Voyager para niños
Las sondas espaciales Voyager son dos naves de Estados Unidos que fueron enviadas al espacio para explorar los planetas más lejanos de nuestro Sistema Solar. La Voyager 1 se lanzó el 5 de septiembre de 1977. Visitó Júpiter en 1979 y Saturno en 1980. La Voyager 2 fue lanzada antes, el 20 de agosto de 1977. También pasó por Júpiter y Saturno, y luego llegó a Urano en 1986 y Neptuno en 1989. La Voyager 2 es la única nave que ha visitado Urano y Neptuno.
Contenido
Historia de las Sondas Voyager
Las sondas Voyager se planearon al principio como parte de otro proyecto llamado programa Mariner. Por eso, se les llamó inicialmente Mariner 11 y Mariner 12. Después, se creó un programa separado llamado "Mariner Júpiter-Saturno". Más tarde, este programa se renombró a "Programa Voyager". Se decidió que el diseño de estas naves era tan avanzado que merecían un nombre propio.
El Gran Tour Planetario y las Voyager
El Programa Voyager se parecía mucho a un plan anterior llamado "Gran Tour Planetario". Este plan surgió a finales de los años 60 y principios de los 70. La idea era aprovechar una alineación especial de los planetas exteriores. Esta alineación, que ocurre solo cada 175 años, iba a suceder a finales de los años 70. Gracias a ella, se podría usar la asistencia gravitacional (una especie de "empujón" de la gravedad de los planetas) para explorar Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón.
El plan original del Gran Tour era enviar varias naves para volar cerca de todos estos planetas. Sin embargo, no hubo suficiente dinero para ese gran proyecto. Pero el Programa Voyager tomó muchas de esas ideas y logró visitar la mayoría de esos planetas, aunque no llegó a Plutón.
Rutas de Lanzamiento de las Sondas
La Voyager 2 fue la primera en ser lanzada. Su ruta se diseñó para que pudiera pasar por Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. La Voyager 1 se lanzó después, pero siguió una ruta más corta y rápida. Su objetivo principal era estudiar de cerca a Titán, una luna de Saturno que se sabía que era grande y tenía una atmósfera densa.
Este encuentro con Titán hizo que la Voyager 1 saliera del plano en el que orbitan los planetas, terminando así su misión de estudio planetario. Si la Voyager 1 no hubiera podido visitar Titán, la ruta de la Voyager 2 podría haberse cambiado para explorar Titán, lo que habría impedido que visitara Urano y Neptuno. La Voyager 1 no fue lanzada en una ruta que le permitiera seguir hacia Urano y Neptuno, pero sí podría haber continuado desde Saturno hasta Plutón si no hubiera explorado Titán.
Las Voyager en el Espacio Profundo
Durante los años 90, la Voyager 1 superó a otras sondas más lentas, como la Pioneer 10 y la Pioneer 11. Se convirtió en el objeto hecho por humanos más lejano de la Tierra, un récord que mantendrá por mucho tiempo. Aunque la sonda New Horizons se lanzó con más velocidad, la Voyager 1 ganó más velocidad extra al pasar cerca de Júpiter y Saturno. La Voyager 1 y la Pioneer 10 son los objetos hechos por el hombre más separados entre sí, porque viajan en direcciones opuestas desde el Sistema Solar.
En diciembre de 2004, la Voyager 1 cruzó una zona llamada "frente de choque de terminación". Aquí, el viento solar (partículas que salen del Sol) se vuelve más lento. Luego, entró en la "heliofunda", donde el viento solar se comprime y se vuelve turbulento por su interacción con el espacio entre las estrellas. El 10 de diciembre de 2007, la Voyager 2 también llegó a este frente de choque, pero lo hizo más cerca del Sol que la Voyager 1. Esto nos dice que el Sistema Solar no es perfectamente simétrico.
En 2010, la Voyager 1 informó que el viento solar ya no se movía hacia afuera. Los científicos pensaron que estaba a punto de entrar en el Espacio interestelar. En 2011, los datos de las Voyager mostraron que la heliofunda no es lisa, sino que está llena de grandes "burbujas" magnéticas. Se cree que estas burbujas se forman cuando el Campo magnético del Sol se deforma en el borde de nuestro sistema.
En junio de 2012, la NASA anunció que la Voyager 1 estaba muy cerca de entrar en el espacio entre las estrellas. Esto se notó por un gran aumento de partículas de alta energía que venían de fuera del Sistema Solar. En septiembre de 2013, la NASA confirmó que la Voyager 1 había cruzado la "heliopausa" el 25 de agosto de 2012. Así, se convirtió en la primera nave espacial en llegar al espacio interestelar.
En diciembre de 2018, la NASA anunció que la Voyager 2 también había cruzado la heliopausa el 5 de noviembre de 2018. Fue la segunda nave en entrar en el espacio interestelar.
En 2017, la Voyager 1 y la Voyager 2 seguían enviando información sobre las zonas más lejanas del Sistema Solar. Se espera que los instrumentos científicos de las Voyager puedan funcionar hasta el año 2020. Después de eso, la energía será limitada y los instrumentos se irán apagando uno por uno. Alrededor de 2025, ya no habrá suficiente energía para que funcione ningún instrumento científico.
En julio de 2019, se puso en marcha un nuevo plan para gestionar mejor la energía de las dos sondas, que cada vez tienen menos.
Equipamiento de las Sondas Voyager
Ambas sondas llevan un disco de oro especial. Este disco contiene una hora y media de música de diferentes partes del mundo y culturas. También tiene saludos en 55 idiomas humanos, un saludo del entonces secretario general de las Naciones Unidas, y un audio llamado "Sonidos de la Tierra", que es una mezcla de sonidos típicos de nuestro planeta.
Además, el disco tiene 115 imágenes (más una de calibración) que explican, de forma científica, dónde está el Sistema Solar, las unidades de medida que usamos, características de la Tierra y detalles sobre el cuerpo humano y la sociedad. Este disco fue idea de un grupo de científicos liderado por el astrónomo Carl Sagan. Él decía que el objetivo principal del mensaje no era que fuera descifrado, sino que su simple existencia mostraba que los humanos existimos y que intentamos contactar con otras formas de vida inteligente en el universo.
Misión de las Sondas Voyager
Las naves espaciales Voyager 1 y Voyager 2 fueron lanzadas desde la Tierra en 1977. Su misión principal era explorar Júpiter y Saturno, y luego seguir hacia los planetas más allá de nuestro Sistema Solar. Las naves usan generadores eléctricos nucleares para que sus instrumentos científicos sigan funcionando. A finales de 2003, la Voyager 1 envió datos que sugerían que podría haber cruzado una barrera importante, aunque estos datos fueron discutidos.
El 15 de agosto de 2006, la sonda Voyager 1 alcanzó una distancia de 100 Unidades Astronómicas (UA). Esto significa que estaba a más de 15 mil millones de km del Sol. Hoy en día, debido a recortes de presupuesto, el proyecto es controlado por un pequeño grupo de solo diez personas del Jet Propulsion Laboratory. Podría ser que en el futuro cercano, junto con otras misiones, se deje de controlar a ambas sondas, y sigan su camino sin que nadie en la Tierra las escuche.
La misión, que se planeó para durar cinco años, celebró su cuadragésimo aniversario en 2017. Los científicos de la NASA siguen recibiendo datos de las sondas Voyager a través de la Red del Espacio Profundo (DSN). Las señales que se envían desde el Complejo de Comunicaciones de Espacio Profundo de Madrid tardan 14 horas y 20 minutos en llegar a la Voyager 1 a la velocidad de la luz, y lo mismo en volver. En total, son 28 horas y 40 minutos para un mensaje de ida y vuelta. Y la sonda sigue alejándose. La potencia de la señal que envía la Voyager 1 es muy baja, menos de 20 vatios. Cuando llega a la Tierra, la señal es increíblemente débil.
El 13 de septiembre de 2013, la NASA anunció que la Voyager 1 se había convertido en el primer objeto creado por el ser humano en alcanzar el Espacio interestelar. Es importante saber que esto no significa que haya abandonado el Sistema Solar por completo, ya que nuestro sistema se extiende mucho más allá, hasta la Nube de Oort, que comienza a unos 2000 UA del Sol.
La Voyager 1 tomó una ruta para salir del Sistema Solar y ya se ha alejado de la Tierra a una distancia seis veces mayor que la órbita de Neptuno, el planeta más lejano. Esto es más de 20 mil millones de kilómetros del Sol. Ahora está "en el abismo del espacio interestelar", como dijo el científico Richard A. Kerr a la revista Science. Parece que cruzó la frontera el 12 de agosto de 2012. La noticia actual es que, después de muchos debates sobre si la Voyager 1 realmente había salido de la "heliosfera" (la burbuja de partículas cargadas y calientes que rodea al Sistema Solar) hace unos años, los nuevos datos y análisis de registros anteriores confirman que sí, que fue entonces cuando esta nave de la NASA entró en el ambiente frío y oscuro del Espacio interestelar, aunque todavía se encuentra dentro del área de la Nube de Oort.
Los instrumentos de la Voyager 1 envían datos cada día a 160 bits por segundo. Estos datos son captados por las grandes antenas de la Red del Espacio Profundo (DSN) de la NASA, que están ubicadas estratégicamente en todo el mundo, incluyendo las de Robledo de Chavela en la Comunidad de Madrid. El costo total de la misión Voyager, incluyendo las dos naves, los lanzamientos y todas las operaciones de control desde 1977 hasta ahora, asciende a 988 millones de dólares.
Disco de Oro de las Voyager
Ambas naves espaciales llevan un disco fonográfico dorado de 30 cm. Este disco contiene imágenes y sonidos de la Tierra. También tiene instrucciones simbólicas en su cubierta para poder reproducir el disco y datos que muestran la ubicación de la Tierra. El disco fue diseñado para ser una especie de cápsula del tiempo y un mensaje para cualquier civilización, ya sea extraterrestre o humana del futuro lejano, que pueda encontrar alguna de las sondas Voyager. El contenido de este disco fue elegido por un comité que incluía a Timothy Ferris y estaba presidido por Carl Sagan.
"Un Punto Azul Pálido"
Los descubrimientos del programa Voyager durante la primera parte de su misión, incluyendo nuevas fotos a color de los planetas, fueron mostrados regularmente en periódicos, revistas y televisión. Una de las imágenes más famosas es la de la Tierra como "Un punto azul pálido". Esta foto fue tomada en 1990 por la Voyager 1 y se hizo muy conocida gracias a Carl Sagan.
Considera de nuevo ese punto. Eso es aquí. Ese es tu hogar. Esos somos nosotros... La Tierra es un escenario muy pequeño en un vasto escenario cósmico... En mi opinión, quizás no haya mejor demostración de la locura de los conceptos humanos que esta imagen distante de nuestro diminuto mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos con más amabilidad y compasión y de preservar y apreciar ese punto azul pálido, el único hogar que hemos conocido.
Véase también
En inglés: Voyager program Facts for Kids
- Voyager 1
- Voyager 2
- Programa Pioneer
- Pioneer 10
- Pioneer 11
- Placa de la Pioneer
- Disco de oro de las Voyager
- Mensaje de Arecibo
- SETI
- Sonda espacial
- Exploración espacial
- Anexo:Objetos creados por el hombre que más se han alejado de la Tierra
- Anexo:Misiones espaciales