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Juan María de Salvatierra para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Juan María de Salvatierra
Juan María de Salvatierra.JPG
Información personal
Nacimiento 15 de noviembre de 1648
Milán (Ducado de Milán)
Fallecimiento 17 de julio de 1717
Guadalajara (México)
Religión Iglesia católica
Información profesional
Ocupación Misionero
Orden religiosa Compañía de Jesús

Juan María de Salvatierra y Visconti (nacido en Milán, Italia, el 15 de noviembre de 1648 y fallecido en Guadalajara, México, el 17 de julio de 1717) fue un misionero jesuita italiano. Es conocido por haber fundado la localidad de Loreto el 25 de octubre de 1697.

¿Quién fue Juan María de Salvatierra?

Sus primeros años y educación

Juan María de Salvatierra fue el menor de cinco hermanos. Su padre era de una familia importante de Andújar, en Andalucía, y su madre, Beatrice Visconti, estaba relacionada con los Duques de Milán. Pasó su infancia entre las provincias de Milán y Emilia.

Vivió algunos años en Cremona con su hermana Constanza y luego regresó a Milán con su madre. Tenía solo seis años cuando su padre falleció.

A los 12 años, Juan María ingresó a un famoso colegio en Parma. Allí estudió durante cuatro años, aprendiendo sobre literatura, música, esgrima, latín y francés. En casa, practicaba el español y el italiano.

Un día, mientras escuchaba una lectura sobre las misiones en China, sintió el deseo de convertirse en misionero. Estudió filosofía de 1666 a 1668. El 10 de julio de 1668, se unió a la Compañía de Jesús en Génova, Italia.

Su llegada a México y primeras misiones

En 1675, Juan María de Salvatierra fue enviado a México. Allí completó sus estudios en el Colegio Mayor de Tepotzotlán, en lo que hoy es el Estado de México. Durante varios años, enseñó retórica en el Colegio de Puebla.

Alrededor de abril de 1680, viajó hacia el noroeste, a una región conocida como la sierra de Chínipas, en el actual estado de Chihuahua.

El inicio de su trabajo misionero

Juan María de Salvatierra pidió permiso para llevar el mensaje del evangelio a los indígenas tarahumaras en el norte de la Nueva España. Fue enviado a la Misión de Chínipas, en lo más profundo de la sierra tarahumara.

Vivió entre ellos durante diez años. Su trabajo consistió en ayudar a los nativos a vivir en paz y a adaptarse a nuevas formas de vida, fundando varias misiones en la zona.

El sueño de las Californias

Más tarde, fue nombrado Visitador de Misiones en Sonora y Sinaloa. En 1691, mientras visitaba las misiones del Padre Eusebio Francisco Kino, se enteró de cómo vivían los indígenas de las Californias.

Fue entonces cuando a ambos les surgió la idea de trabajar para llevar la fe a esos territorios. Se propusieron restablecer las misiones en las Californias, un lugar que no había podido ser explorado por completo.

Con gran entusiasmo, comenzaron a buscar los permisos y los recursos necesarios para esta importante tarea.

Obtención de permisos y apoyo

A finales de 1696, el Padre Salvatierra fue llamado a la ciudad de México. Allí le informaron que se le concedía el permiso para evangelizar California.

Sin embargo, debido a que los intentos anteriores de explorar esas tierras habían fracasado y habían costado mucho dinero a la Corona, esta vez no habría ayuda económica del gobierno. El Padre Salvatierra tendría que conseguir el dinero necesario para el transporte, la comida y la seguridad de los misioneros y sus ayudantes.

El Padre Francisco Javier Alegre, en su libro "Historia de la Compañía de Jesús en la Nueva España", cuenta que el Padre Juan María rápidamente reunió quince mil pesos. Muchas personas ricas y devotas ofrecieron su ayuda.

Entre ellos, destacaron el Señor Alfonso Dávalos, conde de Miravalle, y el Señor Mateo Fernández de la Cruz, marqués de Buena Vista, quienes donaron mil pesos cada uno. El Señor Pedro Gil de la Sierpe, Tesorero de Acapulco, ofreció un barco para el viaje y otro para transportar alimentos.

El Padre Alegre también menciona que los Padres Salvatierra y Juan de Ugarte consiguieron otros nueve mil pesos de personas generosas. Una importante congregación en el Colegio de México donó diez mil pesos para mantener a un misionero y veinte mil pesos para otros dos. Además, el Señor Juan Caballero y Ocio, de Querétaro, se comprometió a pagar cualquier gasto que viniera de California firmado por el Padre Salvatierra.

Con este apoyo, solicitaron la licencia necesaria al virrey Don José Sarmiento y Valladares. Aunque el fiscal del rey se opuso, el Padre Salvatierra argumentó el interés de la iglesia en la evangelización y el hecho de que no pedirían dinero al tesoro real. Así, el 6 de febrero de 1697, recibió la tan esperada licencia.

La licencia permitía a los Padres Juan María de Salvatierra y Eusebio Francisco Kino entrar a las Californias para llevar la fe católica a los nativos. Una condición importante era que no se usaría dinero del gobierno para esta misión.

Viaje a California

El 17 de noviembre de 1697, el Padre Salvatierra escribió una carta al Padre Juan de Ugarte desde California. En ella, describía su viaje y los desafíos.

Llegó a Sinaloa y la gente estaba animada a ayudarle. Luego fue a la Sierra de Chínipas y Guazapares para ver a los indígenas tarahumaras, a quienes consideraba sus "hijos".

Mientras esperaba los barcos para ir a California, hubo un levantamiento en las misiones tarahumaras. Esto hizo que muchos españoles que iban a acompañarlo tuvieran que quedarse para defender la zona.

A pesar de esto, el Padre Salvatierra no se desanimó. Cuatro españoles del barco y Esteban Rodríguez, un portugués que lo había acompañado desde México, decidieron quedarse con él. También se le unieron otros amigos y un joven indígena de Guadalajara. Estos fueron los primeros compañeros de la misión.

Consiguieron alimentos como harina y maíz. Los Padres de Hiaqui (cerca de la desembocadura del Río Yaqui en el Golfo de California) le dieron treinta reses, ya que no tenían carne. También lograron embarcar un caballo, diez carneros, cuatro cabras y cuatro cerditos.

Estaban esperando al Padre Eusebio Francisco Kino, pero recibieron una carta diciendo que no podía ir porque su presencia era necesaria en Sonora. Para no perder la oportunidad, el Padre Salvatierra se embarcó el sábado antes del Día del Rosario. Después de algunos días de espera en el barco, zarparon el 10 de octubre.

Llegada a California

El 11 de octubre, el barco zarpó. El 12 de octubre, sábado, amanecieron a la vista de California. El viento les fue desfavorable el domingo, impidiéndoles entrar en San Bruno.

El lunes 14, se encontraron cerca de la Serranía de las Vírgenes y entraron en una gran bahía llamada de la Concepción. Allí, el Padre Salvatierra celebró misa y desembarcó. No vieron gente, pero sí muchas huellas recientes.

Al anochecer, un viento favorable les permitió navegar unas 20 leguas, llegando cerca de San Bruno al amanecer. El miércoles 16 por la tarde, Esteban Rodríguez y otros marineros desembarcaron y encontraron gente.

El Padre Salvatierra, junto con el alférez Luis Tortolero y otros marineros, se reunió con los indígenas. Les hizo besar un crucifijo y un relicario de la Virgen. Les preguntó por señas si había indígenas que ya conocían a los españoles, y ellos indicaron que estaban en el pueblo, invitándolos a ir.

Al caer el sol, llegaron muy cansados al antiguo Real de San Bruno, un lugar en una loma donde solo encontraron piedras y ruinas. Al amanecer, continuaron su camino. Algunos indígenas los acompañaron, y uno de ellos, llamado Francisco, hablaba algunas palabras en español.

Los pocos compañeros se desanimaron por el agua salada y la dificultad de desembarcar y transportar las cosas. El Capitán Juan Antonio Romero mencionó otra ensenada cercana, San Dionisio, donde el agua era dulce y el lugar era verde. Decidieron ir allí.

El 17 de octubre, a las tres de la tarde, zarparon hacia San Dionisio. Al día siguiente, viernes, llegaron a la ensenada, que parecía una media luna y estaba muy verde. El Padre Salvatierra desembarcó con el Capitán en el lugar donde los marineros habían encontrado agua dulce dos años antes.

Regresó al barco contento. Los marineros dudaron si ese era el mejor lugar, así que navegaron una legua más al sur. Desembarcaron y caminaron, encontrando un lugar aún más agradable con más gente, aunque el agua no era tan buena. Finalmente, el sábado 19 de octubre, regresaron al primer lugar que habían explorado.

La fundación de la Misión de Nuestra Señora de Loreto

El Padre Salvatierra aprendió rápidamente la lengua de los nativos. Gracias a su amabilidad, la misión prosperó. En los siguientes siete años, los jesuitas establecieron seis misiones más a lo largo de la costa del Mar de Cortés.

La Misión de Nuestra Señora de Loreto Conchó es considerada muy importante, como la "Cabeza y Madre de las Misiones de la Alta y Baja California".

En 1704, el Padre Salvatierra fue nombrado Padre Provincial de la Compañía de Jesús, lo que significó que tuvo que vivir en la ciudad de México. Pero al terminar su período, regresó a las misiones en Baja California.

En 1717, el virrey Marqués de Valero le pidió que proporcionara información para un libro sobre la "Historia de California", que el rey Felipe V había ordenado escribir. Aunque estaba enfermo, el Padre Salvatierra obedeció y salió de Loreto el 31 de marzo, acompañado del Coadjutor Jaime Bravo.

Al llegar a Tepic, su salud empeoró. Fue necesario transportarlo en camilla a Guadalajara, donde falleció el 18 de julio de ese año.

Fue enterrado en la Capilla de la Virgen de Loreto, que él mismo había mandado construir en Guadalajara, capital de la Nueva Galicia, cuando era rector del colegio jesuita de esa ciudad.

Legado del Padre Salvatierra

El Padre Juan María de Salvatierra es recordado como un gran misionero de las Californias. Fue el fundador del primer asentamiento español que tuvo éxito en esas tierras.

El escudo oficial del estado de Baja California muestra la imagen de un misionero, en honor al trabajo de quienes llevaron la civilización cristiana a esas regiones.

El Padre Salvatierra escribió "Cartas sobre la conquista espiritual de Californias" (México, 1698) y "Nuevas cartas sobre Californias" (1699). Estos textos fueron utilizados por el padre jesuita Miguel Venegas para escribir su "Historia de Californias". En el Archivo General de la Nación (México), se guardan copias de sus cartas.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Juan María de Salvatierra Facts for Kids

Galería de imágenes

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Juan María de Salvatierra para Niños. Enciclopedia Kiddle.