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Ricohombre para niños

Enciclopedia para niños

Un ricohombre o ricahombría era el título más importante de la nobleza en los primeros reinos de la península ibérica. Estos hombres eran muy poderosos y respetados.

Según el historiador Luis García de Valdeavellano, a partir del siglo XII, los nobles más importantes comenzaron a ser llamados "rico-omes" o "ricos-hombres", que significa "hombres poderosos". Este término apareció por primera vez en Navarra en 1162. Con el tiempo, "ricohombre" reemplazó a otros títulos como "magnate" en León y Castilla, y "sénior" o "barón" en Aragón y Navarra.

Los reyes concedían esta dignidad como recompensa por grandes méritos. El origen de este título se remonta a la Reconquista, un periodo en el que los reinos cristianos recuperaron territorios. Se les llamaba ricohombres porque tenían muchos vasallos (personas que les servían y les debían lealtad) y grandes propiedades que los reyes les daban. Esto era un agradecimiento por su apoyo al rey en la conquista o repoblación de nuevas tierras.

El título de ricohombre viene de antiguas dignidades romanas. Solo lo recibían aquellos que tenían la mayor nobleza, ya fuera por nacimiento (por su familia) o por privilegio (por sus méritos). A partir de 1390, la palabra "ricohombre" se simplificó y se empezó a usar más el término "noble".

Etimología romana del concepto de noble

El primer noble era el rey, y los emperadores romanos usaban el título de "nobilißimi" para sí mismos. Después, los emperadores romanos crearon varios títulos y el de "nobilißimi" se concedía a quienes participaban en los honores del imperio y vestían "la púrpura", como los patricios, senadores o cónsules.

  • Por ejemplo, el emperador Cómodo fue llamado Nobilissimo. Los hijos de Valentiniano Licinio, Carino y Numeriano, fueron llamados Nobiles Cæsares. Lo mismo ocurrió con Severo y Maximiano. Más tarde, Valentiniano y Graciano, siendo niños, fueron llamados Nobiles pueri.

Aunque la palabra "noble" puede referirse a cualquier "Hijo Dalgo" (persona de noble linaje), en general, solo se aplicaba a quienes tenían nobleza por nacimiento o por privilegio. Los de nacimiento eran llamados "Nobiles Patritii" y, en el grado más alto, "Nobilißimi".

En el patriciado residía la alta nobleza de Roma

Junto al rey o emperador, los senadores eran los nobles más importantes de Roma. El cargo de senador era vitalicio (para toda la vida). Había tres tipos de patricios o personas asimiladas a ellos: "patricios o ilustres" (por nacimiento), "conscriptos o espectables" (introducidos por los reyes Tarquinos) y "pedarios o clarísimos" (con las repúblicas). En tiempos del emperador Tiberio, las esposas de los senadores recibían el título de "Ilustres". Durante los emperadores Antonino Pío y Constantino, se les llamaba "Varones Clarisimos".

Los "espectables" y "clarísimos" eran plebeyos (personas que no eran de la nobleza) que llegaron al senado desde el rey Tarquinio y durante las Repúblicas romanas. Desde entonces, siempre participaron en el gobierno, asimilados a la nobleza de su cargo. Al principio, el senado se fundó con cien patricios y luego se amplió a doscientos. Desde Tarquinio, el senado creció de doscientos a mil senadores, a veces con dificultades.

César Augusto redujo el senado a seiscientos miembros y seleccionó a quince, y luego a veinte, de ellos (que podían ser patricios o plebeyos con méritos). A estos selectos los llamaba "patricios, amigos y compañeros". Este es el origen de los consejos y consejeros privados del rey, y de otros muchos cargos de confianza y excelencia, como Ulpiano, un magistrado de origen plebeyo que fue tutor y consejero de Alejandro Severo.

Los emperadores Claudio y Vespasiano continuaron esta práctica de seleccionar a los senadores más importantes, lo que se llamó "sumo senado". Constantino tuvo un senado de cincuenta miembros, y Zenón estableció que nadie podía ser "Patricio" sin antes haber sido Cónsul o Prefecto del pretorio. Justiniano cambió esto y eliminó la cualidad vitalicia del patriciado. Entre Zenón y Justiniano, comenzaron los patriciados "ad honorem" (por honor, no para toda la vida).

Los emperadores solían conceder esta dignidad y título de Patricio a algunas personas que enviaban a provincias con cargos honoríficos. Esto les daba mayor autoridad y respeto para gobernar. Esto se hacía especialmente con magistrados, militares, prefectos y capitanes generales, tanto a los que estaban en campaña como a los que gobernaban ciudades o fronteras. Cuando terminaban sus cargos, el título de Patricio también finalizaba, y a estos se les llamaba "Ex-patricios".

A pesar de estas limitaciones, la dignidad de patricio se consideraba muy cercana a la del emperador, sobre todo cuando incluía el gobierno y la supervisión de las fuerzas militares, como el caso de Belisario Patricio, nombrado por Justiniano contra los godos. Carlomagno obtuvo esta dignidad antes de convertirse en emperador, y se extendió a sus sucesores. Otón, rey de los Francos y Longobardos, también se titulaba Patricio de los Romanos.

Edad Media

En España, desde la Edad Media, el ricohombre era similar al patricio romano, al senador romano, al prefecto del pretorio e incluso al cónsul romano. Su origen y privilegios se basan en la restauración cultural y militar después de la Hispania romana, que comenzó con los reyes visigodos y continuó durante la Reconquista.

Existieron dos tipos principales de ricohombres, inspirados en la alta nobleza romana:

  • En los reinos de Castilla (conocidos por "pendón y caldera").
  • En los reinos de Aragón (conocidos por "naturaleza y mesnada").

"Caldera" y "mesnada" significaban lo mismo; los "mesnaderos" eran todos los que comían en la mesa del rey en Aragón.

Recopilación de leyes antiguas en las Siete Partidas

El ricohombre pertenecía a la primera nobleza de España desde tiempos antiguos. El rey Alfonso X recopiló este concepto en su obra "las Siete Partidas", donde se dice: "Según costumbre de España, son llamados ricos-homes los que en las otras tierras dicen condes o barones (el rey se refiere al Reino de Aragón)."

Los nobles son llamados de dos maneras: por linaje (sangre) o por bondad (privilegio o mérito). Aunque el linaje es noble, la bondad es más importante. Pero quien tiene ambas cosas puede ser llamado verdaderamente Rico y hombre, pues es rico por linaje y un hombre completo por bondad (un "hombre bueno" significaba un ciudadano honrado). Ellos debían aconsejar al rey en los asuntos importantes (como el senado romano) y estaban allí para embellecer su corte y su reino (como los senadores romanos selectos, llamados "senior" o "señor").

Salazar de Mendoza en el siglo XVII escribió que había una gran diferencia entre "ricohome" y "homerrico". "Ricohome" era el que alcanzaba esta gran dignidad, mientras que "homerrico" era el que tenía muchas propiedades.

Así, no se llamaban "Ricos hombres" a los que tenían muchas riquezas, sino a los que, por su nobleza heredada, eran los más importantes del Reino. Tenían el mejor puesto y la mayor autoridad en las Cortes de los Reyes. Eran los líderes y capitanes que ayudaban en las guerras contra los musulmanes. A estos, los reyes les daban generosamente las tierras que iban conquistando como "feudo de Honor". Y a estos aumentos de tierras los llamaban "Baronías", y a los Ricohombres, "Barones".

Nobleza de servicio

Según García de Valdeavellano, los ricohombres eran una continuación de la nobleza de servicio, o nobleza de la corte (llamados "magnates", "optimates", "proceres", "principes"; "seniores" y "barones" en Aragón, Cataluña y Navarra). Eran figuras cercanas al rey, a menudo familiares, que ayudaban a gobernar los distritos de cada reino como gobernadores o condes.

Más tarde, en la Baja Edad Media, ya mencionados como "ricoshombres", se convirtieron en el grupo social más poderoso de las sociedades cristianas hispanas. Su autoridad se basaba en sus privilegios de nobleza y en la riqueza de sus grandes propiedades territoriales o "señoríos". Estos señoríos, concedidos por el rey, tenían "inmunidades" que les daban a los ricohombres poder judicial, exenciones de impuestos y el ejercicio de poderes políticos en sus dominios.

En la jerarquía social, estaban en la cima. Solo estaban unidos al rey por relaciones de "vasallaje" y debían cumplir deberes como aconsejar al rey en la Corte y prestarle servicios militares cuando se les pedía. Dentro de sus dominios, administraban justicia, contribuían al rey con "rentas y gabelas" y cumplían sus obligaciones feudales reclutando "huestes señoriales" (ejércitos) entre los hombres de sus señoríos. Los propios ricohombres tenían sus propios vasallos nobles (infanzones y caballeros) y se hacían acompañar por su propio estandarte.

Castilla

El historiador José Luis Bermejo Cabrera distingue a los ricohombres de los "grandeshombres" o "gentileshombres". Él explica que la riqueza de los ricohombres no era solo por tener mucho dinero, sino por cómo la obtenían: a través de un acto expreso del rey. Esto significa que eran "quienes alcanzan un alto grado de riqueza por mediación de liberalidades regias", es decir, un título recibido del rey por servicios pasados o presentes a la realeza.

Alfonso X en una ley dice: "Personas 'Illustres' son llamadas en latín, las personas honradas y de gran importancia y que están en dignidades, así como los reyes y los que descienden de ellos y de los condes y..."

Aragón

Por ejemplo, en Aragón, a partir de 1283, el rey no podía quitarle al ricohombre, sin una razón justificada, las tierras, pueblos o fortalezas que le había dado. De esta manera, la nobleza más importante se convirtió en una fuerza social poderosa durante la Baja Edad Media en todos los estados hispanocristianos. Tenían suficiente poder económico y militar para alterar el orden interno, tratando a menudo de imponer sus ambiciones e intereses particulares en perjuicio de los intereses del Estado.

En el reino de Aragón, la dignidad de los Ricohombres era tan grande que ningún asunto importante del reino se hacía sin su opinión y consejo, y sin que ellos lo confirmaran. Todas las cosas del gobierno del estado, de la guerra y de la justicia, fueron, desde la elección del rey don García Arista y en adelante, de los nobles y principales Barones que participaron en su elección y en la defensa de la tierra. A ellos y a sus descendientes legítimos se les llamó Ricohombres. Los reyes los respetaban tanto como si fueran sus iguales.

Navarra

Tampoco en Navarra el rey podía tomar ciertas decisiones sin el consejo de los ricohombres del Reino.

En el caso del reino de Navarra, según la Gran enciclopedia de Navarra, esta "denominación, sin duda de origen castellano", estaba "reservada en la monarquía navarra, al menos desde principios del siglo XIII, para designar a los miembros de la élite nobiliaria de los antiguos barones, que eran dueños por nacimiento de honores, rentas y castillos de la Corona." Este grupo social, a su vez, "se encargaba de distribuir beneficios o pagos a los caballeros e hidalgos que eran sus vasallos, como prestameros o mesnaderos."

En la tradición social, el grupo de ricohombres casi siempre se mantuvo en el número simbólico de doce. Este número tenía un significado especial y se asociaba con ideas de representación en grupo, probablemente por el ejemplo de los Doce Apóstoles. Doce solían ser los jurados en los consejos de las "buenas villas", doce eran los pares de Francia, doce las manos que juraban sobre el libro sagrado en el sello de los jurados de la Junta de Infanzones de Obanos, etc. El Libro de Armería del Reino de Navarra registra el mismo número de linajes.

Los ricohombres de Navarra, entre otras tareas, también "debían aconsejar al rey en sus grandes decisiones políticas (Fuero General de Navarra, 1,1,1); y al menos tres de ellos debían asistirlo en sus funciones judiciales más importantes (ibíd., 2,1,1)."

Ricahombría en la ilustración

  • Jovellanos escribió lo siguiente: "El ricohombre, el prelado, el caballero, el solariego, seguían al primer toque del tambor que los convocaba a la guerra, etc."

Síntesis actual

El origen de este título se encuentra antes de la Reconquista. Se les llamaba ricoshombres por tener una "nobleza natural" o "señoríos muy antiguos", además de tener muchos vasallos o acumular méritos que les daban un "título nuevo". Los reyes les daban "Honores" según sus méritos al apoyar al rey en la defensa de sus reinos o en las conquistas. Sin embargo, algunos ya tenían esta nobleza por herencia de antiguos linajes.

Hubo ricohombres en familias como los Haro, Castro, Lara, Arellano, Casa de Guzmán, Casa de Silva, Señorío de Marchena y muchas otras casas en todos los reinos y en toda la historia de España. La cesión de sus privilegios a la corona es el origen del Justicia de Aragón.

No bastaba para ser ricohombre:

  • Dirigir muchos hombres o grupos de guerra.
  • Tener muchos vasallos y señoríos, o ser rico y comprarlos.

Para ser ricohombre, bastaba:

  • Que el rey lo concediera expresamente con un título o privilegio, o tener una nobleza muy antigua reconocida por algún rey, incluso extranjero.
  • Si se tenían méritos suficientes, se le consideraba como un príncipe, y un señor tan distinguido podía reunir gente para la guerra y mantenerla al servicio de un rey.

Esta dignidad se convirtió en lo que después se llamó grande de España o grandeza de España. Algunos autores, basándose en investigaciones y en una Ley de la Partida, dicen que los ricoshombres podían sentarse y cubrirse en presencia del rey, quien los llamaba "primos". Este era un antiguo trato real para los senadores romanos más importantes o patricios.

Con el tiempo, parte de los Grandes de España han acumulado varios títulos y herencias bajo una misma familia.

Véase también

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Ricohombre para Niños. Enciclopedia Kiddle.