Fosa de las Marianas para niños
La fosa de las Marianas es una parte muy profunda del fondo del océano Pacífico occidental. Se encuentra a unos 200 kilómetros al este de las islas Marianas y es el lugar más hondo que conocemos en la Tierra.
Esta fosa tiene forma de media luna, como un plátano, y mide unos 2550 kilómetros de largo por unos 70 kilómetros de ancho. Su punto más profundo se llama Abismo de Challenger, y alcanza los 10 994 metros. Algunas mediciones incluso sugieren que podría llegar a los 11 034 metros. Para que te hagas una idea, si la montaña más alta del planeta, el monte Everest (que mide 8849 metros), se colocara en el Abismo de Challenger, su cima aún estaría a más de dos mil metros bajo la superficie del agua.
En el fondo de la fosa, el peso del agua es enorme. La presión es más de mil veces mayor que la presión normal que sentimos al nivel del mar. A pesar de esta presión, la temperatura en el fondo es muy fría, entre 1 y 4 grados Celsius.
Es interesante saber que la fosa de las Marianas no es el punto más cercano al centro de la Tierra. Esto se debe a que nuestro planeta no es una esfera perfecta; está un poco achatado en los polos. Por eso, algunas zonas del fondo marino en el océano Ártico están más cerca del centro de la Tierra que el Abismo de Challenger.
En 2009, la Fosa de las Marianas fue declarada Monumento Nacional por Estados Unidos. Allí se han encontrado seres vivos muy especiales, como los Xenophyophorea, que son organismos de una sola célula que viven a más de 10 000 metros de profundidad. También se cree que hay microorganismos, peces que brillan y otras especies.
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¿De dónde viene su nombre?
La fosa de las Marianas recibe su nombre de las islas Marianas, que están cerca. Estas islas fueron nombradas en honor a la reina de España Mariana de Austria (1634-1696), quien fue esposa del rey Felipe IV de España.
La vida en las profundidades de la fosa
En 1960, una expedición que exploró la fosa dijo haber visto criaturas grandes, como un pez plano de unos 30 centímetros y camarones, lo cual fue sorprendente por la alta presión. Sin embargo, muchos científicos dudan de que fuera un pez plano y sugieren que pudo haber sido un pepino de mar. Más tarde, en otra expedición, un vehículo sin tripulación llamado Kaikō recogió muestras de lodo del fondo marino y encontró organismos diminutos viviendo en ellas.
En julio de 2011, otra expedición usó cámaras especiales para explorar estas aguas profundas. Observaron muchos organismos vivos, incluyendo unos foraminíferos gigantes (organismos unicelulares) que medían más de 10 centímetros. Estos organismos son importantes por su tamaño y por ser hogar de otras criaturas.
En diciembre de 2014, se descubrió una nueva especie de pez baboso a una profundidad de 8145 metros, rompiendo el récord del pez vivo más profundo visto en video hasta ese momento.
Durante la expedición de 2014, se filmaron varias especies nuevas, como unos anfípodos enormes, conocidos como supergigantes. Este fenómeno, donde las especies de aguas profundas crecen más que sus parientes de aguas menos profundas, se llama gigantismo de aguas profundas.
En mayo de 2017, se filmó otro tipo de pez baboso no identificado a una profundidad de 8178 metros.
¿Hay contaminación en la fosa?
En 2016, una expedición investigó la composición química de unos crustáceos que se alimentan de restos en la fosa. Los científicos encontraron en estos organismos concentraciones muy altas de PCBs, que son sustancias químicas tóxicas prohibidas desde los años 70 por el daño que causan al medio ambiente. También se ha descubierto que los anfípodos ingieren microplásticos, y que el 100% de ellos tienen al menos un trozo de material sintético en el estómago.
En 2019, un explorador llamado Victor Vescovo informó haber encontrado una bolsa de plástico y envoltorios de caramelos en el fondo de la fosa. Ese mismo año, la revista Scientific American también reportó que se había encontrado carbono-14 (un elemento que proviene de pruebas con bombas nucleares) en los cuerpos de animales acuáticos hallados en la fosa.
Historia de las exploraciones
La fosa fue descubierta en 1875 durante la Expedición Challenger, a bordo de la fragata de la Marina Real Británica HMS Challenger. Esta expedición dio nombre a la parte más profunda de la fosa, el abismo de Challenger. Usando un sistema de sondeo, registraron una profundidad de 8184 metros. En 1877, un cartógrafo alemán publicó un mapa que mostraba la ubicación de este descubrimiento. Más tarde, en 1899, un barco de la armada estadounidense, el USS Nero, registró una profundidad de 9636 metros.
En 1951, usando un sistema de ecolocalización (que usa el sonido para medir distancias), se midió una profundidad de 11 012 metros. En 1957, la nave soviética Vitiaz reportó una profundidad de 11 022 metros. En 1962, el buque M.V. Spencer F. Baird registró 11 563 metros.
En la fosa se han encontrado criaturas como un calamar gigante del género Architeuthis, una especie de lenguado que no se conocía antes, y otras especies nuevas. A 11 kilómetros de profundidad, se han hallado seres vivos unicelulares muy pequeños y una forma de plancton desconocida, según se publicó en la revista Science. La fosa de las Marianas es uno de los lugares más misteriosos y menos explorados del mundo.
El canal Discovery explicó en 2009 que la fosa es una zona donde una parte de la corteza terrestre (la placa del Pacífico) se hunde bajo otra (la placa de las Marianas). Este proceso, llamado subducción, explica por qué existen las islas Marianas y por qué tienen actividad volcánica constante.
Descensos a las profundidades

El 23 de enero de 1960, la primera nave con personas a bordo descendió a la fosa. Fue el batiscafo Trieste, inventado por Auguste Piccard. Su hijo, Jacques Piccard, lo pilotó junto a Don Walsh, un oficial de la Armada estadounidense. El objetivo era recoger información sobre el origen de este abismo. El descenso se realizó en el extremo suroeste de la fosa, a unos 338 kilómetros de Guam. Los instrumentos a bordo indicaron una profundidad de 11 521 metros, que luego se ajustó a 11 034 metros.
En 2012, el famoso director de cine y explorador James Cameron también llegó a las profundidades de la fosa en su submarino llamado Deepsea Challenger.
La agencia de noticias rusa Sputnik informó que el 8 de mayo de 2020, un vehículo submarino no tripulado ruso llamado Vitiaz llegó al fondo de la fosa de las Marianas. Los sensores de Vitiaz registraron una profundidad de 11 028 metros.
En 2017, durante otra expedición en la fosa de las Marianas, se identificó una nueva especie de pez llamada Pseudoliparis swirei. Más tarde, se lograron recoger ejemplares de este pez usando un dispositivo con cebo y video.
Más información
- Monumento nacional marino Fosa de las Marianas
- Río Amazonas
- Lago Titicaca
- Río Nilo
Véase también
En inglés: Mariana Trench Facts for Kids