Histeria para niños
La histeria es una palabra que a veces se usa para describir un estado de mucha emoción que parece difícil de controlar. También puede referirse a un estado mental o emocional que dura un tiempo.
Hace mucho tiempo, en el siglo XIX, la histeria se consideraba una enfermedad real que solo afectaba a las mujeres. Se creía que las mujeres eran más propensas a tener ciertas condiciones mentales o de comportamiento. Luego, en el siglo XX, se empezó a ver como una enfermedad mental. Personas importantes como Sigmund Freud y Jean-Martin Charcot estudiaron mucho a pacientes con histeria.
Hoy en día, la histeria ya no se considera una enfermedad por sí misma. Se cree que su diagnóstico en el pasado se debía a una idea equivocada sobre las diferencias entre hombres y mujeres. El concepto general de histeria se ha dividido en muchas otras categorías médicas. Por ejemplo, ahora se usan diagnósticos como epilepsia, trastorno histriónico de la personalidad, trastorno de conversión o trastorno disociativo, entre otros.
Contenido
¿Cómo se Entendió la Histeria a lo Largo del Tiempo?
Orígenes Antiguos: Egipto y Grecia
La palabra histeria viene de la palabra griega hystera, que significa útero. Los registros más antiguos de algo parecido a la histeria se encuentran en el antiguo Egipto, alrededor del año 1900 a.C. Los egipcios escribieron sobre comportamientos inusuales en mujeres adultas en sus papiros médicos. Creían que estos cambios de comportamiento se debían a que el útero se había movido de su lugar. Por eso, más tarde llamaron a esta condición "histeria".
Para tratarla, los médicos egipcios usaban diferentes métodos. Por ejemplo, ponían sustancias con olores fuertes cerca de las partes íntimas de las pacientes. Pensaban que esto animaría al útero a volver a su posición correcta. Otra idea era hacer que las pacientes olieran o tragaran hierbas con mal sabor. Creían que así el útero regresaría a la parte baja del abdomen.
Los antiguos griegos adoptaron la explicación egipcia. Sin embargo, también incluyeron en su definición de histeria la incapacidad de tener hijos o la falta de matrimonio.
Roma y la Edad Media: Cambios de Pensamiento
Los antiguos romanos también pensaban que la histeria estaba relacionada con el útero. Pero no creían en la idea de un útero que se movía. En cambio, atribuían la histeria a una enfermedad del útero o a problemas en la reproducción, como la menopausia. Las ideas de egipcios, griegos y romanos fueron la base de cómo se entendió la histeria en Occidente por mucho tiempo.
Sin embargo, entre los siglos V y XIII, la influencia del cristianismo en Europa cambió esta visión. Pensadores como Agustín de Hipona sugirieron que el sufrimiento humano era resultado de acciones incorrectas. Así, la histeria empezó a verse como una posesión demoníaca. Con este cambio, también cambiaron los tratamientos. En lugar de ir a un hospital, la gente buscaba ayuda en la iglesia, con oraciones, amuletos y exorcismos. Durante el Renacimiento, muchas personas que mostraban estos síntomas fueron acusadas de brujería. Esto llevó a interrogatorios, castigos y, en algunos casos, a la muerte.
La Histeria en la Época Moderna: Hacia la Ciencia
Durante los siglos XVI y XVII, algunas personas y estudiosos trabajaron para que la histeria volviera a ser vista como una condición médica. El médico francés Charles Lepois, por ejemplo, afirmó que la histeria era una enfermedad del cerebro. Además, en 1697, el médico inglés Thomas Sydenham propuso que la histeria era una condición emocional, no física.
Muchos médicos siguieron estas ideas, y la histeria dejó de asociarse con el alma o el útero. En este tiempo, la ciencia empezó a enfocar la histeria en el sistema nervioso central. A medida que los médicos entendían mejor el sistema nervioso, se desarrolló un modelo neurológico de la histeria. Esto ayudó a que se viera más como un trastorno mental.
En 1859, Paul Briquet describió la histeria como un conjunto de síntomas inexplicables que afectaban a muchos sistemas del cuerpo. Lo que Briquet describió se conoció más tarde como síndrome de Briquet, o trastornos de somatización, en 1971. Briquet estudió 430 casos de pacientes con histeria durante diez años.
Después de Briquet, Jean-Martin Charcot estudió a mujeres en un hospital en Francia y usó la hipnosis como tratamiento. Charcot también fue maestro de Pierre Janet, otro psicólogo francés. Janet estudió cinco síntomas de la histeria (como la falta de sensibilidad, la pérdida de memoria o los problemas de movimiento). Él sugirió que estos síntomas ocurrían por una falla en la conciencia. Tanto Charcot como Janet influyeron en el trabajo de Freud. Freud pensó que la histeria podía venir de experiencias difíciles en la infancia. También fue uno de los primeros en considerar que la histeria podía afectar a los hombres.
Durante el siglo XX, a medida que la psiquiatría avanzaba en Occidente, los diagnósticos de ansiedad y depresión comenzaron a reemplazar a los de histeria. Por ejemplo, en Inglaterra y Gales, las admisiones de pacientes con histeria disminuyeron mucho entre 1949 y 1978. A medida que los casos de histeria bajaban, aumentaban los de ansiedad y depresión. Hay varias teorías sobre por qué disminuyeron los diagnósticos de histeria. Muchos historiadores creen que la Segunda Guerra Mundial, la occidentalización y la migración cambiaron lo que se esperaba de la salud mental. Las sociedades occidentales del siglo XX esperaban ver más depresión y ansiedad en las generaciones después de la guerra y en las personas que se habían mudado. Por eso, las personas reportaban o eran diagnosticadas de acuerdo con estas nuevas expectativas. Además, los avances médicos pudieron explicar problemas que antes se atribuían a la histeria, como la epilepsia o la infertilidad.
¿Qué Pensamos Hoy sobre la Histeria?
En 1980, la Asociación Estadounidense de Psiquiatría eliminó la histeria de su Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales (DSM). Este manual es una guía importante para los profesionales de la salud mental.
Hoy en día, se considera que los diagnósticos de histeria en el pasado se debieron a una idea equivocada sobre las diferencias entre hombres y mujeres. Esta idea se basaba en la creencia de que el útero debilitaba las funciones mentales de las mujeres.
La histeria ha sido reemplazada por otros diagnósticos, como los trastornos funcionales. La forma en que se diagnosticó la histeria en los siglos XVIII y XIX ha tenido un efecto duradero en cómo se trata la salud de la mujer en la medicina.
Véase también
En inglés: Hysteria Facts for Kids