Maldición para niños
Una maldición es una expresión de un deseo negativo que se dirige a una o varias personas. Se cree que, por el poder de quien la pronuncia, este deseo puede hacerse realidad. Es como una oración, pero con la intención de que algo malo le suceda a alguien.
En muchas culturas, se piensa que la maldición o el ritual que la acompaña tiene un efecto real. Para deshacer una maldición, a veces se realizan ceremonias especiales o se hacen oraciones.
Contenido
¿Qué son las maldiciones y cómo funcionan?
Las maldiciones son deseos negativos que se expresan con la intención de causar daño o mala suerte a alguien. A menudo, se cree que tienen un poder especial para influir en los eventos.
Origen e historia de las maldiciones
Las maldiciones han sido parte importante de las creencias populares, los mitos y las leyendas de muchos pueblos a lo largo de la historia.
Por ejemplo, en el folclore de España, se cuenta que la sirena era una joven a la que le encantaba bañarse. Un día, su madre la regañó y le dijo que, ya que le gustaba tanto el agua, ojalá nunca saliera de ella. Y así, según la leyenda, la joven se convirtió en sirena.
A veces, se cree que las maldiciones pueden afectar a familias enteras, pasando de una generación a otra. En la mitología griega, por ejemplo, se dice que las familias de Atreo y Edipo sufrieron por las maldiciones relacionadas con sus antepasados.
En algunas culturas, se pensaba que ciertos grupos de personas tenían una habilidad especial para lanzar maldiciones.
Objetos con supuestas maldiciones
El poder de una maldición a veces se asocia con objetos específicos. Por ejemplo, el poeta griego Nikos Kavvadías escribió sobre una pieza de hierro que, según la historia, traía desgracias a quien la encontraba. La persona no podía deshacerse de ella y, al final, la usaba para herir a alguien querido.
También se cree que las maldiciones pueden afectar a edificios, por eso se habla de casas encantadas o malditas.
Maldiciones en la Antigua Grecia y Roma

En la antigua Grecia y Roma, las maldiciones se hacían de una forma muy formal. Los griegos las llamaban katadesmoi y los romanos tabulae defixiones. Se escribían en tablillas de plomo u otros materiales.
Generalmente, se pedía ayuda a un espíritu, como una deidad o un espíritu de un difunto, para que la maldición se cumpliera. Estas tablillas se colocaban en lugares especiales, como tumbas, pozos o manantiales sagrados, para que tuvieran efecto.
En el texto de la maldición, la persona que la escribía deseaba que su enemigo sufriera algún daño específico. A menudo, se mencionaba la razón de la maldición, como un robo o una falta de respeto.
Los griegos y romanos practicaban mucho este tipo de maldiciones. Incluso había sacerdotes especiales en Grecia, llamados areteos, que se dedicaban a pronunciar maldiciones.
Maldiciones en el Antiguo Egipto

Existe una creencia popular de que las maldiciones están relacionadas con la entrada a las tumbas de las momias egipcias. Esta idea se hizo muy famosa, especialmente en las películas de terror. Se dice que la "Maldición del faraón" afectó a los arqueólogos que descubrieron la tumba del faraón Tutankamón. Se pensaba que los sacerdotes del antiguo Egipto habían puesto una maldición en la tumba para protegerla.
Aunque se cree que estas maldiciones fueron popularizadas por periodistas del siglo XIX, se sabe que los antiguos egipcios sí colocaban inscripciones de maldición en los lugares que protegían sus propiedades o templos.
Maldiciones en culturas orientales
En tradiciones de Oriente, como el Hinduismo, se dice que la energía de una maldición (o del mal de ojo) solo afecta al mundo material, no al espíritu de la persona. Por lo tanto, el efecto final de la maldición dependería de la "fuerza de voluntad" y el espíritu del individuo afectado.
Maldiciones celtas
Los celtas también tenían muchas formas de maldiciones. Algunas de las más conocidas en Irlanda son las "Maldiciones de piedra", "Maldiciones de huevo", "Maldiciones de Año Nuevo" y "Maldiciones de leche".
- En las Maldiciones de piedra, se volteaba una piedra tres veces mientras se decía el nombre de la persona a la que se quería maldecir.
- Las maldiciones de huevo se relacionaban con la fertilidad. Se creía que esconder huevos en la tierra de alguien podía quitarle la fertilidad a esa tierra y, por lo tanto, la felicidad al dueño. Había formas de "romper" estas maldiciones.
- Las maldiciones de Año Nuevo eran similares a las de huevo. Si se tomaba algo de alguien en Año Nuevo, se pensaba que esa persona tendría mala suerte durante todo el año. Para evitarlo, la gente no limpiaba sus casas ni tiraba agua fuera en ese período. Devolver el objeto supuestamente rompía la maldición.
- Las maldiciones de leche eran para que la leche de las vacas de una familia pasara a la de otra.
Ejemplos de maldiciones en la literatura y el deporte
Las maldiciones aparecen en muchas historias clásicas. Por ejemplo, en "La Bella Durmiente", la rueca está bajo un hechizo.
Una de las maldiciones más famosas de la antigüedad clásica es la de Edipo. Se le dijo a su padre que el hijo que tuviera lo mataría. A pesar de todos los esfuerzos por evitarlo, la maldición se cumplió.
En la ópera, "Rigoletto" de Giuseppe Verdi es un ejemplo famoso de una obra centrada en una maldición.
Maldiciones populares en el deporte
- En el béisbol de las Grandes Ligas, existió la "maldición de la cabra". Se decía que afectó al equipo de los Chicago Cubs durante muchos años. La historia cuenta que en 1945, un aficionado y su cabra fueron expulsados de un partido. El aficionado supuestamente dijo: "Nunca más ganarán una Serie Mundial". Los Cubs no ganaron el campeonato hasta 2016.
- En el fútbol, se dice que tocar la Copa antes de una final trae mala suerte.
- En la Premier League de Inglaterra, hay una "maldición de Navidad". Se cree que al menos uno de los tres últimos equipos en la tabla en Navidad descenderá a la Segunda División.
- Se cuenta que el entrenador húngaro Bela Guttmann maldijo al Benfica cuando fue despedido, diciendo que el equipo nunca volvería a ganar un título europeo.
- En el Festival de la Canción de Eurovisión, se considera que salir a escena en segundo lugar trae mala suerte.
Galería de imágenes
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Una mujer hace una ceremonia ritual maldiciendo, por Hokusai.
Véase también
En inglés: Curse Facts for Kids