José García Mercadal para niños
Datos para niños José García Mercadal |
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Información personal | ||
Nacimiento | 2 de enero de 1883 Zaragoza (España) |
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Fallecimiento | 31 de diciembre de 1975 Madrid (España) |
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Nacionalidad | Española | |
Información profesional | ||
Ocupación | Periodista, crítico literario, escritor, redactor, historiador, crítico de arte y viajero | |
Área | Generación del 98, historia, literatura española, crítica literaria y crítica de arte | |
Distinciones |
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José García Mercadal (nacido en Zaragoza el 2 de enero de 1883 y fallecido en Madrid el 31 de diciembre de 1975) fue un importante periodista, escritor, editor e historiador de España. Era el hermano mayor del conocido arquitecto Fernando García Mercadal.
Fue una persona muy dedicada a las letras. Trabajó en muchos campos relacionados con la escritura. Se le conoció por su gran esfuerzo y por la variedad de temas que abordó.
Contenido
¿Quién fue José García Mercadal?
Aunque estudió Derecho en la Universidad de Zaragoza y se doctoró en Madrid, José García Mercadal nunca trabajó como abogado. En cambio, dedicó toda su vida a la escritura. Fue periodista, traductor y editor. También fue historiador, novelista y biógrafo. Además, se desempeñó como crítico literario y de arte. Daba conferencias, viajaba mucho y era un gran investigador. Un escritor lo describió como un "grafómano incurable", lo que significa que escribía sin parar.
Sus inicios en el periodismo
Su interés por la literatura y el periodismo comenzó muy pronto. Sus primeros escritos aparecieron en el periódico madrileño El Día. Después, colaboró con varios periódicos de Zaragoza. Entre ellos estaban La Derecha, El Imparcial de Aragón y Heraldo de Aragón.
Fue una persona muy activa en la vida pública. Participó en la organización de la Exposición Hispano-Francesa de 1908. También fundó la sociedad "Amigos de Aragón". El objetivo de esta sociedad era dar a conocer su región natal, especialmente los Pirineos. También buscaba promover el excursionismo, es decir, las salidas al campo. En esa época, fue bibliotecario del Casino Principal de Zaragoza. Allí se encargó de organizar todos sus libros.
En Zaragoza, fundó y dirigió varios periódicos. Algunos de ellos fueron La Correspondencia de Aragón y La Crónica. También creó semanarios como Mi Niño y Aragón. Además, dirigió la revista mensual La Revista Aragonesa. Desde estas publicaciones, defendió y promovió las ideas de su región. También colaboró en la revista literaria Ambiente, que tenía un estilo modernista.
Su carrera en Madrid y reconocimientos
En 1916, se mudó a Madrid y se quedó a vivir allí. A pesar de la distancia, su amor por Aragón creció aún más. En Madrid, trabajó como redactor en La Correspondencia de España. También fue redactor jefe en El Tiempo e Informaciones. Colaboró también con La Voz de Aragón.

En 1919, hizo un importante descubrimiento. Encontró el Archivo de Palafox, que estaba a punto de ser vendido a extranjeros. Gracias a él, la ciudad de Zaragoza pudo conservar este valioso archivo. Por este motivo, la ciudad le otorgó su Medalla de Oro el 10 de septiembre de ese año. Mercadal contó esta historia en el prólogo de la autobiografía de José Palafox.
Los años veinte y treinta del siglo XX fueron muy importantes para su trabajo. Fundó dos editoriales: Babel y La Novela Mundial. En Babel, publicó obras de escritores importantes de Europa y América. También dio a conocer a autores aragoneses a través de la Colección Argensola. La Novela Mundial era más popular. Sin embargo, mejoró la presentación y calidad de los libros. Así, llevó a los lectores los títulos españoles más prestigiosos de la época.
Después de dejar Informaciones, Mercadal se encargó de las páginas literarias de El Sol. Este era el diario más influyente de Madrid. En 1930, fue nombrado director de El Imparcial. En 1935, ganó el Premio Nacional de Literatura. Lo obtuvo por su libro Historia del Romanticismo en España.
Durante la Guerra civil española, regresó a Zaragoza. Colaboró con el periódico ABC de Sevilla. Escribió varias crónicas sobre el conflicto. Al principio, había apoyado a la Segunda República Española. Incluso firmó un famoso manifiesto con su hermano Fernando. Sin embargo, después de un tiempo, cambió de opinión. Al terminar la guerra, volvió a Madrid. Allí trabajó como bibliotecario en el Instituto de Reforma Agraria.
En esta etapa, se dedicó a escribir biografías. Escribió sobre personajes históricos importantes. Algunos de ellos fueron el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros y Germana de Foix. También escribió sobre Antonio Pérez y la Princesa de Eboli.
El profesor Eloy Fernández Clemente dijo que José García Mercadal fue un ejemplo de constancia y humildad. Siempre se consideró un escritor sencillo. Sin embargo, su enorme trabajo de divulgación es muy valioso. Su amor por Aragón también es muy destacado.
Su legado literario
Su primer libro, Del jardín de las doloras, se publicó en 1906. Era una reflexión sobre la poesía de Ramón de Campoamor. En 1908, publicó Frente a la vida, una colección de crónicas.
En 1910, publicó su primer libro de cuentos, Los que esperan. También hizo su primera antología, Cuentistas aragoneses en prosa. Las antologías eran muy comunes en su obra. Al año siguiente, publicó su primera novela, El viajero del siete.
Para la Editorial Aguilar, preparó tres volúmenes de Viajes de extranjeros por España y Portugal. Esta obra es muy valorada por los amantes de los libros. Continuaba su trabajo España vista por los extranjeros. Es importante destacar que Mercadal fue un viajero incansable. Antes de publicar los viajes de otros, había contado los suyos. Algunos de sus libros de viajes son Del llano a las cumbres (1926) y Entre Tajo y Miño (1927).
Es difícil resumir toda su gran producción literaria. Juan Domínguez Lasierra, su mejor biógrafo, dice que Mercadal aparece en más de trescientos títulos. Esto incluye su trabajo como editor, prologuista o traductor. Además, aún quedan muchos escritos suyos sin publicar.
Como antólogo, preparó ediciones de humoristas españoles. También recopiló narraciones cortas de autoras extranjeras. Publicó una selección del extenso Diario de Dostoievski. Recopiló el pensamiento de Ángel Ganivet y Joaquín Costa. También rescató escritos de prensa de Eugenio Noel y José Martínez Ruiz. Hizo una antología de textos clásicos españoles sobre cocina. Además, reunió una colección de jotas aragonesas.
Reunió dos volúmenes con opiniones sobre Pío Baroja. Uno contenía críticas de España y otro de otros países. También hizo una antología con escritos de Emilio Castelar. Quería destacar la labor de España en América. Por eso, escribió un ensayo documentado, Lo que España llevó a América (1959). También investigó la vida estudiantil en el Siglo de Oro. Lo hizo en su libro Estudiantes, sopistas y pícaros (1934). Este libro es muy interesante y tuvo una segunda edición.
Como traductor, su trabajo fue muy importante. Tradujo muchos libros de viajes. Por ejemplo, la versión del francés de los viajes de Jean-Baptiste Labat por Andalucía. También tradujo obras de Henri Murger, Pierre Benoit y Louis Bromfield.
En la última etapa de su vida, encontró un lugar para su actividad intelectual. Fue en la Hemeroteca Municipal de Madrid. Allí, leyendo periódicos antiguos, encontraba textos de Joaquín Costa y Benito Pérez Galdós. También encontró escritos de Ángel Ganivet y de la generación del 98. Con algunos de ellos, como Azorín y Pío Baroja, tuvo una gran amistad. También fue amigo de Ramón Pérez de Ayala. Estos textos los recopilaba en ensayos. Por ejemplo, preparó una edición de las Obras completas de Pérez de Ayala. Desde Madrid, siguió enviando artículos a Heraldo de Aragón y Aragón-Exprés. Lo hizo hasta poco antes de su muerte, cuando tenía casi noventa y tres años.
Galería de imágenes
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Una obra de Pio Baroja en la colección La Novela Mundial.