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Maestras de la Segunda República para niños

Enciclopedia para niños
Archivo:Maestras de la Segunda República
Las maestras de la Segunda República simbolizan un gran cambio social y cultural en España.

Las maestras de la Segunda República fueron un grupo muy importante de profesionales de la educación en España entre 1931 y 1936. Su trabajo tuvo un gran valor histórico y social. Los expertos han dividido su historia en cuatro etapas: el inicio, el crecimiento, la interrupción de su labor y, finalmente, su reconocimiento. Las dos primeras etapas ocurrieron durante los años de la República, gracias a la reorganización de la educación y a las ideas pedagógicas de Lorenzo Luzuriaga.

En 1933, una ley sobre las organizaciones religiosas causó algunas diferencias entre el gobierno y la Iglesia. Esto influyó en cómo se trató a los maestros y maestras más adelante. Se ha estudiado que algunos líderes de la educación religiosa no estaban de acuerdo con la educación laica (sin religión), mixta (niños y niñas juntos) y gratuita que proponía la República. Este desacuerdo llevó a que muchos maestros y maestras fueran investigados y, en algunos casos, apartados de sus puestos después de la guerra civil española. Este proceso fue organizado por el gobierno de la época y la Iglesia Española.

Casi cincuenta años después, en la democracia española, se reconoció el trabajo de estas maestras. Su historia es parte de la Ley de Memoria Histórica de España, que busca recordar y valorar el pasado con respeto.

Archivo:Escuela de José Sanchez Rosa en Sevilla 1936
Escuela de José Sánchez Rosa, un maestro que seguía las ideas de Francisco Ferrer Guardia. Esta foto fue tomada en Sevilla en 1936, poco antes del inicio de la Guerra Civil.

Historia de las maestras republicanas

Los inicios de un cambio (1931-1932)

Archivo:Maestras españolas ca. 1931 Saucejo
Una maestra y su clase en el pueblo de El Saucejo, alrededor de 1931.

En abril de 1931, el nuevo gobierno de la República se propuso construir 27.000 escuelas. Aunque por diversas razones (económicas, políticas, sociales y religiosas) solo se lograron construir 16.000, fue un gran avance.

El primer gobierno republicano, con el ministro de Instrucción Pública Marcelino Domingo, creó un plan muy importante para la formación de maestros. Este plan, considerado por muchos como el mejor que ha tenido España, duraba tres años de estudio y un cuarto año de prácticas pagadas. Así, los estudios de magisterio se igualaron a los universitarios. El sueldo de los maestros, que antes era menor que el de un obrero, subió a 4.000 pesetas al año, igual que el de otros funcionarios del Estado.

Una de estas maestras, Benita Gil, que vivió muchos años fuera de España, contó a los 101 años: “Las mujeres cobrábamos lo mismo que los hombres y éramos igual de valoradas. En general, los maestros eran muy apreciados en los pueblos, a menos que alguno fuera muy malo”. Benita enseñaba a sus alumnas a leer, escribir, hacer cálculos, geografía, historia y música, pero no religión. No tenían libros ni cuadernos gratis, pero “cada clase tenía una pequeña cantidad de dinero para el material más básico y para comprar algún libro de lectura”.

Desarrollo y desafíos (1933-1936)

Las elecciones de 1933 cambiaron el rumbo de la República y afectaron el futuro de las maestras. Aunque muchas mujeres votaron por primera vez, el poder lo obtuvo un grupo político de derecha llamado CEDA, liderado por José María Gil-Robles. Este grupo redujo el dinero para la educación pública y detuvo el proceso de hacer la educación menos religiosa, que había iniciado el gobierno anterior.

La CEDA limitó las ideas pedagógicas modernas de Europa. Sin embargo, permitió que las instituciones católicas siguieran con su educación y propuso un buen plan de bachillerato y una comisión para mejorar la escuela. Pero estos planes no pudieron avanzar mucho porque hubo muchos cambios de ministros de Educación (hasta dieciséis durante la República), lo que hacía imposible lograr objetivos a largo plazo.

La Guerra Civil y sus efectos (1936-1939)

Cuando el Frente Popular llegó al poder en febrero de 1936, hubo un breve impulso para la educación progresista y laica. Sin embargo, esto, junto con algunos problemas que surgieron, intensificó la respuesta del levantamiento militar. Esto fue usado por la propaganda para justificar la represión, un ambiente que, según los expertos, afectó especialmente a los maestros y funcionarios de la Segunda República.

Para entender cómo comenzó este proceso de investigación y evaluación, se puede consultar el Boletín Oficial del Estado número 27 del 11 de noviembre de 1936, página 153, donde se encuentra el Decreto 66 que regulaba la evaluación del personal docente.

Proceso de revisión (1940-1945)

Ya en el siglo XXI, un estudio para el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, describe así el proceso de revisión de los maestros:

«El trabajo de las revisiones lo hizo primero la Oficina Técnico-Administrativa y, desde 1939, la Comisión Superior Dictaminadora. Hasta 1942, esta Comisión se encargó de resolver los casos de revisión y las apelaciones. Desde 1942, el Juzgado Superior de Revisiones, creado para esta tarea, se hizo cargo. Este juzgado funcionó hasta 1961, aunque las revisiones continuaron al menos hasta 1969. Se calcula que la mayoría de los expedientes de revisión se guardan en el ACME. Es difícil saber el número total debido a lo largo del proceso y a que la mayoría de las decisiones no se publicaron. Las revisiones podían ser solicitadas por el afectado o iniciadas por las autoridades. Las iniciadas por las autoridades eran menos comunes y se abrían cuando había nueva información, denuncias o influencia de tribunales militares. Lo más común era que el interesado pidiera la revisión, aunque no siempre se aceptaban estas solicitudes. Este proceso, en general, redujo las sanciones iniciales, porque se valoraron más los escritos de defensa y los apoyos presentados, y porque la Comisión y el Juzgado actuaron de forma más justa. Esto no significaba que el proceso desapareciera, sino que se limitó la gran arbitrariedad con la que actuaban las comisiones iniciales.»

En total, los especialistas calculan que entre un 25% y un 30% de los maestros investigados fueron sancionados. Esto muestra lo importante que era el magisterio para el nuevo gobierno, como una forma de mantener el control social durante casi 40 años.

El modelo educativo del nuevo gobierno tenía objetivos muy diferentes a los de la República.

Las maestras en el exilio

Aunque no hay cifras exactas, muchas maestras que se fueron de España al exilio republicano realizaron una labor muy importante. Continuaron enseñando y dando apoyo moral en los campos de refugiados en Francia y, más tarde, en otros países, especialmente en México, y en menor medida en Cuba, Chile, Argentina y Venezuela.

Reflexiones importantes

Una de las reflexiones más importantes sobre las maestras de la Segunda República es la que hizo Amnistía Internacional en su documento Para pasar página, primero hay que leerla. Este documento se enfoca en la Ley de Memoria Histórica de España, que busca recuperar y entender el pasado de España.

Las maestras en la literatura

Varios libros han contado la historia de las maestras en la época de la República. Algunos ejemplos son Diario de una maestra (1961) de Dolores Medio, Escribo tu nombre (1993 [1965]) de Elena Quiroga, o Historia de una maestra (1990) de Josefina Aldecoa. También hay libros sobre maestros, como Primer destino (1989) de Salvador García Jiménez.

Un ejemplo destacado es Mi diario, donde la maestra republicana María Sánchez Arbós describe los detalles de la pedagogía avanzada de ese tiempo.

30 de agosto de 1935: En cada clase pondremos 54 cuadernos con plumas, lápices, gomas, tizas blancas y de colores. También dejaremos en cada una 54 libros de lectura. Para las clases mayores, la Antología de prosistas castellanos de Menéndez Pidal. Las clases intermedias tienen Flor de leyendas, El conde Lucanor, la Ilíada y la Odisea. En las clases primeras leerán los Cuentos de Andersen y de Grimm, y los más pequeños, "Muñecos" y "Medio Castilla". La escuela está como nueva y es muy atractiva para vivir y trabajar en ella con gusto.
María Sánchez Arbós, Mi diario, 1989

Otro ejemplo interesante es el del escritor gallego Eduardo Blanco Amor, quien en su libro «Xente ao lonxe» (1972), traducido como Aquella gente (1976), recuerda cómo se enseñaba a leer y escribir siguiendo los ideales educativos de la Primera República.

El personaje de la maestra de escuela ya aparecía en las obras de Galdós. Por ejemplo, en su episodio nacional La Primera República (1911), el escritor describe con su estilo preciso y divertido a varias maestras del siglo XIX que fueron a Cartagena para abrir una escuela innovadora. Los retratos de las primeras mujeres que lucharon por el voto son un poco exagerados: Doña Gramática era “una señora un poco robusta, con aire de institutriz o profesora de casa grande” –y Galdós insiste– “insoportable la forma pedante y el hablar gramatical de aquella buena señora”. Por su parte, Doña Caligrafía era “una señora delgada, algo envejecida y con canas, de Cartagena”.

Imágenes y documentos

Archivo:Maestras españolas ca.1925
Promoción de maestras de la Escuela Normal alrededor de 1925.

Muchas instituciones, tanto públicas como privadas, fundaciones, sindicatos y centros culturales, tienen mucha información y fotos sobre las maestras en la época de la República. Aunque es difícil hacer una lista completa, algunos nombres importantes de maestras de este periodo son María Zambrano, Elena Soriano, Rosa Sensat i Vila, Julia Vigre, Alejandra Soler, Carme Serrallonga, Benita Asas, Concha Peña Pastor, Jimena Menéndez-Pidal, Gloria Giner de los Ríos García o Carmen Conde, entre muchas otras.

Datos importantes

A pesar de que se ha investigado mucho sobre este tema en los últimos años, no se han encontrado datos estadísticos completos. Por ejemplo, no se sabe la proporción exacta de mujeres maestras frente a hombres maestros durante la Segunda República, ni cuánto aumentó el número de maestras en ese periodo. Tampoco hay cifras completas sobre cuántas maestras fueron investigadas, juzgadas, castigadas, humilladas, o tuvieron que irse de España durante y después de la guerra civil española.

Solo un dato parece seguro: por una ley, ninguna maestra española mantuvo su puesto de trabajo en 1940. Y en cualquier caso, el resultado de la evaluación de los maestros fue útil para los intereses del gobierno de la época, porque ayudó a establecer el control social necesario para mantenerse en el poder durante casi 40 años.

Reconocimientos y homenajes

Además de muchos libros que buscan recordar y honrar a estas maestras, también se han hecho otros reconocimientos:

  • La película documental Las maestras de la República de Pilar Pérez Solano, que ganó el Premio Goya en 2013 como mejor película documental.
  • Muchas calles y placas en diferentes pueblos y ciudades de España, así como actos de homenaje y solidaridad.

Ver también

  • Más información sobre maestras de la Segunda República Española
  • Más información sobre maestros de la Segunda República Española
  • Institución Libre de Enseñanza
  • Ley de Responsabilidades Políticas
  • Nacionalcatolicismo
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Maestras de la Segunda República para Niños. Enciclopedia Kiddle.