Nicolás Steno para niños
Datos para niños Beato Nicolás Steno |
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![]() Niels Steensen, pionero tanto de la Anatomía como de la Geología.
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Vicario apostólico de las Misiones Nórdicas | ||
Título | Obispo titular de Titiopolis | |
Otros títulos | Obispo auxiliar de Münster. | |
Información religiosa | ||
Ordenación sacerdotal | 13 de abril de 1675 | |
Ordenación episcopal | 19 de septiembre de 1677 por San Gregorio Barbarigo | |
Culto público | ||
Beatificación | 23 de octubre de 1988 por Juan Pablo II | |
Festividad | 25 de noviembre | |
Información personal | ||
Nombre | Beato Nicolás Steno | |
Nacimiento |
11 de enero de 1638 ![]() |
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Fallecimiento |
05 de diciembre de 1686 en Schwerin, ![]() |
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Profesión | Médico anatomista | |
Alma mater | Universidad de Copenhague | |
![]() Escudo de Beato Nicolás Steno
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Nicolás Steno, cuyo nombre original era Niels Steensen, y en latín Nicolaus Steno, fue un científico danés muy importante del siglo XVII. Nació en Copenhague el 11 de enero de 1638 y falleció en Schwerin el 5 de diciembre de 1686. Fue un polímata, es decir, una persona que sabía mucho de varias ciencias, como la medicina y la anatomía.
Se le considera el padre de la geología, la ciencia que estudia la Tierra, sus rocas y cómo se formó. Después de un tiempo, se hizo católico y llegó a ser obispo misionero.
El 23 de octubre de 1988, fue declarado beato por la Iglesia católica en una ceremonia especial.
Contenido
Biografía de Nicolás Steno

Nicolás Steno nació en Copenhague en 1638. Su padre era un pastor luterano. De niño, Steno fue enfermizo y pasaba mucho tiempo escuchando las conversaciones de los adultos.
Estudió con el poeta Ole Borch, quien le enseñó a hablar latín muy bien. En 1656, a los dieciocho años, Steno entró a la Universidad de Copenhague para estudiar Medicina. En ese tiempo, Dinamarca estaba en guerra, lo que dificultó sus estudios.
Su profesor fue Thomas Bartholin, un famoso anatomista que había descubierto los vasos linfáticos. La anatomía era una ciencia muy valorada en esa época, y Bartholin ayudó a Steno a iniciar su carrera científica en este campo.
Descubrimiento de la glándula parótida
Como la situación en Copenhague era complicada, Steno no pudo obtener un título. En 1659, con ayuda económica y una carta de recomendación de Thomas Bartholin, viajó por el norte de Alemania y Holanda.
En Ámsterdam, se quedó en casa de Gerard Blaes, un médico y profesor de anatomía. Una tarde, Steno compró una cabeza de cordero para estudiar el cerebro. Mientras investigaba los vasos, notó que una sonda se movía libremente y chocaba contra los dientes.
Blaes no le dio importancia, pero Steno buscó en los libros y no encontró ninguna mención de ese conducto. Días después, Steno se fue a la Universidad de Leiden. Allí, repitió la disección y mostró el conducto a sus profesores, quienes confirmaron que era un hallazgo nuevo.
Hasta ese momento, no se sabía para qué servía la glándula parótida. La Universidad hizo una presentación pública del descubrimiento y llamó al conducto ductus Stenonianus en su honor.
Blaes acusó a Steno de haberle robado el descubrimiento. Steno decidió defender su prestigio y demostró que las publicaciones de Blaes tenían errores. Para resolver el problema, Steno se dedicó intensamente a la investigación anatómica.
Escribió un manuscrito que describía todas las glándulas de la cabeza, incluyendo la primera descripción completa del aparato lacrimal. También hizo importantes trabajos sobre los músculos, como la función de los intercostales y la estructura de las fibras musculares.
Steno usó la geometría para explicar cómo se mueven los músculos. Sin embargo, no usó el microscopio, lo que podría haber mejorado su teoría. Durante sus años en Leiden (1661-1663), pudo haber conocido al filósofo Baruch Spinoza.
En 1664, regresó a Dinamarca, pero no le dieron una cátedra que merecía. Por eso, se mudó a París y se quedó en casa del científico Melchisédech Thévenot.
En 1665, presentó su Discurso sobre la anatomía del cerebro. En esta presentación, Steno dijo que no sabía nada sobre el cerebro, porque todo lo que se había escrito antes era muy confuso. Quería empezar de cero y estudiar el cerebro con un nuevo enfoque.
También tuvo una discusión con los seguidores de René Descartes. Descartes había dicho que el cuerpo humano era una máquina y que la glándula pineal controlaba todo el organismo. Steno demostró en una disección pública que la glándula pineal no se movía. A pesar de esto, Steno admiraba la filosofía de Descartes.
Ciencia experimental y geología
Aunque Steno era famoso como anatomista, no le interesaba practicar la medicina. Creía que muchos tratamientos de la época no servían. En 1665, se unió a un grupo de científicos en Florencia llamado Accademia del Cimento (Academia de Experimentos). Esta fue la primera institución dedicada a la ciencia experimental.
Allí, Steno tenía acceso a cuerpos para disección y a muchos animales. Mientras trabajaba en una teoría sobre la contracción muscular, algo cambió sus intereses. En octubre de 1666, un tiburón gigante fue capturado, y el duque Fernando II de Médici le pidió a Steno que lo diseccionara.
Desde sus años de estudiante, Steno se había interesado en los fósiles. Su profesor, Bartholin, había estudiado unas piedras llamadas glossopetrae (lenguas de piedra). Steno había leído que los dientes de tiburón eran muy parecidos a estas piedras.
En su informe sobre el tiburón, Steno sugirió que las glossopetrae podrían ser dientes de tiburón petrificados. También pensó en el problema de encontrar conchas marinas y otros restos marinos en lugares lejos del mar, incluso en las montañas.
Steno creía que la forma de las conchas fósiles mostraba que la roca que las contenía no era sólida cuando se enterraron. Esas rocas debieron ser originalmente un sedimento blando dejado por el agua de un mar que cubrió esa tierra. Los fósiles serían partes de criaturas que vivieron en esas aguas.
Estas ideas eran muy diferentes de lo que se pensaba en esa época. Se creía que la Tierra tenía unos 6000 años. Este corto tiempo no permitía grandes cambios. Además, la Biblia describía muchos lugares geográficos que no habían cambiado.
Muchos pensaban que las conchas marinas crecían solas en la tierra y en el mar. Otros creían que se habían depositado durante el diluvio universal.
Durante los dos años siguientes, Steno se dedicó a buscar estratos con fósiles. También hizo un descubrimiento importante en anatomía: la existencia de los óvulos femeninos. Antes, se creía que los ovarios eran testes degenerados.
Finalmente, en 1668, Steno publicó su obra más importante: De solido intra solidum naturaliter contento dissertationis prodromus. Por este libro, se le considera el padre de la geología. Antes de él, la Tierra no tenía una historia conocida. Después de su trabajo, la edad de la Tierra empezó a ser vista como mucho más larga.
De Solido propuso principios que hoy se conocen como los «principios de Steno»:
- El principio de la superposición de los estratos: las capas de sedimentos de abajo se depositaron primero, y las de arriba, al final. Esto significa que las capas de la Tierra cuentan una historia.
- El principio de la horizontalidad original: las capas de roca, sin importar su inclinación actual, se formaron originalmente de manera horizontal por el agua.
- El principio de la continuidad lateral: el agua deposita sedimentos en una capa continua que solo termina en el borde de su cuenca. Por lo tanto, las capas de roca a ambos lados de un valle eran originalmente una sola capa.
Steno también hizo importantes aportaciones a la cristalografía, una ciencia que estudia los cristales. Una ley sobre la constancia de los ángulos entre las caras de los cristales lleva su nombre.
Aunque las ideas de Steno parecen lógicas hoy, fueron rechazadas por muchos científicos de su tiempo. Sus principios fueron ignorados hasta el siglo XVIII. Con la Revolución Industrial, la gente se interesó en encontrar minerales y estudiar las rocas, lo que ayudó a que las ideas de Steno fueran aceptadas.
Últimos años y legado
Con el tiempo, Steno se interesó más en la vida espiritual. Hizo algunos viajes científicos y pasó dos años en Copenhague como Anatomicus regius (anatomista real), antes de regresar a Florencia.
Su interés religioso creció. En 1667, se convirtió a la fe católica, y en 1675, se ordenó sacerdote. Desde entonces, dejó completamente su actividad científica y se dedicó a la oración y a la evangelización.
En 1677, fue nombrado obispo y enviado a las ciudades hanseáticas. Allí sufrió mucho porque la mayoría de la gente era luterana, pero fue respetado por su conocimiento científico y su vida sencilla.
Los últimos años de su vida los vivió con mucha humildad. En esa época, conoció a Leibniz, quien estaba muy interesado en la nueva ciencia de Steno, pero este ya no quería hablar de ciencia.
Steno falleció en Schwerin en 1686. Su cuerpo fue llevado a Florencia y descansa en la basílica de San Lorenzo. Una placa en su tumba, puesta por geólogos en 1883, reconoce su importancia.
Obras destacadas
- Discours sur L'Anatomie du Cerveau (1669) – Basado en sus conferencias en París.
- De solido intra solidum naturaliter contento dissertationis prodromus (1669/1671) – Su obra fundamental sobre geología.
Reconocimientos
- Zoología
- Dos géneros de delfines llevan su nombre: Steno y Stenella.
- Un caballo del Plioceno, Equus stenonis, el más antiguo del género Equus en Europa.
- Astronomía
- El cráter lunar Steno fue nombrado en su honor.
- El cráter marciano Steno también conmemora su nombre.
Véase también
En inglés: Nicolas Steno Facts for Kids
- Accademia del Cimento
- James Hutton