Etimologías (Isidoro de Sevilla) para niños
Datos para niños Etimologías |
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de Isidoro de Sevilla | ||
Folio 1r del Códice toledano (siglo IX d. C.) de las Etimologías (ahora en la Biblioteca Nacional de España, signatura: Vitr. 14-3). Escrito en minúscula visigótica de la escuela toledano-sevillana, procede de la Catedral de Toledo
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Género | Enciclopedia | |
Idioma | Latín | |
Título original | Etymologiae | |
País | España | |
Fecha de publicación | 625 | |
Etimologías (Etymologiae u Originum sive etymologiarum libri viginti) es la obra más conocida de San Isidoro de Sevilla. Toma su nombre del procedimiento de enseñanza que utiliza, explicar la etimología de cada palabra relacionada con el tema. El título también puede provenir de la materia de la que trata uno de los veinte libros de los que se compone la obra (concretamente el décimo). Fue escrita por Isidoro poco antes de su muerte, en la plena madurez (627–630), a petición de Braulio, obispo de Zaragoza.
Se trata de una inmensa compilación en la que se almacena, sistematiza y condensa todo el conocimiento de su tiempo. A lo largo de gran parte de la Edad Media fue el texto más usado en las instituciones educativas. También fue muy leído durante el Renacimiento (al menos diez ediciones fueron impresas entre 1470 y 1530). Gracias a esta obra, se hizo posible la conservación de la cultura romana y su transmisión a la España visigoda. Esta recopilación de la cultura clásica fue tan apreciada, que en gran medida sustituyó el uso de las obras de los clásicos cuyo saber recoge, de modo que muchas dejaron de ser copiadas y están perdidas, como por ejemplo las obras del gran erudito romano Marco Terencio Varrón. San Isidoro poseyó un gran conocimiento de los poetas griegos y latinos. Entre todos, cita ciento cincuenta y cuatro autores. Muchos de ellos los había leído en los textos originales y otros en las compilaciones en uso para su época. Puede tratarse perfectamente de la primera enciclopedia de la historia de Europa después de la antigüedad.
Por lo que respecta al estilo de la obra, es conciso y claro, y en cuanto a su orden, admirable. Braulio, a quien Isidoro la envió para su corrección, y a quien la dedicó, la divide en veinte libros. Los tres primeros libros introducen el trivium y el quadrivium.
Todo el primer libro está dedicado a la gramática, incluida la métrica. Imitando el ejemplo de Casiodoro y Boecio preservó la tradición lógica de la escuela reservando el segundo libro para la retórica y la dialéctica, y el tercero para las matemáticas.
San Isidoro debe mucho a las traducciones del griego de Boecio. Celio Aureliano, traductor latino e intérprete de autores griegos entre los que destacan Asclepíades de Bitinia y Sorano de Éfeso, es la fuente principal de la parte del cuarto libro que se dedica a la medicina. Lactancio es el autor más extensamente citado en el libro undécimo, dedicado al hombre. Los libros duodécimo, décimo tercero y décimo cuarto se basan en los escritos de Plinio el Viejo y Cayo Julio Solino. El plan general de la obra parece haberse basado en los Prata de Suetonio, hoy perdidos (se trataba de una historia natural).
La difusión e influencia de las Etimologías fue enorme y su autor mereció la admiración de intelectuales de la talla de Beda el Venerable o Tomás de Aquino. Dante Alighieri, en su Divina Comedia escrita en el siglo XIV d. C., lo incluyó en la cuarta esfera del Paraíso, como uno de los doce sabios de la Iglesia: Vedi oltre fiammeggiar l'ardente spiro d'Isidoro, di Beda e di Riccardo (canto X, 130-131).
A pesar de la condición de obispo de san Isidoro, su obra contiene abundante información sobre el ya extinguido mundo pagano, sobre sus dioses y costumbres, sin eliminarlos por su condición poco acorde con los principios cristianos, lo que da aún más valor a la compilación realizada por Isidoro.
Libros de las Etimologías de San Isidoro de Sevilla
- Libro I. Trivium: la gramática (incluida la métrica)
- Libro II. Trivium: la retórica y la dialéctica
- Libro III. Quadrivium: las matemáticas, geometría, música, y astronomía
- Libro IV. La medicina y las bibliotecas
- Libro V. El derecho y la cronología
- Libro VI. Libros eclesiásticos y los oficios
- Libro VII. Dios, los ángeles y los santos: jerarquías del Cielo y la Tierra
- Libro VIII. La Iglesia y a las herejías (de las más modernas de su tiempo numera no menos de sesenta y ocho)
- Libro IX. El lenguaje, los pueblos, los Reinos, las ciudades, y los títulos oficiales
- Libro X. Las etimologías
- Libro XI. El hombre
- Libro XII. Las bestias y los pájaros
- Libro XIII. El mundo y sus partes
- Libro XIV. La geografía
- Libro XV. Los edificios públicos y las avenidas
- Libro XVI. Las piedras y los metales
- Libro XVII. La agricultura
- Libro XVIII. Terminología de la guerra, la jurisprudencia y los juegos públicos
- Libro XIX. Los buques, las casas y los vestidos
- Libro XX. Las provisiones, utensilios domésticos, agrícolas y los mobiliarios
Manuscritos y ediciones impresas
Han sobrevivido casi 1000 copias manuscritas de Etymologiae. La más antigua se encuentra en la biblioteca de la abadía de San Galo, Suiza en el Codex Sangallensis, una copia del siglo IX de los libros XI a XX. El Codex Gigas del siglo XIII, el manuscrito medieval más grande existente, que ahora se encuentra en la Biblioteca Nacional de Suecia, contiene una copia de las Etymologiae.
En 1472 en Augsburgo, Etymologiae se convirtió en uno de los primeros libros impresos, seguido rápidamente por diez ediciones más en 1500. Juan de Grial realizó la primera edición erudita en Madrid en 1599. Faustino Arévalo lo incluyó como dos de los 17 volúmenes de su Opera omnia en Roma (1797–1803). Rudolph Beer produjo una edición facsímil del manuscrito de Toledo de las Etimologías en 1909. Wallace Lindsay editó la primera edición crítica moderna en 1911. Jacques Fontaine y Manuel C. Díaz y Díaz supervisaron entre 1981 y 1995 la producción de los primeros cinco volúmenes de las Etimologías en la serie Belle Lettres de 'Auteurs Latins du Moyen Age', con extensas notas al pie.