Diseño industrial para niños
El diseño industrial es una actividad creativa que se encarga de idear y mejorar productos que se fabrican en grandes cantidades, es decir, en serie. Estos productos pueden ser para el uso diario de las personas (bienes de consumo) o para que las empresas produzcan otras cosas (bienes de capital).
El objetivo principal del diseño industrial es hacer que los productos sean mejores. Se enfoca en cómo se ven, cómo funcionan y qué tan fáciles son de usar para las personas. Los diseñadores industriales buscan satisfacer las necesidades de los usuarios. También se preocupan por el ciclo de vida del producto, el uso inteligente de los materiales y cómo el objeto se relaciona con la sociedad.
Esta profesión ayuda a que los productos sean atractivos en el mercado. No solo por sus características, sino también por cómo se presentan, como en envases, tiendas o exposiciones.
Un diseñador industrial es un profesional que ha estudiado en la universidad. Su trabajo es muy importante en industrias como la de los automóviles, la electrónica o la fabricación de muebles. Por ejemplo, en los muebles, el diseño industrial es clave para crear piezas que sean cómodas, útiles y fáciles de usar.
El diseño ha sido parte del desarrollo humano desde siempre. Gracias a él, las personas han podido evolucionar y cubrir sus necesidades. Cuando surgió la industria, apareció una nueva área donde aplicar estas ideas.
Podemos diferenciar entre "diseñar" (que es el proceso de crear algo) y "diseño" (que es el resultado final de ese proceso). Hoy en día, el diseño industrial es una carrera universitaria en muchos países. Allí se forman especialistas en productos electrónicos, metálicos, plásticos y otros productos industriales.
Para ser diseñador industrial, se estudian materias como matemáticas, física, tecnología de materiales, geometría descriptiva, dibujo por computadora, modelado digital, sociología y metodología. También se aprende sobre innovación y expresión gráfica. Al terminar la carrera, los estudiantes saben cómo crear artículos industriales que se adapten a las necesidades de la sociedad.
El 29 de junio de 1957, se fundó en Londres el Consejo Internacional de Sociedades de Diseñadores Industriales (ICSID). Esta organización se registró en París. Después de muchos años y alianzas, el 1 de enero de 2017, el ICSID se convirtió en la Organización Mundial del Diseño (WDO).
La WDO define el diseño industrial como una actividad creativa que define las características de objetos, procesos, servicios y sus sistemas durante toda su vida útil. El diseño es clave para que la tecnología sea más humana y para el intercambio económico y cultural.
La WDO estableció el 29 de junio como el Día Mundial del Diseño Industrial.
Contenido
¿En qué pueden trabajar los diseñadores industriales?
Los diseñadores industriales pueden especializarse en varias áreas:
- Diseño de productos
- Diseño asistido por ordenador
- Ingeniería de diseño
- Diseño de interiores y mobiliario
- Vehículos y sus partes
- Diseño de estructuras metálicas
- Simulación de prototipos (mecánicos, eléctricos, automatizados, etc.)
- Diseño de moldes
- Diseño de experiencias (cómo las personas interactúan con un producto o servicio)
- Marketing estratégico y publicidad
Los diseñadores industriales pueden trabajar en:
- La industria automotriz
- Industria aeronáutica
- Ingeniería de manufactura
- La industria del mueble
- Maquinaria y equipo
- Agroindustria
- Productos electrodomésticos
- Productos de madera
- Productos de cerámica
- Productos de vidrio
- Productos de plástico
- Productos de transformación
- La industria de la moda
- Joyería
- La industria del calzado
- Artes gráficas
- La industria juguetera
- Pueden participar en la investigación y desarrollo de nuevos productos.
- Agencias de publicidad, diseñando exposiciones, interiores o puntos de venta.
- Oficinas de arquitectos, en el área de diseño de interiores y espacios inteligentes.
- Ofrecer asesoría y consultorías.
- En universidades, formando a futuros diseñadores.
- En el sector público, promoviendo el desarrollo de productos y servicios.
Historia del diseño industrial

Desde siempre, los seres humanos han creado objetos. Estos objetos son como extensiones de nuestro cuerpo y mente, y su creación está muy ligada a la evolución humana. No hay grupo de personas que no haya fabricado algún tipo de objeto, por muy sencillo que fuera.
Con el tiempo, la creación de objetos pasó a manos de grupos específicos: los artesanos. Ellos guardaban sus secretos de oficio y formaron gremios que les dieron poder y reconocimiento. Cerámicas, orfebrería, joyas, textiles y armas, entre otros, eran muy valorados en el comercio. Esto se debía a las características únicas que solo los artesanos de ciertas regiones podían darles, como la porcelana china o las espadas de acero toledano.
Los artesanos creaban objetos que no solo eran útiles, sino también hermosos, funcionales y de gran calidad. Sin embargo, eran muy caros y difíciles de conseguir para la mayoría de la gente.

La revolución industrial comenzó en Inglaterra a mediados del XVIII. Con la llegada de las máquinas a la producción, el trabajo manual fue reemplazado por la mecanización. Este nuevo sistema separó las tareas de diseño de las de fabricación. Al principio, los creadores eran artistas y artesanos con ideas, que tuvieron éxito gracias a las buenas condiciones económicas y al uso de la máquina de vapor y la electricidad.
Durante la primera mitad del XIX, los objetos fabricados con el nuevo sistema no destacaban por su buen diseño. Esto generó muchas críticas, especialmente después de la Gran Exposición Internacional de 1851 en Londres. Allí se mostraron los avances tecnológicos de la época, desde locomotoras hasta objetos cotidianos. La calidad de los objetos expuestos, que imitaban a los hechos a mano, era generalmente baja. La producción industrial sacrificaba la calidad por la cantidad.
En este contexto de crítica, Henry Cole, un experto en artes decorativas, inició un movimiento para unir el arte con la industria. Publicó una revista llamada Journal of Design and Manufacturers, la primera sobre diseño aplicado a la industria. Otros, como John Ruskin y William Morris, también criticaron la producción industrial y fueron la inspiración del movimiento Arts and Crafts.
El movimiento Arts and Crafts propuso volver a la producción artesanal y al espíritu medieval. Buscaba recuperar el equilibrio entre el arte y el oficio, que se había perdido con la fabricación industrial. Al principio, rechazaron las máquinas. Sus diseños eran sencillos, elegantes y sin mucha decoración. La forma no escondía su función, y a veces dejaban a la vista clavos y uniones en los muebles. La segunda generación de diseñadores de este movimiento fue más abierta y aceptó la ayuda de las máquinas. Aunque Arts and Crafts revivió la artesanía, no logró lo mismo con el diseño industrial. Sin embargo, fue un paso importante hacia un diseño más simple y funcional.

Se considera que la primera escuela que enseñó las bases del diseño industrial fue la Bauhaus (que significa "casa de construcción"). Fue una escuela alemana de arte, diseño y arquitectura fundada en 1919 por Walter Gropius. Funcionó hasta 1933 y se convirtió en un modelo para otras escuelas de diseño.
En España, antes de la Guerra Civil, el diseño era estudiado por muy pocos. El mayor avance ocurrió en la década de 1950, gracias a arquitectos como Carlos de Miguel y Luis Martínez-Feduchi. Ellos impulsaron iniciativas para que la sociedad valorara el "buen diseño", organizando exposiciones y concursos, y creando instituciones como SEDI e IDIB.
Hoy en día, el diseño industrial se enseña en universidades de casi todo el mundo. La mayoría de los países tienen organizaciones que promueven el diseño. Para diseñar un producto, no solo participan diseñadores industriales, sino también ingenieros de diferentes áreas (productos, plásticos, metalurgia, electrónica, etc.). Todos trabajan juntos según las necesidades del producto y de la empresa que lo fabricará.
Las sociedades actuales están rodeadas de muchísimos objetos fabricados en serie, desde sencillos empaques hasta automóviles. Los diseñadores industriales estudian y analizan estos objetos. Recopilan información de estudios de mercado, funciones, anatomía, cultura, etc., para crear productos que se adapten al mercado y a lo que la gente espera.
Cómo se protege el diseño industrial
Para proteger los derechos de los creadores de un diseño industrial (para que solo ellos puedan producirlo o venderlo), existen dos formas principales: el derecho de autor y la propiedad industrial. Dependiendo de las leyes de cada país, estas protecciones pueden usarse juntas o por separado. Por ejemplo, en España se pueden usar ambas, pero en Francia no.
La protección como propiedad industrial
Esta protección es más completa, pero dura menos tiempo. Según acuerdos internacionales como el Tratado sobre los Aspectos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC), la duración mínima es de 10 años. La mayoría de los países ofrecen una duración máxima de 25 años. Para que un diseño industrial sea protegido por propiedad industrial, debe cumplir ciertos requisitos, establecidos por el ADPIC. Se suele pedir que sea novedoso y que tenga un carácter singular. Novedoso significa que no exista nada igual, y singular que no haya nada parecido. Para la mayoría de las leyes, el diseño no debe tener una función técnica, sino que su objetivo debe ser solo estético. Si tiene una función técnica, se protege con una patente o un modelo de utilidad.
Otro requisito, no tan común, es la visibilidad. Esto significa que la parte del diseño debe verse cuando el producto se usa normalmente.
La protección como derecho de autor
Para que un diseño industrial sea protegido por derecho de autor, debe ser original. El diseñador industrial debe satisfacer completamente las necesidades del usuario. La duración de esta protección suele ser toda la vida del creador del diseño, más una cantidad de años que varía según las leyes de cada lugar, normalmente entre 60 y 70 años.
Herramientas usadas en el diseño industrial

La principal tarea del diseño es comunicar una idea. Por eso, los diseñadores necesitan herramientas que les permitan comunicar sus conceptos de la forma más clara posible.
La herramienta más básica para un diseñador es el dibujo. De hecho, la palabra italiana para dibujo es "Disegno", de ahí el nombre de la profesión. Sin embargo, a veces el dibujo no es suficiente para explicar bien una idea. Por eso, se suelen construir maquetas o prototipos en 3D. Estos modelos permiten mostrar todas las ideas, formas o funciones del diseño. Por esta razón, los diseñadores estudian artes plásticas, como una forma de comunicar sus ideas. El avance de la tecnología ha creado herramientas que permiten comunicar los diseños más rápido y con menos recursos, logrando que se entiendan mejor. Algunas de estas herramientas son el diseño asistido por computadora (CAD), el renderizado (crear imágenes realistas), la impresión 3D y las máquinas CNC.
Además, existen herramientas estratégicas para gestionar proyectos de diseño industrial, como el "design thinking" (pensamiento de diseño). Este método se usa incluso en la educación. Consiste en analizar un problema desde diferentes puntos de vista. El trabajo del diseñador es encontrar problemas y crear soluciones, ya sea a través de un producto, un servicio o una experiencia. El "design thinking" se usa para examinar las causas de un problema, como la cultura, el contexto, las experiencias personales y los procesos de vida de las personas. Como mencionan Maurício Vianna, Ysmar Vianna, Isabel K. Adler, Brenda Lucena y Beatriz Russo en su libro Design Thinking Business Innovation, es importante que el diseñador considere todos estos elementos y diferentes perspectivas al evaluar un problema para encontrar soluciones prácticas y eficientes.
Véase también
En inglés: Industrial design Facts for Kids
- Desarrollo de un nuevo producto
- Innovación
- La forma sigue a la función
- Escuela de la Bauhaus
- Hochschule für Gestaltung
- Producción en cadena
- Monozukuri
- Ingeniería del valor
- Vida útil
- Modelo de Kano
- Revolución Industrial
- Diseño abierto
- Prototipo
- Diseño universal
- Teoría de las semejanzas
- Impresión 3D
- Estado del arte