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Vulcanología para niños

Enciclopedia para niños
Archivo:Structure volcano-fr
Esquema estructural de un volcán tipo
Archivo:Stromboli Eruption
Erupción del volcán Stromboli
Archivo:Rinjani 1994
Una pequeña erupción del monte Rinjani (Lombok, Indonesia), con un rayo volcánico

La vulcanología es una rama de la geología que estudia los volcanes y todo lo relacionado con ellos. Su nombre viene de la palabra latina Vulcānus, que era el dios romano del fuego. Los vulcanólogos son científicos que se especializan en esta área. Ellos estudian los volcanes, los géiseres (chorros de agua caliente), las fumarolas (salidas de gases), las erupciones, el magma (roca fundida bajo tierra) y la lava (magma que sale a la superficie).

Los vulcanólogos suelen visitar volcanes activos para observar sus erupciones. También recogen muestras de rocas, cenizas volcánicas (llamadas tefra) y lava. Una de sus metas más importantes es poder predecir cuándo ocurrirá una erupción. Aunque no pueden predecirlas con exactitud, sí monitorean la actividad volcánica. Usan diferentes técnicas y herramientas para esto, como el monitoreo sísmico (midiendo temblores), el análisis de gases y la observación de cómo se deforma el volcán. Esto les ayuda a activar protocolos de seguridad para proteger a las personas que viven cerca.

Gracias a la exploración espacial, se ha descubierto que existe un tipo de vulcanismo de baja temperatura en cuerpos celestes helados, como la luna Encélado. A este fenómeno se le llama criovulcanismo. Funciona de manera similar a los volcanes terrestres, donde un material se derrite por el calor y es expulsado a la superficie. La vulcanología moderna estudia estos procesos, el material que sale, las estructuras que se forman y el origen del calor.

¿De dónde viene la palabra vulcanología?

El término vulcanología apareció en la literatura inglesa en 1858. Luego, en 1886, se transformó en volcanology. Estos términos fueron adaptados al francés y luego al español. Todos ellos vienen de la palabra volcán, que a su vez se deriva del latín Vulcānus. Este era el nombre del dios romano del fuego y también de una isla volcánica en las islas Eolias. En 1962, la Academia de Ciencias de Francia recomendó usar el término "volcanología" para referirse al estudio de los volcanes.

Breve historia de la vulcanología

La historia de la vulcanología muestra el deseo de las personas por entender y controlar las fuerzas de la naturaleza. En este caso, se trata de los volcanes, para evitar el daño que sus erupciones pueden causar. Al igual que otras ciencias naturales, la vulcanología pasó por varias etapas. Primero, una etapa donde las creencias y los mitos religiosos explicaban los fenómenos. Luego, una segunda etapa donde los primeros aportes científicos intentaron combinar las observaciones con las creencias. Finalmente, la etapa del conocimiento científico completo, que empezó en el siglo XVIII con William Hamilton. En 1912, con la teoría de la deriva continental de Alfred Wegener, se empezó a entender mejor cómo funcionan los mecanismos que causan las erupciones y los temblores de tierra.

¿Cuál es el objetivo de la vulcanología?

El objetivo principal de la vulcanología es entender cómo se forman y funcionan los volcanes. También busca comprender otros fenómenos relacionados. Con este conocimiento, los científicos pueden evaluar los riesgos y peligros para las poblaciones y las actividades humanas. Los estudios se realizan primero en el campo, donde se recogen datos y muestras. Después, se analizan e interpretan en laboratorios.

Los vulcanólogos, con la ayuda de nuevas tecnologías, hacen un registro de los volcanes y sus erupciones. También clasifican los tipos de erupciones, como las hawaianas, estrombolianas o plinianas. Además, estudian cómo se relacionan los géiseres, las fumarolas y los volcanes. También explican cómo se forman diferentes estructuras geológicas debido al vulcanismo, como los diques o los flujos de lava.

¿Cómo se forman los volcanes?

Archivo:Destructive plate margin
Diagrama de un margen de placa destructivo, que causa temblores de tierra y la formación de volcanes.

Los movimientos del magma (roca fundida) dentro de la Tierra no se conocen completamente. Sin embargo, se sabe que antes de una erupción, el magma se mueve hacia la capa sólida de la Tierra, llamada corteza, debajo de un volcán. Allí, forma una cámara magmática. Con el tiempo, el magma de esta cámara sube y puede salir a la superficie como lava. También puede calentar el agua subterránea, convirtiéndola en vapor y aumentando mucho la presión.

Esto puede causar erupciones explosivas. Estas eruppciones lanzan muchos materiales volcánicos, como ceniza volcánica (tefra) o bombas volcánicas. Las bombas volcánicas pueden ser muy grandes y peligrosas. Las erupciones pueden variar desde suaves y fluidas hasta muy explosivas.

Herramientas para estudiar los volcanes

Los científicos usan muchos instrumentos para obtener información sobre los volcanes y predecir erupciones. Cuando el magma llega a la cámara magmática, la presión aumenta. Esto hace que el volcán se hinche un poco. Este hinchamiento provoca pequeños temblores y cambios en la inclinación de las laderas del volcán.

Los sismógrafos detectan estos pequeños temblores. También pueden detectar un "temblor volcánico", que es una vibración continua y débil que ocurre justo antes de una erupción. Esto es una señal importante de que una erupción es inminente.

Los inclinómetros y acelerómetros miden los cambios en la pendiente del volcán con mucha precisión. Se colocan en las laderas del volcán. Cuando la presión en la cámara magmática aumenta, el volcán se hincha y sus laderas se inclinan más. Después de una erupción, la presión baja y la inclinación disminuye. Así, los vulcanólogos pueden predecir el inicio y el final de una erupción.

El altímetro complementa al inclinómetro. Mide los cambios de altura en las laderas del volcán, indicando si se hincha o desinfla.

El interferómetro usa un láser para medir la distancia entre dos puntos. Al colocarlo a ambos lados de un cráter volcánico o caldera, puede indicar si el cráter se agranda o se encoge. Esto también muestra si el volcán se está inflando o desinflando por la presión del magma.

Tomar muestras de lava, gases y tefra ayuda a los científicos a entender el tipo de volcán y su historia eruptiva. Los cambios en la emisión de gases o en su composición pueden indicar que una erupción se acerca. Los vulcanólogos también miden la temperatura de los gases y la lava con un pirómetro.

Durante una erupción, los vulcanólogos recogen más muestras y hacen observaciones. Miden la altura de la columna de humo, la fuerza de las explosiones y la velocidad de los flujos de lava. También hacen mapas topográficos y geológicos para identificar las zonas de peligro alrededor del volcán. Una técnica más reciente, la tomografía de muones cósmicos, permite medir la densidad del interior de algunos volcanes.

Rocas volcánicas

Archivo:Lava forms
Mosaico de algunas de las estructuras eruptivas formadas durante la actividad volcánica: una columna eruptiva pliniana, flujos pahoehoe hawaianos y un arco de lava de una erupción estromboliana.

Dos tipos principales de rocas volcánicas forman la mayoría de las lavas y cenizas: los basaltos y las andesitas.

Ambas rocas están hechas principalmente de sílice cristalina, feldespatos y piroxenos. Se mezclan con un vidrio volcánico que no tuvo tiempo de cristalizar por el rápido enfriamiento del magma. La obsidiana, por ejemplo, es solo vidrio volcánico. El basalto es una lava fluida, pobre en gas y sílice. Se forma en lugares como las dorsales oceánicas. La andesita es más espesa, rica en gas y sílice. Se forma en zonas de subducción. Cuanta más sílice tiene un magma, más espeso es y más explosiva será la erupción.

La carbonatita es una lava muy rara, compuesta principalmente de carbonato de calcio. Es muy fluida y tiene poca sílice. Su temperatura es baja (entre 500 y 550 °C). Es negra al salir, pero se vuelve blanca al enfriarse por el contacto con el aire. Actualmente, solo el volcán Ol Doinyo Lengaï en África emite carbonatitas.

Volcanes importantes para el estudio

Archivo:Decade volcanoes map
Localización de los volcanes de la Década

En la década de 1990, las Naciones Unidas declararon el "Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales". La Asociación Internacional de Vulcanología y Química del Interior de la Tierra (IAVCEI) creó una lista de dieciséis volcanes activos. Estos volcanes, llamados "Volcanes de la Década", fueron elegidos por su historial de erupciones y su cercanía a zonas pobladas. El objetivo de esta lista es fomentar su estudio y la conciencia pública para prevenir riesgos.

Algunos de estos dieciséis volcanes son:

La atención a estos volcanes ha tenido éxitos, como desviar una colada de lava en el monte Etna en 1992, lo que salvó hogares. También se ha logrado entender mejor el volcán Galeras y la influencia del agua en las erupciones del volcán Taal. Además, se ha adaptado la legislación para nuevas construcciones cerca del monte Rainier y se ha elaborado un plan de evacuación para la ciudad de Nápoles.

Sin embargo, también ha habido desafíos. Por ejemplo, la erupción del monte Unzen en 1991 causó la muerte de 43 personas, incluyendo tres vulcanólogos. En 1993, seis vulcanólogos y tres turistas fallecieron en el cráter del Galeras durante una erupción inesperada. También hubo dificultades para acercarse a algunos volcanes debido a conflictos en las regiones cercanas, como el volcán Santa María y el Nyiragongo. Además, los fondos para estos estudios a veces son limitados.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Volcanology Facts for Kids

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Vulcanología para Niños. Enciclopedia Kiddle.