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Guerra de los Huesos para niños

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La Guerra de los Huesos fue un periodo emocionante en la historia de Estados Unidos, conocido por la intensa búsqueda y descubrimiento de fósiles. Esta época estuvo marcada por una gran rivalidad entre dos importantes paleontólogos: Edward Drinker Cope (de la Academia de Ciencias Naturales de Filadelfia) y Othniel Charles Marsh (del Museo Peabody de Historia Natural de Yale).

Ambos científicos usaron métodos poco honestos para superarse, como ofrecer dinero a cambio de información, robar y destruir huesos. También se atacaban en sus publicaciones científicas, intentando dañar la reputación del otro y cortar su financiación.

Al principio, Cope y Marsh eran amigos y se trataban con respeto. Pero después de varias discusiones, se convirtieron en grandes rivales. Su búsqueda de huesos los llevó al oeste de Estados Unidos, a lugares ricos en fósiles como Colorado, Nebraska y Wyoming. Entre 1877 y 1892, usaron su dinero e influencia para financiar sus propias expediciones y conseguir huesos de dinosaurios de los buscadores de fósiles. Al final de la Guerra de los Huesos, ambos habían gastado casi todo su dinero en esta competencia.

Aunque Cope y Marsh terminaron con problemas económicos y sociales por intentar desprestigiar al otro, sus aportaciones a la paleontología fueron enormes. Dejaron toneladas de fósiles sin abrir al morir. Su rivalidad llevó al descubrimiento y descripción de más de 142 nuevas especies de dinosaurios. Gracias a la Guerra de los Huesos, se aprendió mucho más sobre la vida prehistórica y el público se interesó por los dinosaurios. Esto impulsó la investigación de fósiles en América del Norte durante las décadas siguientes. También se han escrito libros y obras de ficción sobre este periodo.

¿Cómo empezó la rivalidad entre Cope y Marsh?

Los primeros años de amistad y desacuerdos

Cope y Marsh fueron amigos por un tiempo. Se conocieron en Berlín en 1864 y pasaron varios días juntos. Incluso nombraron especies en honor el uno del otro. Sin embargo, su relación empeoró con el tiempo, en parte por sus personalidades. Cope era conocido por ser peleador y tener un carácter fuerte, mientras que Marsh era más tranquilo, metódico y reservado. Ambos eran desconfiados y les gustaba discutir.

Sus diferencias también eran científicas: Cope apoyaba una idea de la evolución llamada neolamarckismo, mientras que Marsh seguía la teoría de Charles Darwin sobre la selección natural. Incluso cuando eran amigos, a veces se despreciaban sutilmente. Un observador dijo que Cope, que venía de una familia importante, podría haber pensado que Marsh no era un verdadero caballero. Y Marsh, que era más académico, probablemente veía a Cope como poco profesional.

Cope y Marsh venían de familias muy diferentes. Cope nació en una familia cuáquera rica e influyente de Filadelfia. Aunque su padre quería que fuera granjero, Cope se destacó como naturalista. En 1864, se hizo profesor de zoología en el Haverford College y se unió a Ferdinand Hayden en sus viajes al oeste. Marsh, en cambio, nació en una familia humilde de Lockport, Nueva York. Creció en la pobreza hasta que su tío, el filántropo George Peabody, lo ayudó. Marsh convenció a su tío para que construyera el Museo Peabody de Historia Natural y él mismo se convirtió en su director. Esto, junto con una herencia que recibió de Peabody en 1869, le dio una buena posición económica. Marsh nunca se casó, en parte por las ideas estrictas de su tío sobre el matrimonio.

Archivo:Cope Elasmosaurus
Versión de Cope de Elasmosaurus platyurus con la cabeza en el lugar equivocado.

Una vez, los dos científicos fueron juntos a una expedición para buscar fósiles en los pozos de marga de Cope en Nueva Jersey. Allí se había descubierto el primer dinosaurio de Estados Unidos, el Hadrosaurus foulkii. Aunque fueron como amigos, Marsh secretamente pagó a los trabajadores de los pozos para que le entregaran a él los fósiles que encontraran, en lugar de a Cope.

Después de esto, los dos empezaron a atacarse en documentos y publicaciones, y su relación empeoró. Marsh humilló a Cope al señalar que su reconstrucción de un plesiosaurio llamado Elasmosaurus estaba mal, con la cabeza colocada donde debía ir la cola. Cope, a su vez, empezó a buscar fósiles en zonas que Marsh consideraba suyas, como Kansas y Wyoming, lo que empeoró aún más su relación.

Las primeras expediciones (1872-1877)

En la década de 1870, Cope y Marsh se interesaron por el oeste estadounidense debido a las noticias de grandes descubrimientos de fósiles. Cope usó su influencia en Washington para conseguir un puesto en el Servicio Geológico de los Estados Unidos con Ferdinand Hayden. Aunque no le pagaban, le dio una gran oportunidad para recoger fósiles y publicar sus hallazgos. Cope era bueno escribiendo de forma emocionante, lo que le gustaba a Hayden, quien quería que los informes del Servicio fueran populares.

En junio de 1872, Cope hizo su primer viaje para ver las capas de fósiles del Eoceno en Wyoming. Esto causó problemas entre Cope, Hayden y Joseph Leidy. Leidy había recibido muchos fósiles de Hayden hasta que Cope se unió al Servicio. Ahora, Cope buscaba fósiles en el mismo territorio que Leidy. Hayden intentó calmar la situación con Leidy.

Cope llevó a su familia a Denver, mientras Hayden intentaba evitar que Cope y Leidy buscaran fósiles en la misma zona. Siguiendo una pista, Cope investigó informes de huesos cerca de Black Buttes y la vía del tren. Allí encontró los restos de un dinosaurio al que llamó Agathaumas sylvestris.

Creyendo que tenía el apoyo total de Hayden, Cope viajó a Fort Bridger en junio, pero no encontró a los hombres, vagones, caballos y equipo que esperaba. Cope reunió un equipo pagando de su propio bolsillo. Resultó que dos de sus hombres eran empleados de Marsh. Cuando Marsh se enteró de que sus hombres aceptaban dinero de Cope, se enojó. Aunque ellos le aseguraron a Marsh que seguían siendo leales, la lentitud de Marsh para hacer acuerdos y pagos pudo haberlos impulsado a buscar otro trabajo. El viaje de Cope lo llevó por lugares difíciles y descubrió muchas especies nuevas. Mientras tanto, uno de los hombres de Marsh envió por error parte de su material a Cope. Cope devolvió los fósiles a Marsh, pero este incidente dañó aún más su relación.

En 1872, cualquier amistad entre ellos desapareció, y en la primavera de 1873 comenzaron las hostilidades abiertas. Al mismo tiempo, Leidy, Cope y Marsh hacían grandes descubrimientos de reptiles y mamíferos prehistóricos en el oeste. Los paleontólogos solían enviar telegramas rápidos al este para describir sus hallazgos y publicaban descripciones más completas al regresar. Entre los nuevos ejemplares estaban Uintatherium, Loxolophodon, Eobasileus, Dinoceras y Tinoceras. El problema era que muchos de estos hallazgos no eran diferentes entre sí; de hecho, Cope y Marsh sabían que algunos de los fósiles que recogían ya habían sido descubiertos por el otro. Al final, muchos de los nombres de Marsh fueron aceptados, mientras que ninguno de los de Cope lo fue. Marsh también clasificó las nuevas especies en un nuevo grupo de mamíferos. Cope se sintió humillado y no pudo detener los cambios de su rival. En respuesta, publicó un estudio donde proponía una nueva clasificación para los mamíferos del Eoceno, descartando los nombres de Marsh. Marsh no cedió y siguió diciendo que todos los nombres de Cope para los dinoceratos eran incorrectos.

Archivo:OCmarsh
Marsh (en el centro de la fila de atrás), rodeado de ayudantes armados. Marsh no pasaba mucho tiempo en el campo, y solía delegar esta tarea en sus agentes.

Mientras los científicos discutían sobre la clasificación, también volvieron al oeste en busca de más fósiles. Marsh hizo su último viaje patrocinado por Yale en 1873, con un gran grupo de trece estudiantes y protegido por soldados que querían mostrar su fuerza a la tribu de los siux. Debido a preocupaciones sobre sus expediciones anteriores, más lujosas y caras, Marsh hizo que los estudiantes pagaran sus propios gastos. Este viaje solo le costó a Yale 1857,50 $, mucho menos que los 15 000 $ (más de 200 000 $ actuales) que Marsh había pedido para la expedición anterior. Esta sería la última expedición de Marsh; el resto de la Guerra de los Huesos, Marsh prefirió contratar a recolectores locales. Aunque tenía suficientes huesos para estudiar durante años, su deseo de más huesos crecía. La recolección de huesos de Cope fue aún más productiva que en 1872, pero la costumbre de Marsh de contratar a sus propios recolectores significaba que Cope no era bienvenido en Bridger. Cansado de trabajar para Hayden, Cope consiguió un trabajo pagado con el Cuerpo de Ingenieros, pero esta entidad federal limitaba sus acciones; mientras Cope tenía que seguir con las exploraciones, Marsh podía buscar donde quisiera.

A mediados de la década de 1870, la atención de los dos científicos se dirigió a Dakota del Sur, donde el descubrimiento de oro en las Black Hills aumentó las tensiones entre los nativos americanos y Estados Unidos. Marsh, que quería los fósiles de esa región, se vio envuelto en las relaciones entre el ejército y los pueblos nativos. Para ganarse el apoyo del jefe Nube Roja de los siux y poder buscar fósiles, Marsh prometió pagar a Nube Roja por los hallazgos y presionar en Washington a su favor por el trato injusto que recibían. Finalmente, Marsh se escapó del campamento y, según su propio relato (posiblemente exagerado), acumuló vagones llenos de fósiles y se retiró justo antes de que llegara un grupo hostil. Sí que intercedió por Nube Roja ante el Departamento del Interior y el gobierno, pero su intención podría haber sido mejorar su reputación frente al gobierno impopular de Ulysses S. Grant. En 1875, tanto Cope como Marsh hicieron una pausa en sus recolecciones, ya que sentían la presión económica y la necesidad de catalogar sus hallazgos acumulados. Pero nuevos descubrimientos los harían volver al oeste antes de que terminara la década.

Grandes descubrimientos en Como Bluff (1877-1892)

Archivo:Como Bluff
La formación Morrison en Como Bluff (Wyoming).

En 1877, Marsh recibió una carta de Arthur Lakes, un profesor de escuela de Golden (Colorado), informándole de un descubrimiento. Lakes, mientras caminaba por unas montañas cerca de Morrison (Colorado) con un amigo, había encontrado unos huesos enormes incrustados en las rocas. Lakes describió en su carta que los huesos eran "aparentemente una vértebra y un húmero de algún saurio gigantesco". Mientras esperaba la respuesta de Marsh, Lakes desenterró más huesos "colosales" y los envió a New Haven. Como Marsh tardaba en responder, Lakes también envió algunos huesos a Cope.

Cuando Marsh respondió a Lakes, le pagó 100 dólares y le pidió que mantuviera los hallazgos en secreto. Al enterarse de que Lakes se había comunicado con Cope, Marsh envió a Morrison a Benjamin Mudge, su recolector de campo, para asegurar los servicios de Lakes. Al mismo tiempo, Marsh publicó una descripción de los descubrimientos de Lakes en el American Journal of Science el 1 de julio. Antes de que Cope pudiera publicar su propia interpretación, Lakes le escribió para decirle que los huesos serían entregados a Marsh, lo que fue un gran insulto para Cope.

Una segunda carta llegó del oeste, esta vez para Cope. O. W. Lucas, un naturalista que recogía plantas cerca de Cañon City (Colorado), descubrió un conjunto de huesos fósiles. Después de recibir más muestras de Lucas, Cope concluyó que los dinosaurios eran grandes herbívoros, y se alegró de que el espécimen fuera más grande que cualquier otro descrito hasta entonces, incluyendo el de Lakes. Marsh se enteró de los descubrimientos de Lucas y ordenó a Mudge y a un antiguo estudiante, Samuel Wendell Williston, que establecieran una cantera cerca de Cañon City para él. Desafortunadamente para Marsh, Williston le informó que Lucas estaba encontrando los mejores huesos y se había negado a dejar a Cope para trabajar para él. Marsh hizo que Williston regresara a Morrison, donde la pequeña cantera de Marsh se derrumbó y casi mata a sus ayudantes. Este obstáculo habría puesto fin al suministro de huesos del oeste para Marsh si no hubiera sido por una tercera carta, dirigida a él.

En la época de los descubrimientos de Lakes, se estaba construyendo el Ferrocarril Transcontinental en una zona remota de Wyoming. La carta de Marsh era de dos hombres que se identificaban como Harlow y Edwards (sus nombres reales eran Carlin y Reed), trabajadores de la Union Pacific Railroad. Los dos hombres afirmaban haber descubierto grandes cantidades de fósiles en Como Bluff y le avisaban de que había otras personas en la zona "que buscaban estas cosas", algo que Marsh interpretó como una referencia a Cope. Marsh envió a Williston, quien acababa de llegar exhausto a Kansas tras el derrumbe de la cantera de Morrison, a Como Bluff. Su antiguo estudiante le envió un mensaje, confirmándole la verdad tanto de las grandes cantidades de huesos como de la presencia de hombres de Cope por la zona. Temiendo repetir los mismos errores que había cometido con Lakes, Marsh envió rápidamente dinero a los dos nuevos buscadores de huesos y les pidió que le enviaran más fósiles. Williston consiguió un acuerdo preliminar con Carlin y Reed, quienes no habían podido cobrar el cheque de Marsh ya que estaba a nombre de sus seudónimos. Carlin decidió ir a New Haven para hablar directamente con Marsh. Este último redactó un contrato que incluía un pago mensual fijo, con la posibilidad de bonificaciones adicionales para Carlin y Reed, según la importancia de los descubrimientos. Marsh también se reservó el derecho de enviar a sus propios "supervisores" para vigilar las excavaciones, si era necesario, y aconsejó a los hombres que intentaran mantener a Cope fuera de la región. A pesar de la reunión cara a cara, Carlin no consiguió mejores condiciones de Marsh. El paleontólogo logró que Carlin y Reed trabajaran bajo los términos fijados, pero esto sembró resentimiento en los buscadores de huesos, ya que sentían que Marsh los había obligado a aceptar el trato. La inversión de Marsh en la región de Como Bluff pronto dio buenos resultados. Mientras los recolectores de Marsh regresaban al este para pasar el invierno, Reed envió vagones de fósiles por tren a Marsh durante todo 1877. En la edición de diciembre de 1877 de la revista American Journal of Science, Marsh describió y nombró dinosaurios como Stegosaurus, Allosaurus y Diplodocus.

A pesar de las precauciones de Marsh para evitar que su rival supiera de los ricos yacimientos de Como Bluff, pronto se extendieron los rumores sobre los descubrimientos. Carlin y Reed estuvieron involucrados en la difusión de estos rumores, filtrando información al Laramie Daily Sentinel, que publicó un artículo sobre los hallazgos en abril de 1878. El artículo exageró el precio que Marsh había pagado por los huesos enviados al este, posiblemente para aumentar el precio y la demanda de más huesos. Marsh, intentando encubrir la filtración, se enteró por Williston de que Carlin y Reed habían tenido contacto con un hombre que trabajaba para Cope, llamado "Haines". Cope se había enterado de los descubrimientos de Como Bluff y había enviado "ladrones de dinosaurios" a la zona, en un intento de robar discretamente fósiles en el área de Marsh. En enero de 1878, el descontento por la falta de pagos frecuentes por parte de Marsh aumentó y Carlin comenzó a trabajar para Cope.

Archivo:Othniel C Marsh and Red Cloud in New Haven Connecticut
Marsh y el jefe lakota Nube Roja en New Haven, Connecticut, c. 1880.

Cope y Marsh usaban su propio dinero para financiar expediciones cada verano, y pasaban el invierno publicando sus descubrimientos. Pronto, pequeños grupos de buscadores de fósiles en vagones o trenes enviaban toneladas de fósiles hacia el este. Los equipos de Marsh eran los más grandes; tenía al menos cinco trabajadores que lo ayudaban cuando él mismo iba al oeste. Cope, por otro lado, se las arreglaba con dos compañeros, un cocinero y un guía. Las excavaciones duraron quince años, de 1877 a 1892. Tanto los trabajadores de Cope como los de Marsh sufrieron dificultades por el clima, así como sabotajes y problemas causados por los empleados del rival. Reed vio cómo Carlin le bloqueaba el acceso a la estación de tren de Como y tuvo que transportar los huesos por un risco y colocarlos en el andén bajo un frío intenso. Cope ordenó a Carlin que construyera su propia cantera en Como Bluff, mientras que Marsh envió a Reed a espiar a su antiguo amigo. Cuando la cantera número 4 de Reed se agotó, Marsh le ordenó que retirara los fragmentos de huesos del resto de canteras. Reed informó que había destruido todos los huesos restantes para evitar que cayeran en manos de Cope. Preocupado por la posibilidad de que extraños entraran en los límites de las canteras de Reed, Marsh envió a Lakes a Como para que ayudara en las excavaciones y en junio de 1879 él mismo visitó Como. Cope también hizo un recorrido por sus canteras en agosto. Aunque los hombres de Marsh seguían abriendo nuevas canteras y descubriendo más fósiles, las relaciones entre Lakes y Reed empeoraron y ambos renunciaron en agosto. Marsh intentó calmarlos enviándolos a los extremos opuestos de las canteras, pero después de verse obligado a abandonar una cantera en medio de una ventisca helada, Lakes presentó su renuncia y regresó a su puesto de enseñanza en 1880. La marcha de Lakes no alivió las tensiones entre los hombres de Marsh; el sustituto de Lakes, un hombre del ferrocarril llamado Kennedy, creía que no tenía que rendir cuentas a Reed y las disputas entre ambos hicieron que el resto de trabajadores de Marsh se fueran. Marsh intentó separar a Kennedy y a Reed, y envió a Como al hermano de Samuel Williston, Frank, para intentar mantener la paz. Frank Williston terminó dejando el trabajo de Marsh y se fue a vivir con Carlin. Las excavaciones de Cope en Como comenzaron a disminuir y los sustitutos de Carlin pronto abandonaron el trabajo.

Archivo:Stego-marsh-1896-US geological survey
Ilustración realizada por Marsh en 1896 de los huesos de un Stegosaurus, dinosaurio descrito y nombrado en 1877.

A medida que avanzaba la década de 1880, los hombres de Cope y Marsh tuvieron que enfrentarse a una dura competencia del otro bando, así como de terceros interesados en los huesos. El profesor Alexander Emanuel Agassiz de Harvard envió a sus propios representantes al oeste, mientras que Carlin y Frank fundaron una empresa para vender fósiles al mejor postor. Reed se fue y comenzó a trabajar como pastor de ovejas en 1884, y las canteras de Marsh en Como produjeron poco material después de su partida. A pesar de estos obstáculos, en ese momento Marsh tenía más canteras funcionando que Cope; Cope, que a principios de la década de 1880 tenía más huesos de los que podía guardar en una casa, se había quedado atrás en la carrera por los dinosaurios.

Los descubrimientos de Cope y Marsh estuvieron acompañados de acusaciones de espionaje, sobornos y robo de trabajadores y fósiles. Ambos eran tan protectores con sus yacimientos que destruían fósiles pequeños o dañados para evitar que cayeran en manos de su rival, o llenaban las excavaciones con tierra y roca. En una ocasión, mientras supervisaba sus canteras de Como en 1879, Marsh examinó hallazgos recientes y marcó algunos para destruir. Además, en una ocasión, los equipos rivales de los científicos se pelearon a pedradas.

Discusiones personales y últimos años

Al mismo tiempo que Cope y Marsh competían por fósiles en el oeste de Estados Unidos, también hacían todo lo posible por dañar la reputación profesional del otro. Humillado por su error al reconstruir el plesiosaurio Elasmosaurus, Cope intentó ocultar su equivocación comprando todas las copias que pudo de la revista donde se publicó la reconstrucción. Marsh, el primero en señalar el error, se aseguró de que la historia se hiciera pública. La rápida y abundante producción de artículos científicos de Cope significaba que Marsh no tenía dificultad en encontrar errores ocasionales para atacar a Cope. Marsh no era infalible; puso un cráneo equivocado en un esqueleto de Apatosaurus y lo describió como un nuevo género, Brontosaurus.

A finales de la década de 1880, el interés del público por la competencia entre Cope y Marsh disminuyó, más atraído por asuntos internacionales que por el "Salvaje Oeste". Gracias a John Wesley Powell, director del Servicio Geológico de los Estados Unidos, y a los contactos de Marsh con personas ricas e influyentes en Washington, Marsh fue puesto al frente de un servicio gubernamental unificado y se mostró satisfecho de salir del centro de atención sensacionalista. Cope se encontraba en una situación mucho peor, habiendo gastado gran parte de su dinero comprando la revista The American Naturalist y tenía dificultades para encontrar trabajo, en parte debido a su carácter, así como a los aliados de Marsh en el ámbito de la educación superior. Cope comenzó a invertir en la búsqueda de oro y plata en el oeste, enfrentándose a los mosquitos y a un clima duro para buscar fósiles él mismo. Debido a problemas en la minería y la falta de apoyo del gobierno federal, la situación económica de Cope empeoró sin cesar, hasta el punto de que su colección de fósiles se convirtió en su única posesión importante. Marsh, mientras tanto, se ganó la antipatía incluso de sus ayudantes leales, incluyendo a Williston, por su negativa a compartir las conclusiones de sus hallazgos y sus constantes retrasos en los pagos.

La oportunidad de Cope para aprovechar la vulnerabilidad de Marsh llegó en 1884, cuando el Congreso de los Estados Unidos comenzó a investigar el funcionamiento del servicio geológico. Cope se había hecho amigo de Henry Fairfield Osborn, entonces profesor de anatomía en la Universidad de Princeton. Osborn era como Marsh en muchos aspectos, lento y metódico, pero resultaría tener una influencia perjudicial sobre Marsh. Cope buscó trabajadores descontentos que hablaran en contra de Powell y el Servicio. Por el momento, Powell y Marsh pudieron refutar con éxito las acusaciones de Cope y sus afirmaciones no llegaron a la prensa. Osborn parecía indeciso a la hora de endurecer su campaña contra Marsh, de modo que Cope acudió a otro aliado que había mencionado a Osborn, un "hombre de la prensa de Nueva York" llamado William Hosea Ballou. A pesar de los obstáculos para intentar expulsar a Marsh de su presidencia de la Academia Nacional de Ciencias, Cope recibió una gran ayuda económica después de que la Universidad de Pensilvania le ofreciera un puesto como profesor. Poco después apareció la oportunidad de Cope para dar un golpe crítico a Marsh.

A lo largo de los años, Cope había mantenido un diario detallado con los errores y malas acciones de Marsh y Powell; los errores de ambos eran anotados y guardados en el cajón inferior del escritorio de Cope. Ballou planeó la primera serie de artículos, que se convertirían en una serie de debates en la prensa entre Marsh, Powell y Cope. Aunque la comunidad científica conocía la rivalidad de Marsh y Cope desde hacía tiempo, el público se dio cuenta de la conducta vergonzosa de los dos hombres cuando el New York Herald publicó una historia con el titular "Scientists Wage Bitter Warfare" ("Científicos libran una guerra amarga"). Según la autora Elizabeth Noble Shor, la comunidad científica se sintió muy afectada:

La mayoría de científicos de aquel tiempo se horrorizaron —y siguieron leyendo con interés—, descubriendo que la enemistad de Cope y Marsh había llegado finalmente a las portadas. Aquellos más cercanos a los campos científicos que se discutían, la geología y la paleontología de los vertebrados, ciertamente se estremecieron, particularmente cuando vieron que se les había citado, mencionado o que su nombre había sido escrito mal. La enemistad no era noticia para ellos, ya que se había hecho patente en sus reuniones científicas desde hacía veinte años. La mayoría de ellos ya habían escogido un bando.

En los artículos de prensa, Cope atacó a Marsh por copiar trabajos y por mala gestión económica, y atacó a Powell por sus errores de clasificación geológica y por usar mal el dinero del gobierno. Marsh y Powell pudieron publicar su versión, lanzando sus propias acusaciones contra Cope. Los artículos de Ballou estaban poco investigados y escritos, y el propio Cope se arrepintió después de un artículo del The Philadelphia Inquirer que sugería que los directivos de la Universidad de Pensilvania pedirían la renuncia de Cope a menos que presentara pruebas para sus acusaciones contra Marsh y Powell. El mismo Marsh mantuvo viva la historia del Herald con una respuesta fuerte, pero a finales de enero la historia desapareció de los periódicos y poco había cambiado entre los grandes rivales.

No se celebró ningún juicio del congreso para investigar el mal uso de fondos de Powell y ni Cope ni Marsh tuvieron que responder por sus errores, pero parte de las acusaciones de Ballou contra Marsh quedaron asociadas con el Servicio. Ante un sentimiento contrario al Servicio, impulsado por la sequía en el oeste y la preocupación por la apropiación de granjas abandonadas en la misma zona, Powell se encontró bajo una estricta vigilancia por parte del House Appropriations Committee. Impulsado por el supuesto derroche de Marsh en cuanto a los fondos del Servicio, el Appropriations Committee exigió que el presupuesto del Servicio fuera detallado. Cuando se puso fin a su financiación en 1892, Powell envió un telegrama a Marsh indicándole que esperaba su renuncia, un insulto personal además de económico. Al mismo tiempo, muchos de los aliados de Marsh se estaban retirando o habían muerto, reduciendo su prestigio científico. Justo cuando el estilo de vida lujoso de Marsh empezaba a pasarle factura, Cope consiguió un cargo en el Servicio Geológico de Texas, aunque, todavía afectado por los ataques personales que había recibido durante el asunto del Herald, no continuó con los suyos. La suerte de Cope mejoró durante la primera parte de la década de 1890, cuando fue ascendido en el lugar de Leidy como profesor de zoología y fue elegido presidente de la American Association for the Advancement of Science el mismo año que Marsh dejó su cargo al frente de la Academia de Ciencias. Sin embargo, a finales de la década su suerte volvió a empeorar, a medida que Marsh recuperaba parte de su prestigio, consiguiendo la Medalla Cuvier, el premio paleontológico más importante.

La rivalidad entre Cope y Marsh duró hasta la muerte de Cope en 1897, cuando ambos ya se habían arruinado. Cope sufrió una enfermedad debilitante en sus últimos años y tuvo que vender parte de su colección de fósiles y alquilar una de sus casas para poder vivir. Marsh tuvo que hipotecar su residencia y pedir un sueldo a Yale para poder subsistir. Sin embargo, la rivalidad entre los dos siguió siendo intensa, pero agotadora. Cope lanzó un último desafío antes de morir. Donó su cráneo a la ciencia para que se pudiera medir su cerebro, con la esperanza de que fuera mayor que el de su adversario; en aquel tiempo, se creía que la medida del cerebro era la verdadera medida de la inteligencia. Marsh no aceptó el desafío, y supuestamente el cráneo de Cope todavía se conserva en la Universidad de Pensilvania. Se discute si el cráneo almacenado en la Universidad es el de Cope; la Universidad ha afirmado que cree que el cráneo auténtico se perdió en la década de 1970, aunque Robert Bakker ha dicho que fracturas superficiales del cráneo y los informes del forense verifican la autenticidad del mismo.

¿Qué impacto tuvo la Guerra de los Huesos?

Archivo:AllosaurusAMNH5753
Un Allosaurus casi completo (AMNH #5753) descubierto por los buscadores de fósiles de Cope en Como Bluff en 1879. El hallazgo no fue desempaquetado hasta después de la muerte de Cope.

Si se mira solo por los números, Marsh "ganó" la Guerra de los Huesos. Ambos científicos hicieron descubrimientos de un valor científico increíble, pero Marsh describió un total de 80 nuevas especies de dinosaurios, mientras que Cope solo describió 56. En la última parte de la Guerra de los Huesos, Marsh simplemente tenía más hombres y más dinero que Cope. Cope también tenía un interés más amplio en la paleontología, mientras que Marsh casi solo buscaba reptiles y mamíferos fósiles.

Algunos de los descubrimientos de Cope y Marsh se encuentran entre los dinosaurios más conocidos, incluyendo géneros como Triceratops, Allosaurus, Diplodocus, Stegosaurus, Camarasaurus y Coelophysis. Sus descubrimientos juntos definieron el campo de la paleontología, que apenas estaba naciendo. Antes de ellos, solo se habían descrito nueve especies de dinosaurios en América del Norte. Además, algunas de sus ideas, como la de Marsh que decía que las aves descienden de los dinosaurios, han sido confirmadas. Otras, como la "Ley de Cope", que dice que las especies tienden a hacerse más grandes con el tiempo, no tienen mucho valor científico. La Guerra de los Huesos también llevó al descubrimiento de los primeros esqueletos completos y aumentó la popularidad de los dinosaurios entre el público. Como dijo el paleontólogo Robert Bakker, "los dinosaurios de Como Bluff no solo llenaron museos, también llenaron artículos de revistas, libros de texto y la mente de la gente".

La Guerra de los Huesos tuvo un impacto negativo no solo en los dos científicos, sino también en sus colegas y en todo el equipo. La mala relación pública entre Cope y Marsh dañó la reputación de la paleontología estadounidense en Europa durante décadas. Además, el supuesto uso de dinamita y el sabotaje por parte de los trabajadores de ambos científicos destruyeron o enterraron cientos de restos fósiles importantes. Joseph Leidy abandonó sus excavaciones, que eran más metódicas, en el oeste, porque veía que no podía seguir el ritmo de la búsqueda de huesos de Cope y Marsh. Leidy también se cansó de las constantes discusiones entre los otros dos científicos, lo que hizo que su retiro del campo disminuyera su propio legado. Después de su muerte, Osborn no encontró ni una sola mención de Leidy en las obras de sus dos rivales. En su prisa por superarse, Cope y Marsh montaron al azar los huesos de sus propios descubrimientos. Sus descripciones de nuevas especies, basadas en estas reconstrucciones, llevaron a confusiones y creencias equivocadas que durarían décadas después de su muerte.

Una excavación realizada entre 2007 y 2008 en varias canteras de Cope y Marsh sugiere que los daños causados por los dos paleontólogos fueron menores de lo que se había dicho. Usando los dibujos de campo de Lakes, investigadores del Museo de Historia Natural de Morrison descubrieron que Lakes en realidad no había usado dinamita en las canteras más productivas de Colorado; sino que lo que había hecho era rellenarlas. El director del Museo, Matthew Mossbrucker, pensó que Lakes difundió esa mentira "porque no quería que la competencia en la cantera jugara juegos mentales con el equipo de Cope".

Adaptaciones en obras creativas

Además de ser el tema de libros históricos y paleontológicos, la Guerra de los Huesos ha sido el tema de una novela gráfica, Bone Sharps, Cowboys, and Thunder Lizards, de Jim Ottaviani. Es una obra de ficción histórica, ya que Ottaviani presenta al personaje de Charles Robert Knight a Cope por razones de la trama y otros acontecimientos han sido reestructurados. La Guerra de los Huesos fue tratada de manera más fantástica en el libro Bone Wars de Brett Davis, en el que también hay seres de otros planetas interesados en los huesos. También es la base del juego de cartas Bone Wars: The Game of Ruthless Paleontology, producido por Zygote Games y creado por el escritor de ciencia ficción James Cambias y la profesora de biología Diane Kelly. En el juego, los jugadores compiten para reconstruir los esqueletos de dinosaurios.

En abril de 2013, se confirmó que los actores James Gandolfini y Steve Carell producirían y protagonizarían una adaptación en clave de comedia para la televisión sobre la disputa entre Cope y Marsh (interpretados por Carell y Gandolfini respectivamente), bajo la tutela de la HBO y cuyo título será Bone Wars. El proyecto sigue sin avanzar, inicialmente por otros proyectos cinematográficos de ambos actores, y posteriormente por el fallecimiento de Gandolfini, aunque ya están buscando un guionista para el telefilme.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Bone Wars Facts for Kids

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Guerra de los Huesos para Niños. Enciclopedia Kiddle.