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Dorsal mesoatlántica para niños

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La dorsal mesoatlántica es una gran cadena de montañas submarinas que se extiende por el fondo del océano Atlántico. Es un lugar especial donde las placas tectónicas de la Tierra se están separando lentamente. En el Atlántico Norte, esta dorsal divide la placa euroasiática de la placa norteamericana. En el Atlántico Sur, separa la placa africana de la placa sudamericana.

Esta dorsal es un ejemplo de un límite de placas llamado divergente, lo que significa que las placas se mueven en direcciones opuestas, creando nuevo suelo oceánico.

¿Dónde se encuentra la dorsal mesoatlántica?

La dorsal mesoatlántica se extiende desde el noreste de Groenlandia hasta el sur del punto triple de Bouvet en el Atlántico sur. Aunque la mayor parte de esta cordillera está bajo el agua, algunas de sus partes son tan altas que sobresalen del mar. Un ejemplo famoso es la isla de Islandia, que es parte de esta dorsal.

La dorsal crece a un ritmo de unos 2 centímetros por año. La mayor parte de ella se encuentra entre 3000 y 5000 metros bajo la superficie del océano. Desde el fondo marino, estas montañas pueden elevarse entre 1000 y 3000 metros de altura y extenderse unos 1500 kilómetros de ancho.

Archivo:Atlantic bathymetry
Batimetría del Atlántico, mostrando la dorsal.

La dorsal tiene un valle profundo en su centro, de unos 10 kilómetros de ancho y con paredes de hasta 3 kilómetros de altura. Este valle es el lugar exacto donde el fondo marino se está abriendo. El valle se ensancha unos 3 centímetros cada año.

Cuando el fondo marino se abre, el magma (roca fundida del interior de la Tierra) sube rápidamente. Este magma se enfría y se convierte en nueva roca, formando una nueva capa del fondo oceánico. La dorsal está dividida por zonas de fractura, que son como grandes grietas que desvían la cordillera de su curso principal de norte a sur. Algunas de estas fracturas, como la de Romanche cerca del ecuador, pueden tener casi 1000 kilómetros de largo. Estas fracturas ayudan a explicar por qué la costa de Brasil y el golfo de Guinea en África encajan casi perfectamente, como piezas de un rompecabezas.

¿Cómo se formó la dorsal mesoatlántica?

La dorsal mesoatlántica se asienta sobre una elevación geológica llamada la cresta del Atlántico Medio. Se cree que esta elevación es causada por fuerzas que empujan la corteza terrestre desde abajo.

Este límite de placas divergente se formó hace mucho tiempo, en el período Triásico. Fue entonces cuando el supercontinente Pangea (un continente gigante que unía todas las tierras) comenzó a dividirse. La división de Pangea creó varias grietas, y la dorsal mesoatlántica es una de ellas. Algunas de estas grietas que no llegaron a formar océanos se convirtieron en grandes valles de ríos en América y África, como los ríos Misisipi, Amazonas y Níger.

¿Qué tipos de rocas se encuentran en la dorsal mesoatlántica?

Las rocas que forman la corteza oceánica a lo largo de la dorsal mesoatlántica son principalmente rocas ígneas. Estas rocas se forman cuando el magma del interior de la Tierra se enfría y se endurece.

Archivo:Expl2286 - Flickr - NOAA Photo Library
Rocas basálticas de la dorsal Mesoatlántica observadas por el ROV Hércules durante la Expedición Ciudad Perdida 2005.
  • Basalto: Es la roca más común en la dorsal. Se forma cuando el magma sube y se enfría rápidamente al entrar en contacto con el agua fría del océano. Es una roca oscura y densa. La formación constante de basalto es clave para que el fondo oceánico se expanda.
  • Gabbro: Esta roca ígnea se forma cuando el magma se enfría lentamente bajo la superficie del fondo oceánico. A diferencia del basalto, el gabbro tiene cristales más grandes debido a su enfriamiento lento.
  • Rocas pórfidas: Son rocas ígneas que tienen cristales grandes incrustados en una matriz más fina. Se forman cuando el magma se enfría en etapas, permitiendo que algunos cristales crezcan más.

Aunque menos comunes, también se encuentran rocas sedimentarias y metamórficas:

  • Rocas sedimentarias: Se forman por la acumulación de sedimentos en el fondo del océano. Ejemplos son las areniscas (de arena) y las rocas calizas (de restos de organismos marinos).
  • Rocas metamórficas: Se forman cuando rocas preexistentes (ígneas o sedimentarias) cambian debido a la alta presión y temperatura. Los esquistos y el gneis son ejemplos que se pueden encontrar en las zonas más profundas de la corteza oceánica.

El papel de las rocas en la expansión del fondo oceánico

La dorsal mesoatlántica es un lugar donde se crea constantemente nueva corteza oceánica. A medida que las placas se separan, el magma sube y se convierte en basalto, lo que hace que el fondo oceánico se expanda. Este proceso es muy importante para entender cómo se mueven las placas tectónicas. Las rocas ígneas como el basalto y el gabbro son esenciales en este proceso, ya que son los materiales nuevos que forman la base de la corteza oceánica.

¿Cómo se descubrió la dorsal mesoatlántica?

La idea de que existía una cordillera bajo el océano Atlántico fue propuesta por primera vez por Matthew Fontaine Maury en 1850. Fue descubierta oficialmente por la expedición del barco HMS Challenger en 1872. Un grupo de científicos, liderados por Charles Wyville Thomson, encontraron esta gran elevación en el Atlántico mientras investigaban dónde colocar un cable telegráfico transatlántico.

La existencia de esta cordillera fue confirmada con el uso del sónar en 1925. En la década de 1950, al hacer mapas del fondo oceánico, científicos como Bruce C. Heezen, Maurice Ewing y Marie Tharp descubrieron que la dorsal mesoatlántica tenía valles y crestas, con un valle central muy activo sísmicamente (con muchos terremotos). Ellos se dieron cuenta de que esta cordillera era parte de un sistema continuo de dorsales oceánicas de 40.000 kilómetros de largo que recorre todos los océanos de la Tierra. Este descubrimiento fue clave para desarrollar la teoría de la expansión del fondo oceánico y para que se aceptara la teoría de Alfred Wegener sobre la deriva continental y el movimiento de las placas tectónicas.

Expediciones y descubrimientos importantes en la dorsal mesoatlántica

La dorsal mesoatlántica ha sido un lugar de muchos descubrimientos científicos que han cambiado nuestra forma de entender la geología y la vida en los océanos.

Descubrimiento de las fuentes hidrotermales (1977)

Uno de los descubrimientos más emocionantes fue la identificación de los ecosistemas de fuentes hidrotermales en 1977. Esto ocurrió durante una expedición con el buque Atlantis II y el sumergible tripulado DSV Alvin. El equipo exploraba la Grieta de Galápagos (parte de la dorsal) y encontró un ecosistema único. La vida allí no dependía de la luz solar, sino de los químicos que salían del fondo marino.

Estas fuentes emiten agua muy caliente y rica en minerales. Los científicos se sorprendieron al encontrar gusanos gigantes de tubo (Riftia pachyptila), cangrejos, mejillones y otros microorganismos viviendo alrededor de estas fuentes. Estos ecosistemas complejos eran independientes de la energía del sol. Fue un descubrimiento revolucionario, ya que mostró que la vida puede existir en condiciones extremas, como temperaturas muy altas y oscuridad total. Estos organismos usan un proceso llamado quimiosíntesis, donde las bacterias convierten compuestos como el sulfuro de hidrógeno en energía.

Este hallazgo amplió nuestra comprensión de la vida y su capacidad de adaptación, incluso en otros planetas.

Expansión del fondo marino y la teoría de las placas tectónicas

El estudio de la dorsal mesoatlántica ha sido fundamental para la teoría de las placas tectónicas. Como es un límite de placas divergentes, las placas se separan y el magma sube para formar nueva corteza oceánica, un proceso llamado expansión del fondo marino.

Un descubrimiento clave fue la confirmación de las anomalías magnéticas a lo largo de la dorsal. En la década de 1960, los científicos encontraron patrones de franjas magnéticas paralelas y simétricas a ambos lados de la dorsal. Estas franjas mostraban que el campo magnético de la Tierra había cambiado de dirección periódicamente. Esto demostró claramente que se estaba creando nueva corteza oceánica en la dorsal y luego se movía hacia afuera. Este descubrimiento apoyó la idea de que la corteza terrestre se recicla constantemente.

Vida en el mar profundo y biodiversidad

La exploración de la dorsal ha revelado muchas especies únicas y desconocidas, adaptadas a condiciones extremas. Los ecosistemas del mar profundo alrededor de la dorsal están llenos de organismos que viven a grandes profundidades, en total oscuridad. Muchos de ellos, como peces bioluminiscentes, calamares y pulpos, han desarrollado adaptaciones especiales para sobrevivir.

El estudio de la vida en la dorsal mesoatlántica ha ayudado a entender a los extremófilos, que son organismos que viven en condiciones extremas (alta presión, bajas temperaturas, falta de luz). Algunas bacterias y arqueas del mar profundo pueden sobrevivir sin oxígeno y usar compuestos como el sulfuro de hidrógeno o el metano para vivir. Estudiar estos organismos nos ayuda a entender la vida en la Tierra y a buscar vida en otros planetas, como las lunas Encélado o Europa.

El papel de los sumergibles y ROVs en la exploración

Los sumergibles tripulados, como el DSV Alvin, y los ROVs (Vehículos Operados Remotamente) han sido herramientas esenciales en las expediciones a la dorsal mesoatlántica. La capacidad de sumergirse a grandes profundidades, tomar muestras y observar el fondo marino en tiempo real ha mejorado mucho nuestra comprensión de este paisaje submarino. Por ejemplo, el ROV Deep Discoverer ha tomado imágenes de alta calidad y muestras de las fuentes hidrotermales. Estas tecnologías siguen mejorando, permitiendo a los científicos explorar partes más profundas y remotas de la dorsal.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Mid-Atlantic Ridge Facts for Kids

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Dorsal mesoatlántica para Niños. Enciclopedia Kiddle.