Las santas de Zurbarán para niños
Las santas de Zurbarán son un grupo de pinturas creadas por el famoso artista Francisco de Zurbarán. Estas obras muestran a mujeres santas y fueron encargadas por grupos religiosos y personas importantes.
Una experta en arte llamada Odile Delenda ha identificado diecisiete de estas pinturas como obras originales y de alta calidad de Zurbarán. Se cree que las pintó entre los años 1635 y 1650. Además de estas, existen muchas otras obras parecidas que se atribuyen a su taller o que no se sabe con certeza si son suyas, y que suelen tener una calidad menor. El tema de las santas fue uno de los más importantes para Zurbarán, junto con sus pinturas de Cristo crucificado, las Inmaculadas y las versiones de san Francisco de Asís.
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¿Cómo son las santas de Zurbarán?
La mayoría de estas diecisiete pinturas muestran a las figuras de cuerpo entero, o a veces de tres cuartos. Los cuadros siempre son verticales. Cada santa aparece sola, a menudo de un tamaño casi real, sobre un fondo oscuro y liso, sin paisajes ni muebles.
Generalmente, las santas están de perfil, pero con la cara girada hacia quien las mira. Llevan objetos especiales que las identifican, llamados atributos. Sus ropas son muy elegantes y no corresponden a la época en que vivieron, pero tampoco eran la moda del siglo XVII. Algunas parecen adolescentes o muy jóvenes, mientras que otras son más adultas. Nunca se les representa como personas mayores, aunque la santa real lo fuera.
¿Para qué se usaban estas pinturas?
Algunas de estas obras se hicieron para ser admiradas de forma individual, como la Santa Margarita que está en la National Gallery de Londres. Esta santa está vestida como una campesina.
Otras pinturas formaban parejas, como las de Apolonia (en el Museo del Louvre) y Lucía (en el Museo de Bellas Artes de Chartres). Es muy probable que estas dos vinieran del altar mayor de la iglesia del Convento de la Merced (Sevilla).
Estas pinturas también sirvieron como modelos para que los ayudantes de Zurbarán en su taller hicieran muchas copias. Así crearon series o grupos de santas, muchas de las cuales se vendían en América.
Las obras del taller de Zurbarán
Zurbarán tenía un taller en los Reales Alcázares de Sevilla. Allí, sus ayudantes usaban las pinturas originales como modelos para crear series de santas. Todavía se conservan dos de estas series en los lugares para los que fueron pintadas: en la iglesia de las Clarisas de Carmona y en la iglesia de San Agustín de Bogotá.
Estas series se colocaban a los lados de la nave de la iglesia, en lo alto, dando la impresión de que las figuras desfilaban hacia el altar. Esto muestra uno de los posibles usos de estas colecciones. La producción en serie era muy común para los encargos que iban al mercado americano, especialmente a Lima. Del taller de Zurbarán también salieron series de apóstoles, emperadores romanos, personajes famosos, fundadores de órdenes religiosas, sibilas, patriarcas y ángeles.
Se conocen los nombres de algunos de los ayudantes de Zurbarán, como José Durán, Alonso de Flores, Diego Muñoz y Bernabé de Ayala. Sin embargo, solo Ignacio de Ries ha sido estudiado a fondo. Por eso, es difícil saber qué parte pintó cada ayudante en una serie o incluso en un solo cuadro. A veces, en una misma pintura, se pueden ver diferentes estilos, lo que indica que varias personas trabajaron en ella, y el propio Zurbarán podría haber pintado alguna parte o dado el toque final.
Este tipo de producción en serie, casi como una fábrica, explica por qué Zurbarán se comprometió en 1647 a enviar a Lima diez cuadros de la vida de la Virgen y veinticuatro "vírgenes de cuerpo entero". Dos años después, en 1649, envió a Buenos Aires "quince vírgenes de cuerpo entero, quince pinturas de cuerpo entero de Reyes y hombres insignes, veinticuatro Santos y patriarcas [...] Más nueve paisajes de Flandes, veintiséis libras de colores [...] algunos pinceles...". En 1665, otro artista, Luis Carlos Muñoz, acordó pintar en Sevilla ciento doce cuadros de ángeles, apóstoles, vírgenes y hombres famosos en solo cuatro meses para el mercado americano.
Ningún documento detalla qué santas formaban parte de estas colecciones. Las pocas series que se conservan tienen obras de calidad muy variada y no siempre destacan por su maestría. Sin embargo, algunas santas de la colección que vino del Hospital de las Cinco Llagas de Sevilla son consideradas de buena calidad por el experto Paul Guinard.
¿Cómo se vestían las santas en los cuadros?
Lo que más llama la atención en estas pinturas es la gran variedad y el lujo de la ropa de las santas. Tradicionalmente, a estos personajes sagrados se les representaba con ropa sencilla. Pero en el siglo XVII, a menudo se empezó a mostrar la idea de que la sociedad tenía diferentes niveles. Así, no era raro que estas santas se vistieran de una manera que correspondiera a su supuesto lugar en el Cielo, donde llevarían ropas adecuadas a sus méritos.
La historiadora Jeannine Baticle se preguntó: "¿Quién se vestía así en Sevilla, entre 1630 y 1640, sino las santas de Zurbarán?". Pero el pintor no quería copiar la moda de su época, ni tampoco la de la época en que vivieron estas mujeres.
Algunos expertos creen que la forma de posar y la ropa de las santas vienen de modelos italianos o flamencos. Sin embargo, en varias pinturas, las jóvenes parecen estar en una procesión. Según Vicente Lleó Cañal, sus trajes se basan en los que se usaban en las procesiones del Corpus Christi de la época de Zurbarán en Sevilla, para recordar a estas santas. También es posible que se inspiraran en personajes de teatro, pero esto es menos probable, ya que las obras de teatro no tenían muy buena fama, a menos que fueran autos sacramentales (obras religiosas).
¿Qué son los "retratos a lo divino"?
Zurbarán pintaba a los personajes sagrados siguiendo las ideas de la época después del Concilio de Trento. Él mostraba la idea de la santidad tal como la imaginaban los teólogos de entonces: la belleza permitía ver algo de lo divino. Por eso, en algunas pinturas, el artista muestra su ideal de belleza femenina: pelo oscuro, cara ovalada, ojos grandes y negros, boca pequeña, mejillas sonrosadas y cejas un poco separadas.
Pero otras pinturas, debido a que los rostros son muy individuales, parecen verdaderos retratos que muestran la personalidad del personaje. Por eso, Emilio Orozco los llama "retratos a lo divino". La forma tradicional de pintar a las santas permitía representarlas a partir de la imagen de una mujer sencilla. Sin embargo, en el período Barroco, se hizo común entre algunas damas que se les pintara con los atributos de la santa de su mismo nombre.
En una sociedad acostumbrada a entender símbolos, a veces muy sutiles, estas imágenes que parecían casi normales también se usaban para la meditación religiosa. Esto no gustaba a todos los moralistas. El Concilio de Trento ya había advertido sobre el exceso de lujo en la ropa de las santas, especialmente en las esculturas llamadas "de vestir". Esta advertencia fue repetida en reuniones religiosas como el Sínodo de Sevilla de 1604. Sin embargo, estas representaciones no desentonaban con las descripciones de la ropa de las santas en el Cielo, que se podían encontrar en algunas revelaciones privadas impresas, como las de sor Juana de San Antonio, publicadas en 1629.
Pinturas originales de Francisco de Zurbarán
Aquí tienes información sobre algunas de las pinturas más importantes:
- Santa Águeda. Odile Delenda considera que dos cuadros son originales de Zurbarán.
- Santa Apolonia. Odile Delenda considera que un cuadro es original.
- Santa Casilda. Odile Delenda considera que dos cuadros son originales.
- Santa Catalina de Alejandría. Odile Delenda considera que dos cuadros son originales.
- Santa con palma y corona. Odile Delenda considera que un cuadro es original.
- Santa Dorotea. Odile Delenda considera que un cuadro es original.
- Santa Eufemia. Hay un cuadro en el Museo del Prado considerado de Zurbarán y otro de autoría dudosa en el Palazzo Bianco de Génova.
- Santa Isabel de Portugal. Odile Delenda considera que un cuadro es original.
- Santa Lucía. Odile Delenda considera que tres cuadros son originales.
- Santa Margarita. Odile Delenda considera que un cuadro es original.
- Santa Marina. Un cuadro es auténtico de Zurbarán, según el Museo Carmen Thyssen Málaga, y otro probablemente de su taller en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
- Santa Rufina. Odile Delenda considera que tres cuadros son originales.