Manuel II Paleólogo para niños
Datos para niños Manuel II Paleólogo |
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Emperador y Autócrata de los Romanos | ||
![]() Retrato de Manuel (de un códice siglo XV que contiene una copia del Epitomé historion de Juan Zonaras).
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![]() Emperador bizantino (Coemperador Juan VII Paleólogo en Tesalónica, 1399-1408) |
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16 de febrero de 1391-21 de julio de 1425 | ||
Predecesor | Juan V Paleólogo | |
Sucesor | Juan VIII Paleólogo | |
Información personal | ||
Nombre completo | Μανουήλ Παλαιολόγος | |
Coronación | 25 de septiembre de 1373 | |
Nacimiento | 27 de junio de 1350 Constantinopla, Imperio Romano de Oriente |
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Fallecimiento | 21 de julio de 1425 Constantinopla, Imperio Romano de Oriente |
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Religión | Cristianismo ortodoxo | |
Residencia | Palacio de Blanquerna | |
Familia | ||
Dinastía | Dinastía Paleólogo | |
Padre | Juan V Paleólogo | |
Madre | Helena Cantacucena | |
Consorte | Helena Dragaš | |
Hijos | Constantino Paleólogo Juan VIII Paleólogo Andrónico Paleólogo Teodoro II Paleólogo Miguel Paleólogo Constantino XI Paleólogo Demetrio Paleólogo Tomás Paleólogo Dos hijas sin nombre |
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Información profesional | ||
Mandos | Ejército Bizantino | |
Conflictos | Sitio de Constantinopla | |
Manuel II Paleólogo (en griego: Μανουήλ Β΄ Παλαιολόγος, Manouēl Palaiologos; Constantinopla, 27 de junio de 1350-Constantinopla, 21 de julio de 1425) fue un emperador bizantino. Gobernó desde 1391 hasta 1425. Su habilidad para la diplomacia le permitió mantener la paz con los turcos otomanos durante su reinado. Esto retrasó la conquista final del Imperio bizantino por unos 50 años.
Manuel era hijo de Juan V Paleólogo, quien fue emperador con algunas interrupciones entre 1341 y 1391, y de Helena Cantacucena. En 1373, Manuel fue nombrado heredero al trono. Esto ocurrió después de que su hermano mayor, Andrónico IV, se rebelara contra su padre. Manuel fue coronado coemperador en septiembre de 1373.
En 1379, Manuel ayudó a su padre a recuperar Constantinopla y el trono. Andrónico lo había tomado en 1376. Juan V y Manuel recuperaron el trono con ayuda de los turcos. A cambio, tuvieron que pagarles un tributo y ofrecerles apoyo militar. En 1390, Juan VII, hijo de Andrónico, tomó Constantinopla y el trono. Pero los turcos nuevamente ayudaron a Manuel y a Juan a recuperarlo. Manuel tuvo que vivir en la corte de Beyazid I como vasallo. Permaneció allí hasta que escapó a Constantinopla en febrero de 1391, al enterarse de la muerte de su padre.
Cuando los turcos invadieron Tesalia y el Peloponeso en 1396, Manuel viajó a Europa occidental para pedir ayuda. Fue bien recibido en Roma, Milán, Londres y París. Se quedó en París durante dos años. Su visita ayudó a fortalecer los lazos culturales entre Bizancio y Occidente. Sin embargo, no recibió la ayuda militar que buscaba.
Manuel firmó un tratado de paz en 1403 con el sucesor de Beyazid, Mehmet I. Gracias a este tratado, recuperó Tesalónica (hoy Salónica, Grecia) y dejó de pagar tributos. La paz duró hasta 1421, cuando Mehmet murió. Manuel se retiró de los asuntos de estado para dedicarse a sus intereses religiosos y literarios. Su hijo y coemperador, Juan VIII, no mantuvo la paz. Apoyó a un aspirante al trono turco, Mustafa, contra el heredero legítimo, Murad II. Murad detuvo la revuelta y en 1422 sitió Constantinopla. La ciudad resistió, pero los turcos invadieron el Peloponeso en 1423. Después de verse obligado a firmar un tratado difícil, Manuel se retiró a un monasterio. Murió en 1425.
Contenido
Biografía de Manuel II Paleólogo
¿Cómo fue la juventud de Manuel II?
Manuel fue el segundo hijo del emperador Juan V Paleólogo (quien gobernó en varios periodos entre 1341 y 1391) y Helena Cantacucena. Helena era hija del emperador Juan VI Cantacuceno. Manuel era el hijo preferido de su padre, a diferencia de su hermano mayor, Andrónico, que solía meterse en problemas políticos.
Desde joven, Manuel fue nombrado déspota por su padre. Participó en la política de su tiempo, siempre apoyando a su padre. A pesar de su juventud, Manuel siempre mostró buen juicio para gobernar. Demostró un gran amor por su padre y por su pueblo. También fue decidido al enfrentar los problemas difíciles.
En 1371, Manuel, que tenía 21 años y era gobernador de Tesalónica, tuvo que ayudar a su padre, Juan V. El emperador había viajado a Roma y, al regresar, fue retenido en Venecia por una deuda. Esta deuda se debía a un préstamo que la emperatriz Ana había pedido años atrás, dejando las joyas de la corona como garantía.
Para ser liberado, Juan había ofrecido la isla de Ténedos a los venecianos. Esta isla era un puerto importante para los barcos que pasaban por los Dardanelos. Pero Andrónico, que era regente en ausencia del emperador, se negó a entregar la isla. No lo hizo por patriotismo, sino porque apoyaba a los genoveses. Estos eran rivales comerciales de Venecia y tenían una colonia en Gálata, frente a Constantinopla. Manuel tuvo que reunir una gran suma de dinero en Tesalónica y viajar rápidamente para liberar a su padre.
Ese mismo año, el 26 de septiembre, ocurrió un evento importante para los Balcanes. Los otomanos vencieron a un ejército serbio cerca del río Maritza. Esto les abrió el camino hacia Serbia, Macedonia y Grecia. Los líderes serbios tuvieron que aceptar ser vasallos de su conquistador, Murad I. Pronto, el poder otomano se extendió por los Balcanes, incluyendo a los búlgaros.
Manuel siempre buscaba oportunidades, incluso en situaciones difíciles. Los bizantinos aprovecharon la derrota serbia para recuperar Serres. Manuel gobernó esta ciudad por un tiempo. Aunque podría parecer egoísta aprovecharse de otro reino cristiano, la política bizantina decía que todo lo que alguna vez fue del Imperio, siempre lo sería. Manuel actuó como cualquier otro príncipe de su época, especialmente considerando la difícil situación del Imperio.
Los eventos llevaron a un creciente dominio otomano en la región. En 1373, Juan V se convirtió en vasallo de Murad. Esto fue en parte por la mala política del emperador. Al no confiar en sus propias fuerzas y ver que la ayuda de Occidente no llegaba, prefirió aliarse con los otomanos.
También influyó la presencia de su hijo Andrónico en la corte, quien actuaba como agente de los genoveses. Lo más vergonzoso fue que Murad I obligó a Juan a acompañarlo en una campaña en Asia Menor. Juan no pudo negarse. Manuel, a pesar de todo, se mantuvo leal a su padre, aunque no estaba de acuerdo con su política de sumisión a los otomanos.
Andrónico, el heredero, también estaba en contacto con algunos turcos. Juntos planeaban acciones que cambiarían el futuro de los Balcanes y, en especial, el de Manuel. En 1373, Andrónico organizó una revuelta contra su padre. La revuelta fracasó porque los genoveses no eran populares en Constantinopla. Como la revuelta se había coordinado con un levantamiento del heredero otomano, Saudji Tchelebi, el sultán Murad castigó severamente a su hijo. Obligó a Juan, como su vasallo, a castigar a su propio hijo de manera similar. Sin embargo, Andrónico solo sufrió heridas leves que no le quitaron la vista. Esto le permitió seguir participando en política, lo que causaría más problemas al Imperio.
¿Cómo llegó Manuel a ser coemperador?
La traición de Andrónico llevó a que el príncipe Manuel fuera coronado como coemperador el 25 de septiembre de 1373. Sin embargo, los problemas del Imperio continuaron. En 1376, Juan V recibió una visita de Venecia. Le pedían que cumpliera su promesa de entregar la isla de Ténedos a cambio de 30.000 ducados y la devolución de las joyas de la Corona. Este acercamiento no gustó a los genoveses, quienes animaron a Andrónico a sitiar Constantinopla. Andrónico visitó a Murad y le prometió Galípoli a cambio de ayuda para tomar la capital. Después de un difícil sitio de 32 días, Andrónico entró en la ciudad con tropas genovesas y algunas turcas. Encarceló a Juan V y a Manuel, que entonces tenía unos 26 años, en la Torre de Anemas.
A pesar de esto, con la ayuda de la gente de la isla, Ténedos fue ocupada por los venecianos en octubre de 1376. Mientras estas dos repúblicas italianas luchaban y obtenían territorios, el Imperio se debilitaba.
Como resultado de un acuerdo a finales de 1377, Andrónico entregó Galípoli a Murad. Este acto fue muy perjudicial para el futuro de Europa. Con Galípoli en sus manos, miles de turcos se trasladaron de Asia Menor a los Balcanes sin que nadie pudiera detenerlos. La posesión de este puerto era clave para el ejército otomano.
Dos años después, Juan y Manuel escaparon de su prisión con ayuda de los venecianos. Se dirigieron a Crisópolis, cerca del campamento de Murad. Se reunieron con el sultán y le prometieron ayuda militar y la ciudad de Filadelfia. Filadelfia era la última posesión bizantina en Asia Menor. A cambio, Murad los ayudaría a recuperar Constantinopla. Recurrir a los turcos no era lo que Manuel deseaba. Pero la política de Juan V era clara: ser vasallo del sultán para sobrevivir. Manuel demostró su lealtad a su padre, aunque aún no veía otro camino.
Murad les dio a Juan y Manuel un pequeño ejército. Los venecianos, que no querían a Andrónico IV, les proporcionaron una pequeña flota. Con esta ayuda, recuperaron el control de Constantinopla el 1 de julio de 1379. Andrónico se refugió en Gálata, la colonia genovesa. Hubo enfrentamientos y tensión entre los partidarios de Manuel y Andrónico. Juan no pudo establecer la paz por casi dos años. Estos conflictos internos solo beneficiaban a los otomanos.
¿Qué pasó con Tesalónica?
Mientras tanto, el avance turco por los Balcanes era imparable. En 1380, los otomanos, bajo el mando de Jaireddin, entraron en Ocrida y Prilep, y avanzaron hacia Albania. Poco a poco, derrotaron a los líderes albaneses y tomaron sus territorios. Los otomanos siguieron fortaleciendo su poder, ayudados por la gran división entre los reinos cristianos.
La situación en la familia imperial era muy tensa debido a la rivalidad entre Juan y su hijo Andrónico. Para resolver esto, en 1381, Juan volvió a nombrar a Andrónico como heredero al trono. Esto fue parte de un tratado de paz para terminar con la hostilidad familiar.
Sin embargo, Juan gobernaba de hecho con Manuel, quien volvió a tomar posesión de Tesalónica en 1383. En ese momento, los restos del Imperio estaban divididos entre los miembros de la familia Paleólogo: Juan V en Constantinopla, Manuel II en Tesalónica, su hermano Andrónico IV en las costas del Mármara y Teodoro en el Peloponeso. Todos eran casi independientes, pero a su vez dependían del sultán. Manuel era el único que gobernaba como un verdadero emperador. Transformó Tesalónica en el centro de actividad imperial, extendiendo su autoridad sobre Macedonia y Tesalia, y aumentando la resistencia contra los otomanos.
El sultán Murad seguía usando el puerto de Galípoli para traer más tropas de Asia a Europa. Su plan era organizar los Balcanes y conquistar todos los territorios bizantinos. Manuel creía que con energía y lucha, el Imperio podría recuperar su posición. Por primera vez, se negó a someterse a la política de Juan V de servilismo hacia los otomanos. Cuando el general Jaireddin tomó Serres el 19 de septiembre de 1383, Manuel, entusiasmado con la idea de expulsar a los turcos de Macedonia, planeó con los nobles de la ciudad atacar a la guarnición turca.
La respuesta de Murad no se hizo esperar. Furioso, ordenó a Jaireddin que dirigiera sus tropas a Tesalónica, donde estaba Manuel. Le ordenó tomar la ciudad por la fuerza. Jaireddin sitió la ciudad en octubre de 1383 y envió mensajeros a Manuel. Le advirtió que si no abría las puertas, sería responsable de una gran pérdida de vidas. El coemperador, que tenía 33 años, respondió que defendería la ciudad hasta el final. Luego, reunió a sus ciudadanos en la plaza principal, los animó a luchar y comenzó a organizar la defensa.
A pesar del sitio terrestre, los otomanos no tenían una flota fuerte, por lo que la ciudad podía recibir ayuda externa. Sin embargo, durante los tres años y medio que duró el sitio, nadie acudió en su ayuda. La escasez de recursos afectó más a los habitantes que las armas del sultán. Después de tres años de sitio, la moral de los defensores estaba muy baja. Solo deseaban rendirse al sultán y volver a la normalidad, aunque fuera bajo dominio turco.
Manuel, que no quería rendirse, fue presionado por los líderes de la ciudad, quienes le exigieron que la entregara. Resignado, hizo un trato con la aristocracia local. Abandonó la ciudad en secreto el 6 de abril de 1387, evitando a los guardias turcos, y se dirigió a Lesbos. Tres días después, los que quedaron en Tesalónica abrieron las puertas para evitar más violencia. La segunda ciudad bizantina pasó a manos otomanas.
Este desastre marcó a Manuel para siempre. A partir de entonces, trató de evitar ataques directos a los turcos y buscó soluciones políticas para resistir. El fracaso en Tesalónica pareció confirmar la política de Juan, aunque en realidad demostró que con valentía se podía resistir, y que solo la falta total de ayuda llevaba a la derrota. No asegurar aliados al desafiar a los turcos le causó un desastre.
Juan V envió a Manuel al exilio a la isla de Lemnos, quitándole todos sus títulos y honores, para que reflexionara sobre sus acciones. Mientras Tesalónica estaba sitiada, en 1385 murió Andrónico IV, quien había causado tantos problemas al Imperio bizantino.
¿Cómo avanzó el Imperio Otomano?
También en 1385, mientras Tesalónica estaba bloqueada, otras tropas otomanas derrotaron a las fuerzas albanesas en Sawra. Al año siguiente, avanzaron y tomaron Croia y Scutari. Así comenzó la conversión de muchos albaneses al islam. En 1387, Murad avanzó hacia el norte y conquistó Sardica y Nis, destruyendo todos los ejércitos búlgaros que se le oponían.
Para empeorar las cosas, Manuel tuvo que pedir perdón a Murad por lo ocurrido en Serres en 1383 y por resistir en Tesalónica. Esto era una condición para poder regresar junto a su padre como coemperador. Fue un gran desprestigio para el futuro emperador y un claro reconocimiento de su vasallaje al sultán. Temeroso de las verdaderas intenciones del sultán, Manuel solo se atrevió a reunirse con él cuando le aseguraron que Murad lo recibiría sin rencores. El sultán otomano intercedió entonces ante Juan V para que perdonara a Manuel, algo que Juan probablemente no habría hecho sin la autorización del sultán. Así de grave era la situación en Bizancio, siempre dependiendo de la voluntad del sultán.
Mientras tanto, el ambiente político cambiaba. A pesar de ser cristianas, las repúblicas italianas comenzaron a firmar acuerdos con los turcos, viendo el colapso del Imperio. Interesadas en mantener el comercio en esas regiones, prefirieron pactar con el sultán. Génova lo hizo en 1385 y Venecia en 1388. Con esto, el destino de Bizancio quedó casi sellado, convertido en un estado dominado y sin apoyo de casi nadie.
Uno de los hechos más importantes de la época ocurrió en 1389: la batalla de Kosovo. Murad avanzó sobre Serbia y se encontró con un gran ejército cristiano liderado por el príncipe serbio Lazar Hrebeljanovic. En el "Campo de los Mirlos" (Kosovo Polje), los dos ejércitos se enfrentaron en una batalla que decidiría el futuro de Serbia. Los otomanos, después de un fuerte inicio serbio, lograron detenerlos. Aunque Murad I fue atacado durante la batalla, su hijo Bayaceto tomó el control, se proclamó sultán en plena batalla y lideró con gran energía. La poderosa infantería turca superó a la caballería serbia, y la nación serbia fue completamente destruida.
Con Serbia fuera del mapa, Bizancio quedó totalmente aislado de Occidente. El poder turco se hizo cada vez más fuerte y la desesperación invadió Constantinopla.
Con Bayaceto I, los otomanos solo conocieron victorias en los primeros años. Bayaceto era diferente a su padre. Con la misma energía y capacidad de organización, se distinguía por seguir sus caprichos, pudiendo ser tanto generoso como cruel. Fue apodado "El Rayo", Yildirim en su idioma, y fue el primero en tomar el título de sultán de Rum (Roma). Sin embargo, para Bayaceto, su poder no estaría completo sin la capital imperial, Constantinopla, que ya veía en sus manos.
¿Quién fue Juan VII Paleólogo?
Bayaceto notó las divisiones en la familia imperial Paleólogo. Por eso, en 1390, le dio una pequeña fuerza al hijo de Andrónico IV, Juan VII. Con ella, Juan VII debía llegar a Constantinopla desde su refugio en Gálata e intentar expulsar a Juan V y a Manuel. Estos se refugiaron en la fortaleza cerca de la Puerta de Oro. Mientras Juan V resistía, Manuel escapó para buscar ayuda. Regresó victorioso con 9 galeras prestadas. El 17 de septiembre de ese año, Juan V y Manuel vencieron a las fuerzas de Juan VII y lo alejaron de la ciudad. Es importante decir que este tipo de conflictos solo beneficiaban a los otomanos, y la política de Bayaceto buscaba precisamente eso: el enfrentamiento entre los Paleólogo.
Bayaceto I se enfureció al enterarse del triunfo de Juan V y Manuel. Primero, ordenó a Juan que destruyera la fortaleza de la Puerta de Oro, amenazando con castigar severamente a Manuel si no lo hacía. Luego, decidió llamar a los dos príncipes bizantinos, Manuel y su sobrino Juan, para que lo ayudaran a conquistar la última fortaleza bizantina en Asia Menor, la ciudad de Filadelfia. Aunque Juan V había prometido esta ciudad a Murad años atrás, es probable que el gobernador bizantino no hubiera abierto sus puertas a los turcos. Así, seguía siendo la única posesión bizantina en Asia, y podría haber sido muy importante en el futuro.
Al hacer que dos miembros de la familia imperial, que además se odiaban y tenían ideas muy diferentes, participaran en el asalto, se demostraba el poder turco sobre el antiguo Imperio romano.
¿Cómo fue el reinado de Manuel II como Emperador?
Cuando su padre, el emperador Juan V, murió el 16 de febrero de 1391, Manuel tenía 41 años. En ese momento, estaba retenido en la corte del sultán Bayaceto I en Prusa. Sabía que el sultán nombraría a su sobrino Juan VII como nuevo emperador, ya que este le aseguraba una sumisión total. Decidido a evitarlo, la noche del 7 de marzo, aprovechando la oscuridad y la confianza de la guardia turca, escapó de la ciudad. Se dirigió a la capital bizantina, donde fue recibido con gran entusiasmo por la gente. Así comenzó su gobierno, desafiando el poder del sultán y ocupando el lugar que le correspondía.
En respuesta a esta acción, Bayaceto I se mostró muy enojado. Decretó el cierre de todos los caminos hacia la ciudad, iniciando un bloqueo tan severo que causó una gran pobreza en Constantinopla. Muchos de sus barrios y habitantes, que ya estaban en decadencia, quedaron en ruinas. Según el historiador bizantino Ducas, la situación era tan difícil que la gente demolía sus casas de madera para usar la leña para cocinar pan.
Además, Bayaceto exigió crear en Constantinopla una zona especial para los comerciantes otomanos, con leyes propias y bajo la autoridad del sultán. Finalmente, obligó a Manuel a participar en una campaña en las costas del Mar Negro. A pesar de estas ofensas y la situación extremadamente difícil, el emperador se mantuvo firme y enérgico en el gobierno del Imperio.
A los 42 años, Manuel se casó con Helena Dragasés, hija del príncipe serbio de Serres, Constantino Dragas, quien también era vasallo del sultán. Manuel decidió viajar a Occidente en busca de ayuda. Visitó Italia, Francia, Alemania e Inglaterra, pero no obtuvo resultados significativos. La victoria de Tamerlán sobre los turcos en la Batalla de Angora en 1402, y la muerte de Bayaceto en 1403, le dieron un respiro de la constante presión otomana. Mantuvo buenas relaciones con Mehmed I, pero fue asediado nuevamente en su capital por Murad II en 1422. Poco antes de su muerte, se vio obligado a firmar un acuerdo por el cual el Imperio bizantino se comprometía a pagar tributo al sultán.
¿Cómo era Manuel II Paleólogo?
Manuel II era de estatura media, elegante y tenía un porte de soberano. Su apariencia impresionó incluso al sultán Bayaceto, quien, según los cronistas de la época, dijo que si no hubiera sabido que Manuel era emperador, lo habría pensado por su aspecto. Tenía una mirada fuerte y una gran determinación, algo poco común en los gobernantes bizantinos de esa época. Siempre gozó de buena salud y una energía notable, según los escritores de su tiempo.
Era una persona muy culta, a quien le gustaba mucho leer. También fue un excelente escritor. Dedicó parte de su tiempo a escribir muchas obras de diferentes tipos: teológicas, de oratoria y poesía. También se conservan varias de sus cartas, que son muy valiosas por su contenido histórico y literario. Entre sus obras destacan el Epitafio al Déspota Teodoro de Mistra (su hermano), un Tratado sobre los sueños, un Tratado sobre los Deberes de un Príncipe, y una descripción de un tapiz del antiguo palacio del Louvre (durante su visita a la corte de Carlos VI entre 1401 y 1402).
Familia de Manuel II Paleólogo
Manuel se casó con Helena Dragaš, hija del príncipe serbio Constantino Dragaš. Tuvieron siete hijos varones y dos hijas:
- Una hija (sin nombre), la primogénita.
- Constantino Paleólogo (nacido entre 1393 y 1398), murió antes de 1405 en Monemvasia.
- Juan, quien lo sucedió como Juan VIII (1425-1448).
- Andrónico, gobernador de Tesalónica hasta 1422, murió ese mismo año.
- Una segunda hija (sin nombre), murió joven por la peste entre 1398 y 1399.
- Teodoro, déspota de Morea como Teodoro II (1407-1442).
- Miguel Paleólogo, murió joven por la peste entre 1398 y 1399.
- Constantino, déspota de Mistra (1443-1448) y sucesor de Juan VIII como Constantino XI (1448-1453), el último emperador de Bizancio.
- Demetrio, déspota de Morea (1449-1460).
- Tomás, déspota de Morea (1430-1460).
Ancestros
Predecesor: Juan V Paleólogo |
![]() Emperador del Imperio bizantino 1391 – 1425 |
Sucesor: Juan VIII Paleólogo |
Véase también
En inglés: Manuel II Palaiologos Facts for Kids