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Fidelismo en Chiloé para niños

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El fidelismo en Chiloé se refiere a un movimiento político y cultural que existió en la Provincia de Chiloé de Chile durante las guerras de independencia. Este movimiento se caracterizó por mantener su lealtad al rey Fernando VII de España, en un momento en que el resto de Chile buscaba su independencia.

Aunque la incorporación de Chiloé a Chile en 1826 marcó el fin del gobierno español en la provincia, algunos símbolos de esta lealtad al rey se han mantenido de forma ocasional hasta el día de hoy.

Historia de la lealtad en Chiloé

Chiloé fue colonizado por españoles en 1567. Sin embargo, quedó aislado del resto del país alrededor del año 1600, debido a la destrucción de las siete ciudades en el centro de Chile. Esto hizo que Chiloé desarrollara una cultura propia y diferente. En 1767, la isla fue separada de la Capitanía General de Chile y pasó a depender directamente del Virreinato del Perú.

Chiloé y la independencia de Chile

En 1810, cuando Chile comenzó su camino hacia la independencia, Chiloé se mantuvo fiel al gobierno del virrey. En la provincia se formaron grupos de soldados que lucharon contra la independencia en el centro de Chile, y a veces también en territorios que hoy son parte de Bolivia y Perú.

Después de que Chile firmara su independencia el 12 de febrero de 1818, las tropas leales al rey se retiraron al sur del país. Desde allí, esperaban recuperar el territorio perdido. Sin embargo, en 1820, perdieron las provincias de Osorno y Valdivia. Luego, tras el Combate de El Toro, perdieron todos los territorios al norte del río Maullín.

Aunque lograron defenderse de un intento de anexión a Chiloé ese mismo año en el Combate de Agüi, la situación en el continente hizo casi imposible que los leales al rey recuperaran el centro de Chile. Esto marcó el inicio de la resistencia de Chiloé de forma aislada.

El fin del gobierno español en Chiloé

En abril de 1824, hubo un nuevo intento de anexión a Chiloé, que fue rechazado por las fuerzas de la isla en la Batalla de Mocopulli. Sin embargo, en este episodio se perdieron los fuertes de Carelmapu, Calbuco y Maullín en el continente. Esto dejó a Chiloé completamente aislada como una isla.

A esta pérdida se sumó la Batalla de Ayacucho en diciembre de ese año, que marcó el fin del Virreinato del Perú. Así, Chiloé se convirtió en una gobernación militar sin apoyo.

Finalmente, en enero de 1826, el gobernador Antonio de Quintanilla firmó el Tratado de Tantauco. Con este tratado, Chiloé se unió a Chile, casi ocho años después de la independencia de este país.

La persistencia de la lealtad

Archivo:Castillo de Agüi
El fuerte San Miguel de Ahui en la península de Lacuy (Ancud) fue una fortaleza importante para los leales al rey en Chiloé.

Aunque Chiloé se unió a Chile en 1826, y no hubo intentos serios de volver a unirse a España, en las décadas siguientes hubo algunos momentos que mostraron la lealtad que algunos habitantes de Chiloé aún sentían por su antigua dependencia. También hubo casos, como el de los hermanos León y Santiago Barrientos de Castro, quienes después de luchar en el Ejército del Rey, continuaron su carrera militar en España.

Siglo XIX

Cuatro años después de la anexión, en enero de 1830, se llevó a cabo un juicio contra José Miralles y Andrés Aliaga de Ancud. Se les acusó de decir cosas "en contra del sistema patrio" durante una reunión social, como la exclamación "¡Viva el Rey!". Esto muestra que la lealtad al rey seguía viva en los primeros años del gobierno chileno, y que hubo una respuesta para detener este tipo de expresiones.

Tres años después, Charles Darwin visitó Chiloé. Además de describir la flora y fauna de la isla, habló con habitantes de las comunidades huilliches de Cucao. Darwin notó la dureza con la que las autoridades chilenas los trataban y la nostalgia que sentían por el gobierno del rey.

En 1866, durante la Guerra hispano-sudamericana (que enfrentó a Chile, Bolivia y Perú contra España), barcos españoles hicieron varias visitas a los canales de Chiloé. Allí se escondía la flota chileno-peruana. En estos viajes, los marinos españoles registraron varios momentos en los que la gente de Chiloé los recibió con mucha amabilidad y les expresó su nostalgia por la época del virreinato. Antes de este conflicto, también hubo una conspiración llamada Complot Antil, donde grupos huilliches intentaron que Chiloé se entregara a España durante la guerra, pero fue descubierta.

En 1871, después de la guerra, el marino chileno Francisco Vidal Gormaz volvió a visitar la zona. Contó que en las islas del Archipiélago de Calbuco aún había mucha lealtad al gobierno español. Después de interactuar con los barcos españoles en 1866, la gente aún esperaba que España volviera a tomar el control de la zona.

Siglos XX y XXI

Archivo:Medallón a Antonio de Quintanilla
Medallón en recuerdo de Antonio de Quintanilla en Ancud.

Con el paso del tiempo y la muerte de quienes vivieron la independencia, la lealtad al rey fue desapareciendo y se convirtió más en un recuerdo cultural. Un ejemplo es el escritor de Ancud, Abraham de Silva y Molina, quien en 1894 escribió sobre la nostalgia colonial de algunos chilotes. En 1901, Pedro Pablo Figueroa lo describió como alguien que apoyaba la monarquía y creía que el único gobierno legítimo de Chiloé era el colonial.

En el Diccionario manual isleño de Francisco Cavada, una obra de 1921 sobre el vocabulario del castellano chilote, se menciona que en esa época la palabra "chileno" se refería a los habitantes del centro y norte de Chile. Además, "Chile" se entendía como el territorio al norte de Valdivia.

En 1926, al cumplirse cien años de la unión de Chiloé a Chile, se levantó un monumento con la imagen de Antonio de Quintanilla, el último gobernador español de Chiloé. En algunas iglesias, se habrían celebrado misas en su honor, en el del rey Fernando VII y en el de los caídos en las guerras de independencia. Esto fue más un acto simbólico para recordar la historia de la zona.

Aunque durante el siglo XX esta manifestación cultural fue olvidada, en 2006 volvió a ser recordada. Durante unas protestas contra la decisión del gobierno de Michelle Bachelet de no construir el Puente de Chacao, el alcalde de Castro apareció ante la prensa con una bandera española. Él dijo que si Chiloé no se hubiera unido a Chile en 1826, probablemente le habría ido mejor.

Archivo:Banderas conmemoración batalla Mocopulli 2024 01
Banderas durante la conmemoración de los 200 años de la batalla de Mocopulli. De izquierda a derecha: bandera alusiva a batalla, bandera huilliche de Chiloé, bandera de Chile, bandera de España y bandera de Dalcahue.

En mayo de 2016, durante las protestas por la crisis de la marea roja, una bandera que recordaba la monarquía causó controversia nuevamente. Esta vez, era la bandera atribuida al Batallón de Veteranos de Castro, un grupo de soldados leales al rey que estuvo activo en la zona hasta 1826.

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