Pedro Maraver de Silva para niños
Pedro Maraver de Silva, también conocido como Pedro Malaver de Silva, nació en Jerez de los Caballeros, en la provincia de Badajoz, España. Sus padres fueron Gómez Maraver de Silva y María Portocarrero. Desde muy joven, Pedro viajó al Nuevo Reino de Granada (hoy Colombia) y luego a la conquista del Perú, Ecuador y Venezuela.
Parece que Pedro tuvo mucho éxito en sus expediciones, donde obtuvo el título de Barón de los Caballeros. Este título se extinguió cuando él falleció. Después de un tiempo, regresó a España para pedir permiso al rey para nuevas conquistas. Luego volvió al Nuevo Mundo y se estableció en Chachapoyas, una de las ciudades más antiguas del Perú, fundada en 1536 por Alonso de Alvarado.
En Chachapoyas, Pedro Malaver de Silva se casó con una mujer que le aportó una buena cantidad de bienes. Aunque ya tenía muchas propiedades y negocios exitosos, Pedro soñaba con encontrar la legendaria ciudad de El Dorado, llena de riquezas. Por eso, decidió financiar una nueva expedición. Junto al capitán Martín de Poveda y su sobrino Garci González de Silva, emprendió un largo y peligroso viaje por los Llanos de Venezuela y la Cordillera de los Andes, llegando hasta Santa Fe de Bogotá.
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Permisos para Explorar
Después de tantos problemas en esa expedición, Malaver de Silva no se rindió. Su idea principal seguía siendo encontrar las riquezas de El Dorado. Con la intención de conseguir un permiso oficial de la Corona española, en 1568 viajó de nuevo a España. Quería obtener los documentos necesarios que le permitieran conquistar vastos territorios habitados por pueblos como los omeguas y omaguas, en una extensión de trescientas leguas que él había imaginado.
En la Corte, logró que le dieran el título de Adelantado, gobernador y capitán general de esos enormes territorios que había solicitado. Los llamó la Gobernación de la “Nueva Extremadura”. Esta concesión era un poco irreal, ya que Malaver pretendía conquistar casi la mitad norte de América del Sur, desde las orillas del Orinoco hasta las del Amazonas.
Tanto el Archivo Histórico Nacional como el Archivo General de Indias guardan muchos documentos que muestran los permisos que se le concedieron, como pases para barcos y repartos de tierras. Por ejemplo, existe un documento del 10 de diciembre de 1568 que dice: "Se leyó en el Ayuntamiento una Real Cédula, referente a la conquista hecha por don Pedro Malavé de Silva, de una parte de las Indias, que llamó Nueva Extremadura, al efecto de obtener gente para dicha provincia".
Con estas grandes ilusiones de encontrar oro, y anunciándolo con tambores y banderas, Pedro recorrió pueblos de Extremadura y La Mancha. Logró reunir a unos 600 hombres, muchos de ellos con sus familias. Estos expedicionarios estaban dispuestos a enfrentar grandes peligros en la selva para hacerse ricos con las riquezas del fabuloso El Dorado. Otros, como los hermanos Diego y Alonso Bravo de Montemayor, de Alcántara (Cáceres), le prestaron a don Pedro 1000 ducados de su propio dinero, con la idea de aumentar sus fortunas en esa expedición.
Viaje hacia El Dorado
Una vez que terminó de reunir a la gente y de preparar todo, con dos barcos llenos de provisiones y las familias listas, el 19 de marzo de 1569, zarparon de Sanlúcar de Barrameda. Después de una parada obligatoria en las islas Canarias, donde compró otro barco porque la gente iba muy apretada, continuaron su viaje hacia las Indias.
Antes de llegar a Tenerife, tuvieron un problema con un barco pirata que intentó atacarlos para robarles. Pero los piratas se encontraron con un grupo de veteranos que los derrotaron. En este incidente, el joven sobrino de don Pedro, Garci González de Silva, dirigió el ataque al barco pirata con mucha valentía, como si fuera un capitán experimentado.
Después de una travesía difícil, a finales de mayo llegaron a la isla Margarita. En esta isla caribeña, los expedicionarios fueron bien recibidos por los españoles que vivían allí. Don Pedro les pidió consejo sobre el mejor camino para llegar a su lejana gobernación. Los isleños les dieron lo necesario, les informaron sobre los peligros y les recomendaron dejar a los niños y mujeres en la isla. Pero Malaver, desconfiando de sus anfitriones, no siguió sus consejos y tomó el camino menos adecuado, fracasando en su intento de llegar a su gobernación.
Problemas y Abandonos
El carácter de don Pedro era muy difícil de soportar. Su forma de ser caprichosa estaba por encima de su sueño de El Dorado, de los intereses de los hermanos Bravo y del deseo de riqueza de los demás. Después de fuertes discusiones con sus hombres, incluso antes de salir de Margarita, los hermanos Hidalgo y más de 150 de sus hombres lo abandonaron. Al día siguiente, don Pedro y los 450 soldados, con sus familias, se embarcaron hacia el puerto de Borburata al occidente de Venezuela (en dirección contraria a donde debían ir).
Días después, los hermanos Bravo y los 150 hombres que se quedaron con ellos, se dirigieron hacia Cartagena de Indias. Pasaron por el puerto de Borburata, donde estaban los barcos de don Pedro al cuidado de 30 soldados. Él había avanzado tierra adentro, camino de Nueva Valencia del Rey, por donde pensaba equivocadamente que podía entrar a su gobernación. Como don Pedro les debía 1000 ducados, los hermanos Bravo cargaron en su barco alimentos y objetos por esa cantidad. Además, los 30 soldados que cuidaban las naves también se fueron con ellos.
Don Pedro llegó a Valencia del Rey en muy malas condiciones y sufrió una enfermedad grave que lo mantuvo en cama por mucho tiempo. Además, llegó la temporada de lluvias, lo que le impedía salir hacia sus territorios. Pero don Pedro tuvo la suerte de encontrarse en Valencia con dos personas de su misma región que le ofrecieron ayuda y alojamiento para él y todos los que lo acompañaban. A pesar de esto, la gente siguió abandonando a don Pedro. Entre ellos, su sobrino Garci González de Silva, quien con 40 veteranos más lo dejó solo. Al final, a don Pedro solo le quedaron 130 hombres de los 450 que habían salido de Margarita.
Más Abandonos
Una vez recuperado de su enfermedad, Pedro partió hacia Nueva Segovia de Barquisimeto. Como no tenían alimentos, envió al capitán Céspedes con algunos soldados a buscar lo necesario, pero estos también desaparecieron. Para buscar a Céspedes y a sus hombres, envió al capitán Luis de Leiva, quien también huyó de los malos humores de don Pedro. Al verse abandonado por sus hombres, en esa ocasión tuvo que renunciar a su sueño de El Dorado y de su Nueva Extremadura.
Pero Pedro no se dio por vencido y desde Barquisimeto partió hacia el Perú. En el camino, cruzó la Cordillera de los Andes, pasó por Santa Fe de Bogotá y allí encontró a los hermanos Bravo. Don Pedro los demandó ante la Real Audiencia, pero ellos demostraron que lo que habían tomado de las mercancías de los barcos era solo el valor de lo que le habían prestado. Por lo tanto, fueron absueltos y libres de la denuncia de don Pedro.
Su Final en la Búsqueda
Desde Santa Fe de Bogotá, Pedro fue hasta Chachapoyas en el Perú, vendió sus tierras y regresó a España para solicitar un nuevo permiso de conquista. En 1573, consiguió el permiso nuevamente, reclutó a unos 160 hombres, y en 1574 llegó a las costas de Brasil, entre el Orinoco y el Amazonas. (Esto era lo que debería haber hecho la primera vez para llegar a los territorios de su gobernación).
Con el barco que traía, se empeñó en navegar por el delta del río Orinoco. Pero como los hombres que llevaba no eran expertos en las expediciones por esas tierras, se perdieron por esos complicados canales. Una vez que se les acabaron las provisiones, el hambre hizo que algunos huyeran y los que quedaron murieron. Don Pedro y dos hijas que lo acompañaban también fallecieron a manos de los indígenas. Su carácter difícil y su gran deseo de encontrar El Dorado terminaron con su vida.