Nicolás de Cusa para niños
Datos para niños Nicolás de Cusa |
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![]() por el Meister des Marienlebens
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Cardenal presbítero de San Pietro in Vincoli | ||
3 de enero de 1449-12 de agosto de 1464 | ||
Predecesor | Juan de Cervantes | |
Sucesor | Francesco della Rovere | |
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Obispo de Bresanona | ||
23 de marzo de 1450-12 de agosto de 1464 | ||
Predecesor | Johann Rottel | |
Sucesor | Francesco Gonzaga | |
Información religiosa | ||
Ordenación sacerdotal | 1436 | |
Ordenación episcopal | 26 de abril de 1450 por Nicolás V |
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Proclamación cardenalicia | 20 de diciembre de 1448 por Nicolás V |
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Información personal | ||
Nombre | Nicolás de Cusa | |
Nacimiento | Cusa, Tréveris, 1401 | |
Fallecimiento | Umbría, 11 de agosto de 1464 | |
Alma mater | Universidad de Padua Universidad de Heidelberg Universidad de Colonia |
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![]() Escudo de Nicolás de Cusa
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Nicolás de Cusa (nacido en Cusa, Tréveris, en 1401 y fallecido en Umbría el 11 de agosto de 1464) fue un importante pensador y filósofo. Se le considera una figura clave en el paso del pensamiento medieval al Renacimiento. Fue uno de los primeros filósofos de la Edad Moderna.
Entre sus aportaciones, se le recuerda por ser una de las primeras personas en demostrar que un documento histórico muy conocido, llamado la "Donación de Constantino", era falso. Este documento había sido creado mucho tiempo atrás.
Nicolás de Cusa estudió griego y hebreo, además de filosofía, teología, matemáticas, astronomía y muchas otras materias. A los 22 años, obtuvo su doctorado en Derecho canónico (leyes de la Iglesia). En 1448, fue nombrado cardenal.
Contenido
Biografía de Nicolás de Cusa
Sus primeros años
Nicolás de Cusa nació con el nombre de Nicolaus Krebs o Chrypffs. Era hijo de Johan Cryfts, quien era naviero, y de Katherina Roemer. Se le conoció como Nicolás de Cusa por el nombre de su ciudad natal, Kues.
En 1425, Nicolás se inscribió para estudiar teología en la Universidad de Colonia. Allí aprendió sobre las ideas de Alberto Magno, el platonismo y Raimundo Lulio. Desde 1426, trabajó como secretario de un representante del Papa, lo que le permitió conocer a importantes humanistas. También se interesó por la política de la Iglesia.
Se dedicó a estudiar manuscritos antiguos. Descubrió muchos textos de Cicerón y, en 1429, encontró un manuscrito con dieciséis obras de teatro de Plauto. Estos hallazgos los compartió con el cardenal Orsini.
En 1430, fue ordenado sacerdote y obtuvo su doctorado en Derecho canónico. En 1431, participó en el Concilio de Basilea, una reunión importante de líderes de la Iglesia. Allí se hizo amigo de Juan de Segovia. Entre 1432 y 1436, apoyó activamente la idea de que los concilios (reuniones de obispos) debían tener más poder que el Papa. Sin embargo, al ver que el concilio se oponía demasiado al Papa, cambió de opinión. Se convirtió en un gran defensor de las ideas del Papa.
Participó en negociaciones para lograr un acuerdo entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa. También intervino en asuntos relacionados con los husitas (un grupo religioso). Predicó para promover una cruzada contra los turcos y ayudó a mejorar las relaciones entre Francia e Inglaterra.
Nicolás de Cusa no estaba de acuerdo con algunas ideas de Aristóteles y de la filosofía escolástica. Introdujo el concepto de coincidentia oppositorum (coincidencia de opuestos). Para él, Dios es el punto donde todas las contradicciones de la realidad se unen. Fue uno de los primeros pensadores en dudar del modelo geocéntrico del universo. Este modelo decía que la Tierra era el centro de todo.
Su rol como Cardenal
En 1448, fue nombrado cardenal y obispo de Bresanona. Sin embargo, el duque Segismundo no aceptó este nombramiento. Nicolás de Cusa se destacó en su trabajo político como representante del Papa. Se esforzó por reformar la Iglesia y fue un gran mediador entre diferentes puntos de vista. Logró unificar muchas posturas opuestas.
En 1459, el Papa Pío II lo nombró camarlengo del Colegio Cardenalicio y vicario general. Se hizo amigo del médico Paolo Toscanelli. También inventó las lentes cóncavas para ayudar a las personas con miopía (dificultad para ver de lejos).
Ideas filosóficas de Nicolás de Cusa
Nicolás de Cusa tenía ideas muy interesantes sobre el conocimiento y la realidad:
- Todo lo que aprendemos va de lo que ya conocemos a lo desconocido. Esto lo hacemos estableciendo relaciones o "proporciones".
- No hay una relación perfecta entre lo que conocemos y cómo lo conocemos. Tampoco hay una medida perfecta entre algo y su medida. Por eso, el conocimiento humano es siempre una "conjetura" (una suposición bien pensada).
- Para él, Dios es la razón de ser y la razón de conocer toda la realidad. Esto significa que en cualquier búsqueda filosófica, Dios es el horizonte. No hay pregunta ni ser que no suponga a Dios como su origen.
Nicolás de Cusa creía que todo lo creado, incluyendo a los seres humanos, es una imagen de Dios. Todo es una manifestación de un modelo único. Sin embargo, no es una copia exacta, sino una señal de ese Ser Supremo.
Podemos acercarnos al Ser Supremo a través de las cosas materiales. Pero el Ser Supremo es inalcanzable. Esto se debe a que la imagen no es perfecta, y el Ser Supremo es infinito. Él decía: "La verdad de la imagen no puede ser vista tal como es en sí a través de la imagen porque la imagen nunca llega a ser el modelo". Toda perfección viene de ese modelo original, que es la razón de las cosas. Así es como Dios se muestra en todo.
Por lo tanto, lo Absoluto (Dios) es imposible de comprender completamente. Lo invisible no puede reducirse a lo visible, y lo infinito no se encuentra en lo finito. Él decía: "Porque en Dios se produce una contradicción". Esto es porque Dios es lo Absoluto y, al mismo tiempo, es uno y múltiple.
Nosotros conocemos comparando y diferenciando. Al separar una cosa de otra, sabemos qué es cada una. Así, el conocimiento se adquiere por comparación.
Hay que acercarse a lo absoluto desde lo concreto y visible. De esta manera, lo invisible se hace visible, al menos a través de sus señales. Dios es la unión de los opuestos, de la unidad y la multiplicidad a la vez. Por eso, Dios no puede ser captado en ningún objeto, porque ningún objeto lo limita. Por eso, Dios es "lo no otro". Esto tiene dos significados: 1. Dios no se ha separado del mundo, sino que es lo que forma su propio ser. 2. Al decir "lo no otro", significa que la unidad no está limitada por nada concreto.
Él afirmó: "Dios es todo en el todo y no es, sin embargo, nada en el todo".
La "Docta Ignorancia"
Nicolás de Cusa habló de la "docta ignorancia", que significa una ignorancia "instruida" o "sabia". Reconocer que no sabemos algo es un tipo de conocimiento. La mente humana, que busca entender, se siente atraída por conocer lo que parece incomprensible.
Cuando nos enfrentamos a la verdad de algo, nuestra mente se mueve en dos direcciones. Por un lado, queremos compartir lo que hemos aprendido. Por otro lado, descubrir la verdad nos lleva a nuevas preguntas. Esto nos impulsa a seguir buscando. Así, en el espíritu humano, nace un deseo de sabiduría. Esta sabiduría une los datos específicos con un conocimiento más amplio y valores morales. Es un camino para acercarse a Dios, aunque el sabio se da cuenta de que nunca podrá alcanzar a Dios por completo.
Dios es inalcanzable. La docta ignorancia no significa que superemos nuestra propia ignorancia. Podemos reconocer que somos ignorantes, pero este reconocimiento no significa que lleguemos a conocer lo que ignoramos. Sin embargo, es un paso en esa dirección. La sabiduría no viene de fuera. Lo que aprendemos de otros, incluso de los maestros, son solo datos. La verdadera sabiduría se logra cuando reconocemos que está dentro de nosotros mismos. Esto nos ayuda a armonizar con antiguos consejos que nos invitan al autoconocimiento.
El conocimiento surge de nosotros mismos. La mente se adapta y crece, aunque sabe que nunca alcanzará lo Absoluto. Pero sigue avanzando.
La docta ignorancia también habla de la diferencia entre los datos que percibimos con los sentidos y el conocimiento. Los datos sensibles son importantes para el conocimiento, ya que todo lo que nuestra mente procesa viene de lo que percibimos. Pero estos "datos" no son conocimiento ni sabiduría por sí mismos. La sabiduría es el resultado de procesar intelectualmente esos datos. Así, la sabiduría "surge" de la experiencia sensible.
Nicolás de Cusa creía que la herramienta mental para lograr ese "surgimiento" de la experiencia, el conocimiento que forma la sabiduría, es la razón. La razón es una herramienta de la mente.
Para encontrar el verdadero conocimiento, hay que ir más allá de las características superficiales de las cosas y encontrar su esencia. Debemos buscar lo que hace que algo sea lo que es, dejando de lado lo que no lo hace único. Así encontramos la cualidad o categoría esencial. Esto nos permite encontrar la cualidad en lo más pequeño.
Por ejemplo, en lo más pequeño de un ser humano, encontramos la "Humanidad". Hay que dejar de lado la extensión de la experiencia para entender el mundo y captar el concepto puro, aunque no lo captemos por completo.
El intelecto (la parte de la mente que razona) capta la cualidad, mientras que la experiencia capta la extensión. Al comparar con nuestros propios modelos mentales, conocemos los objetos. Reconocemos algo cuando nuestro propio intelecto (que es una imagen de lo Absoluto) tiene un modelo para ello, a través de la experiencia sensible.
La mente es una imagen de Dios, y en la mente se encuentra todo el conocimiento. La mente no se conforma con solo asimilar. Busca la plenitud del ser en cada una de sus formas. No se satisface con esto y busca la esencia de todo. Busca la simplificación absoluta, la unificación, el Ser en sí, lo Absoluto, que es inalcanzable. Es la tendencia inevitable de la razón humana ir más allá de las diferencias, aunque nunca lo alcance.
Nicolás de Cusa como reformador
Durante los siglos XIV y XV, hubo varios intentos de reformar la Iglesia católica. Nicolás de Cusa fue un gran impulsor de estas reformas en los países de habla alemana. Fue educado por los Hermanos de la Vida Común y dentro del movimiento Devotio moderna, que buscaba una vida religiosa más personal y sencilla.
Nicolás de Cusa llegó a Alemania como cardenal con el objetivo de reformar la Iglesia. Comenzó su trabajo en Salzburgo, donde organizó un concilio (reunión) para reformar al clero y fortalecer la unión con el Papa. Luego visitó Viena y envió a sus representantes a monasterios. Continuó su visita por Núremberg, Érfurt y Magdeburgo. En algunos lugares, prohibió prácticas que consideraba supersticiosas. En los Países Bajos, visitó el Monasterio de Windesheim y varias ciudades importantes.
A finales del siglo XV, un escritor de la época resumió el trabajo de Nicolás de Cusa diciendo que "apareció en Alemania como un ángel de luz y de paz en medio de tanta oscuridad y confusión. Restableció la unidad de la Iglesia, fortaleció la autoridad de su líder supremo y sembró una rica semilla de nueva vida".
Ideas sobre el Universo
Nicolás de Cusa planteó una imagen del mundo que es un reflejo de Dios. Si Dios es uno e infinito a la vez, el mundo también es infinito. Este fue un paso muy importante hacia la física moderna. Si el Universo es infinito, no tiene fin. Esto significa que no hay un centro del Universo, por lo que la Tierra no es el centro. Tampoco hay un punto de referencia fijo, todo es relativo y no hay un lugar especial en el Universo. Además, nada está quieto, todo está en movimiento, incluso el Sol. Que no nos demos cuenta del movimiento no significa que no exista.
Nicolás de Cusa también pensó en la posibilidad de que existieran otros mundos. Esta idea fue retomada más de cien años después por Giordano Bruno, quien había leído sus obras.
Su opinión sobre la brujería
Nicolás de Cusa se opuso a la creencia de que los seres humanos pudieran tener relaciones con demonios o que pudieran transformarse en animales.
Su legado e influencia
Las obras de Nicolás de Cusa fueron muy leídas y se publicaron en el siglo XVI en ciudades como París y Basilea. Eruditos franceses de esa época lo citaron. Sin embargo, no hubo una "escuela" de pensadores que siguieran sus ideas directamente. Sus obras fueron poco conocidas hasta el siglo XIX. Aunque Giordano Bruno lo citó, y se cree que otros pensadores del Renacimiento y la Edad Moderna, como Gottfried Leibniz, fueron influenciados por él.
En el siglo XIX, estudiosos comenzaron a trabajar sobre Nicolás de Cusa. A principios del siglo XX, fue elogiado por Ernst Cassirer como el "primer pensador moderno". Desde entonces, se ha debatido mucho si debe considerarse una figura más medieval o más renacentista.
Hoy en día, existen sociedades científicas y centros académicos dedicados a Nicolás de Cusa en Argentina, Japón, Alemania, Italia, Estados Unidos, Gran Bretaña e Irlanda.
Obras importantes de Nicolás de Cusa
- 1434: De concordantia catholica (Sobre la concordia universal).
- 1440: De Docta ignorantia (Sobre la docta ignorancia).
- 1441-2: De coniecturis (Sobre las conjeturas).
- 1450: Idiota de mente (El idiota sobre la mente).
- 1453: De visione Dei (Sobre la visión de Dios).
- 1453: De pace fidei (Sobre la paz de la fe), escrito tras la caída de Constantinopla.
- 1458: De beryllo (Sobre el berilo), un tratado corto sobre el conocimiento.
- 1461: Cribratio Alkorani (Examen del Corán).
- 1462: De non aliud (Sobre lo no otro).
- 1463: De ludo globi (Sobre el juego de la esfera).
Nombres en su honor
- El cráter lunar Cusanus lleva este nombre en su memoria.
Ver también
- Filosofía natural en la Edad Moderna
- Universidad Nicolás de Cusa
Véase también
En inglés: Nicholas of Cusa Facts for Kids