Manuel José de Arce y Fagoaga para niños
Datos para niños Manuel José de Arce y Fagoaga |
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1.º Presidente de la República Federal de Centro América |
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1825-1829 | ||
Predecesor | Segundo Triunvirato de Centroamérica | |
Sucesor | Mariano Beltranena y Llano | |
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Intendente y Jefe Político Superior, Pacificador del Estado de Nicaragua. | ||
9 de enero de 1825-22 de enero de 1825 | ||
Predecesor | Manuel Arzú | |
Sucesor | Manuel Antonio de la Cerda | |
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Información personal | ||
Nacimiento | 1 de enero de 1787 San Salvador, Intendencia de San Salvador, Capitanía General de Guatemala, Virreinato de Nueva España, Imperio Español |
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Fallecimiento | 14 de diciembre de 1847 (60 años) San Salvador (El Salvador) |
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Residencia | San Salvador, Acapulco de Juárez, San Cristóbal de las Casas, San Juan del Río y San Salvador | |
Nacionalidad | Centroamericana (1824-1840) y salvadoreña | |
Religión | Catolicismo | |
Familia | ||
Padres | Bernardo José de Arce y León Dominga Antonia Fagoaga y Aguilar |
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Cónyuge | María Felipa de Aranzamendi y Palomo (desde 1808) | |
Hijos | 6 | |
Educación | ||
Educado en | Universidad de San Carlos de Guatemala | |
Información profesional | ||
Ocupación | político y militar | |
Rango militar | General | |
Manuel José de Arce y Fagoaga (San Salvador, 1 de enero de 1787-ibíd., 14 de diciembre de 1847) fue un general y político salvadoreño, primer Presidente de la República Federal de Centroamérica y prócer de la Independencia de El Salvador.
Contenido
Biografía
Fue hijo de Bernardo José de Arce y Antonia Fagoaga. Se casó con María Felipa de Aranzamendi y Palomo. Era descendiente de Sancho de Barahona. Se graduó de Bachiller en Filosofía en San Salvador. Una variedad de consideraciones hicieron que los plantadores de índigo salvadoreños asimaran un papel de liderazgo en la agitación por la independencia centroamericana. Estos incluyeron los tiempos difíciles causados por una fuerte disminución en la producción de índigo durante la primera década del siglo XIX, una larga hostilidad hacia los comerciantes guatemaltecos que controlaban gran parte de la economía de San Salvador, y la convicción de que la provincia debería organizarse como un obispado para que ya no tenga que depender del arzobispo de Guatemala para los servicios pastorales.
Participó desde fecha temprana en las actividades independentistas, entre ellas el primer Grito de Independencia dado en su ciudad natal el 5 de noviembre de 1811. Sufrió prisión por motivos políticos de 1815 a 1818. Los rebeldes mantuvieron el gobierno durante casi un mes antes de que el capitán general de Guatemala restableciera la autoridad de España, cuyas medidas parecían más conciliadoras que represivas. Un segundo levantamiento más corto en 1814 tuvo un apoyo popular más amplio, y provocó una respuesta más severa del capitán general, que le costó a Arce más de cuatro años de prisión.
Pos-independencia centroamericana
Se opuso a la anexión de El Salvador al Primer Imperio Mexicano establecido por Don Agustín de Iturbide. Entre marzo y junio de 1822 las tropas de José Nicolás de Abós y Manuel Arzú y Delgado y Nájera partidarias de la anexión, tomaron Santa Ana, Sonsonate y San Salvador. Pero la resistencia continuó, decidiendo México a finales de año enviar al general Vicente Filísola, para conseguir el sometimiento de la provincia. Dirigió a las fuerzas salvadoreñas que se opusieron a la anexión centroamericana al Imperio Mexicano de Agustín de Iturbide hasta su derrota en San Salvador por el general Vicente Filísola el 7 de febrero de 1823, cuando se exilió en los Estados Unidos. Cuando las provincias de Centroamérica declararon su unión al Imperio, la Provincia de San Salvador denunció la anexión como ilegítima, se declaraba en rebeldía y bajo la dirección de José Matías Delgado y Manuel José Arce y Fagoaga se preparó para la lucha armada. Las tropas mexicanas y salvadoreñas trabaron combate en la zona de El Guayabal y Guazapa el 14 de enero de 1823. El mismo Filísola mandó una nota al comandante Arce para reconsiderar la anexión al Imperio, pero Arce rechazó la propuesta.
El 7 de febrero, las tropas mexicanas tomaron la población de Mejicanos. Tras las batallas los salvadoreños acabaron debilitados. El remanente de esta milicia abandonó San Salvador con Arce gravemente enfermo. Filísola entró a la ciudad el día nueve y declaró anexada a la provincia la siguiente jornada. Sin embargo, ésta anexión no duraría mucho.
En el 25 de febrero, se le comunicó a Filísola de la Revolución del Plan de Casa Mata en México, donde se habían rebelado en contra de Iturbide generales como Antonio López de Santa Anna. Abandonó el territorio el 6 de marzo, dejando a Felipe Codallos como intendente y gobernador. Considerando la situación de México decidió que la única alternativa para proteger a Guatemala fue convocar a la Diputación Provincial de Guatemala para comunicarles de lo sucedido en México; a la vez, manifestó su resolución para que se convoque un congreso en Guatemala. En el 29 de marzo expidió el decreto de convocatoria para la reunión de un Congreso de las provincias centroamericanas de la manera originalmente acordada en la Acta de Independencia del 15 de septiembre de 1821. Participó en la misión enviada a los Estados Unidos de América para tratar de lograr que El Salvador pasara a formar parte de ese país. El 19 de marzo de 1823 abdicó el emperador Iturbide, separándose las provincias centroamericanas de México. Formó parte de los gobiernos provisionales centroamericanos que rigieron de 1823 a 1825.
Entre el 9 de enero (cuando llegó a León) y el 22 de enero de 1825 actuó con mucha decisión como Comisionado del gobierno centroamericano en la pacificación del Estado de Nicaragua, había salido de El Salvador al mando de 500 hombres bien entrenados. Una vez consolidada la autoridad del Coronel Arzú, envió al exilio al obispo Nicolás García Jerez, monarquista opuesto a la independencia, y al presbítero Policarpo Irigoyen, ambos en rebeldía contra el gobierno federalista de León. Además, ofreció el puesto de inspector general de Armas de Centroamérica al Coronel Cleto Ordóñez, caudillo liberal federalista que era comandante de Armas en Granada.
Primer presidente de la República Federal de Centro América.
Los partidos entraron en una verdadera campaña electoral. Los liberales trabajaron por la candidatura de Arce, un hombre muy respetado entre los liberales por haber contribuido enormemente a la causa independentista. Los Conservadores al no encontrar un candidato prestigioso para hacerle frente a Arce recurrieron a Valle. "Uno y otro partido, contrariando sus deberes" dice Ramón Rosa, empezaron por" sembrar "el virus de corrupción electoral; trataron de dividir los sufragios de los pueblos para que no resultase elección popular, y correspondiese al congreso el nombramiento de las supremas autoridades." No obstante...tan viciados" manejos "triunfo para honra de Centro América...el buen sentido de los pueblos."
Valle obtuvo cuarenta y un voto, contra treinta cuatro de Arce, y fue elegido Presidente de Centroamérica. El resultado de las elecciones desconcertó a los liberales quienes aspiraban a dominar en el animo del gobernante, y Valle no era para ser dominado" ya que era un hombre de vasta instrucción. Entonces apelaron a expediente de falsear el computo de la elección. Para esto contaron con la ayuda de los conservadores que no eran leales a Valle. " Ambos entraron en arreglos, formaron una coalición que dio en tierra con la votación popular, y eligieron en el congreso...al General Arce, Presidente de Centro-América."
"Valle fue nombrado vice-presidente de la República. Renunció este cargo, y no le fue aceptada su renuncia: volvió a renunciar, y conocida por el Congreso su absoluta negación, tuvo que admitirle la renuncia, sustituyéndolo, primero, Don José Francisco Barrundia, y después por dimisión de este celebre centroamericano, con Don Mariano Beltranena. Es indudable que Valle quedó profundamente resentido por habérsele arrebatado la Presidencia que tenía derecho a ejercer en virtud de la elección de los pueblos." "Si Valle hubiera aceptado la Vice-Presidencia, habría reconocido implícitamente, como válidos, procedimientos que juzgaba nulos".
El 29 de abril de 1825, Arce tomó posesión de la Presidencia de Centro-América. Valle, aunque resentido por el triunfo de su rival, y aunque poseedor de grandes medios de acción, no quiso convertirse en opositor sistemático y negativo, y mucho menos, en opositor faccioso. Optó por una política de retraimiento, y se entregó a sus acciones domésticas y a sus estudios.
Para las elecciones presidenciales centroamericanas de 1825 contó con el voto de todos los electores de Nicaragua, aunque la mayoría numérica correspondió al conservador hondureño José Cecilio del Valle, la fracción liberal del Congreso federal decidió que no había habido mayoría absoluta y le escogió como Presidente para el período 1825-1829. Esto hizo que su administración fuese polémica desde el principio. El mismo José Cecilio del Valle, no aceptó la Vicepresidencia que le correspondía y en su defecto fue elegido el ciudadano José Francisco Barrundia quien tampoco la aceptó.
A pesar de ser liberal y haber sido apoyado por los liberales, pronto se distanciaron de él y desde 1826 ni el Congreso ni el Senado federal volvieron a sesionar. Arce obtuvo entonces apoyo en el clero y en el partido conservador, pero también tuvo dificultades con el gobierno del Estado de Guatemala, y para 1827 gran parte de Centro América estaba en guerra civil.
Guerra civil centroamericana
fue un conflicto civil, político y militar dentro de la República Federal de Centroamérica que duró desde 1826 hasta 1829. La guerra civil se libró entre líneas liberales y conservadoras, con Francisco Morazán a la cabeza de los liberales y Manuel José Arce, un antiguo liberal, a la cabeza de los conservadores. En 1827, envió al Coronel José Justo Milla ex vicejefe de Estado de Honduras bajo la comandancia del Segundo Batallón Federal a Santa Rosa de “Los llanos” hoy Santa Rosa de Copán, con la misión de custodiar la Factoría de Tabacos; pero en realidad, el propósito era el de colocar un ejército fiable para derrocar el Gobierno de Dionisio de Herrera. El pueblo de “Los Llanos”, leales a Honduras, no brindó la cooperación al Coronel Milla y se incorporaron al ejército del General Francisco Morazán.
En 1828 llamó temporalmente a ejercer la presidencia al Vicepresidente Mariano Beltranena y Llano, y cuando quiso reasumirla, Beltranena se negó a entregársela. En 1831 conspiro junto al coronel Vicente Domínguez y el coronel Ramón Guzmán para restablecer la monarquía conservadora en Centroamérica, para ello reunieron un ejército que invadió la costa norte de Honduras y se apoderaron de la Fortaleza de San Fernando de Omoa y de la Fortaleza de Santa Bárbara en Trujillo. Dicha invasión, desencadeno una guerra civil en Honduras y en la que intervinieron, tanto guatemaltecos, salvadoreños, garífunas, beliceños, mejicanos, etc. A pesar de ello, cuando en abril de 1829 Francisco Morazán Quesada tomó el poder por la fuerza de las armas y se designó a José Francisco Barrundia y Cepeda como Presidente provisional, Frustrado y desilusionado, entregó el poder a su vicepresidente conservador, Mariano Beltranena, el 14 de febrero de 1828. Cuando Francisco Morazán triunfó en la guerra, El 12 de abril, el jefe de Estado de Guatemala, Mariano de Aycinena y Piñol, capituló y al día siguiente a la Plaza Central fue ocupada por las tropas de Morazán. Inmediatamente después el presidente Arce, Mariano Aycinena, Mariano Beltranena, y todos los funcionarios que habían tenido algún papel en la guerra, fueron enviados a prisión. Después de estos acontecimientos, el general Morazán dirigió Centro América por tres meses hasta el 26 de junio de 1829 hasta que el congreso designó al senador Juan Barrundia como presidente de Centro América desde el 25 de junio de 1829. Morazán expulsó a Aycinena y Piñol, aristócrata conservador guatemalteco, y a la mayoría de los miembros del Clan Aycinena que este dirigía, junto con sus aliados, los miembros de las principales órdenes regulares y clero mayor de la Iglesia Católica. No contento con la expulsión, les confiscó todos sus bienes los que utilizó en los siguientes años para financiar sus costosas campañas militares. Arce se exilió en México, donde escribió sus memorias, una valiosa fuente histórica para la década de 1820. Arce fue perseguido y exiliado. Residió primero en los Estados Unidos y después se estableció en México. Regresó a El Salvador en 1842. . El estado de San Salvador (el nombre actual, El Salvador, no se utilizó hasta 1841) desempeñó un papel importante en los asuntos de la federación centroamericana. No solo fue el lugar de nacimiento del primer presidente de la federación, sino que también fue allí donde se desencadenó una revuelta contra Arce en 1827, comenzando la guerra civil en la que los liberales y conservadores centroamericanos compitieron por el control del nuevo país. Este conflicto, que causó el colapso de la presidencia de Arce, terminó en 1829 con la toma del gobierno federal por Francisco Morazán, comandante del ejército liberal. Después de haber hecho su suerte con Morazán, los salvadoreños se convirtieron en sus aliados más leales y fueron recompensados en 1834 con la transferencia de la capital federal a la ciudad de San Salvador. Los salvadoreños estaban tan apegados a los ideales de la federación que el estado no asumió poderes soberanos hasta 1841, un año después de que los otros cuatro Estados miembros ya hubieran dejado la federación.
Muerte
En 1832 estuvo en Soconusco, México, donde organizó una expedición militar contra el gobierno federal de Francisco Morazán. Arce fue derrotado el 24 de febrero de 1832.
Finalmente regresó a El Salvador en 1842, pero pronto huyó a Honduras y Guatemala. En abril y mayo de 1844 dirigió algunos intentos armados para derrocar a Francisco Malespín en El Salvador. Regresó de nuevo al país a mediados de 1845. Dejó la política por una vida más privada en 1846, trabajando en su libro "Breves indicaciones para la reorganización de Centroamérica".
Murió en el 14 de diciembre de 1847 a las tres de la tarde en la casa de la familia del general Fermín Paredes, situada sobre la actual 1.ª calle Oriente en la esquina opuesta a la plaza San José en San Salvador.
Se le dedicó una sección de Necrología en la Gaceta del Gobierno Supremo del Estado del Salvador del 17 de diciembre de 1847, donde se describió su vida y su funeral. El funeral se conmemoró en la iglesia de San Francisco y fue sepultado en la iglesia de La Merced, una numerosa concurrencia asistió incluyendo al presidente Eugenio Aguilar, sus ministros y demás empleados públicos y se le hicieron los honores militares que correspondían a su grado.
Véase también
- Listado de los Presidentes de Centro América
- Batalla de llano El Espino