amín. Pero Fernando le puso condiciones muy difíciles: que se declarara vasallo de Castilla, pagara grandes sumas de dinero y liberara a todos los prisioneros cristianos. Ante estas exigencias, el embajador de Granada intentó planear un ataque para quemar el campamento de los sitiadores, pero el plan fue descubierto.
Sin embargo, fuertes vientos dañaron las torres de asedio, lo que obligó a posponer el asalto de nuevo. Mientras se traían repuestos, se completó el cerco de la ciudad con un muro. También se pidieron más fondos para pagar las operaciones militares.
A mediados del verano, llegaron noticias de la muerte del rey de Aragón, Martín I el Humano. El infante Fernando quería ser su sucesor. El asedio no avanzó mucho más allá de algunas escaramuzas exitosas. Pero el 2 de septiembre, los sitiadores lograron cortar el suministro de agua a la ciudad. El 10 de septiembre, llegó el Pendón de San Isidoro de León, lo que aumentó la moral de las tropas cristianas.
En los días siguientes, mientras continuaban las escaramuzas, se ideó una estrategia. Desde lo alto de las torres de asedio, los cristianos comenzaron a disparar a los guardias en las torres de la ciudad. Esto hizo que los defensores dejaran de protegerlas para evitar más bajas. Aprovechando esto, la noche del 16 de septiembre, varios soldados cristianos bajaron desde una torre de asedio hasta la torre más expuesta y la tomaron.
Comenzó entonces una feroz lucha dentro de la ciudad. Esto obligó a los defensores a retirarse a la alcazaba (la fortaleza interior). Allí, pidieron negociar la entrega de la fortaleza a cambio de sus vidas, sus familias y sus bienes.
El infante les exigió que se rindieran como prisioneros y liberaran a todos los cristianos. Pero ellos respondieron que preferían morir antes que rendirse. Las negociaciones se reanudaron. El Conde de Trastámara y el obispo Rojas convencieron al regente de aceptar las condiciones de los sitiados. A cambio, se liberarían los prisioneros. El tiempo estaba empeorando y la fortaleza aún podía resistir mucho. Por lo tanto, se acordó respetar sus vidas y bienes, y permitirles retirarse a Archidona. Para ello, se les prestaron 1.000 animales de carga.
El 24 de septiembre, el conde y el obispo tomaron posesión de la alcazaba. Al día siguiente, salieron los últimos defensores: 895 hombres, 770 mujeres y 863 niños. En los días siguientes, vendieron a los cristianos los bienes que no podían llevar y marcharon en paz hacia Archidona. Algunos, sin embargo, perdieron la vida en el camino. Archidona sería tomada por Pedro Girón en 1462.
Consecuencias de la Victoria
A principios de octubre, la mezquita principal de Antequera fue convertida en la iglesia de Santa Eufemia. Luego, las tropas comenzaron a retirarse hacia Sevilla. El 14 de octubre, el infante Fernando fue recibido con una gran celebración en Sevilla. A partir de entonces, fue conocido como "el de Antequera" en reconocimiento a su importante victoria.
El alto costo del asedio de Antequera impidió que la guerra continuara de inmediato. Aunque los benimerines (otro grupo) propusieron una alianza contra el Reino de Granada, se acordaron 17 meses de paz con Granada el 10 de noviembre. Esto ahorró 20 millones de maravedíes (una moneda de la época) en el mantenimiento del ejército y permitió la liberación de 300 prisioneros cristianos.
Una vez que el infante Fernando no tuvo que preocuparse por el sur, pudo dedicarse por completo a conseguir el trono de Aragón. Lo logró en el Compromiso de Caspe de 1412.