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Palacio Real de Turín para niños

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Datos para niños
Residencias de la casa real de Saboya
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Patrimonio de la Humanidad de la Unesco
Turin piazza costello.JPG
Palacio Real, en Turín. La parte superior de la cúpula de la capilla del Santo Sudario es visible a la izquierda.
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Palacio Real de Turín
Localización
País ItaliaFlag of Italy.svg Italia
Coordenadas 45°04′22″N 7°41′10″E / 45.0727, 7.686
Datos generales
Tipo Cultural
Criterios i, ii, iv, v
Identificación 823
Región Europa y América del Norte
Inscripción 1997 (XXI sesión)
Sitio web oficial

El Palacio Real (Palazzo Reale) es un palacio muy importante ubicado en la Piazza Castello, el corazón de la ciudad de Turín, en el norte de Italia. Fue la residencia principal de la Casa de Saboya, una familia real que gobernó la región. Es la primera y más destacada de las "Residencias de la casa real de Saboya" que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Historia del Palacio Real de Turín

Turín, la capital de la región de Piamonte, fue el centro de poder de la Casa de Saboya desde el siglo XII hasta el XIX. El Palacio Real fue un lugar clave para las decisiones importantes de la región durante al menos tres siglos. Representó el centro de la corte de Saboya y un símbolo del poder de esta familia, mostrando cómo vivían los nobles desde 1645.

¿Cómo se originó la residencia real?

Al principio, el Palacio Real de Turín era un palacio de obispos, conocido como Palazzo di San Giovanni. Cumplió esta función hasta finales del siglo XVI. Esto sugiere que su origen es muy antiguo.

No queda mucho de esa residencia anterior al siglo XVI, aunque se sabe que era muy lujosa. En 1562, Manuel Filiberto de Saboya decidió trasladar la capital de su ducado de Chambéry a Turín. Escogió este palacio como su residencia personal, tomándolo para su uso después de haber vivido unos años en el cercano Palazzo Madama e Casaforte degli Acaja, que no era adecuado para una corte real en ese momento.

Así, en el siglo XVI, el palacio de San Juan se convirtió en el Palacio Ducal de Turín. Este cambio transformó la arquitectura de la plaza y de la ciudad. Al principio, el edificio estaba cerca de la muralla de la ciudad, lo que lo hacía vulnerable a ataques. Más tarde, Carlos Manuel II de Saboya amplió la ciudad desde un lado del palacio, creando la via Po y llegando hasta la piazza Vittorio Veneto.

El periodo de esplendor del palacio

La verdadera transformación del palacio comenzó después de la muerte de Carlos Manuel I de Saboya en 1620. Durante su tiempo, el palacio había tenido solo pequeños cambios, como un oratorio circular interno.

El Palacio Real fue construido para la Madama Reale Cristina de Francia en el siglo XVII por los arquitectos Carlo y su hijo Amedeo di Castellamonte. Cristina de Francia era quien gobernaba el ducado temporalmente después de la muerte de Víctor Amadeo, y le gustaba mucho este lugar. Ella decidió reconstruir el palacio después de los daños causados por un asedio en 1640. Carlo y Amedeo di Castellamonte construyeron gran parte de la fachada y los interiores. Sin embargo, su trabajo fue modificado más tarde por otros gobernantes de la misma familia a partir de 1722, para celebrar los matrimonios de sus hijos mayores.

Archivo:Victor Amadeus III of Sardinia in blue - Versailles
Víctor Amadeo III: los cambios más notables en el palacio se hicieron para su matrimonio.
Archivo:Canaletto (I) 055
Vista del Palacio Real desde el exterior de los muros, óleo de Bernardo Bellotto (1745), Galería Sabauda de Turín.

La época de mayor esplendor comenzó en 1656, cuando se terminó la imponente fachada de Amedeo di Castellamonte. Sin embargo, durante el reinado de Víctor Amadeo II, el lujo disminuyó en la corte, que se hizo más pequeña y con costumbres más estrictas.

A partir de 1722, con el matrimonio del heredero al trono, Carlos Manuel, con la princesa palatina Cristina Luisa de Baviera-Sulsbach, el lujo regresó al palacio. Especialmente en la segunda planta, que el rey de Sicilia dedicó a su hijo. En esta etapa, los trabajos fueron dirigidos por Felipe Juvara. Se hicieron muchas más mejoras después de que Víctor Amadeo II dejara el trono, cuando el nuevo rey se dedicó con entusiasmo a la vida social de la corte.

Un viajero en 1765, durante el reinado de Carlos Manuel III, describió el palacio:

El mobiliario combina con la belleza de las habitaciones; aquí se pueden ver, entre otras cosas, candelabros con espejos que reflejan la luz, con marcos de plata muy bien trabajados. Esto es notable porque este tipo de mobiliario se usa mucho en los palacios italianos, generalmente colocado alrededor de la habitación para dar más luz.

Para las remodelaciones dedicadas al heredero Carlos Manuel, se llamó a la corte a Felipe Juvara. Para los siguientes matrimonios, el nivel de los encargos no disminuyó. Para las bodas de Víctor Amadeo III con María Antonieta de Borbón, se contrató a Benedetto Alfieri, un arquitecto ya famoso en el Piamonte. Más tarde, cuando el segundo hijo de Víctor Amadeo III, Víctor Manuel, duque de Aosta, recibió un ala del palacio, Carlo Randoni y Giuseppe Battista Piacenza rediseñaron las salas que hoy se conocen como "Apartamentos del duque de Aosta".

Carlos Alberto también encargó remodelaciones para las bodas de Víctor Manuel II con María Adelaida de Habsburgo-Lorena en 1843. El arquitecto elegido por Carlos Alberto fue Pelagio Palagi.

El palacio en la época moderna

Con el Risorgimento (el movimiento que unificó Italia), el palacio siguió siendo la sede de la monarquía hasta 1865. La gran Escalera de Honor se construyó en 1862, siguiendo un diseño de Domenico Ferri. Fue un deseo de Víctor Manuel II celebrar el nacimiento de la nueva nación, haciendo que el palacio fuera digno de su título real. En este gran espacio, grandes cuadros y estatuas muestran momentos y personajes importantes de la historia de Saboya.

Con muchos de sus muebles y objetos personales, la familia Saboya se mudó al Palacio del Quirinal en Roma. Dejaron su primera residencia solo para sus visitas a Turín. El traslado de la capital a Roma hizo que el palacio perdiera gran parte de su importancia.

Más tarde, se realizaron trabajos para las bodas de Humberto II con María José de Bélgica en 1930. Cuando la monarquía terminó en 1946, estas habitaciones fueron abandonadas. Muchas áreas, como los apartamentos del duque de Aosta, necesitaron ser restauradas a fondo.

Características del Palacio Real

La fachada del palacio

Archivo:Torino - Piazza Castello - Palazzo Reale
El Palacio Real, visto desde la plaza del Castillo. La parte superior de la capilla del Santo Sudario se ve a la izquierda.

La fachada es sencilla y tiene un aspecto serio, siguiendo el estilo arquitectura barroca de toda la plaza, sin muchos adornos. Mide 107 metros de largo y unos 30 metros de altura. En la fachada se nota que la simetría de los dos edificios laterales, diseñados por los Castellamonte, se rompe por la majestuosa Capilla del Santo Sudario a la izquierda.

El interior del palacio

Las habitaciones del palacio están decoradas con ricos tapices y una colección de jarrones de China y Japón. Durante dos siglos, muchos artistas talentosos trabajaron aquí. Algunos de ellos son Claudio Francesco Beaumont, Rocco Comaneddi, Charles Dauphin, Giuseppe Paladino, Francesco de Mura, Angelo Maria Crivelli, Giovanni (Johann) Carlone, Vittorio Amedeo Cignaroli, Leonardo Marini, Michele Antonio Milocco, Domenico Duprà, Massimo D'Azeglio, y más tarde Giuseppe Maria Bonzanigo, Pietro Piffetti. El nivel de los adornos, las decoraciones y el arte en general alcanzó aquí uno de los puntos más altos de la época.

La primera planta: el piano nobile

Archivo:Brogi, Giacomo (1822-1881) - n. 3684 - Torino - Palazzo Reale - Sala dei pranzi di Daniele Seyter (1870s)
Fotografía de 1870 mostrando la Galería de Daniel.

Esta planta, conocida como piano nobile, tiene un estilo muy elegante para destacar la importancia de la familia real. Algunas de sus habitaciones son especialmente admiradas, como el Salón Chino (Salotto Cinese), obra de Beaumont, quien también trabajó en la Gran Galería (que lleva su nombre) y en la Armería Real. También destaca la impresionante Galería de Daniel, del siglo XVIII, con frescos del artista vienés Daniel Seyter. Su belleza rivalizaba con la Galería de los Espejos de Versalles, en la que se inspiró, antes de ser convertida en una galería de arte bajo el reinado de Carlos Alberto.

También son importantes el apartamento de invierno del rey y la Sala del Trono.

La segunda planta: escaleras y apartamentos

Se llega a la segunda planta por una de las obras maestras del arquitecto Felipe Juvara, la llamada Scala delle Forbici ("escalinata de las tijeras"), de 1720. Aquí, Juvara creó una de sus obras más ingeniosas y fascinantes: una imponente escalera de mármol que parece flotar hacia arriba, como una espiral ligera y elegante. La escalera apoya todo su peso en las paredes laterales, las del muro exterior del palacio, para no cargar demasiado el suelo de madera. Juvara mantuvo las grandes ventanas que dan al patio trasero del palacio, para que la zona, que no es muy espaciosa, tuviera buena luz natural.

Apartamentos del príncipe del Piamonte

El segundo piso tiene muchas marcas de los continuos trabajos encargados por los reyes para sus hijos mayores. Por eso, muchas salas muestran diferentes estilos y modas de distintas épocas. Estas renovaciones, hechas según el gusto del momento, a menudo dañaban las obras anteriores, como los techos o los frescos.

Para los matrimonios de 1722, 1750 y 1755, se hicieron renovaciones en todo el piso, antes de que se dividiera para las salas del duque de Aosta. Destaca la gran Sala de Baile, con grandes tapices que cuentan la historia de Don Quijote. Esta sala está conectada con la igualmente fascinante Pequeña Galería de Beaumont (Picola Galleria del Beaumont), que servía de paso hacia el ala de Víctor Manuel I.

Las tres antesalas (Tre Anticamere) son típicas del estilo de Palagi: la Sala de la Guardia del Cuerpo (Sala della Guardia del Corpo), la Sala de los Staffieri y la Sala de los Pajes (Sala dei Paggi). También las alas destinadas, en el siglo XIX, a ser las habitaciones privadas de la princesa María José. Los techos y suelos conservan los diseños del arquitecto favorito de Carlos Alberto de Saboya.

Apartamentos del duque de Aosta

Los apartamentos ducales, diseñados principalmente por Piacenza y Randoni, con la habilidad de Bonzanigo, fueron creados para Víctor Manuel I, duque de Aosta, y su esposa, María Teresa de Habsburgo.

En estas salas, es notable el pequeño gabinete chino (Gabinetto Cinese). Es una mezcla de estucos y lacas orientales, trabajadas con gran maestría por Bonzanigo y su equipo, para crear imágenes típicas del fabuloso Oriente.

Estilos arquitectónicos del palacio

Archivo:Masucci-juvarra-acad
Felipe Juvara.

El palacio combina tres estilos principales: barroco, rococó y neoclásico. Esto se debe a los arquitectos más importantes que trabajaron aquí desde la época de Manuel Filiberto:

  • Carlo di Castellamonte
  • Amedeo di Castellamonte
  • Felipe Juvara
  • Benedetto Alfieri
  • Carlo Randoni
  • Giuseppe Battista Piacenza
  • Pelagio Palagi

La Armería Real: un tesoro de armas

Archivo:Maggi, Giovanni Battista (183..-18...) - n. 38 - Torino - Armeria Reale
La Armería Real, siglo XIX.

La Armería Real (Armeria Reale) se encuentra en una de las alas del palacio, en el lado norte de la plaza del Castillo. Guarda una gran colección de armas, incluyendo ejemplos de los siglos XVI y XVII. Fue abierta al público en 1837 por Carlos Alberto. La idea surgió en 1833, después de la inauguración de la Real Pinacoteca (hoy Galería Sabauda), también creada por Carlos Alberto. La Galería de Beaumont se quedó sin los cuadros que la adornaban y poco a poco se convirtió en el lugar donde se guardaban las armas coleccionadas por la familia Saboya. El rey decidió hacer pública la colección y encargó a Roberto d'Azeglio (director de la Pinacoteca Regia) y a Vittorio Seissel d'Aix que la organizaran.

La armería actual contiene algunas de las armas y armaduras de las colecciones de Carlos Manuel I, que en gran parte se perdieron en dos incendios a mediados del siglo XVII.

Aquí se pueden ver muchos tipos de armaduras, armas blancas y armas de fuego. Hay armas medievales y otras de los siglos XVI al XVII. Entre las piezas más interesantes están la armadura de torneo de Manuel Filiberto de Saboya, la armadura de Otón Enrique de Baviera y la armadura ecuestre de Carlos Manuel I, además de una pistola de Carlos V. También es notable la colección de banderas de los ejércitos de Saboya e italiano (casi 250) y la sección de armas y armaduras orientales.

Forman parte del museo el Scalone de Benedetto Alfieri (1740), la Rotonda, la Galería Beaumont, decorada con frescos sobre la "Historia de Eneas" (1733), y el Medagliere (1839). Junto a la Armería Real se encuentra la Biblioteca Real.

Alrededores del Palacio Real

La Capilla del Santo Sudario, con su cúpula en espiral, fue construida en el ala oeste del palacio. Conecta con el ábside de la catedral de San Juan Bautista y fue diseñada para guardar el famoso santo sudario que perteneció a la familia desde 1453 hasta 1946.

Archivo:Pollux Palazzo Reale
Pólux, una de las estatuas que adornan la escalera exterior.

La plaza del Castillo (Piazza Castello), que está frente al palacio, fue diseñada por Vittozzi. Se une a otros edificios que, en conjunto, forman el gran complejo de la residencia real. En la plaza del Castillo, junto al Palacio Real, se encuentra la iglesia de San Lorenzo, conocida como Real Iglesia de San Lorenzo porque era considerada la capilla real.

Detrás del palacio, hacia el norte, se extienden los jardines del parque real (Giardini del Parco Regio). Estos jardines, ubicados en las afueras del Turín que Manuel Filiberto quiso convertir en capital de su ducado, se inspiraron en las grandes residencias reales de Europa, que tenían elegantes jardines. La idea venía de la región de Toscana (como las villas de los Médicis). Los jardines reales actuales son, en gran parte, obra del arquitecto André Le Nôtre. Le Nôtre, quien ya había trabajado en la corte francesa, realizando importantes obras en el palacio de Versalles por encargo de los Borbones, plasmó aquí una característica de los jardines nobles europeos: los juegos de agua y las perspectivas florales. Ya en tiempos de Carlos Manuel I y Víctor Amadeo I, el jardín había sido ampliado, pero fue a finales del siglo XVII cuando alcanzó su mayor esplendor, gracias a De Marne, quien siguió los proyectos de Le Nôtre.

Durante el periodo de Napoleón, los jardines del palacio sufrieron un triste deterioro, con robos y saqueos. Todo esto terminó en 1805, después de que el jardín fuera nombrado Parque Imperial (Parco Imperiale). Antes del regreso de la familia Saboya, que ocurrió con la restauración, Giuseppe Battista Piacenza, quien ya había trabajado en las obras de la segunda planta del edificio, se encargó de restaurar las estatuas del siglo XVIII que representan las estaciones y los grandes jarrones conmemorativos de la Reggia di Venaria Reale. Esta fue la última gran modificación en los jardines, aunque más tarde, algunas estatuas se colocaron a finales del siglo XIX. Esto fue por decisión de Víctor Manuel II, quien decidió instalar las representaciones de mármol de Amadeo VI de Saboya, Víctor Amadeo I y Víctor Amadeo II.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Royal Palace of Turin Facts for Kids

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