Decadencia (concepto) para niños
La decadencia es una palabra que usamos para describir cuando algo, como una sociedad, una cultura o incluso una forma de arte, empieza a perder su fuerza, su calidad o su importancia. Es como si estuviera en un proceso de "caída" o "declive".
Originalmente, esta palabra se usaba en la historia y la filosofía para entender y criticar los cambios en las sociedades. Por ejemplo, se usó mucho para hablar de la caída del Imperio Romano de Occidente. Antes, la idea de que algo estaba en decadencia solía estar ligada a ideas religiosas sobre la moral. Pero con el tiempo, se empezó a usar de una manera más independiente.
Hoy en día, los historiadores no usan tanto la palabra "decadencia" para describir etapas de la sociedad, porque prefieren explicaciones más detalladas. Sin embargo, en el arte y la literatura, especialmente en un movimiento llamado Decadentismo, la palabra a veces tuvo un significado diferente, incluso positivo, para describir un estilo particular. Pero en el lenguaje común, "decadencia" casi siempre tiene un significado negativo.
Contenido
Historia del concepto en la filosofía y la literatura
Ideas antiguas y medievales
Durante la Edad Media, especialmente en las religiones que creen en un solo Dios, se pensaba que las culturas antiguas, como la Antigua Roma, eran inmorales. Esta idea ya existía en la propia literatura romana. Por ejemplo, Agustín de Hipona, un pensador cristiano, escribió sobre cómo la cultura romana fue superada. En el mundo islámico, pensadores como Ibn Jaldún en el siglo XIV también hablaron de la decadencia cultural y moral, basándose en ideas de la antigua Grecia y Roma.
El Renacimiento y la Ilustración
A partir del Renacimiento, la antigüedad comenzó a ser vista de una manera más positiva. Esto llegó a su punto más alto en el clasicismo francés, que veía al Imperio Romano como un modelo de poder y cultura.
Más tarde, en la Ilustración, pensadores como Edward Gibbon empezaron a cuestionar si el presente era inferior al pasado. Gibbon, por ejemplo, llegó a decir que el cristianismo fue en parte responsable de la decadencia de la Roma tardía.
Jean-Jacques Rousseau, otro pensador importante, usó la idea de decadencia para criticar la sociedad de su tiempo. Él comparaba la cultura (o civilización) con un estado de naturaleza original, que para él era más puro y armonioso. Rousseau pensaba que la sociedad había llevado a las personas a alejarse de su bondad natural.
Montesquieu y Gibbon: Analizando la caída de Roma
La palabra "decadencia" tomó un significado muy importante gracias a Montesquieu y Edward Gibbon. Ambos estudiaron la caída del Imperio Romano. Usaron el término para entender un evento histórico y, al mismo tiempo, para evaluar su propia época.
Montesquieu, en su obra Consideraciones sobre las causas de la grandeza y decadencia de los romanos, explicó que la expansión de Roma, aunque la hizo grande, también la debilitó. Creía que las virtudes que hicieron fuerte a Roma se perdieron a medida que el imperio crecía y se mezclaba con otras culturas.
Gibbon, en su famosa obra Historia de la decadencia y caída del Imperio romano, describió cómo el Imperio Romano se fue desintegrando poco a poco. Él pensaba que la historia desde el siglo II estaba marcada por un declive. Su trabajo fue innovador porque analizó un período muy largo de la historia y también porque sugirió que el cristianismo tuvo un papel en la decadencia de la cultura romana.
El Decadentismo en la literatura
Más tarde, la palabra "decadencia" también se usó para un movimiento literario que comenzó con escritores como Charles Baudelaire y Paul Verlaine. Este movimiento se caracterizaba por una actitud de rebeldía contra la sociedad de su tiempo, y por un interés en lo exótico, la fantasía y una mayor sensibilidad.
El siglo XIX
Friedrich Nietzsche: Un crítico de la decadencia

Friedrich Nietzsche, un filósofo alemán, se enfocó mucho en la idea de decadencia en sus escritos. Para él, la historia de Occidente, desde la antigua Grecia, había sido un camino hacia el declive. Creía que los valores de la sociedad occidental, especialmente los influenciados por el cristianismo, eran "débiles" y negaban la vida.
Nietzsche pensaba que una nueva filosofía debía superar el pesimismo y los valores que consideraba "enfermizos" para renovar la cultura. Al principio, admiraba al compositor Richard Wagner, pero luego lo rechazó, llamándolo el "artista de la decadencia" por su música que consideraba pesada y enfermiza. En cambio, prefería la música más vital y terrenal de Georges Bizet.
Aunque Nietzsche criticaba la decadencia, su propia obra muestra cómo este concepto, y la idea de "enfermedad" cultural, también lo inspiraron.
El Fin de siglo
La idea de "decadencia" también fue muy importante en el período conocido como el Fin de siècle (aproximadamente entre 1890 y 1914). En esta época, muchos artistas y escritores, como Rainer Maria Rilke y Thomas Mann, exploraron temas de sensibilidad extrema, cansancio y una sensación de que la sociedad estaba llegando a su fin.
Algunos autores de este movimiento veían la decadencia como una forma de rebelarse contra la vida "burguesa" y aburrida de su tiempo. Se caracterizaba por una sensualidad exagerada y una fascinación por lo fatal.

Thomas Mann, en su novela Los Buddenbrook, usó la decadencia como tema central, mostrando la "caída de una familia" a lo largo de varias generaciones. Describió cómo la creciente sensibilidad y el interés por el arte podían ir de la mano con el fracaso en la vida práctica.
El siglo XX
Oswald Spengler: El ciclo de las culturas

Oswald Spengler, otro pensador importante, también usó los conceptos de "poder" y "decadencia". En su libro La decadencia de Occidente, argumentó que las culturas, al igual que los organismos vivos, nacen, crecen y finalmente mueren. Él comparó el desarrollo de ocho grandes culturas con las etapas de una planta, desde su brote hasta su marchitamiento.
Spengler creía que la cultura occidental había entrado en su etapa final, la de la "civilización", que para él era una fase sin alma, rígida y menos creativa, aunque aún podía ser poderosa en un sentido imperial.
El uso del término en el nacionalsocialismo
En el lenguaje del nacionalsocialismo, la palabra "decadente" se usaba para criticar y desvalorizar ideas sociales, políticas y obras de arte que no encajaban con su ideología. A menudo, se asociaba la "decadencia" con una supuesta "inferioridad racial". Por ejemplo, se decía que las democracias occidentales eran débiles y decadentes. Adolf Hitler también usó esta acusación en su libro Mi lucha.
El uso del término en el marxismo
En el marxismo, especialmente en la Unión Soviética, la palabra "decadente" se usaba para criticar al capitalismo y a la cultura "burguesa" (la cultura de la clase media y alta). Se decía que el arte, la literatura y la música occidentales eran "decadentes" si no seguían las ideas del realismo socialista, que buscaba que el arte sirviera para educar a las personas en el espíritu del socialismo.
Artistas que no seguían estas reglas podían ser severamente castigados. Por ejemplo, el compositor Dmitri Shostakóvich fue criticado duramente por su ópera Lady Macbeth de Mtsensk, que fue calificada de "caótica" y "formalista", y se le acusó de "degeneración" por no expresar sentimientos "simples y fuertes" que se esperaban del arte socialista.
Georg Lukács, un teórico marxista, también usó el concepto de "decadencia" para criticar la literatura occidental moderna, como las obras de Franz Kafka o James Joyce, considerándolas "formalistas" y "decadentes" en comparación con el realismo.
Sin embargo, otros pensadores, como Theodor Adorno, criticaron el uso de la palabra "decadencia" de esta manera. Adorno argumentó que usar "decadencia" como una "palabrota" para perseguir y eliminar ideas era peligroso y que el arte podía encontrar valor incluso en la "debilidad" o las "contradicciones".
El siglo XXI
En la actualidad, la palabra "decadencia" o "comportamiento decadente" se usa a menudo para describir la debilidad, la depravación o el despilfarro. Se aplica a menudo a figuras públicas o celebridades, cuando se considera que su comportamiento se desvía de lo que se espera de un modelo a seguir.
Jacques Barzun: La decadencia como etapa cultural
El historiador Jacques Barzun (1907–2012) ofreció una definición de decadencia que no tiene un juicio moral. En su libro From Dawn to Decadence: A Survey of 500 years of Western cultural life, él dice que los períodos de decadencia son momentos en los que "los estilos de vida y los estilos artísticos parecen agotados, las etapas de desarrollo han pasado y las instituciones funcionan con dificultad". Barzun enfatiza que para él, "decadente" es un término técnico, no un insulto.
Algunos, como el columnista Ross Douthat, creen que esta definición describe bien el estado actual de las sociedades occidentales. Sugieren que, en lugar de una revolución, lo que hay es una especie de parálisis o estancamiento, donde la creatividad y la capacidad de las instituciones políticas han disminuido. Sin embargo, también señalan que esta "decadencia" no siempre lleva a grandes catástrofes, y que una sociedad puede permanecer en un estado de "otoño sin fin" durante mucho tiempo.
Pria Viswalingam: El declive occidental
El documentalista australiano Pria Viswalingam cree que la cultura occidental ha estado en declive desde finales de la década de 1960. Él es el autor de una serie de televisión y un documental llamados Decadence, donde argumenta que eventos como el alunizaje, el Festival de Woodstock y otros, marcaron el inicio de un período de decadencia.
Viswalingam señala como signos de este declive el aumento de la tristeza, el individualismo extremo, la disminución de la asistencia a lugares de culto, la ruptura de las familias, el consumo excesivo, la desigualdad económica y la obsesión por el dinero.
Otras perspectivas actuales
En el contexto de los desafíos globales, a veces se vuelve a hablar de la "decadencia occidental". Algunos grupos critican a Occidente por su individualismo y su enfoque en el placer, y rechazan la modernidad occidental.
También hay grupos políticos que usan la palabra "decadencia" para criticar el sistema actual, especialmente el sistema de mercado, y para idealizar un pasado mítico.
Desde una perspectiva liberal, se argumenta que estas "profecías de la caída" del capitalismo no se han cumplido. Se sugiere que la crítica radical al capitalismo a menudo se convierte en una desconfianza general hacia la globalización y acusaciones de decadencia. Se propone que, en lugar de eso, se defiendan las libertades individuales y se sea escéptico con quienes prometen una "vida buena" en colectivos.
Algunos psicólogos también usan el concepto de decadencia para describir un fenómeno en el que el crecimiento ilimitado de la riqueza material puede llevar a sentimientos de inutilidad e insatisfacción, en lugar de una mejor calidad de vida. Se ha sugerido que cuanto más desigual es una sociedad, mayor es la infelicidad de sus ciudadanos.
Psicología
A diferencia de la decadencia como un concepto filosófico o histórico, el término "declinismo" se refiere a la tendencia psicológica a ver el pasado de forma más positiva y el futuro de forma más negativa. Esto puede deberse a sesgos de la mente, como recordar el pasado de forma idealizada. El declinismo se ha descrito como un "truco de la mente" o una "estrategia emocional" para sentirse mejor cuando el presente parece difícil.
La idea de que la civilización occidental está en declive ha sido una constante a lo largo de la historia. El historiador Arthur L. Herman señaló que los intelectuales han predicho el colapso de la civilización occidental durante más de 150 años, lo que sugiere que los informes sobre su desaparición podrían estar "muy exagerados".
Galería de imágenes
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Thomas Couture : Los romanos de la decadencia, 1847
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Jean-Jacques Rousseau denunció la decadencia de su tiempo.
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Edward Gibbon describió la decadencia del Imperio Romano.
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Richard Wagner, para Nietzsche el "artista de la decadencia"
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Georg Lukács describió el modernismo occidental como decadente.
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Theodor W. Adorno sometió la palabra a un análisis crítico
Véase también
En inglés: Decadence Facts for Kids