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Araciel para niños

Enciclopedia para niños

Araciel fue un antiguo pueblo en Navarra (España), que históricamente formó parte de la Merindad de Tudela. Se encontraba al noreste de la ciudad de Corella, cerca del límite con La Rioja, en un saliente del valle del río Alhama. Debido a su ubicación en la frontera, Araciel tuvo un papel importante en la Historia de Navarra hasta que fue completamente abandonado en el siglo XV.

Hoy en día, quedan muy pocos restos de este lugar que alguna vez estuvo habitado. A pesar de esto, el sitio muestra señales de personas que han excavado sin permiso, buscando objetos de valor que no existen.

Historia de Araciel

Orígenes Antiguos y la Época Romana (siglos V a.C. - V d.C.)

El antiguo pueblo de Araciel se construyó como los fuertes de la Edad del Hierro en la Ribera de Navarra. Estaba en un lugar alto y fácil de defender, adaptado al terreno y protegido con muros y zanjas.

Como estaba en el valle del Ebro, este lugar tuvo contacto con los romanos muy temprano, alrededor del siglo II a. C.. Más tarde, su ubicación cerca de una vía importante que conectaba Asturica Augusta (Astorga) y Tarraco (Tarragona) ayudó a que su población creciera mucho. Este crecimiento se detuvo por problemas en el siglo III.

Los expertos creen que este lugar está relacionado con los Aracellitanorum Bacaudarum del siglo V, mencionados por un historiador llamado Hidacio. No se sabe con certeza si este era el lugar de origen de los grupos de campesinos rebeldes llamados Bagaudas que fueron vencidos en el año 443, o si solo fue el lugar donde se rindieron. Lo que sí es seguro es que el nombre de este pueblo en la época romana era Aracelli o Aracilus. No hay que confundirlo con otra ciudad vascona llamada Aracaeli, que estaba más al norte de Navarra.

Araciel en la Edad Media (siglos VI - XV)

Archivo:Alfonso I de Aragón por Pradilla (1879)
Alfonso I el Batallador, en una representación histórica del siglo XIX. Este rey reconquistó Araciel en la campaña de Tudela (1119).

Hay poca información sobre Araciel durante la Alta Edad Media, pero se cree que siguió habitado por un pequeño grupo de personas. Fue reconquistado por Alfonso I el Batallador, rey de Pamplona y Aragón, al mismo tiempo que Tudela (1119). Como señal de su pasado islámico, mantuvo a gran parte de su antigua población musulmana, que vivía en un barrio separado. El mismo Alfonso I extendió poco después (1128) a este lugar el fuero de Cornago, una ley especial que ya había recibido Cabanillas (1127) y que recibiría Encisa (1129).

En los primeros años de dominio cristiano, Araciel pasó por un corto tiempo a manos de Castilla. Sin embargo, el rey Alfonso VII lo entregó al noble navarro-aragonés Fortún Garcés Cajal (1135), y pronto el lugar volvió a ser parte de la Corona de Pamplona. Este fue el primer episodio de su larga historia como un punto fronterizo entre los reinos de Navarra y Castilla. De hecho, por su posición, Araciel tuvo un castillo cuyos encargados se mencionan desde el siglo XII.

A pesar de su ubicación estratégica, durante los siglos siglo XIII y siglo XIV, su población fue mudándose poco a poco a ciudades cercanas como Tudela y, sobre todo, Corella. Esto ocurrió principalmente por los ataques constantes que sufría en los enfrentamientos casi continuos en la frontera. En 1350, después de la epidemia de Peste de 1348, vivían allí 14 familias, además de los soldados del castillo.

Finalmente, Araciel quedó deshabitado a principios del siglo XV. Fue incorporado al municipio de Corella en 1416 por decisión de Carlos III de Navarra. A pesar de esto, su castillo siguió en uso. Fue allí donde Alfonso V de Aragón y su hermano, el infante don Juan (quien sería el futuro Juan II de Aragón), se reconciliaron en el llamado Tratado de Araciel (3 de septiembre de 1425). En este tratado, se comprometieron a respetar al rey de Castilla y a rescatar a su hermano, el infante Enrique, que estaba prisionero en ese reino.

Algunos años después (1429), el castillo fue ocupado por las tropas de Castilla en la guerra contra Navarra. No fue devuelto a Navarra hasta la firma de la paz de Toledo (22 de septiembre de 1436) entre Juan II de Castilla y Juan II de Navarra. Después de su devolución, el castillo fue derribado y abandonado.

La última noticia que se tiene es de 1448. En ese año, las tierras del antiguo Araciel, aunque unidas a las de Corella, pertenecían a la Corona de Navarra y fueron vendidas por el Príncipe de Viana al noble Juan de Beaumont.

El Fin de Araciel (siglos XVI - XX)

Después de que la población se fuera y el castillo fuera destruido, solo quedó en pie la antigua iglesia parroquial dedicada a Santa Lucía. Esta iglesia siguió funcionando como la ermita de Santa Lucía de Araciel.

A mediados del siglo XVI, el templo estaba en muy mal estado, pero debió ser reparado, ya que en 1802 se sabe que la ermita todavía existía. De hecho, a principios del siglo XX seguía en pie, y aún se podían ver restos del castillo, así como una acequia (un canal de agua) que probablemente era de origen medieval y de tradición islámica.

Como en muchos otros lugares, la ermita desapareció a lo largo del siglo XX. En 1980, se construyó en su lugar un pequeño monumento de ladrillo que recuerda dónde estaba.

Restos y Huellas de Araciel

Hoy en día, el lugar donde estuvo Araciel muestra señales de excavaciones no autorizadas. Algunas personas han buscado sin éxito metales u objetos de valor que no existen allí. Es importante saber que los restos de este lugar son muy simples, pero pueden dar información importante sobre cómo vivían las personas. Sin embargo, si se sacan de su lugar, pierden su valor para entender la historia.

El Castillo de Araciel

Aunque el lugar y algunas pistas sugieren que hubo muros y zanjas desde la Protohistoria, los restos de defensa que se ven hoy son del castillo y los muros de la época medieval. Donde la tierra se ha erosionado y ha dejado ver los cimientos, se aprecian piedras grandes y bien trabajadas que podrían ser de origen romano o haber sido usadas de nuevo en la Edad Media.

El castillo fue importante en los siglos siglo XIII y siglo XV como un puesto de vigilancia en la frontera. El primer encargado del castillo fue Jimeno de Olleta, quien juró lealtad a la reina Juana I de Navarra por él. Se hicieron muchas obras y reparaciones en el castillo, especialmente entre 1360 y 1365, cuando grupos de soldados conocidos como las Grandes Compañías pasaron por allí, haciendo que la Primera Guerra Civil Castellana fuera parte de la Guerra de los Cien Años. El castillo fue derribado en la época de Juan II y Blanca I de Navarra.

Apenas quedan restos del castillo, ya que la mayoría han desaparecido por la erosión de un arroyo cercano. Parece que tenía una torre en la parte más alta y varias líneas de muros paralelos con pequeñas torres a los lados.

La Iglesia de Santa Lucía

La iglesia principal del pueblo estaba dedicada a Santa Lucía y pertenecía a la diócesis de Tarazona. Después de que el pueblo se despoblara, siguió usándose como ermita hasta principios del siglo XX. Los vecinos de Corella iban allí en peregrinación cada año. Esta ermita era también el primer lugar que visitaban los Obispos de Tarazona cuando recorrían su diócesis y llegaban a Corella.

No sabemos cómo era de grande ni cómo estaba distribuida, pero debió ser una construcción sencilla y pequeña, típica de los pueblos rurales. Hoy en día, un pequeño monumento de ladrillo construido en 1980 recuerda su ubicación con una placa que menciona el templo y la imagen de la Virgen de Araceli.

La Virgen de Araceli

En 1674, bajo el suelo de la antigua iglesia de Santa Lucía de Araciel, que entonces era una ermita, se encontró una figura de la Virgen María. Desde entonces, se la conoce como Nuestra Señora de Araceli. Fue llevada a Corella para ser venerada, y allí se construyó una ermita temporal (1675), que poco después fue reemplazada por un nuevo templo de estilo barroco, inaugurado en 1693 y que aún se conserva.

Más tarde, en 1722, el Ayuntamiento de Corella decidió encargar el cuidado del edificio a monjas de la Orden fundada por Santa Teresa de Ávila (Carmelitas Descalzas). Ellas construyeron sus dependencias junto a esa iglesia y fundaron así el convento que se inauguró en 1724.

La imagen de Nuestra Señora de Araceli (o Araciel) que se venera en dicho convento solo conserva el rostro de la figura gótica original. Cuando fue descubierta en la época barroca, fue transformada en una imagen para vestir.

Véase también

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Araciel para Niños. Enciclopedia Kiddle.