Cerámica de Manises para niños
La cerámica de Manises, un arte tradicional de la Comunidad Valenciana en España, es muy famosa por su gran variedad. Desde el siglo XIV, Manises ha sido un centro importante de alfarería, produciendo desde objetos de uso diario hasta piezas de lujo. Con el tiempo, ha desarrollado diferentes tipos de pastas cerámicas, como la loza fina, la mayólica, la porcelana y el gres, usando también distintos tipos de barnices.
Contenido
Historia de la cerámica de Manises
La historia de la cerámica en Manises es muy antigua y se remonta a la época medieval.
Orígenes y desarrollo temprano
Después de que el rey Jaime I de Aragón conquistara gran parte del reino musulmán de Valencia entre 1237 y 1238, las tierras de Paterna y Manises fueron entregadas a Artal de Luna. Más tarde, en 1304, Manises fue vendida a Pere Boil, quien se convirtió en el cuarto señor de Manises. Esta venta marcó el inicio de una próspera industria artesanal en la zona.
Los expertos creen que los alfareros de Manises empezaron a producir la famosa loza dorada a principios del siglo XIV. Esta cerámica, de estilo gótico-mudéjar, se decoraba con colores azules y/o un brillo metálico dorado. Se han encontrado muchos ejemplos de estas piezas en excavaciones arqueológicas en Manises. También fue muy importante la producción de azulejos por parte de los artesanos moriscos de la época. El Museo de Cerámica de Manises tiene una gran colección de estos azulejos antiguos.
La fama de la loza dorada de Manises
La loza de Manises, con sus brillos dorados y azules, fue muy popular en toda Europa hasta finales del siglo XVI. Durante la Baja Edad Media, se la conocía como "obra de Màlica" en algunas partes de la Corona de Aragón. Esto se debía a que se parecía a las lozas doradas de Málaga. En Cataluña y Mallorca, se la llamaba "obra de València".
Más tarde, en el siglo XV, las cerámicas italianas con reflejos metálicos imitaban las piezas valencianas. A estas imitaciones se les dio el nombre de mayólica. Este nombre viene de Mallorca, que era un punto clave para la reexportación de las cerámicas de Valencia y el origen de muchos comerciantes.
Cambios en el siglo XVIII y la era moderna
En el siglo XVIII, la Real Fábrica de Loza y Porcelana de Alcora, que estaba cerca, influyó mucho en Manises. Además, algunos alfareros de Manises se fueron a otros lugares por problemas de trabajo. Esto hizo que se dejaran de usar los tradicionales reflejos metálicos hispano-moriscos. En su lugar, se empezaron a usar colores vivos y un azul intenso en la decoración de las piezas.
Después de la Guerra civil española, en 1941, la industria cerámica era el motor de Manises. Había ochenta fábricas y unos cinco mil trabajadores, de los cuales el treinta por ciento eran mujeres. Las nuevas tecnologías y las necesidades del momento hicieron que la producción se ampliara. Se empezaron a fabricar componentes para baños y para material eléctrico. A finales del siglo XX, todavía existían alfareros en Manises que hacían piezas de cerámica tradicional más sencilla.
El Museo de Cerámica de Manises, que está en una antigua casa de la familia Ferraro, es un heredero de la Escuela de Cerámica de Manises. Esta escuela fue creada por Vicente Vilar David y Vicente Mora Arenes.
Exportación de la cerámica de Manises

Desde sus inicios, el comercio de la loza de Manises fue muy importante. Surgieron empresas exportadoras, primero italianas, chipriotas y turcas, y luego catalanas y mallorquinas. Estas empresas salían del Grao de Valencia y transportaban loza, cacharros y azulejos embalados en grandes tinajas llamadas «cossis», protegidas con cuerda y paja.
Los principales compradores estaban en Francia, varios principados de Italia, Sicilia, Venecia, Turquía y Chipre. El Reino de Nápoles fue un cliente muy importante, donde la corte de Alfonso el Magnánimo mostraba las lozas de Paterna y Manises. Incluso los papas Calixto III y Alejandro VI tuvieron piezas de Manises en el Vaticano.
En el interior de Europa, además de Francia, se han encontrado ejemplos de esta cerámica en museos, palacios y excavaciones arqueológicas en Flandes y los países del Báltico. La historia del arte también muestra su presencia. Por ejemplo, un jarrón de Manises aparece en la tabla central del Tríptico Portinari de Hugo van der Goes, que se encuentra en la Galería Uffizi de Florencia. También se pueden ver en algunas obras de los hermanos Humberto y Jan van Eyck.
Tipos de cerámica de Manises
Manises ha producido una gran variedad de piezas a lo largo de su historia.
Vajilla y otros objetos
Además de la histórica vajilla hispano-morisca con reflejos metálicos, Manises también ha fabricado cerámica con barniz plumbífero. Esta cerámica tiene un vidriado amarillo con manchas verdes y fue muy popular en toda España.
También era común en los talleres de Manises la producción de cacharros rojizos con un vidriado más sencillo, conocidos como obra «aspra». Esto la diferenciaba de la loza con muchos colores.
La gran variedad de la cerámica de Manises ha sido estudiada en varios libros. Un ejemplo es el Vocabulario de la cerámica de Manises, publicado en 1933 por Francesc Almela i Vives.
Galería de imágenes
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Jarrón 'de orejas' en reflejo dorado del siglo XIV. Museo de Honolulú.
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Plato de 36 cm de diámetro (hacia 1430–50) LACMA (California).
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Aguamanil de Manises (1520-1550). Museo Victoria y Alberto (Londres).
Véase también
- Museo de Cerámica de Manises
- Museo Nacional de Cerámica y de las Artes Suntuarias González Martí
- José Gimeno Martínez
- Cerámica de Paterna
- Loza de Muel