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Pueblo rarámuri para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Rarámuri
Tarahumara.jpg
Grupo de mujeres rarámuri mostrando sus trabajos
Otros nombres Tarahumara
Ubicación MéxicoFlag of Mexico.svg México
Descendencia 121 835 habitantes
Idioma Tarahumara
Religión Catolicismo, con elementos autónomos
Etnias relacionadas Yaquis, mayos, pimas, ópatas, pápagos
Sierra Madre Occidental, en los estados de Chihuahua y Durango

Los rarámuri o tarahumaras son un pueblo indígena que vive en el norte de México. Se encuentran principalmente en el estado de Chihuahua, y también en partes de Sonora y Durango. La palabra rarámuri significa "corredores ligeros". Viene de rara, que es pie, y muri, que es ligero. La mayoría de ellos, cerca del 90%, viven en Chihuahua. A las personas que no son rarámuri, ellos las llaman chabochi.

¿Qué significa la palabra Rarámuri?

La palabra "tarahumara" es la forma en que se adaptó al español la palabra rarámuri. Esta palabra se pronuncia con una "r" suave al principio. Según el historiador Luis Alberto González Rodríguez, rarámuri significa "pie corredor". En un sentido más amplio, quiere decir "los de los pies ligeros". Esto se refiere a una de sus tradiciones más antiguas: correr. Ellos mismos se llaman "los de los pies alados" o "pies ligeros".

¿Dónde viven los Rarámuri?

Los rarámuri ocupan una cuarta parte del suroeste del estado de Chihuahua. Esta zona, de unos 65 000 km², está en una de las partes más altas de la Sierra Madre Occidental. Esta región también se conoce como Sierra Tarahumara.

Historia del pueblo Rarámuri

Archivo:Tarahumaras1
Tarahumaras en Tuaripa (Chihuahua, 1892).
Archivo:Taraumara04
Artesanía tarahumara en Chihuahua.

Los rarámuri se establecieron en la Sierra Madre Occidental hace unos 15 000 años. El primer contacto con misioneros jesuitas fue en 1606. En 1632, la presencia de religiosos en sus pueblos causó descontento. Esto llevó a un levantamiento liderado por el jefe Combameai. Dos religiosos perdieron la vida, lo que provocó una fuerte respuesta del gobierno de la Nueva España. Muchos rarámuri se refugiaron en las barrancas de lo que hoy es Chihuahua.

Cuando llegaron agricultores y comerciantes, ocuparon gran parte de las tierras indígenas. A cambio, les daban productos como jabón o sal. Algunos indígenas fueron obligados a trabajar por muy poco dinero. Otros se fueron a lo más profundo de la sierra para protegerse.

Las misiones jesuitas, ubicadas en la sierra, a menudo sirvieron de refugio. Cuando la orden jesuita fue expulsada del Imperio español, los rarámuri volvieron a su vida seminómada. Este evento los aisló, ayudándolos a mantener su cultura. Desarrollaron una mezcla única de catolicismo y sus creencias tradicionales.

En 1856, los mestizos ocuparon tierras de los pueblos de misión. Los rarámuri tuvieron que abandonarlas. En 1876, se rebelaron de nuevo, pero esta vez el gobierno del estado los apoyó. Hubo otros levantamientos en Agua Amarilla en 1895 y en Chinatú en 1898.

La familia Rarámuri

El lugar donde viven los rarámuri hace que las familias sean pequeñas. Sus tierras apenas pueden mantener a más de cuatro o cinco personas. A los 14 años, un joven ya es considerado adulto. El hogar rarámuri es muy importante para ellos.

El padre usa diferentes palabras para su hijo (Nolá) y su hija (Malá). La madre usa la misma palabra (Ránala) para todos sus hijos. En rarámuri, a la niña se le dice Teweke y al niño Towí.

A los hijos nunca se les regaña. Desde pequeños, se les da la responsabilidad de cuidar animales o tierras. También se les permite tomar sus propias decisiones.

Cuando una persona rarámuri llega a la vejez, vive en una casa separada. Sus hijos le llevan comida y ropa. Cuando fallece, se le incinera o entierra. Se hacen ceremonias para que su alma viaje sin problemas.

Los rarámuri valoran mucho el respeto a las personas. Esperan que los visitantes también respeten sus tradiciones. Para ellos, las personas son más importantes que las cosas.

Desafíos actuales

Los rarámuri viven en un entorno social que no siempre los favorece. A veces, sus hogares están en riesgo. Además, hay falta de servicios de salud y educación. Esto lleva a enfermedades y desnutrición infantil. También tienen pocas opciones para mejorar su economía. A menudo, no tienen electricidad, agua potable o buenas carreteras. Estos problemas se agravan con el clima y las sequías.

Viviendas tradicionales

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Vivienda tarahumara tradicional.
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Caverna habilitada como vivienda por una familia rarámuri.
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Un hombre carga leña en las inmediaciones de un poblado tarahumara de Chihuahua.

Sus casas son chozas hechas con troncos de árbol. Los troncos se colocan de forma horizontal. Estas chozas están en las laderas de las montañas, cerca de arroyos o en mesetas altas. La parte de arriba se deja abierta para que salga el humo del fuego. El techo es de tabletas o troncos acanalados. En sus casas, que son como las de hace mucho tiempo, no usan sillas, mesas ni camas.

Muchos rarámuri viven en cuevas. Las paredes de piedra los protegen del viento y la lluvia. En las barrancas, las construcciones son de piedra y lodo porque hay poca madera. Las casas suelen tener dos habitaciones. A veces, la cocina es también comedor y dormitorio. La única puerta está en el centro de la pared.

Salud y bienestar

Generalmente, los rarámuri tienen pocos servicios de salud. Debido a su alimentación, sufren de varias enfermedades.

Matrimonio Rarámuri

El matrimonio es generalmente entre una pareja. Los recién casados a menudo viven con la familia de la mujer. Se evita que se casen hermanos y primos. A veces, practican un matrimonio a prueba por un año. Durante este tiempo, la joven vive con el muchacho. La mujer embarazada trabaja hasta el último momento. Cuando va a dar a luz, se retira a la montaña. Allí, hace un lecho de hierba junto a un árbol y da a luz.

Los rarámuri suelen casarse jóvenes, antes de los 16 años. En las "tesgüinadas", que son reuniones sociales y económicas, se conocen. Allí se forman las parejas con libertad. A veces, la mujer toma la iniciativa.

Después de una celebración, el gobernador los casa oficialmente el domingo siguiente. Estos matrimonios son entre personas del mismo grupo. Esto se debe a la tradición, la geografía y las diferencias culturales.

Origen del pueblo Rarámuri

Los rarámuri son un grupo con una rica cultura, tradiciones e historia. Antes de la llegada de los españoles, esta región estaba habitada por diferentes grupos. Cada uno tenía su propia organización, idioma y costumbres.

Los rarámuri provienen de grupos nómadas que migraron hacia el sur. Se dispersaron en valles aptos para la agricultura. El primer contacto con los conquistadores fue en 1603 con el padre jesuita Joan Font.

Vestimenta tradicional Rarámuri

Archivo:Taraumara01
Mujeres tarahumaras en Chihuahua.
Archivo:Taraumara05
Una mujer teje en un telar de cintura.

En muchas comunidades, los rarámuri han adoptado la ropa occidental. Sin embargo, aún conservan su vestimenta tradicional. Las blusas o camisas de colores vivos, a veces con estampados de flores, las usan hombres y mujeres.

Las faldas son muy importantes para las mujeres. Visten varias a la vez, una encima de otra. Esto les da una apariencia esponjosa y colorida. Les sirve de adorno y abrigo. Los hombres visten un calzón de manta llamado tagora. Hombres y mujeres usan cinturones tejidos con dibujos propios. Los usan para sujetar pantalones o faldas.

El huarache rarámuri (akaka) es especial. Tiene una suela ligera y correas hasta el tobillo. Hoy en día, usan llantas viejas para la suela. Es común ver a mujeres y niños descalzos.

La “koyera” es una cinta para el cabello. Es la prenda más distintiva y la usan con orgullo hombres, mujeres y niños. En algunas comunidades, el largo de las puntas de la koyera indicaba la situación económica de la persona.

La cobija es una prenda muy importante. Sirve para abrigarse en días fríos y como cama por la noche. Generalmente, las tejen con la lana de sus propias ovejas. Las valoran mucho y solo las intercambian en ocasiones especiales.

Gobierno Rarámuri

Los rarámuri tienen un sistema de gobierno democrático. Su gobierno tribal se elige de forma especial. Está formado por un gobernador o “Siríame”, que es el jefe. También hay un mayor, que es como un juez, y varios policías. Los policías son los encargados de hacer cumplir las decisiones del gobernador. Casi siempre resuelven sus problemas en sus reuniones dominicales. Por eso, las autoridades estatales y federales rara vez intervienen.

El Gobernador o Siríame suele ser el más anciano y experimentado. Su tarea principal es dar un sermón o nawésari a la comunidad los domingos. En este sermón, se discuten los problemas del grupo. El gobernador puede ser ayudado por un segundo gobernador, un capitán, un teniente, un fiscal y varios soldados.

La comunidad en asamblea es la autoridad máxima. Ellos eligen a sus líderes, incluyendo al Siríame. El Siríame preside las reuniones, dirige las ceremonias religiosas y juzga los delitos.

Todos los miembros de la comunidad asisten a las tesgüinadas. El gobernador es elegido de por vida, pero suele ejercer su cargo por 5 o 10 años. La votación se hace por aprobación unánime, en voz alta. El que recibe más apoyo es declarado sucesor. El gobernador tiene autoridad civil y religiosa. Esta autoridad se representa con un bastón llamado disora. Este bastón es obedecido por todos. Sin embargo, ningún Siríame ha logrado controlar a todo el pueblo rarámuri. Cada "pueblo" tiene su propio gobernador y autoridades.

Los guías espirituales y sanadores son los owirúames. También existen los Sokoruames, que se encargan de hacer el mal. Al hombre no rarámuri lo llaman chabochi. Los rarámuri evitan a los chabochis porque creen que engañan, roban y no comparten.

Tradiciones y creencias Rarámuri

Los rarámuri son muy espirituales, pero practican sus creencias fuera de las iglesias. Han logrado mantener muchas de sus costumbres. Se organizan alrededor de cantores (maynates) y rezadores. Estos ancianos dirigen las ceremonias con sonajas y cantos. En sus cantos, narran la vida de los animales del monte.

Muchas de sus tradiciones actuales vienen de lo que aprendieron de los misioneros jesuitas. Esto fue durante los casi 150 años que convivieron en la época colonial.

Sus celebraciones son complejas y mezclan lo místico y lo religioso. Incluyen danzas, tesgüinadas y ofrendas. Siempre está presente la bebida tradicional de maíz llamada tesgüino. Para ellos, la danza es una forma de oración. Con la danza, piden perdón, solicitan lluvia y dan gracias por la cosecha. Al danzar, ayudan a "Repá betéame" (El que vive arriba) para que no sea vencido por "Reré betéame" (El que vive abajo).

Los rarámuri han conservado su cultura con mucha fuerza. Desde hace siglos, usan los mismos dibujos y símbolos en sus artesanías. A sus seres queridos que han fallecido, les dejan comida para su viaje. Les "ayudan" a subir al cielo con tres o cuatro fiestas, según si era hombre o mujer. Aunque a veces el significado de los rituales ha cambiado, han logrado sobrevivir.

Sus movimientos se han mantenido vivos e incluso han influido en algunas ceremonias de la Iglesia católica. El patio para las ceremonias, el humo (su incienso), el rocío a los cuatro puntos cardinales y los cánticos son prácticas religiosas.

Los sanadores buenos son los Owiruame. En el pasado, se decía que podían transformarse en aves para viajar.

Mezcla de creencias

Los rarámuri tienen como Dios principal una mezcla de Cristo con su dios, al que llaman Onorúame. Creen que él creó el mundo y lo controla. Sus creencias incluyen el concepto del alma. Piensan que el hombre está rodeado de seres buenos y malos. Por ejemplo, el viento es bueno y el tornado es malo. Han añadido a sus creencias nombres como Jesús, María, Dios, infierno y pecado. También usan el rosario y el crucifijo.

La Semana Santa Rarámuri

Cuando los misioneros llegaron a la sierra, enseñaron a los rarámuri sobre la Semana Mayor. Estas celebraciones gustaron mucho a los indígenas. En todos los lugares con un templo, se siguen haciendo estas celebraciones. Se colocan ramas de pino para marcar el camino de las procesiones. Participan dos grupos: los fariseos (bandera blanca) y los soldados (bandera roja). Ambos tienen capitanes que los dirigen. Los tenaches llevan las imágenes de los santos. Los pascoleros participan con la danza del pascol, usando cascabeles y bailando al son de violines y flautas.

Un detalle interesante es que los rarámuri representan a los chabochis (personas no indígenas) en el grupo de los malos (fariseos). Estos se pintan de blanco y representan a los seguidores de Judas. En la danza, ellos dominan al principio, pero al final son vencidos. Los representantes del bien, los soldados, triunfan.

Danzas con significado

Las danzas rarámuri no son solo bailes sociales. Son ceremonias llenas de significado. Son como una oración en movimiento, ejecutada con cuidado y sin cambios. Para ellos, las danzas son muy importantes. A través de ellas, expresan sus esperanzas, miedos y deseos de una vida mejor. Bailan para agradecer bendiciones o para alejar el sufrimiento y la tragedia.

A través de sus danzas, se comunican con Dios. Al ritmo de sus sonajas, realizan el Tutugúri y el Yúmare. También bailan las pascolas y la jíkuri sepawáame.

El baile Tutugúri se hace para pedir algo. Generalmente se baila de noche, sobre todo en época de cosechas. Bailan toda la noche y al amanecer comen las ofrendas. En este baile y en el Yúmare, solo se usa la sonaja para acompañar el canto del sacerdote. Los Matachines, un baile de la época colonial, se bailan en todas las fiestas, excepto en Semana Santa, con guitarra y violín.

Festividades Rarámuri

Entre sus ceremonias más importantes están las que hacen durante el ciclo agrícola. También celebran fechas del calendario católico y eventos familiares como el nacimiento de un hijo.

La tradición dice que cada hombre debe organizar tres fiestas en su vida, y la mujer cuatro. Un elemento clave de la ceremonia es el cantor. Él canta desde el inicio de la fiesta hasta la madrugada. Sus cantos son el fondo para que hombres y mujeres dancen. También bailan la “Pascola” con música de arpa y violín.

En la comunidad de los guarijíos, cuando alguien fallece, se hacen tres velaciones. Creen que el alma debe regresar a recoger sus huellas. Si no se hacen las ceremonias, las almas no descansan. Al igual que los rarámuri, pima y tepehuanes, beben tesgüino durante los rituales.

El Tesgüino

El “tesgüino” es una bebida fundamental para los rarámuri. Los acompaña desde el nacimiento hasta la vejez. Está presente en el ciclo agrícola, las fiestas y el trabajo comunitario. Es un alimento importante para los dioses. Por eso, se ofrece al sol y a la luna, a los cuatro puntos del universo, a las milpas y a los espíritus del cosmos.

Los Matachines

Son bailarines que actúan en las fiestas de la iglesia. Se distinguen por sus trajes de colores brillantes. La danza matachín la realizan un número par de bailarines, ocho o doce. Bailan acompañados de violines y guitarras. Es un baile con muchos movimientos, giros y cambios rápidos. Se ejecuta en dos filas de danzantes, dirigidos por un jefe. Los chapeones marcan el ritmo con gritos agudos. También son los únicos que usan máscara y revisan que la ropa de los danzantes sea la correcta.

Las carreras de bolas (Rarajípari)

Este es un juego de pelota muy popular entre los rarámuri y guarojíos. Es una de las actividades colectivas más importantes para los hombres rarámuri. Consiste en lanzar con el empeine del pie una bola (komakali) hecha de raíces de encino. Luego, corren descalzos detrás de ella hasta alcanzarla. En estas carreras, los equipos hacen apuestas. Gana el que llega primero a la meta, que a veces está a 200 kilómetros de distancia. Las carreras pueden durar hasta dos días. Toda la comunidad apoya a sus corredores. Les llevan agua y pinole, iluminan su camino de noche con ocotes encendidos y los animan. Las mujeres también juegan a lanzar dos pequeños aros entrelazados, a lo que llaman rowena. Con las carreras, representan su forma de vida: el correr.

Cómo se juega el Rarajípari:
  • Se juega en equipos de 5 integrantes. Usan unos palillos que parecen cucharas de un metro de largo. Están hechos de una sola pieza de madera de encino.
  • Junto a los palillos, entierran una pequeña pelota de madera, del tamaño de una de golf. Antes de empezar, se hacen apuestas.
  • Cuando gritan que el juego comienza, los jugadores buscan la pelota enterrada. El juego consiste en lanzar la bola con el palillo hacia el lado contrario.
  • El equipo que llega primero a la meta gana. Fijan un recorrido de aproximadamente un kilómetro a lo largo del arroyo.
  • No hay reglas para quitarse la pelota. Se empujan y suben por la ladera buscando la bola.
  • Después de una competencia, descansan y continúan con otro juego de pelota. Participan los mismos integrantes. En este caso, la bola es más grande, de unos veinte centímetros de diámetro, y la lanzan con el pie. En este juego, cada equipo tiene su propia bola. Gana el que llega primero a la meta. Suelen dar tres vueltas de un kilómetro cada una.
  • Antes de apostar, los indígenas se quitan un huarache para pegarle mejor a la pelota. El juego continúa hasta que el equipo ganador llega a la meta.

Mitos de la creación Rarámuri

Una leyenda que se cuenta entre los rarámuri dice: “Dios creó a los rarármuris y el diablo a los chabochis”.

El Sol y la Luna

Los rarámuri creen que al principio, el Sol y la Luna eran niños. Vivían solos, vestidos con hojas de palmilla, en una choza de palos y lodo. No tenían bienes. Eran de color oscuro, y el lucero de la mañana era la única luz. La luna le quitaba los piojos al sol, y el lucero de la mañana los vigilaba.

Después, muchos rarámuri no sabían qué hacer en tanta oscuridad. No podían trabajar y tenían que ir de la mano para no caer. Un día, curaron al sol y a la luna tocándolos con cruces de madera mojadas en tesgüino. Poco a poco, el sol y la luna empezaron a brillar. Cuando el mundo se llenó de agua (un gran diluvio), un niño y una niña rarámuri subieron a la montaña Lavachi. Cuando el agua bajó, bajaron con tres granos de maíz y tres de frijol. Como todo estaba blando, los plantaron en una roca. Esa noche, tuvieron un sueño. Después, cosecharon, y de ellos descienden todos los rarámuri.

La leyenda de Basaseachi

Esto ocurrió hace mucho tiempo, antes de que llegaran los españoles. Candameña era el señor de la Alta Tarahumara. Tenía una hija muy hermosa llamada Basaseachic.

Muchos querían casarse con ella, y su padre les puso pruebas difíciles. Cuatro jóvenes las superaron: Tónachi, Pamachi, Areponápuchi y Carichí. Pero en la última prueba que Candameña les puso, todos fallecieron. Basaseachic, desesperada, se lanzó al abismo. Su caída se convirtió en una cascada por la magia de un brujo. Desde entonces, su cuerpo sigue fluyendo por las profundidades.

Los Rarámuri en los medios

La cultura rarámuri inspiró a los creadores de videojuegos del grupo Lienzo. Publicaron un videojuego llamado Mulaka a principios de 2018. El juego trata sobre combatir fuerzas espirituales de la cultura rarámuri usando armas y poderes.

En su libro "El río", el autor Wade Davis menciona que los rarámuri son excelentes corredores. Basado en los diarios del explorador Carl Lumholtz, dice que los hombres rarámuri podían correr más de doscientos kilómetros. Un empleado del servicio postal mexicano, en cinco días, entregó una carta a novecientos sesenta kilómetros de distancia.

En la telenovela Un refugio para el amor, hay personajes rarámuri. Al principio, la protagonista, Luciana, cree ser parte de la comunidad y usa sus atuendos. Pero luego se descubre que es hija adoptiva de quienes siempre consideró sus padres.

Deportes Rarámuri

Juegos Olímpicos

En 1928, el gobierno mexicano inscribió a dos rarámuri en el Maratón. Obtuvieron los lugares 32 y 35. Se dice que se quejaron de que la carrera fue muy corta.

Actualmente, se realiza la prueba maratón blanco aquí.

Otras competencias

Los rarámuri son conocidos por ser corredores de ultra distancia (más de 50 km) muy fuertes. Algunos corredores famosos son Arnulfo Quimare, Silvino Cubésare y Lorena Ramírez.

En 2017, la rarámuri María Lorena Ramírez ganó el primer puesto en la Ultramaratón de los Cañones. Esta carrera se celebra cada año en Guachochi, Chihuahua.

En 2018, quedó tercera en otra ultramaratón. Corrió 102 kilómetros por el Teide, en la categoría Sénior femenina.

También son tradicionales las carreras de bola (rarapijuami) y de arihueta (rohueliami).

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Rarámuri Facts for Kids

  • Idioma tarahumara
  • Demografía de los tarahumara
  • Pueblos taracahítas
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Pueblo rarámuri para Niños. Enciclopedia Kiddle.