Muralla árabe de Murcia para niños
La muralla árabe de Murcia (Región de Murcia, España) fue una antigua estructura defensiva que rodeaba la ciudad. Fue construida hace muchos siglos, cuando la región estaba bajo el dominio andalusí.
Esta muralla se usó para proteger la ciudad hasta el año 1488. Después de esa fecha, la ciudad de Murcia dejó de ser una zona de frontera, y la muralla ya no fue tan necesaria. Con el tiempo, la ciudad creció y muchas partes de la muralla se abandonaron o se usaron para construir nuevos edificios encima. Las puertas de la muralla, que daban acceso a la antigua ciudad, fueron las últimas en desaparecer, a mediados del siglo XIX.
A partir de la segunda mitad del siglo XX, se realizaron excavaciones que descubrieron varios tramos de esta antigua muralla. Hoy en día, puedes visitar algunos de estos restos, ya sea al aire libre, en los sótanos de algunos edificios o en el Centro de Interpretación Madina Mursiya.
Datos para niños Muralla árabe de Murcia |
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| Bien de interés Cultural (BIC). | ||
 Lienzo de muralla conservado junto al Mercado de Verónicas.
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| Ubicación | ||
| País |  España |
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| Ubicación |  Murcia, Región de Murcia, España |
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| Características | ||
| Tipo | Muralla defensiva. | |
| Construcción | siglos XI-XII | |
| Período en uso | Hasta 1488 | |
| Materiales | Tapial y piedra. | |
| Estado | Restaurado. | |
| Entrada | Sí. | |
Contenido
Historia de la Muralla de Murcia
¿Cuándo se construyó la primera muralla?
La primera muralla de Murcia se construyó en el siglo IX. Fue cuando se fundó la ciudad, llamada entonces Madinat Mursiya, por orden de Abderramán II el 25 de junio del año 825.
Esta muralla no solo defendía la nueva ciudad de ataques, sino que también la protegía de las inundaciones. Murcia está en un valle rodeado por el río Segura y sus curvas.
Sabemos que existía una muralla en esa época porque un historiador llamado Ibn Hayyan cuenta que en el año 896, las tropas omeyas asediaron la ciudad durante diez días. Esto significa que Murcia ya estaba bien fortificada. Además, al-Razi la describió como un "lugar bien defendido" en el siglo X.
La gran muralla de los siglos XI y XII
Los restos de la muralla árabe que vemos hoy son de un sistema defensivo posterior. En el siglo XI, Madinat Mursiya creció mucho en economía y población. Se convirtió en la capital de su propio reino, llamado reino taifa.
Fue en este periodo, debido al crecimiento de la ciudad, cuando probablemente se empezó a construir la muralla árabe que conocemos. Esta muralla rodeaba tanto la ciudad principal como el barrio de la Arrixaca. Un geógrafo llamado Al-Idrisi la describió así:
Capital del país de Tudmir, está situada en una llanura sobre los bordes del río Blanco, de ella depende un arrabal floreciente y bien poblado que, así como la villa, está rodeado de murallas y de fortificaciones muy sólidas.
Años después, bajo el gobierno del rey taifa Ibn Mardanis (conocido como el Rey Lobo) entre 1147 y 1172, Murcia se convirtió en un centro de resistencia. Es muy probable que el sistema defensivo se reforzara en ese momento debido a las necesidades militares y al aumento de la población.
El diseño de la muralla árabe de Murcia incluía un foso exterior que se cruzaba con puentes. También tenía un revellín (un muro exterior) y una barbacana (un camino de ronda) entre el revellín y el muro principal. La muralla principal tenía más de 90 torres.
Los muros de este sistema defensivo no eran de piedra tallada, sino de tapial de hormigón en la parte inferior. Este material se hacía con una mezcla de argamasa y se construía con moldes. La parte superior era de cal.
En 1165, un primer sitio por parte de los almohades fue rechazado gracias a estas murallas.
En 1171, Ibn Mardanis se refugió en Murcia por una fuerte ofensiva almohade. El asedio fue difícil, pero terminó cuando el rey murió en 1172. Su hijo Hilal se rindió siguiendo el consejo de su padre. El sistema defensivo evitó que Murcia fuera tomada por la fuerza y destruida.
Más tarde, las tropas cristianas entraron en la ciudad mediante un acuerdo, el Tratado de Alcaraz de 1243. Por este tratado, el rey taifa Ibn Hud al-Dawla se declaró vasallo de Fernando III de Castilla. Así, la ciudad y su reino se convirtieron en un protectorado.
En 1266, después de una revuelta, Murcia pasó finalmente a control cristiano. Jaime I de Aragón entró con sus tropas en nombre de Alfonso X de Castilla por la "puerta de las Siete Puertas" (donde hoy está el Centro de Interpretación Madina Mursiya).
La muralla en la época cristiana medieval
Después de la conquista por parte de Castilla, el sistema defensivo árabe siguió usándose. El nuevo reino de Murcia cristiano era una zona de frontera. Estaba entre el Reino nazarí de Granada (árabe), el reino de Valencia (de la corona de Aragón) y un mar Mediterráneo con piratas.
Como seguía en uso, la muralla se reparaba con frecuencia. Por ejemplo, a principios del siglo XV, se construyó una gran puerta en forma de codo en Santa Eulalia, que también se puede visitar en el centro de interpretación.
En esta época (siglo XIV), el cronista Ramón Muntaner escribió palabras impresionantes sobre la muralla de Murcia:
Ciudad muy noble y honrada y muy fuerte, casi la mejor amurallada que haya en el mundo.
La muralla en la Edad Moderna y Contemporánea
En 1488, los Reyes Católicos visitaron la ciudad. Ese mismo año, se lanzó una ofensiva militar contra la parte oriental del Reino nazarí de Granada, lo que puso fin a la peligrosa frontera. Murcia y su reino dejaron de ser zonas fronterizas, y la muralla perdió su función defensiva.
De hecho, la muralla se convirtió en un obstáculo para el crecimiento de la ciudad, especialmente en los siglos XVI y principios del XVII. Aun así, en esa época, Francisco Cascales escribió sobre la muralla de Murcia:
Muy alta y muy fuerte, hermosa, con muchos torreones, levantada para defensa de ataques enemigos, protección de riadas y para la salud.
Sin embargo, en esos años ya era evidente que la muralla empezaba a desaparecer. El palacio del Almudí, construido en 1629, se levantó sobre una parte de la muralla, usándola como base. La ermita del Pilar, construida en la misma época, también usó un tramo de la muralla como pared de carga.
Los elementos de la muralla que más tiempo duraron fueron las puertas. Algunas se reformaron y se convirtieron en simples arcos. Poco a poco, se fueron derribando, muchas en el siglo XVIII, como la Puerta Nueva o la Puerta del Mercado. Otras se derribaron en el siglo XIX, como la Puerta de Santa Eulalia (en 1803) o la Puerta de Vidrieros (en 1863). El último arco que se conservó fue el arco de la Aduana o de Verónicas, que fue derribado en 1930.
De la muralla del barrio exterior, que también tenía puertas, hoy se conserva el reconstruido arco de la Aurora.
La recuperación de la muralla en el siglo XX
A partir de los años 60 del siglo XX, varias excavaciones arqueológicas descubrieron los restos de la Muralla Árabe de Murcia. Por ejemplo, en 1963 se descubrió el complejo defensivo de la plaza de Santa Eulalia. Allí se levantó el Museo de la Muralla Árabe. Este espacio se cerró a principios de los años 90, y después de una gran reforma, se inauguró (ya en el siglo XXI) como el centro de interpretación de la muralla árabe de Santa Eulalia. En 2024, tras nuevas obras, se renombró como Centro de Interpretación Madina Mursiya.
Otros tramos de la muralla, tanto al aire libre como en sótanos de edificios, se han descubierto y recuperado en las últimas décadas.
Tramos de la Muralla Árabe que puedes visitar
Los tramos más importantes que se han recuperado son:
- Centro de Interpretación Madina Mursiya:
Este es un espacio de exposición moderno que amplía el centro anterior. Muestra una breve historia de la Murcia musulmana con videos y maquetas, especialmente sobre su magnífica muralla. También permite visitar los restos arqueológicos descubiertos en 1963 en la plaza de Santa Eulalia.
El centro alberga un tramo del sistema defensivo andalusí del siglo XII. Incluye los restos de la puerta de Santa Eulalia (también llamada de las Siete Puertas), que tiene un diseño especial de las murallas islámicas. La tradición dice que por aquí entró Jaime I de Aragón el 2 de febrero de 1266. También se puede ver la reforma que tuvo la puerta a principios del siglo XV para construir una puerta monumental de ladrillo blanco. Además, hay un extenso cementerio musulmán con muchos tipos de enterramientos desde finales del siglo IX hasta el siglo XII.
Este espacio tiene un total de 1600 metros cuadrados, con un recorrido subterráneo de 160 metros de largo.
- Muralla de Verónicas:
Este es un tramo importante de la muralla al aire libre. Se encontraba dentro del antiguo convento de Verónicas (siglo XVIII). Cuando se demolió el convento en 1985 (excepto la iglesia), se descubrió uno de los tramos más grandes conservados en la ciudad, tanto en altura como en extensión. La muralla de Verónicas tiene el revellín, el paseo de ronda o barbacana, y la muralla principal con dos torres. Una de ellas está casi completa y parcialmente integrada en la iglesia de Verónicas, lo que muestra cómo se reutilizó el complejo.
En este lugar se pueden ver reparaciones hechas en la muralla durante la época cristiana. Hay refuerzos de piedra tallada y ladrillos, materiales diferentes a la argamasa y el tapial usados en la época árabe.
- Cafetería La Muralla:
Dentro de la cafetería La Muralla, que está en los sótanos del tradicional hotel Rincón de Pepe, se conserva uno de los tramos más largos del revellín del sistema defensivo andalusí. La calle donde se encuentra se llamaba antiguamente val de San Juan porque por allí pasaba el foso de la muralla.
Este lugar es especial porque puedes disfrutar de un momento de ocio junto a los muros de la antigua muralla. Aquí se ven muy bien las aberturas que tenía el revellín, parecidas a las saeteras, que servían para defenderse de los ataques enemigos.
- Muralla de la calle Sagasta:
Este yacimiento muestra un pequeño tramo del sistema defensivo árabe. Se puede ver la antemuralla o revellín, el paseo de ronda y la muralla principal, con la base de lo que parece una torre. Hay 12 metros de muralla al aire libre y otros 28 metros en los bajos del edificio de al lado, en un espacio de exposición de 270 metros cuadrados. La calle Sagasta también correspondía al foso de la muralla.
Lo peculiar de este tramo es que no separaba la ciudad principal del exterior, sino que al otro lado estaba el barrio de la Arrixaca, que hoy son los barrios de San Andrés, San Antolín y San Miguel.
- Muralla del parking de la Glorieta:
En la segunda planta del aparcamiento subterráneo de la plaza de La Glorieta hay un tramo de la muralla islámica de 24 metros de largo. Incluye un bastión defensivo de forma rectangular con un muro exterior a cada lado. Estaba hecho de tapial de hormigón de cal y formaba parte de la defensa sur de la ciudad, la más cercana al río Segura. Cerca de aquí estaba la puerta del Sol, que fue demolida en el siglo XIX y que daba acceso a una de las calles principales de la ciudad islámica.
- Otros tramos:
Hay otros tramos importantes que se encuentran dentro de edificios, como las murallas en los sótanos del Palacio de la Inquisición (actual Colegio de Arquitectos), dentro del Palacio del Almudí, en los sótanos del edificio del Contraste del Museo de Bellas Artes de Murcia, o en los bajos del edificio en la esquina de la calle Sagasta y Santa Teresa. Este último se puede ver desde la calle y tiene restos de antemuralla, la barbacana o camino de ronda y el foso, que fue cubierto en el siglo XVIII.
En el lateral de la Ermita del Pilar hay un tramo de muralla que se reutilizó como pared de la ermita, construida en 1681. En la calle del Pilar estaba la puerta de Vidrieros, por donde entró Carlos I de España en su visita a la ciudad en 1541. Después de que la puerta fuera derribada en 1863, algunos de sus elementos decorativos se colocaron en la fachada principal de la ermita.
