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Historia de Irán para niños

Enciclopedia para niños

La historia de Irán se refiere al pasado del país que hoy conocemos como Irán. Pero también puede hablar de una región mucho más grande, llamada el Gran Irán. Esta zona se extiende desde el río Éufrates en el oeste hasta el río Indo en el este, y desde el Cáucaso en el norte hasta el golfo Pérsico en el sur. En esta gran región, surgieron algunas de las civilizaciones más antiguas del mundo, con restos arqueológicos de más de 10.000 años.

En tiempos muy antiguos, la meseta iraní estuvo habitada por diferentes pueblos, como la civilización Manaeana o el reino Elamita. El Imperio Medo fue el primer estado en unir todo Irán, conquistando reinos vecinos alrededor del siglo VII a.C. En el año 550 a.C., Ciro el Grande fundó el Imperio persa, que se considera la primera gran potencia mundial de la historia. Este imperio fue conquistado por Alejandro Magno, y después le siguieron las dinastías Parta y Sasánida. Durante su segundo período de grandeza, Irán tuvo muchos conflictos con el Imperio Romano. La era clásica iraní terminó en el año 651, con la llegada de los musulmanes.

El Imperio iraní fue restablecido en 1501 por la Dinastía safávida, que hizo del chiismo la religión oficial. Desde entonces, Irán es el único país donde esta rama del islam es la religión oficial. Varias dinastías gobernaron Irán hasta la Revolución iraní de 1979, cuando Mohammad Reza, el último Sah (rey), fue derrocado. La actual República Islámica de Irán se formó el 1 de abril de ese mismo año.

Hasta 1935, Irán era conocido en Occidente como Persia. Este nombre viene del griego Persis, que se usaba para referirse a la nación iraní y sus antiguos imperios. Los propios iraníes llamaban a su país ērān ("de los iraníes") desde el período Sasánida. El nombre Persia viene de la región de Fars/Pars, en el sur de Irán, que fue el lugar de origen del Imperio persa.

Prehistoria de Irán

Irán tiene pruebas de que hubo seres humanos viviendo allí desde casi toda la Edad de Piedra. En la región de Baluchistán, se han encontrado herramientas de piedra muy antiguas, de hace unos 12.000 años. No se han encontrado muchos más restos porque se han hecho pocas excavaciones y el terreno ha cambiado mucho a lo largo del tiempo.

Se han descubierto cuevas habitadas durante el Paleolítico medio, con herramientas de piedra. También se han encontrado restos de neandertales, lo que muestra que esta región estaba conectada con otras partes de Asia Central y Europa. Durante el Paleolítico superior, las sociedades se hicieron más complejas, se desarrollaron las artes y se usaron técnicas más avanzadas para trabajar la piedra, creando herramientas más precisas.

Durante el Neolítico, las personas empezaron a vivir en un solo lugar, a cultivar alimentos y a criar animales. También comenzaron a intercambiar cosas con comunidades cercanas. La sociedad y las artes se hicieron más complejas. Este cambio hacia una economía agrícola se puede ver en el oeste de Irán y el norte de Irak.

En el noroeste de Irán, la agricultura comenzó en el Mesolítico (hace unos 12.000 años). Se cree que hubo un centro importante cerca del mar Caspio. Se encontraron restos de animales como gacelas y renos, y también el entierro de una niña con adornos. En este período, se hicieron los primeros intentos de domesticar cabras y ovejas, un proceso que se completó en el Neolítico.

El Neolítico en Irán se sitúa entre el 7.000 y el 6.000 a.C. En lugares como Turang Tappeh y Yarim Tepe, hay pruebas de asentamientos agrícolas con casas de ladrillo. Se han descubierto adornos de hueso y herramientas de obsidiana. Estas culturas tenían contacto con otras cercanas, como las de Jeitun y Sialk II.

La Edad del Cobre, que se caracteriza por el uso de objetos de cobre y cerámica pintada, se extiende en Irán durante el IV milenio a.C. Se han encontrado cerámicas de gran calidad con formas de animales o diseños abstractos, algunas con un posible uso ceremonial. Las rutas comerciales se hicieron más largas y empezaron a surgir ciudades, conectando regiones como Anatolia, Mesopotamia y el valle del Indo.

Antigüedad en Irán

A principios del III milenio a.C., apareció una forma de escritura en Susa, posiblemente basada en el sistema sumerio para representar la lengua elamita. El Imperio elamita (hacia el 2800-550 a.C.) se convirtió en una nueva potencia en el suroeste de Irán, compitiendo con los imperios vecinos de Babilonia y Asiria. La economía elamita se basaba principalmente en el comercio, y su larga tradición administrativa se ve en la gran cantidad de tablillas y registros que se han conservado.

A partir del 2000 a.C., los medos y los persas, pueblos indoeuropeos, comenzaron a moverse desde las llanuras del sur de Rusia y Asia Central hacia Europa y Asia. Durante el II milenio a.C., invadieron la meseta de Irán, estableciéndose en los valles donde se cultivaba trigo y árboles frutales. Estos pueblos hablaban dialectos del persa antiguo, una lengua relacionada con el avéstico y el sánscrito.

Desde el siglo X a.C., el poderoso Imperio neoasirio se expandió hacia las regiones occidentales de Irán. Hacia el año 646 a.C., los asirios saquearon la ciudad de Susa, poniendo fin al dominio elamita en la región.

El Imperio Medo (678-550 a.C.)

A mediados del siglo VII a.C., tribus iraníes conocidas como medos, que vivían en el norte y noroeste de Irán, se rebelaron contra el poder asirio. Ciáxares, nieto de Deyoces, conquistó la capital asiria de Nínive en el 612 a.C., destruyendo su imperio. En este mismo período, se menciona a Ciro I, rey de Anshan y futuro fundador de la Dinastía aqueménida. El imperio Medo se extendió hasta Anatolia. Sin embargo, su dominio fue corto. El noble Ciro II, conocido como Ciro el Grande, formó un poderoso ejército y conquistó toda Media, fundando el primer Imperio persa.

El Imperio Persa (550-330 a.C.)

Archivo:ImperioAqueménida500AC
El Imperio aqueménida en su máxima extensión.

En el 550 a.C., Ciro II, llamado el Grande, unió a los persas, sometió a los medos y conquistó Babilonia, Siria, el Levante y Asia Menor. A diferencia de otros conquistadores, Ciro trató bien a los pueblos que dominaba, por ejemplo, liberando al pueblo judío que estaba cautivo en Babilonia. Esta forma de gobernar era algo nuevo.

Su hijo y sucesor, Cambises II (530-522 a.C.), continuó las conquistas, añadiendo Egipto y haciendo del imperio el más grande de la historia hasta ese momento. El gran esplendor del Imperio persa se dio con Darío I (522-486 a.C.). Darío se dedicó a organizar el enorme imperio. Lo dividió en provincias llamadas satrapías, cada una dirigida por un sátrapa. El poder militar estaba en manos de los "ojos y oídos del rey", que supervisaban la organización. El Imperio aqueménida recaudaba muchos impuestos, parte de los cuales se usaban para acuñar monedas de oro y plata. Gran parte de los ingresos se destinaban a construir obras públicas, como una red de caminos para unir el imperio, siendo el más famoso el Camino Real de Susa a Sardes. También construyó palacios y monumentos en las capitales Susa y Persépolis. El tercer gran gasto del imperio era su enorme ejército.

Darío hizo del mazdeísmo la religión oficial. Esta religión, predicada por Zoroastro (o Zaratustra) hacia el 700 a.C., era dualista: el mundo estaba regido por el bien (Ormuz o Ahura-Mazda, simbolizado por la luz) y el mal (Arimán). Las personas debían vivir una vida pura y hacer buenas acciones para que el bien venciera al mal. Esta religión no tenía templos, solo altares al aire libre donde ardía una llama. Sus enseñanzas están en el Zend Avesta.

Pero con Darío también comenzó el declive del Imperio aqueménida, al iniciar las guerras médicas contra los griegos, que continuaron sus sucesores. Durante el siglo V a.C., persas y griegos compitieron por el control de las ciudades griegas de Asia Menor y las rutas comerciales. Estos conflictos incluyeron la quema de Atenas por los persas. Después de las derrotas militares, los aqueménidas dejaron de expandirse y perdieron algunos territorios, mientras que las rebeliones aumentaban en todo el imperio. El imperio finalmente cayó con la llegada de Alejandro Magno en el 336 a.C.

Conquista de Alejandro Magno y el Imperio Seléucida (334-247 a.C.)

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El Imperio seléucida perdió sus territorios orientales frente a los partos, pero logró sobrevivir hasta el 63 a.C., cuando fue conquistado por Roma.

En mayo del 334 a.C., Alejandro Magno comenzó la conquista del Imperio persa. Después de su victoria en la Batalla del Gránico, Alejandro avanzó por Asia Menor y conquistó sus ciudades más importantes. La capital de Persépolis cayó en el 330 a.C.

Alejandro adoptó algunas costumbres "orientales" y se estableció en Babilonia después de asegurar su conquista desde Egipto hasta el río Indo. Tras la muerte de Darío III, el último emperador persa, Alejandro fue coronado como "Rey de Asia". Sin embargo, su enorme imperio se dividió casi inmediatamente después de su repentina muerte en el 323 a.C., a los treinta y dos años. Sus generales, llamados Diádocos, se repartieron los territorios. La parte más grande, que incluía casi todo el Imperio persa excepto Egipto, pasó a Seleuco I Nicátor. Los macedonios seléucidas gobernaron durante un tiempo de gran debilidad, tanto interna como externa, con una fuerte influencia griega.

El Imperio Parto (247 a.C. - 224 d.C.)

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El Imperio parto hacia el año 60 a.C.

El Imperio parto fue fundado por Arsaces de la Dinastía arsácida después de derrotar a los seléucidas a finales del siglo III a.C. Extendieron su influencia hasta dominar Mesopotamia desde el año 150 a.C., y también controlaron el este de la península arábiga.

El Imperio Romano era el mayor rival de los partos, ya que frenó su expansión hacia el oeste. Los ejércitos partos tenían dos tipos de caballería: los catafractas, fuertemente armados y blindados, y los arqueros a caballo, ligeramente armados. Para los romanos, que dependían mucho de su infantería, los partos eran muy difíciles de vencer, porque su caballería era mucho más rápida y móvil. Sin embargo, para los partos era difícil ocupar las áreas romanas, que solían estar bien defendidas. Debido a estas dificultades, ni los romanos ni los partos pudieron conquistar el territorio del otro. La principal zona de conflicto fue Armenia, donde ambos intentaban poner reyes que les fueran leales.

Durante el período parto, hubo los primeros contactos con el Lejano Oriente, especialmente con el creciente Imperio chino. También se establecieron relaciones con el Imperio kushán de la antigua India, lo que ayudó a mantener estables las fronteras orientales. A mediados del siglo I d.C., se llegó a un acuerdo con Roma para que el río Éufrates fuera la frontera definitiva entre ambos imperios, lo que llevó a un período de paz entre estas dos grandes potencias.

El Imperio Parto duró cinco siglos, mucho más que la mayoría de los imperios de Asia. Finalmente, el imperio cayó en el año 224 d.C., cuando su organización se debilitó y el último rey fue derrotado por uno de sus vasallos, de origen persa.

El Imperio Sasánida (224-651 d.C.)

Archivo:Byzantine and Sassanid Empires in 600 CE-es
El Imperio Romano Oriental (o Bizantino) y el Imperio Persa Sasánida a finales del siglo VI d.C. A pesar de 400 años de guerra constante, ninguna de las dos potencias logró un avance significativo sobre la otra.

En el 226 d.C., surgió en Persia una revuelta que buscaba devolver a Irán la gloria de los Aqueménidas. Los sasánidas llegaron al poder gracias a Ardacher I, quien derrotó al último rey parto, Artabán IV. De este período destacan las Guerras romano-sasánidas (230-628 d.C.), en las que Persia y Roma estuvieron en un estado casi constante de guerra.

La era sasánida es considerada uno de los períodos históricos más importantes e influyentes de la historia de Irán. En muchos aspectos, el período sasánida logró grandes avances en la cultura persa, y fue el último gran imperio iraní antes de la llegada del islam y su adopción como religión en todo el territorio. Su influencia cultural se extendió mucho más allá de sus fronteras, llegando hasta Europa occidental, África, China e India, y fue muy importante en la formación del arte medieval europeo y asiático.

Sus reyes más importantes fueron Cosroes I y Cosroes II, ambos del siglo VI d.C. En su mayor extensión, el Imperio llegó a abarcar Egipto, Jordania, Líbano y Palestina. También tenía reinos vasallos en Arabia, en los territorios de los actuales Omán y Yemen. Estos pueblos árabes formaron estados intermedios para contener el avance del Imperio Romano, que también estableció sus propios protectorados.

En este punto de la historia, el poder de Roma ya había disminuido en Occidente, pero en Oriente seguía existiendo la mitad oriental de su Imperio (dividido en el 395 d.C.), conocido como el Imperio bizantino. Este estado de cultura griega continuó la lucha contra Persia, que se intensificó durante el siglo VI d.C. Su último y más destructivo enfrentamiento fue la Guerra Bizantino-Sasánida de 602-628 d.C., que, como todos sus conflictos anteriores, terminó en una tregua sin cambios territoriales. Sumido en una gran crisis económica y política, Persia fue afectada por una guerra civil entre la nobleza. La estabilidad se recuperó con la llegada al poder de Yazdgerd III en el 632 d.C. Sin embargo, para entonces el imperio ya estaba muy debilitado.

Edad Media (651-1501)

La Edad Media en Irán se caracteriza por la dominación de diferentes pueblos extranjeros. Los árabes, que recientemente habían adoptado el islam, conquistaron Irán a mediados del siglo VII d.C. En el 634 d.C. tomaron la capital sasánida (Ctesifonte, en el actual Irak) y para el año 655 d.C. ya habían conquistado Kabul y Kandahar (lo que hoy es Afganistán). Aunque el territorio persa pasó a formar parte del nuevo Imperio árabe, los califas de Damasco no obligaron a la gente a convertirse, sino que toleraron las antiguas religiones dentro de sus fronteras. Así, en Persia siguieron existiendo creencias zoroastrianas, monofisitas y nestorianas. Sin embargo, los no musulmanes tenían que pagar más impuestos y tenían otras restricciones. El país se fue islamizando poco a poco, pero manteniendo sus propias características. Así, Persia se convirtió en un lugar donde se refugiaron diferentes grupos dentro del islam que se oponían a los califas de Damasco, como los descendientes de Alí (los "alidas") o los chiitas, que eran leales a los descendientes directos del Profeta.

Archivo:Map of expansion of Caliphate
Expansión musulmana entre los años 622 y 750

En esta época, el gran comercio, especialmente el marítimo, se hizo muy importante en ciudades del sur como Siraf y Ormuz, donde llegaban barcos que luego iban a la India o China, convirtiéndolas en centros comerciales muy activos.

El conflicto entre los persas y los califas de Damasco llevó a varias revueltas. Las regiones de Merv y Jorasán se convirtieron en refugio de alidas y chiitas. Liderados por Abu Muslim, se levantaron en el 747 d.C. contra los omeyas, a quienes derrotaron tres años después en la Batalla del Zab. Sin embargo, quienes tomaron el poder fueron los abasíes, descendientes de Abbas, tío de Mahoma. El primer califa abasí fue Abul-Abbas (750-754 d.C.), quien dependía mucho de sus aliados persas. Trasladaron la capital del califato de Damasco (Siria) a Bagdad (actual Irak), una nueva ciudad fundada el 30 de julio de 762 d.C. por el califa Al-Mansur. La influencia persa se notó en la transformación de la monarquía: los califas se convirtieron en reyes al estilo sasánida, no eran solo jefes de los árabes, sino de todos los creyentes; vivían encerrados en su palacio, lejos de sus súbditos, y solo aparecían en público en ceremonias muy elaboradas.

Los califas de Bagdad dependieron cada vez más de sus jefes militares, primero persas y luego turcos. Poco a poco, los ejércitos se convirtieron en fuerzas privadas de uno u otro general, lo que contribuyó a la división del califato. Grandes zonas de Persia escaparon a su control, formando reinos independientes. Las revueltas contra el gobierno central fueron especialmente fuertes en Jorasán, cuyo primer reino independiente fue establecido por Tahir, príncipe de Nishapur, Jorasán y Kermán (822 d.C.). Pero parece que fue más una cuestión de ganancia política y territorial; de hecho, Tahir había ayudado al califa a someter otros movimientos nacionalistas en otras partes de Persia.

La primera dinastía en Jorasán, después de la llegada del islam, fue la dinastía safárida (861-1003 d.C.). Tuvo su origen en la región más remota del este iraní, Sistán, donde las enseñanzas de los jariyitas fueron muy intensas. Saffar, un calderero, fue proclamado califa y comenzó la conquista de las provincias vecinas: Sind y Jorasán. Estableció su capital, Nishapur, en esta última región, e incluso lanzó una ofensiva contra Bagdad, que fue rechazada (879 d.C.).

Los samánidas (875-999 d.C.), también de Jorasán, gobernaron extensos territorios, desde el mar de Aral hasta el océano Índico y el golfo Pérsico. Destacaron por su comercio internacional y sus logros artísticos. Los búyidas (932-1055 d.C.) fueron una dinastía fundada por un príncipe persa de sangre real cercano a los chiitas; reinaron en Persia occidental, llegando luego a Bagdad, hasta Fars y Kermán. El gobernador de Jorasán era un turco que se rebeló contra el califa en el 961 d.C. y fundó en Ghazna (Afganistán) un imperio que se extendió hacia el Jorasán iraní.

Los búyidas de Persia fueron conquistados por los turcos selyúcidas que hacia el año 1000 d.C. invadieron Jorasán e Irak. Para el año 1040 d.C. ya estaban en Nishapur. Precisamente en esta ciudad comenzó su carrera el teólogo Al-Ghazali (1058-1111 d.C.), originario de Jorasán, quien con sus enseñanzas ayudó a la reconquista del pueblo iraní. En 1092 d.C., a la muerte del sultán, Persia se convirtió en un reino independiente gobernado por uno de los hijos del sultán. Sus fronteras fueron atacadas por tribus asiáticas, y perdió la Transoxiana.

Un siglo después (1190 d.C.), los jorezmitas fundaron un imperio iraní sobre Persia oriental hasta Afganistán. Los jorezmitas, como el resto de Persia, fueron conquistados por los mongoles de Gengis Kan (1220 d.C.). El kanato de Persia (o "Iljanato"), vasallo del gran kan de Pekín, tuvo su capital en Meragha, cerca del lago Urmía. En 1295 d.C., Ghazan dejó el budismo y se convirtió al islam. Su capital, Tabriz, se convirtió en un centro de difusión de la religión musulmana chií. En esta época, las relaciones entre Persia y el Extremo Oriente se fortalecieron. En el arte se notó cierta influencia china, especialmente en las miniaturas. Los ejércitos mongoles de Tamerlán devastaron Persia en 1380-1385 d.C. Los timúridas gobernaron entre 1370-1506 d.C.

El Imperio Timúrida (1370-1507)

Archivo:Timur reconstruction03
Reconstrucción del conquistador Timur (1941)
Archivo:Tamerla 1402-1403
Mapa detallado del Imperio timúrida con sus estados vasallos y esfera de influencia en Asia Central y Occidental (1402-1403)

Irán permaneció dividido hasta la llegada del siguiente conquistador, Timur, un líder turcomongol con cultura iraní, de la dinastía Timúrida. Como sus predecesores, el Imperio timúrida también formó parte del mundo persa. Timur, después de establecer su poder en Transoxiana y hacer de Samarcanda su capital en 1369, invadió Irán en 1381 y finalmente conquistó la mayor parte. Las campañas de Timur fueron más lentas que las de los mongoles anteriores, pero igual de intensas; muchas personas fueron masacradas y varias ciudades fueron destruidas (Shiraz e Isfahán quedaron casi arrasadas).

Su gobierno se caracterizó por ser muy estricto, pero también por incluir a iraníes en puestos administrativos y por promover la arquitectura y las artes, especialmente la poesía. Este período fue tan rico culturalmente que se le llama el Renacimiento timúrida. Sus sucesores, los timúridas, mantuvieron el control sobre la mayor parte de Irán hasta 1452, cuando perdieron gran parte de su territorio ante los Kara Koyunlu (turcomanos de la Oveja Negra). Los Kara Koyunlu fueron conquistados por los Ak Koyunlu (turcomanos de la Oveja Blanca) bajo el mando de Uzun Hasan en 1468. Uzun Hasan y sus sucesores fueron los gobernantes de Irán hasta el surgimiento de los safávidas, originarios de Ardabil (en el Azerbaiyán iraní), quienes tomaron el poder en el oeste de Irán y reclamaron gran parte del territorio iraní, como lo era en los días de los sasánidas. Los timúridas, debilitados por conflictos internos, vieron su imperio desintegrarse en 1507, cuando los uzbekos de la dinastía de los shaybánidas tomaron Samarcanda.

La popularidad del poeta sufí Hafez de Shiraz (1325-1389) se consolidó firmemente en la era timúrida, que vio la recopilación y copia generalizada de su diván. Los sufíes a menudo eran perseguidos por musulmanes más estrictos. El sufismo desarrolló un lenguaje simbólico rico en metáforas para ocultar las referencias poéticas a enseñanzas filosóficas que podrían ser consideradas desafiantes. Hafez ocultó su propia fe sufí, incluso cuando usó el lenguaje secreto del sufismo (desarrollado durante cientos de años) en su propio trabajo, y a veces se le atribuye haberlo «llevado a la perfección». Su trabajo fue imitado por Jami, cuya propia popularidad creció y se extendió por todo el mundo persa.

Kara Koyunlu

Archivo:Map Aq Qoyunlu 1478-en
La confederación de los Ak Koyunlu en su máxima extensión.

Los Kara Koyunlu fueron una unión de tribus turcomanas que gobernaron el noroeste de Irán y las áreas cercanas desde 1374 hasta 1468. Los Kara Koyunlu expandieron sus conquistas hasta Bagdad. Sin embargo, las luchas internas, las derrotas frente a los timúridas, las rebeliones de los armenios debido a su persecución, y las batallas fallidas con los Ak Koyunlu llevaron a su desaparición final.

Ak Koyunlu

Los Ak Koyunlu eran turcomanos bajo el liderazgo de la tribu Bayandur, una unión de tribus musulmanas sunitas que gobernaron la mayor parte de Irán y gran parte de las áreas circundantes desde 1378 hasta 1501. Los Ak Koyunlu surgieron cuando Timur les concedió toda Diyar Bakr en la actual Turquía. Después, lucharon con su rival, los turcomanos Oghuz, los Kara Koyunlu. Aunque los Aq Qoyunlu lograron derrotar a los Kara Koyunlu, su lucha con la emergente dinastía safávida los llevó a su caída.

Edad Moderna (1501-1796)

La Dinastía Safávida (1501-1736)

El siglo XVI fue el de la independencia iraní con la Dinastía Safávida. Su fundador, Ismail I, comenzó su campaña en el Azerbaiyán iraní en 1500 como jeque de la Safaviyya, una orden religiosa muy activa, y unificó todo Irán en 1509. Su familia tenía origen en las órdenes religiosas sufíes (místicos chiitas) de las montañas de Azerbaiyán. Organizaron su estado alrededor del santuario de Ardabil, cerca del mar Caspio. El reino safávida consolidó la diferencia entre los persas y el resto de los musulmanes, al establecer el chiismo como la religión principal en Irán. De esta dinastía destaca el reinado de Abás el Grande (1587-1629).

Archivo:Map Safavid persia

El principal enemigo del nuevo Irán fue el Imperio otomano. En 1514, los turcos otomanos obtuvieron una victoria importante en la Batalla de Chaldiran, donde ocuparon la capital de Tabriz. Los otomanos obtuvieron el control del este de Anatolia y el norte del actual Irak. La batalla es muy importante históricamente porque definió las fronteras otomanas-safávidas y causó que algunos líderes kurdos cambiaran su lealtad de los safávidas a los otomanos. Los conflictos por el control del Cáucaso e Irak continuaron hasta 1639, cuando se firmó el Tratado de Zuhab. Como resultado de la paz, casi todos los territorios occidentales fueron cedidos al Imperio otomano.

Aunque los safávidas no fueron los primeros gobernantes chiitas en Irán, jugaron un papel crucial en hacer del islam chiita la religión oficial en todo Irán, así como en lo que hoy es la República de Azerbaiyán. Ismail I trajo a los principales líderes religiosos chiitas y les dio tierras y dinero a cambio de su lealtad. Más tarde, durante el período safávida y especialmente Qajar, el poder de los líderes religiosos chiitas aumentó y pudieron tener un papel importante, independiente o en conjunto con el gobierno.

La Dinastía Afsárida (1736-1796)

Fue establecida por Nader Shah, proclamado sah en 1736 después de derrocar a Tahmasp II. Inmediatamente comenzó la guerra contra los pastunes de Afganistán, conquistando Kandahar. En 1738 invadió la India, causando muchas muertes en Delhi y obteniendo un gran tesoro, que incluía el legendario trono del Pavo Real y el diamante Koh-i-Noor. Otras de sus conquistas fueron Transoxiana y la orilla sur del Oxus. Las riquezas saqueadas fueron tantas que Nader suspendió el cobro de impuestos durante tres años. Debido a sus grandes habilidades militares, incluso ha sido comparado con Napoleón Bonaparte. Sin embargo, al igual que Napoleón, no pudo crear un sistema que sobreviviera a su muerte.

El asesinato de Nader Shah en 1747 causó que el imperio se desmoronara casi de inmediato. Fue sucedido por su sobrino Ali Qoli, quien pudo haber estado involucrado en el complot. Fue depuesto después de un año, y sus familiares comenzaron una guerra civil por el trono. Casi todos los gobernadores provinciales declararon su independencia, estableciendo sus propios estados. En el este, Ahmad Shah Durrani fundó el Reino Afgano, que se convertiría en el actual Afganistán. En el oeste se estableció la Dinastía Zand, aunque esta desapareció al poco tiempo. Omán y los kanatos uzbekos de Bujará y Jiva recuperaron la independencia, mientras que el Imperio Otomano recuperó los territorios perdidos en el oeste de Armenia y Mesopotamia. El resto de los territorios iraníes en el Cáucaso, que comprenden Azerbaiyán, Armenia y Daguestán, se separaron en varios kanatos.

Edad Contemporánea (1796-1979)

La Dinastía Kayar (1796-1925)

Archivo:Map Iran 1900-en
Mapa mostrando los territorios perdidos al Imperio otomano y las zonas de influencia de Rusia y Gran Bretaña.

Los gobernantes de la familia Kayar eran miembros de la tribu Kayar, que originalmente formaba parte de los pueblos turcos. Los Kayar se asentaron durante las invasiones mongolas cerca de Armenia y estaban entre las siete tribus que apoyaron a los safávidas en su ascenso al poder. Aga Muhammad Khan comenzó la reunificación de Irán en 1779, en uno de los gobiernos más estrictos incluso para los estándares del siglo XVIII iraní. "Como casi todas las dinastías que gobernaron Persia desde el siglo XI, los Kayar tomaron el poder con el apoyo de fuerzas tribales turcas, mientras usaban a persas educados en su administración".

Desde el siglo XVIII, países europeos como Gran Bretaña, Rusia y Francia, comenzaron a establecer pequeñas colonias en la región. Como resultado, Irán perdió el control de varias de sus provincias, incluida la que hoy es Georgia. Las regiones de Daguestán, Azerbaiyán y Armenia fueron cedidas a Rusia mediante tratados. La economía iraní tuvo que adaptarse a la creciente presencia extranjera. Se intentó reorganizar la agricultura para producir más bienes de exportación, sin éxito. La poca capacidad del Estado para aumentar la producción de alimentos causó una grave escasez de alimentos entre 1870 y 1871 que causó la muerte de un 10% de la población total.

Una nueva era en la Historia de Persia surgió con la Revolución constitucional iraní que ocurrió a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, y que se oponía al poder absoluto del Sah. El país ya había iniciado un proceso de influencia europea. En 1906, el sah Mozaffareddín Shah Qayar estableció la primera constitución de Irán, que se convirtió en una monarquía constitucional. El primer Majlis (parlamento) fue inaugurado el 7 de octubre de 1906.

El descubrimiento de petróleo en 1908 por los británicos en la región de Juzestán reavivó el interés de los británicos en Persia. El control de Persia era disputado por Rusia y Gran Bretaña en lo que se conoció como "El Gran Juego". Esto resultó en un acuerdo anglo-ruso, que dividió a Persia en dos grandes zonas de influencia, lo que le quitó soberanía a la nación. Durante la Primera Guerra Mundial, el país fue ocupado por los británicos, los otomanos y los rusos, pero Persia era un país neutral. En 1919, después de la Revolución de Febrero de 1917 en Rusia, los británicos intentaron establecer un protectorado en Persia, pero no se consolidó. Finalmente, los movimientos internos y la debilidad del gobierno desestabilizaron a los Kayar y permitieron que, en 1925, se estableciera una nueva dinastía.

La Dinastía Pahlavi (1925-1979)

Archivo:Mohammad Pahlavi Coronation
Coronación de Mohammad Reza Pahleví en 1967.

En el año 1925, subió al poder Reza Shah, un jefe militar con ideas nacionalistas. En 1941, Reza Pahlavi, quien tenía simpatía por Alemania, abdicó en favor de su hijo Mohammad Reza Pahlevi. Los ejércitos soviético y británico invadieron Irán durante la Segunda Guerra Mundial; en Teherán se celebró una importante conferencia. La ocupación extranjera terminó en 1946, y durante la posguerra se intensificó el movimiento nacionalista, que se oponía a la influencia extranjera.

En 1953, el primer ministro Mohammad Mosaddeq fue destituido de su cargo al intentar nacionalizar los recursos petrolíferos, en una operación organizada por británicos y estadounidenses. Los servicios de inteligencia británicos lograron convencer al Gobierno de los Estados Unidos de que Mosaddeq era comunista, y en 1953 la CIA llevó a cabo una operación para quitar a Mosaddeq del poder, imponiendo un gobernante favorable a los Estados Unidos. En el año 2000, los Estados Unidos se disculparon por esos hechos. Esta operación causó movimientos violentos, la mayoría financiados por la CIA para destituir al presidente, y terminó con trescientas muertes. La operación tuvo éxito, Mosaddeq se rindió y fue arrestado el 19 de agosto. Fue juzgado por traición y condenado a tres años de cárcel.

En 1955 se firmó el pacto de Bagdad. El sah, con el apoyo de los Estados Unidos y el Reino Unido, emprendió la modernización de la industria del país, y al mismo tiempo, eliminó toda oposición a su régimen con la ayuda de la agencia de seguridad, la SAVAK. Su principal opositor fue el ayatolá Ruhollah Jomeini, muy popular entre los grupos religiosos del país, quien fue arrestado y encarcelado durante dieciocho meses. Al ser liberado en 1964, criticó a los Estados Unidos por el apoyo dado al régimen del sah, se exilió en Turquía y más tarde terminó en París, desde donde continuó su crítica al régimen de los Pahlavi. En 1967 se produjo la coronación de Reza Pahlevi y su esposa Farah Diba como emperadores.

El sah se esforzó en modernizar el país, por un lado, fomentando una reforma agraria, que llevó al reparto de las tierras de la Corona y estatales, pasando luego a las de los grandes propietarios. Esto creó una base amplia de pequeños y medianos propietarios rurales, que al final fueron sus últimos apoyos.

Por otro lado, se esforzó en desarrollar y consolidar la clase media junto con un gran programa de fomento de la industria. Sin embargo, la corrupción y las desigualdades sociales aumentaron, lo que, unido al descontento de los sectores más religiosos por su política modernizadora de las costumbres, hizo que la oposición aumentara poco a poco a lo largo de los años setenta. En enero y febrero de 1972, se desató una fuerte campaña de violencia que resultó en numerosas detenciones y condenas, incluyendo muchas penas de muerte. Más grave fue la crisis de agosto de 1977, después de la cual el régimen ya no se recuperó y los acontecimientos se precipitaron.

La Revolución Islámica

Llegada de Jomeini procedente de Francia el 1 de febrero de 1979.

La revolución comenzó en enero de 1978 con manifestaciones contra el Sah. La revuelta ya se había generalizado para septiembre de 1978, impulsada por Jomeini desde el exilio. El sah Mohammad Reza Pahlevi aumentó sus poderes con el apoyo de los Estados Unidos, que lo consideraba su mayor aliado en la zona. El sah huyó de Irán en enero de 1979. El 1 de febrero siguiente, el ayatolá regresó a Irán desde su exilio en París. El ejército se declaró neutral después de que los grupos rebeldes superaran en número a las tropas leales al Sah, e Irán se convirtió en República Islámica el 1 de abril de ese mismo año, cuando el pueblo aprobó el referéndum con una gran mayoría.

Las relaciones con los Estados Unidos se volvieron difíciles cuando estudiantes de Irán entraron y tomaron al personal de la embajada de este país, acusándolos de ser espías y de estar relacionados con la CIA para derrocar al ayatolá, como hicieron con Mossadegh en 1953. Así, tras la Revolución Iraní, el gobierno estadounidense permitió un cambio de gobierno en Irak, estableciéndose el gobierno de Saddam Husein para equilibrar el poder con el régimen de Irán. El 23 de septiembre de 1980 estalló la Guerra Irán-Iraq, después de que este último país anulara el tratado fronterizo de 1975; finalizaría en 1988.

Irán en la Actualidad

Tras la muerte de Ruhollah Jomeiní en 1989, fue sucedido por Alí Jamenei, actual jefe de Estado. La jefatura del gobierno se elige cada cuatro años, y ha habido una competencia entre un sector que busca reformas, liderado por Muhammad Jatami, y otro sector más conservador. El 18 de julio de 1994 en Buenos Aires, Argentina, ocurrió un ataque a una institución judía, y se acusó a Irán de estar involucrado.

Entrado el siglo XXI, Estados Unidos actuó contra los dos países vecinos de Irán: Afganistán al este e Irak al oeste. En 2001, después de los ataques del 11 de septiembre, Irán colaboró con EE. UU. en la guerra de Afganistán. En su discurso del Estado de la Unión del 29 de enero de 2002, el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, incluyó a Irán en lo que llamó el "Eje del mal", al considerar que su régimen "busca activamente armas [de destrucción masiva] y exporta terror, mientras que unos pocos que no han sido elegidos reprimen el deseo de libertad del pueblo iraní". Por ello, se ponen obstáculos internacionales al programa nuclear iraní, desarrollado en contra de las recomendaciones del Organismo Internacional de Energía Atómica.

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Véase también

Kids robot.svg En inglés: History of Iran Facts for Kids

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Historia de Irán para Niños. Enciclopedia Kiddle.