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Aracne para niños

Enciclopedia para niños
Archivo:Paolo Veronese - Dialettica - Decorazione del soffitto - Sala del Collegio - Palazzo Ducale Venezia
Paolo Veronese: Aracne o la dialéctica
(Aracne o la Dialettica, 1520).

En la mitología grecorromana, Aracne (del latín: Arachne, y del griego: ἀράχνη, que significa ‘araña’) era una joven muy talentosa en el arte de la tejeduría. Nació en Lidia y era hija de Idmón, un tintorero. Aracne se sentía tan orgullosa de sus habilidades que llegó a decir que era mejor tejedora que la diosa Atenea. En la mitología romana, Atenea es conocida como Minerva, la diosa de la artesanía y la sabiduría.

Minerva, al escuchar el alarde de Aracne, se sintió ofendida y decidió competir con ella. Según cuenta Ovidio en su obra Las metamorfosis, Minerva no pudo superar la habilidad de Aracne. Minerva tejió un tapiz que mostraba las grandes hazañas de los dioses. En contraste, el tapiz de Aracne representaba historias de los dioses, lo que molestó mucho a Minerva. Aunque la obra de Aracne era hermosa, su contenido enfureció a la diosa. Minerva destruyó el tapiz de Aracne y la transformó en una araña. Así, se dice que surgió la primera araña. Esta historia sugiere que el arte de tejer pudo haberse inspirado en el trabajo de las arañas y se desarrolló en Asia Menor.

Origen del mito de Aracne

La historia de Aracne es una parte que se añadió más tarde a la mitología griega. No aparece en las pinturas de vasijas áticas más antiguas. La versión más conocida de este mito se encuentra en Las metamorfosis de Ovidio. También la menciona Virgilio en sus Geórgicas. Como estas obras son romanas, se refieren a la diosa como Minerva.

Según Plinio, Aracne fue quien inventó el uso del hilo y las redes. Plinio también dice que Aracne tuvo un hijo llamado Closter, quien inventó el huso para hilar. El Segundo Mitógrafo Vaticano menciona que Aracne también era conocida como Lidia y que fue sacerdotisa de Minerva.

La historia de Aracne en Ovidio

Se decía que Aracne, de la región de Meonia, era tan buena tejedora de lana como la propia Palas Atenea. Aracne no era famosa por su familia o su lugar de origen, sino por su increíble habilidad. Su padre, Idmón de Colofón, era un tintorero que teñía la lana con un color púrpura muy especial. Su madre había fallecido. Aracne se ganó una gran fama en las ciudades de Lidia por su talento, a pesar de vivir en la humilde Hipepas.

Las ninfas del Monte Tmolo y del Pactolo a menudo dejaban sus hogares para ir a ver sus maravillosas creaciones. Sus trabajos eran tan asombrosos que la gente pensaba que la propia Palas Atenea le había enseñado. Aracne, molesta, negó cualquier relación con Atenea y añadió: «Que se enfrente conmigo; no me negaré a nada si me vence».

El desafío de Atenea

En ese momento, Palas Atenea decidió actuar. Se transformó en una anciana con cabello gris, débil y apoyada en un bastón. Así, le habló a Aracne: «No todo lo que la vejez trae es malo; de los años viene la experiencia. No ignores mi consejo: busca la mayor gloria en el arte de la lana, pero solo entre los seres humanos. Ríndete ante una diosa y pídele perdón por tus palabras atrevidas; si se lo pides, te perdonará».

Aracne miró a la anciana con desprecio y le dijo que tantos años la habían hecho desvariar. Le sugirió que hablara con sus hijas o nueras, no con ella. Para terminar su discurso lleno de orgullo, Aracne reafirmó: «¿Por qué no viene Palas en persona? ¿Por qué evita esta competencia conmigo?».

Entonces, Atenea recuperó su verdadera forma. Las ninfas y las mujeres de Migdonia se asustaron al ver a la diosa, pero Aracne se mantuvo firme. Aunque se puso pálida por un momento, rápidamente recuperó la compostura, decidida a ganar. Inmediatamente, se colocaron una frente a otra y cada una preparó su telar con hilos finos. Las dos competidoras trabajaron con gran esfuerzo, usando hilos de tejido púrpura y también hebras de oro flexible. Sobre la tela, cada una comenzó a tejer un tema antiguo con gran detalle.

Los tapices de la competencia

Las obras de Palas Atenea comenzaron a aparecer. Bordó el Areópago y la disputa entre Neptuno y Minerva por darle nombre a Atenas. Bordó a Júpiter como un rey, a Neptuno con su tridente, y a ella misma haciendo brotar el olivo, con el cual se ganó el favor de su ciudad. Finalmente, bordó a la Victoria como toque final. Para que Aracne entendiera qué castigo le esperaba por su atrevimiento, Atenea añadió en las cuatro esquinas de su tapiz cuatro ejemplos de castigos divinos.

En una esquina estaban los tracios Ródope y Hemón, ahora montañas heladas, que antes fueron humanos y se atrevieron a usar los nombres de Júpiter y Juno, por lo que fueron castigados. Otra esquina mostraba la desgracia de la madre de los pigmeos; a ella, después de vencerla en una competencia, Juno la castigó transformándola en grulla. También bordó a Antígona, quien se atrevió a desafiar a Juno; su padre Laomedonte no pudo evitar que su hija se convirtiera en cigüeña. En la última esquina, Atenea representó a Cíniras, llorando y abrazando las escaleras de un templo, que antes eran los cuerpos de sus hijas. Finalmente, Palas adornó los bordes con pacíficos ramos de olivo. Así terminó su trabajo con su árbol sagrado.

Luego, Aracne mostró su obra de arte. Comenzó ilustrando las aventuras de Júpiter. Dibujó a Europa engañada por la apariencia de un toro, que parecía temer el agua. También representó a Asteria, sostenida por un águila, y a Leda, recostada bajo las alas de un cisne. Añadió cómo Júpiter, oculto como un sátiro, se acercó a la hermosa Antíope y cómo se hizo pasar por Anfitrión para conquistar a Alcmena. Cómo, siendo de oro, engañó a Dánae, siendo fuego a Egina, siendo pastor a Mnemósine o serpiente a Proserpina.

Aracne también representó las aventuras de Neptuno. Este se había transformado en un toro con Tiro, en forma de Enipeo con Ifimedea y como carnero engañó a Teófane. También se unió a Ceres con la forma de un caballo, en forma de ave se acercó a Medusa y en forma de delfín a Melanto. A todos ellos, les dio la apariencia y el ambiente adecuados.

Además, Aracne representó a Febo con aspecto de azor para acercarse a Marpesa, con aspecto de león con Cirene y cómo disfrazado de pastor engañó a Isa la Macareide. Finalmente, bordó a Líber engañando a Erígone bajo la forma de uva y a Saturno, bajo la forma de caballo, engañando a Fílira. La parte final de la tela, rodeada de un fino borde, la terminó entretejiendo con flores y zarcillos de hiedra.

El castigo de Aracne

Ni Palas Atenea ni la Envidia pudieron encontrar nada que criticar en el trabajo de Aracne. Palas, llena de celos, se molestó por el éxito de la joven y rasgó las telas bordadas que mostraban las historias de los dioses. Con la lanzadera de madera que tenía en la mano, Palas golpeó repetidas veces a Aracne en la frente. La joven no pudo soportarlo y, desesperada, intentó quitarse la vida.

Al verla, Palas, sintiendo compasión, la levantó y le dijo: «Vive, sí, pero colgada, por atrevida; y que este castigo sea para tu familia y todos tus descendientes: así no vivirás sin preocupaciones». Luego, al alejarse, la roció con jugos de hierbas de Hécate (como el acónito). Al instante, al ser tocados por esta poción, sus cabellos, nariz y orejas desaparecieron, su cabeza se hizo muy pequeña y todo su cuerpo se encogió. En lugar de piernas, le salieron finos dedos en los costados, y el resto de su cuerpo se convirtió en un vientre. Sin embargo, de él le salió un hilo y, transformada en araña, siguió tejiendo sus telas de siempre.

Influencia del mito de Aracne

El relato de Ovidio sobre Aracne en Las metamorfosis sirvió de inspiración para un episodio de la obra de Edmund Spenser Muiopotmos, or the Fate of the Butterflie (Muiopotmos o El destino de la mariposa). La adaptación de Spenser reinterpreta la historia de Ovidio para explicar el odio que el descendiente de Aracne, Aragnoll, siente hacia el héroe-mariposa Clarion.

La historia de Aracne también inspiró una de las pinturas más famosas de Velázquez: La fábula de Aracne, conocida popularmente como Las hilanderas. En este cuadro, el pintor representa dos momentos importantes del mito. En primer plano, se ve la competencia entre Aracne y la diosa (las tejedoras joven y vieja). Al fondo, hay una copia de la obra "El rapto de Europa" de Tiziano (o quizás una copia de esta hecha por Rubens). Frente a esta escena, se ve a Atenea en el momento de castigar a Aracne. La pintura transforma el mito en una reflexión sobre la creación y la imitación, el dios y el ser humano, el maestro y el alumno, y así, sobre la naturaleza del arte.

Curiosamente, en la obra de Velázquez no aparece ninguna araña. Sin embargo, se hace referencia a la transformación a través de un instrumento musical que se ve en el segundo plano de la obra, al fondo a la izquierda, cubriendo la figura de la diosa Atenea: un violonchelo. En la época del pintor, se creía que la picadura de ciertos insectos, como las arañas, podía curarse con música. Por eso, los músicos tocaban para las personas afectadas, mientras imitaban los movimientos de los animales, con la idea de que al bailar, la persona pudiera eliminar el veneno.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Arachne Facts for Kids

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Aracne para Niños. Enciclopedia Kiddle.