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Neurosis para niños

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Neurosis

El bebedor de ajenjo, de Viktor Oliva. El arte está lleno de referencias a la neurosis. El máximo exponente moderno tal vez sea Edvard Munch, aunque desde Carl Gustav Jung se viene estableciendo una intensa relación entre el genio creativo y el simbolismo que acecha tras el desequilibrio neurótico.
Especialidad psicoanálisis

El término neurosis fue usado por primera vez por el médico escocés William Cullen en 1769. Se refería a problemas de los sentidos y del movimiento causados por enfermedades del sistema nervioso.

En la psicología clínica, se usaba para describir trastornos mentales que afectaban el pensamiento claro y el buen desempeño en la vida diaria, como en la escuela o el trabajo. A menudo, se confundía su uso. Por un lado, se aplicaba a varios trastornos mentales relacionados con la ansiedad. Por otro lado, la gente lo usaba de forma popular para referirse a obsesiones o nerviosismo, incluso cuando no se trataba de una enfermedad mental.

Hoy en día, la psicología y la psiquiatría ya no usan el término "neurosis". En su lugar, prefieren hablar de "trastorno" o "trastorno de ansiedad".

El término clásico se refería a un trastorno mental sin daño físico visible. Se caracterizaba por mucha angustia y formas de manejarla que no siempre eran útiles. La persona con neurosis mantenía contacto con la realidad, pero sentía la necesidad de repetir ciertas acciones para reducir el estrés. Se consideraba una característica de la persona que podía variar mucho, desde algo leve hasta situaciones que requerían ayuda profesional.

La teoría psicoanalítica explica que la neurosis es un problema mental cuyos síntomas representan un conflicto antiguo de la infancia. Los síntomas neuróticos son una forma de resolver ese conflicto entre lo que se desea y lo que se intenta evitar. Para protegerse de la angustia, las personas usan mecanismos de defensa como la represión (olvidar algo molesto), la proyección (ver en otros lo que no te gusta de ti), la negación (no aceptar la realidad), la intelectualización (pensar mucho en vez de sentir) y el desplazamiento (dirigir un sentimiento a otra cosa).

Origen del concepto de neurosis

El concepto de neurosis surgió a finales del siglo XVIII, pero se usó mucho más en el siglo XIX, cuando la psiquiatría empezaba a desarrollarse. Al principio, se usaba para describir cualquier problema del sistema nervioso.

En 1769, el médico escocés William Cullen publicó un libro donde usó el término "neurosis" para un trastorno general del sistema nervioso. Este trastorno no tenía fiebre ni daños físicos visibles, pero podía afectar los sentidos y el movimiento. Cullen incluyó en este grupo problemas muy diferentes, como mareos, desmayos, tétanos, rabia, crisis histéricas, melancolía (ahora llamada depresión) y manía. También incluyó la apoplejía, la epilepsia y la somnolencia.

Ideas del psicoanálisis sobre la neurosis

La teoría psicoanalítica explica que la neurosis es un problema mental cuyos síntomas representan un conflicto antiguo de la infancia. Los síntomas neuróticos son una forma de resolver ese conflicto entre lo que se desea y lo que se intenta evitar.

Sigmund Freud y la neurosis

El neurólogo y psicoanalista austriaco Sigmund Freud describió a la persona neurótica como alguien que, debido a su forma de ser, solo logra controlar sus impulsos de manera superficial. Esto les cuesta mucha energía y les dificulta participar en actividades culturales o incluso los obliga a detenerse por enfermedad.

Según Freud, la persona con neurosis tiene dificultades para cumplir con las expectativas de la sociedad. Una parte importante de sus experiencias no está bajo su control debido a la represión. Sus acciones se ven limitadas por reglas internas muy estrictas, y gasta mucha energía luchando contra sus propios deseos. Esto puede hacer que se sienta dividido por conflictos sin resolver. Para Freud, las personas con neurosis graves no estaban muy lejos de las personas con psicosis. La diferencia principal era que la persona neurótica tenía una mayor capacidad para mantenerse conectada con la realidad, lo que a veces facilitaba el tratamiento.

Neurosis y la vida diaria

En su libro Esquema del psicoanálisis (1940), Freud dijo que la neurosis y la psicosis son formas en que la mente funciona de manera diferente. Él se enfocó en la neurosis porque era más fácil de tratar con su terapia. Los problemas neuróticos no tienen causas específicas como las infecciones. Forman parte de un mismo grupo con los estados que consideramos "normales". Los límites entre la neurosis y la normalidad son tan borrosos que es difícil encontrar a alguien sin ninguna señal de neurosis.

Freud se preguntaba por qué la vida de las personas con neurosis era más difícil si su forma de ser o sus experiencias no eran muy diferentes a las de los demás. Respondió que se debía a "desequilibrios" en la cantidad de ciertas cosas. Cada forma de vida humana se debe a una combinación de características innatas y experiencias. Por ejemplo, un deseo puede ser muy fuerte o muy débil. Además, las experiencias de la vida afectan a cada persona de manera diferente. Lo que una persona puede manejar bien, otra podría tener dificultades para afrontarlo.

Sin embargo, esta explicación, que Freud consideraba demasiado general, es válida tanto para la neurosis como para otros problemas mentales. Él creía que si la forma de ser de una persona con neurosis era tan parecida a la "normal", estudiar la neurosis podría ayudar a entender cómo funciona la mente "normal" y sus debilidades. En la neurosis, se ve que hay un deseo que la persona no puede controlar por completo, y que una etapa del desarrollo individual fue mucho más importante que otras en la causa del problema.

La importancia de la etapa infantil

Archivo:Wilhelm Roux - Вильгельм Ру (1850-1924)
Wilhelm Roux, padre de la embriología experimental. Freud comparó el impacto de una experiencia en el desarrollo del yo con el efecto de un estímulo en células en desarrollo o en un animal ya formado.

Según Freud, la neurosis podría empezar solo hasta los seis años, aunque los síntomas se hicieran evidentes mucho después. La neurosis infantil puede pasar desapercibida o aparecer por poco tiempo. La neurosis en la edad adulta, excepto la neurosis traumática, sería una continuación de la infantil. Freud pensaba que no era sorprendente que un niño, al ser frágil y no estar completamente desarrollado, no pudiera manejar ciertas exigencias que más tarde, al crecer, sí podría.

Tanto los deseos internos como las experiencias externas pueden causar un efecto traumático. El niño intenta protegerse de ambos a través de intentos de huida, que son las represiones. Estas represiones pueden ser desventajosas más adelante y limitar el desarrollo de forma duradera. Para explicar por qué las primeras experiencias traumáticas causan daños tan profundos en el yo, Freud usó una comparación. Recordó los trabajos de Wilhelm Roux, un embriólogo alemán que demostró que introducir un alfiler en un animal ya desarrollado no tenía las mismas consecuencias que hacerlo en un grupo de células en desarrollo.

Las represiones que el yo realiza pueden ser necesarias para otros propósitos en esos primeros momentos. Freud sostenía que, para convertirse en una persona civilizada en pocos años, el niño recorre rápidamente un largo camino del desarrollo cultural de la humanidad. Para ello, necesita la guía de la educación. Los padres actúan como una guía interna, orientando al niño con límites y reglas, lo que lo lleva a controlar ciertos impulsos. Las exigencias de la cultura, por lo tanto, contribuyen a la neurosis. Freud incluso afirmó que el deseo de un yo fuerte y sin límites es "enemigo de la cultura". La larga etapa de dependencia infantil, una característica biológica de nuestra especie, también contribuye a la neurosis, ya que la educación familiar en ese período transmite las reglas culturales.

El psicoanálisis cree que las experiencias tempranas de la infancia tienen un impacto muy grande en el desarrollo futuro de la persona. Freud también relacionó el olvido de la mayoría de los eventos de la primera etapa de la vida (amnesia infantil) con sus ideas sobre las causas de la neurosis y con la forma de trabajar en terapia.

El papel de los impulsos

Aunque la teoría psicoanalítica podría aceptar que cualquier tipo de impulso podría causar represiones, la experiencia clínica mostró que los problemas suelen venir de los impulsos relacionados con el desarrollo. Los síntomas neuróticos son, para Freud, "una forma de satisfacer un deseo o una forma de impedirlo, generalmente una mezcla de ambas cosas". Aunque Freud encontró en los impulsos relacionados con el desarrollo las causas más importantes de la neurosis, admitió que no estaba claro si eran las únicas. Por ahora, la función de desarrollo es la que más se ha controlado en favor del progreso cultural. Freud sugirió que el punto débil de la persona podría estar en cómo maneja su desarrollo, como si la mente supiera que hay una diferencia entre cuidarse a sí mismo y asegurar la continuidad de la especie.

La neurosis en el arte

Gracias a los trabajos de Freud y Jung sobre cómo el simbolismo puede revelar el inconsciente, se han desarrollado muchas ideas sobre la influencia de los problemas mentales (especialmente la neurosis) en la actividad creativa o artística. Para Jung, el artista "revelaba" ideas universales, ayudando a quienes veían el arte a entender el mundo. Con esta idea, desarrolló una forma de terapia basada en el valor simbólico del arte, que podía mostrar los procesos mentales del paciente y ayudar al terapeuta. Las escuelas de psicoanálisis posteriores han seguido investigando esta línea de terapia.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Neurosis Facts for Kids

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