Decretos de Nueva Planta para niños
Los Decretos de Nueva Planta fueron un grupo de leyes importantes que el rey Felipe V estableció entre los años 1707 y 1716. Felipe V fue el ganador de la guerra de sucesión española (1701-1715).
Con estos decretos, se eliminaron las leyes y formas de gobierno propias de varios territorios que formaban parte de la Corona de Aragón. Estos territorios eran el Reino de Valencia y el Reino de Aragón (en 1707), el Reino de Mallorca (en 1715) y el Principado de Cataluña (en 1716). Todos ellos habían apoyado al archiduque Carlos durante la guerra.
Los decretos cambiaron la forma en que se gobernaba la Monarquía Hispánica, que antes estaba formada por muchos reinos con sus propias leyes. También se aplicaron cambios en la organización de la Corona de Castilla. Formalmente, estos decretos eran documentos reales que establecían una "nueva organización" para los tribunales de justicia en los territorios de la Corona de Aragón y de Castilla.

Contenido
¿Cómo surgieron los Decretos de Nueva Planta?
La monarquía de los Austrias y los intentos de cambio
Antes de Felipe V, la monarquía en España era muy diferente a la de Francia. En España, los reyes de la dinastía de los Austrias gobernaban una "monarquía compuesta". Esto significaba que cada reino (como Castilla, Aragón, Valencia o Cataluña) mantenía sus propias leyes, costumbres y privilegios, aunque todos tenían el mismo rey.
El rey no tenía el mismo poder en todos sus territorios. En Castilla, el rey tenía más libertad para actuar, pero en los reinos de la Corona de Aragón, su poder estaba más limitado por las leyes locales. Por eso, Castilla solía soportar la mayor parte de los gastos de la monarquía.
A principios del siglo XVII, Castilla estaba agotada por tantas guerras. Esto llevó a una crisis económica. En ese momento, el conde-duque de Olivares, un consejero importante del rey Felipe IV, propuso una idea para unir más la monarquía. Su lema era "Muchos reinos, pero una ley", refiriéndose a la ley de Castilla.
Olivares quería que el rey tuviera el mismo poder en todos los reinos, como lo tenía en Castilla. En 1624, le escribió al rey: "Su Majestad debe convertirse en Rey de España, no solo de Portugal, Aragón, Valencia o Conde de Barcelona, sino que debe trabajar para que estos reinos se rijan por las leyes de Castilla".
Para lograr esto, Olivares propuso la Unión de Armas. Esta idea consistía en que todos los reinos contribuyeran con soldados y dinero para formar un gran ejército. Sin embargo, este proyecto no tuvo éxito. Las Cortes catalanas no lo aprobaron, y finalmente, las revueltas en Cataluña y Portugal en 1640 terminaron con el plan de Olivares.
El testamento de Carlos II y el inicio de la guerra
El último rey de la dinastía de los Austrias en España, Carlos II, dejó un testamento muy importante. En él, pedía a sus sucesores que mantuvieran las leyes y formas de gobierno de sus reinos, y que los cargos fueran ocupados por personas nacidas en esos mismos territorios. También pidió que el nuevo rey jurara respetar las leyes y costumbres de cada reino. Además, Carlos II quería que el futuro rey renunciara a ser también rey de Francia, para que España y Francia no se unieran.
Cuando Felipe de Anjou (el futuro Felipe V) llegó al trono en 1700, al principio cumplió la primera parte del testamento. Juró las leyes de Castilla, Aragón y Cataluña. En las Cortes catalanas, incluso hizo algunas concesiones importantes. Sin embargo, no cumplió la segunda parte, ya que el rey de Francia, Luis XIV, reconoció sus derechos al trono francés.
Desde el principio, Luis XIV tuvo mucha influencia en la corte de Madrid. Envió a Jean Orry para que ayudara a mejorar las finanzas de la monarquía española.

La rebelión en la Corona de Aragón y la decisión de la Nueva Planta
Durante la guerra de sucesión española, los territorios de la Corona de Aragón (Aragón, Valencia, Cataluña y Mallorca) apoyaron al archiduque Carlos. Esta situación hizo que los consejeros de Felipe V y de Luis XIV empezaran a discutir si debían cambiar la forma de gobierno de estos reinos.
Algunos, como el embajador francés Michel-Jean Amelot, pensaban que había que eliminar las leyes propias de los territorios "rebeldes" para que el rey tuviera más poder. Otros, como el Consejo de Aragón, se oponían, aunque reconocían que el rey tenía el poder de cambiar las leyes.
La victoria de Felipe V en la batalla de Almansa en abril de 1707, que llevó a la conquista de Valencia y Aragón, aceleró las decisiones. El duque de Berwick, al entrar en Valencia, advirtió que el reino había sido "rebelde" y que ahora solo tendría los privilegios que el rey quisiera conceder.
En Madrid, Melchor de Macanaz preparó un informe en mayo de 1707. En él, retomaba la idea de Olivares de que Felipe V debía aprovechar la situación para dejar de ser un "rey esclavo" de las leyes locales y convertirse en un verdadero "rey de España". Macanaz dijo: "Con las armas en la mano todo se consigue... Si al tiempo de someter a los pueblos rebeldes no se les desarma y se les da la ley, se necesitarán después nuevas fuerzas para conseguirlo".
Luis XIV también apoyó la idea de eliminar los privilegios para fortalecer el poder absoluto de Felipe V. Finalmente, el 29 de junio de 1707, Felipe V promulgó el primer Decreto de Nueva Planta, aboliendo las leyes de Aragón y Valencia.

Los Decretos de Nueva Planta en la Corona de Aragón
El Decreto de Nueva Planta de Aragón y Valencia
El 29 de junio de 1707, Felipe V publicó el Decreto de Nueva Planta para Aragón y Valencia. En él, declaró "abolidos y derogados todos los fueros, privilegios, prácticas y costumbres" de estos reinos. Su deseo era que se rigieran por las leyes de Castilla, sin ninguna diferencia. Poco después, el 15 de julio, Felipe V eliminó el Consejo de Aragón, buscando la "uniformidad" entre sus súbditos.
La abolición de estas leyes se justificó con tres razones principales:
- La rebelión de estos reinos, que rompieron su juramento de fidelidad al rey.
- El poder absoluto del rey sobre todos sus territorios, lo que le permitía cambiar las leyes.
- El derecho de conquista, que le permitía imponer sus leyes en los territorios vencidos.
Este decreto fue un golpe muy duro para el Reino de Valencia y también para el de Aragón, ya que cambió por completo su organización política y administrativa, basándola en el modelo centralista de Castilla.
En 1711, se dictó un segundo decreto solo para el Reino de Aragón. Este decreto restableció parte del derecho aragonés y reorganizó la Audiencia de Aragón, el principal tribunal de justicia.

Los Decretos de Nueva Planta de Cataluña y Mallorca
El 28 de noviembre de 1715, se publicó el Decreto de Nueva Planta para el Reino de Mallorca. Este decreto fue un poco más flexible.
El decreto que afectó al Principado de Cataluña se dictó el 9 de octubre de 1715 y se hizo oficial el 16 de enero de 1716. Este decreto:
- Abolió las Cortes (el parlamento catalán) y el Consejo de Ciento (el gobierno municipal de Barcelona).
- El virrey fue reemplazado por un capitán general, como en el resto de la Corona de Aragón. Cataluña se dividió en doce corregidurías, siguiendo el modelo de Castilla.
- Se prohibieron los somatenes, que eran milicias populares armadas.
- Se estableció el catastro, un impuesto que gravaba las propiedades y los beneficios del trabajo, el comercio y la industria.
- El castellano se convirtió en el idioma oficial de los tribunales, en lugar del catalán.
Sin embargo, el decreto mantuvo el derecho civil, penal y procesal de Cataluña, así como el Consulado del Mar (un tribunal de comercio). El Valle de Arán también mantuvo su propio sistema de gobierno.
Aunque el catalán dejó de ser la lengua oficial en la administración, siguió usándose en documentos notariales y en la literatura no oficial.
El fin de los estados de la Corona de Aragón
Como resultado de estos decretos, los antiguos reinos de la Corona de Aragón perdieron sus instituciones políticas y administrativas. Sin embargo, la mayoría, excepto Valencia, mantuvieron sus leyes privadas (como las de familia o herencia). Se impuso el absolutismo, lo que significaba que el rey tenía todo el poder.
Las Cortes de los distintos territorios fueron disueltas. A partir de entonces, algunos representantes de Aragón, Valencia, Cataluña y Mallorca pudieron asistir a las Cortes de Castilla, que se convirtieron en las Cortes de toda España (excepto Navarra).
También se cambiaron las formas de elegir a los gobiernos municipales, adaptándolos a las normas de Castilla. Los municipios importantes pasaron a ser gobernados por un corregidor.
Los Decretos de Nueva Planta en la Corona de Castilla
Los Decretos de Nueva Planta también afectaron a la Corona de Castilla. Se publicaron para reorganizar los tribunales de justicia y las provincias. Con estos cambios, los antiguos reinos tradicionales desaparecieron para siempre.
El Consejo de Castilla se convirtió en el órgano más importante del gobierno, asumiendo muchas funciones que antes tenían otros consejos. Esto significó el fin del sistema de gobierno de los Austrias, que se basaba en muchos consejos diferentes.
Un efecto importante de la Nueva Planta fue que se eliminó el "privilegio de extranjería". Antes, un castellano no podía ocupar un cargo en Aragón, ni un aragonés en Castilla. Con los decretos, ya no había distinción entre las personas de los diferentes territorios de España para ocupar cargos. Esto también ayudó a eliminar las aduanas internas, facilitando el comercio.
Aplicación de la Nueva Planta en América
Las tierras de América también fueron afectadas por estas reformas. Se crearon nuevos virreinatos y se modificó la organización de las gobernaciones.
En 1719, se reformó el Consejo de Indias, que pasó a tener solo funciones judiciales. Esto significó que las Leyes de Indias (leyes específicas para América) se aplicaron menos, y se usó más el derecho común de Castilla. Esto fue perjudicial para las comunidades indígenas.
Además, la Casa de la Contratación, que controlaba el comercio con América, se trasladó de Sevilla a Cádiz en 1707.
Consecuencias de los Decretos de Nueva Planta
La guerra de sucesión española y los Decretos de Nueva Planta trajeron grandes cambios a España. La nueva dinastía de los Borbones llegó al poder. España perdió territorios en Italia y los Países Bajos, además de Gibraltar y Menorca. También perdió el control total del comercio con América.
A nivel interno, Felipe V puso fin a la Corona de Aragón y abolió sus instituciones y leyes propias. En su lugar, estableció un Estado absolutista, centralista y uniforme, inspirado en el modelo de su abuelo Luis XIV de Francia y en algunas instituciones de Castilla.
Los grandes perdedores de la guerra fueron los que apoyaban al archiduque Carlos, quienes defendían no solo a la dinastía de los Austrias, sino también el mantenimiento de la forma de gobierno "federal" de la Monarquía Hispánica.
La llegada de los Borbones significó un cambio radical. Antes, los reinos mantenían sus propias leyes y gobiernos. Con Felipe V, esto se eliminó, excepto para el Reino de Navarra, el Señorío de Vizcaya, Álava y Guipúzcoa, que mantuvieron sus leyes y costumbres porque se mantuvieron fieles a Felipe V durante la guerra.
Los objetivos de Felipe V y sus consejeros eran:
- Unificar las formas de gobierno en todos los territorios, eliminando las instituciones propias de la Corona de Aragón y centralizando el poder en el rey.
- Eliminar los privilegios que impedían que personas de un reino ocuparan cargos en otro. Esto también eliminó las fronteras y aduanas internas, facilitando el comercio.
- Crear nuevas instituciones de gobierno que respondieran a esta nueva organización.
Las consecuencias de este programa centralista fueron:
- La desaparición de los antiguos reinos (excepto Navarra) y el nacimiento de las provincias en la Península.
- El Consejo de Castilla asumió todas las tareas de gobierno (excepto en Navarra).
- La integración de representantes de Aragón, Valencia, Cataluña y Mallorca en las Cortes de Castilla.
- La aplicación de un solo derecho común (el de Castilla) para todos los súbditos, eliminando muchas leyes y costumbres particulares.
- La aplicación de una sola lengua administrativa: el castellano.
Galería de imágenes
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Portada del Decreto de Nueva Planta de Cataluña
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Retrato del conde-duque de Olivares pintado por Velázquez en 1635
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Carlos II de España, último rey español de la dinastía Habsburgo, por Juan Carreño de Miranda
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Felipe de Borbón, duque de Anjou, en 1701
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Melchor Rafael de Macanaz, a quien se atribuye la redacción del Decreto de Nueva Planta de Aragón y de Valencia.
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Retrato de Felipe V del Museo de l'Almudí (Játiva), expuesto cabeza abajo por haber incendiado la ciudad en 1707.
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Retrato de Felipe V de España de Jean Ranc (1723)
Véase también
- Decreto de Nueva Planta del Reino de Valencia
- Decreto de Nueva Planta del Reino de Aragón
- Decreto de Nueva Planta del Reino de Mallorca
- Decreto de Nueva Planta de Cataluña
- Guerra de sucesión española