Extremófilo para niños
Un extremófilo es un organismo, a menudo un microorganismo muy pequeño, que puede vivir en condiciones muy diferentes a las que la mayoría de los seres vivos necesitan. La palabra "extremófilo" viene de "extremo" y de una palabra griega que significa "amor", así que se refiere a un "amante de las condiciones extremas".
Hasta hace poco, se creía que en lugares donde viven los extremófilos no podía haber vida. Por ejemplo, en las aguas muy ácidas del río Tinto en España, ¡pero sí la hay! Muchos de estos organismos pertenecen a un grupo llamado Archaea. También existen muchos virus que aún no conocemos.
Las enzimas que tienen los extremófilos son especiales. Funcionan bien en condiciones donde las enzimas de otros seres vivos no podrían.
Contenido
¿Qué hace especiales a los extremófilos?

En las décadas de 1980 y 1990, los científicos descubrieron que los microorganismos son muy flexibles. Pueden sobrevivir en ambientes extremos, como lugares muy ácidos, increíblemente calientes o con una presión del aire inusual. Estos lugares serían imposibles para organismos más grandes. Algunos científicos incluso piensan que la vida en la Tierra pudo haber comenzado en lugares así, como en las chimeneas volcánicas del fondo del océano.
Se han encontrado esporas de bacterias de 40 millones de años que aún estaban vivas. Estas esporas son muy resistentes a la radiación. También se hallaron bacterias viviendo en el frío y la oscuridad de un lago enterrado bajo el hielo en la Antártida. Incluso en la Fosa de las Marianas, el lugar más profundo de los océanos, se han encontrado microorganismos.
Expediciones científicas han descubierto microorganismos en sedimentos a 120 grados Celsius, a 1.2 kilómetros bajo el fondo del mar. Otros se han encontrado dentro de rocas a 580 metros de profundidad, bajo 2590 metros de océano. Un investigador dijo: "Se pueden encontrar microbios por todas partes: son extremadamente adaptables a las condiciones y sobreviven allí donde estén". Una clave de su adaptación es cómo se forman sus aminoácidos, lo que les permite que sus proteínas funcionen en condiciones difíciles. Estudiar estos ambientes extremos en la Tierra nos ayuda a entender si puede haber vida en otros planetas.
Científicos de la Universidad de Gante en Bélgica han demostrado que las esporas de un tipo de bacteria llamada Bacillus pueden sobrevivir después de ser calentadas a 420 grados Celsius.
Tipos de extremófilos: ¿Dónde viven?
Existen muchos tipos de extremófilos en el mundo. Cada tipo se clasifica según cómo su ambiente extremo es diferente de las condiciones normales. Un mismo extremófilo puede pertenecer a varias categorías, y a esos se les llama poliextremófilos. Por ejemplo, un organismo que vive en rocas calientes bajo tierra es termófilo (amante del calor) y barófilo (amante de la presión).
Aquí te presentamos algunos tipos:
- Anhidrobióticos o xerófilos: Viven sin agua o pueden resistir la sequedad extrema. Un ejemplo son los microbios del suelo en el desierto de Atacama. También plantas como la Selaginella lepidophylla y la Anastatica hierochuntica (Rosa de Jericó).
- Acidófilos: Viven en ambientes muy ácidos (con un pH cercano a 3). Algunos ejemplos son Picrophilus o Ferroplasma acidarmanus, y los organismos del río Tinto en Huelva, España. Algunas arqueas como Picrophilus oshimae pueden vivir con un pH de hasta -0.06.
- Alcalófilos: Viven en ambientes muy básicos o alcalinos (con un pH cercano a 9 o más). Por ejemplo, muchas especies de Bacillus Spirulina y algunas arqueas.
- Barófilos o Piezófilos: Viven en ambientes con mucha presión, como en el fondo de los océanos (hasta 11,000 metros de profundidad en la fosa de las Marianas). Shewanella y Moritella pueden soportar el peso de millones de toneladas de agua.
- Halófilos: Viven en ambientes con mucha sal, como el mar Muerto. Ejemplos son el género Halobacterium, Haloarcula marismortui y Salinibacter ruber, descubierto en España.
- Criptoendolitos: Organismos que viven muy profundo bajo tierra, incluso dentro de rocas. El Bacillus infernus fue encontrado a 2700 metros bajo la superficie.
- Metalotolerantes: Organismos que soportan altas concentraciones de metales como cobre, cadmio o arsénico. Por ejemplo, Ferroplasma y Cupriavidus metallidurans.
- Oligotrofos: Pueden crecer en ambientes con muy pocos nutrientes.
- Osmófilos: Pueden crecer en ambientes con mucha concentración de azúcares.
- Psicrófilos o Psicrotolerantes: Viven en ambientes con temperaturas muy bajas (fosas abisales, glaciares). La Polaromonas vacuolata y la Psychromonas ingrahamii pueden crecer a -12 o -20 grados Celsius.
- Radiófilos: Soportan mucha radiación. La bacteria Deinococcus radiodurans es un ejemplo.
- Termófilos: Viven en ambientes con temperaturas superiores a 45 grados Celsius. Algunos, llamados hipertermófilos, crecen mejor por encima de los 80 grados Celsius. Pyrolobus fumarii se multiplica a unos 105 grados Celsius. La bacteria Thermus aquaticus crece a más de 70 grados Celsius.
Poliextremófilos: Los superhéroes del mundo microbiano
Los poliextremófilos son organismos que pueden resistir muchas condiciones difíciles a la vez. Por ejemplo, la Deinococcus radiodurans es muy resistente a la radiación y a otras condiciones.
Los tardígrados, también conocidos como "osos de agua", son un ejemplo fascinante de poliextremófilos. Son animales microscópicos que pueden sobrevivir a temperaturas muy altas (más de 100 grados Celsius) y muy bajas (hasta -200 grados Celsius), a presiones extremas, sin agua por décadas e incluso a la radiación del espacio exterior. Lo logran entrando en un estado llamado criptobiosis, donde reducen mucho su metabolismo.
La mayoría de los extremófilos son microorganismos, como arqueas, bacterias y eucariotas. Su tamaño pequeño y su capacidad de adaptación les han permitido vivir en lugares donde los seres vivos más grandes no podrían. Sin embargo, también hay algunos organismos más grandes, especialmente entre los barófilos.
Un dato interesante es que, al estudiar los extremófilos de las fuentes termales del Parque nacional Yellowstone, el Dr. Brock de la Universidad de Madison (Estados Unidos) descubrió la bacteria Thermus aquaticus. Como esta bacteria es resistente al calor, permitió desarrollar una técnica muy importante llamada Reacción en cadena de la polimerasa (PCR), que ha sido clave para la ingeniería genética.
También se han descubierto especies de animales marinos llamados Loricifera que pueden vivir sin oxígeno de forma permanente, ya que no tienen mitocondrias.
Recientemente, en el lago Mono en California, se descubrió un organismo, el GFAJ-1, que puede usar arsénico en lugar de fósforo para funcionar.
El estudio de los extremófilos es muy importante para campos como la Exobiología, que busca vida fuera de la Tierra. Un estudio de 2011 sugirió que algunos extremófilos terrestres, como el Deinococcus radiodurans, podrían sobrevivir en el espacio.
También son importantes para la Ecología, porque estas formas de vida pueden ayudar a limpiar sustancias tóxicas del ambiente. La Medicina también los estudia con interés por sus complejos mecanismos para reparar su ADN dañado.
Galería de imágenes
-
Extremófilos del tipo termófilo producen algunos de los vistosos colores de la fuente termal Grand Prismatic Spring, en el Yellowstone National Park.
Véase también
En inglés: Extremophile Facts for Kids