Concejo de Valladolid para niños
Los concejos eran como reuniones o grupos de vecinos en las ciudades y villas de la Edad Media. Su objetivo principal era que los habitantes pudieran organizarse para proteger sus derechos y necesidades frente al rey, los señores o los abades (líderes de monasterios) de la zona. También les ayudaba a defenderse de otras ciudades cercanas.
En los reinos de León y Castilla, estas reuniones, llamadas concilium o concejo, comenzaron alrededor del siglo X. Fueron creciendo y cambiando durante los siglos XI y XII, hasta que en el XIII se formaron grandes municipios.
El concejo de Valladolid existió desde que la ciudad era un pequeño asentamiento agrícola. Su forma y sus responsabilidades cambiaron a medida que Valladolid crecía. A principios del siglo XII, apareció un grupo llamado boni hominis (hombres buenos), que eran parte del concilium y representaban a los vecinos.
A mediados del siglo XIII, con la aparición de diferentes grupos sociales, el concejo cambió de nuevo. Se unieron los caballeros, un grupo social importante. El significado de "concejo" como grupo que representaba a la ciudad cambió mucho a finales del siglo XIII. Pasó de ser una "reunión abierta" donde todos los representantes firmaban documentos, a ser un "concejo cerrado". Esto significaba que se reunían en un lugar específico y sus miembros ya no solo representaban a la gente, sino que formaban parte de la institución municipal, convirtiéndose en un órgano de gobierno.
En el siglo XIV, este cambio fue definitivo. La palabra "Concejo" empezó a significar el poder y el gobierno de la ciudad. Este cambio coincidió con el aumento de la población en Valladolid, donde se formaron nuevos grupos como las "collaciones" (barrios), "cofradías" (asociaciones) y "cuadrillas" (grupos de vecinos), que estaban bien organizadas a mediados del siglo XV.
El concejo, como representación directa de la gente, dejó de existir en el siglo XV. Ya no era el protector de las necesidades de los habitantes. Sin embargo, los vecinos de Valladolid siguieron unidos y protestaron cuando las leyes o situaciones les parecían injustas. La gente, a la que a veces se llamaba despectivamente "el común", se sentía poco representada por este nuevo concejo. Así, durante el reinado de Enrique IV de Castilla, surgió la palabra "comunidad" para expresar los intereses de los ciudadanos dentro de su propia ciudad.
De esta manera, Valladolid pasó del "concilium" de 1095 a lo que se conoció como "Comunidad", manteniendo siempre un fuerte sentido de unión entre sus habitantes.
Contenido
Contexto y antecedentes históricos
Los inicios de Valladolid como lugar habitado no están del todo claros. Los historiadores y arqueólogos modernos creen que sus orígenes son desconocidos, aunque no descartan que el primer asentamiento fuera una finca agrícola. Esta finca podría haber pertenecido a una mujer rica de Cabezón de Pisuerga y estaría cuidada por agricultores y sus familias.
Después de la muerte de Almanzor, a principios del siglo XI, los reyes de León comenzaron a repoblar las tierras del río Duero. Fortalecieron las zonas de Pisuerga, Cabezón y Simancas. Entre estos dos lugares importantes se encontraba Valladolid, entonces conocido como Valledolit, que también fue repoblado. Así surgió una pequeña villa que los historiadores llaman pre-ansuriana. El conde Ansúrez, por deseo del rey Alfonso VI, impulsó mucho la repoblación, pero la villa no se hizo realmente importante hasta mediados del siglo XII.
Cuando el conde Ansúrez llegó como señor y gobernador de la villa, ya existían dos iglesias, una pequeña defensa y una cerca. También había una organización ciudadana llamada concilium o concejo, que era una reunión de la gente representada por los más importantes. Las dos iglesias eran la de San Miguel y la de San Julián, cada una con sus casas formando barrios. La cerca era probablemente una empalizada baja. El concilium que encontró el conde Ansúrez fue el inicio de lo que más tarde se llamó concejo, Concejo y finalmente Comunidad.
Evolución del concilium y su significado
La palabra concilium o concejo, al principio en el siglo XI, significaba una unión o representación de todos los vecinos. A veces, en los documentos, el término era tan amplio que podía significar la villa entera. Cuando un documento decía: "La campana de San Miguel reunió el concilium en el atrio de la iglesia", describía una reunión abierta donde todos los vecinos podían ir. Sin embargo, la decisión final la tomaban unos pocos "hombres buenos" que firmaban en nombre de todos. Los habitantes sabían que formaban un grupo con intereses comunes, que estos "hombres buenos" defenderían ante el rey, el señor de la villa o el abad, o incluso ante otras comunidades cercanas. La gente de la villa entendía que la palabra concilium tenía un doble significado: la colectividad y sus representantes.
El primer documento conocido que habla directamente de Valladolid es la carta dotal del conde Ansúrez, del 21 de mayo de 1095. En ella, el conde menciona propiedades y rentas que dona a la colegiata recién fundada. En la sección de advertencias, dice que:
... ni los representantes del conde ni el concilio de esa villa [tendrían derecho de entrar en las viviendas de los canónigos y clérigos]...
En otro documento de 1110, el conde y su esposa explican cómo se deben elegir los abades de la colegiata en el futuro:
...los canónigos, con el acuerdo de los hijos y parientes del conde «y hombres buenos de Valladolid», elegirán a uno de ellos —entre los parientes—...
Hay más documentos de la segunda mitad del siglo XII donde aparece la palabra concilium con el mismo significado de colectividad.
Todos estos documentos que muestran la existencia del concilium de Valladolid son de una época en que la villa era pequeña, con solo dos iglesias: San Julián y San Miguel. Con los cambios sociales, la aparición de diferentes grupos, el aumento de la población y el crecimiento de la ciudad (nuevos barrios e iglesias), el concepto de concilium evolucionó. Se empezó a usar más la palabra "concejo". El concejo sería en adelante un pequeño grupo de ciudadanos que representaban el poder dentro de la villa y la representaban fuera de ella.
La iglesia concejil de San Miguel
En la historia de Valladolid, se menciona a menudo la iglesia de San Miguel y sus campanas. Especialmente la campana dedicada al pueblo, que con su toque reunía a los miembros del concejo para sus reuniones al pie de la iglesia. La misma campana también daba la señal de toque de queda (a las 10 en verano y a las 9 en invierno) y tocaba a rebato para que la gente se preparara. El historiador Canesi cuenta cómo, al toque de la campana, los vallisoletanos se reunieron junto a la iglesia de San Miguel para intentar que el emperador Carlos I no saliera de la ciudad. También ocurrió algo similar cuando el cardenal Adriano de Utrecht quiso marcharse, durante el conflicto de las Comunidades.
Para el toque y mantenimiento de la campana, los ciudadanos pagaban al beneficiado 5.000 maravedíes hasta 1441, cuando la cuota se redujo a 100 reales. La campana de San Miguel se convirtió en un símbolo popular.
Encima de la puerta de la sacristía había un armario cerrado con reja, adornado con las armas reales, donde se guardaba el archivo municipal. Un letrero decía: "Aquí se guardan los privilegios de la villa". Hacia 1600, fue necesario trasladarlo a la Sala Alta de la casa Consistorial. En esos años, los documentos se habían multiplicado, por lo que se necesitaron dos arcas para guardarlos. Una se quedó en la iglesia de San Miguel y la otra se trasladó al edificio del Concejo. Después de la demolición de San Miguel, muchos documentos se guardaron en las iglesias de San Francisco y Santa María la Mayor. Entre mayo y agosto de 2003, el Archivo Municipal se organizó en su nueva sede: la antigua iglesia del convento de San Agustín, que fue restaurada para este fin.
Concejo en los siglos XIII, XIV y XV
Durante el reinado de Alfonso X, hubo grandes cambios en la sociedad que afectaron a las ciudades, donde las clases sociales comenzaron a definirse. Estos cambios se vieron en los documentos reales, que a veces ya no se dirigían al "concejo de Valladolid" sino a:
... a todos los caballeros y a todos los hombres buenos y a todos los pobladores de Valladolid
Otro documento importante sobre la evolución del concepto de concejo es el que el rey Alfonso X dedicó al Fuero de Valladolid. Dice:
[Se otorga dicho fuero para]... que lo tenga el concejo de Valladolid. [...] los caballeros y el merino del Rey serán los encargados en nombre del concejo de recibir el juramento de los asalariados de la comunidad.
Esto se refiere a quienes tenían casas, caballos y armas. El rey reconoció a estas personas como los únicos representantes de los ciudadanos.
A partir del siglo XIII, Valladolid ya tenía su Concejo establecido como un órgano de gobierno. Se reunía en una casa comprada a los frailes del convento de San Francisco "para hacer un lugar donde hagan el concejo". En un documento de 1298 se dice: "Nos el concejo de Valladolid estando reunidos a campana tañida en casa de los Frailes Descalzos donde es costumbre hacer nuestro concejo..."
Desde finales de este siglo, la palabra concejo incluso empezó a usarse para referirse a la "sesión celebrada". Por eso, en adelante, su significado dependía mucho del contexto. Fue a finales del XIII cuando la gente, los vecinos, empezaron a sentirse desprotegidos o poco representados por el concejo como institución política municipal. Creían que esta institución tenía intereses propios y no prestaba suficiente atención a los intereses de la comunidad. Incluso se había apropiado de la costumbre de reunirse al toque de campana, algo que consideraban propio de la gente común. El descontento creció y dio lugar a protestas y reuniones de cambio.
En los documentos se puede ver cómo el cambio de significado del término concejo fue definitivo. Pasó a ser tanto la institución municipal como la reunión del grupo de poder o gobierno de la ciudad. Así transcurrió el siglo XIV.
Además, la ciudad creció y el número de iglesias pasó de dos a trece. Con este crecimiento, se hizo imposible reunir a casi todos los vecinos en el atrio de San Miguel al toque de campana. Los tiempos históricos cambiaron, los reyes dieron nuevas leyes y la nobleza local quiso participar en el gobierno de la villa. Así llegó el siglo XV con una ciudad muy diferente a aquel pequeño grupo inicial. La villa estaba gobernada por el concejo municipal, cuyos miembros eran elegidos entre la nobleza y los caballeros. Los grupos sociales eran la nobleza, el clero y lo que despectivamente se llamó "el común", formado por la gente sencilla. El "común" era la comunidad de personas cuyos intereses estaban en la propia villa y no fuera de ella.
Caballeros
En las cartas que el rey Alfonso X envió al concejo de Valladolid el 16 de agosto y 25 de noviembre de 1255, informaba que todo aquel que tuviera un caballo y armas estaría libre de impuestos reales "para siempre jamás, salvo lo que han de dar para el bien de su común villa". Es decir, no pagarían impuestos al rey, pero sí al concejo. Después de esto, el propio concejo se hizo responsable de su preparación y mantenimiento. El concejo se encargaba de cumplir ciertas peticiones del rey, como que el número de caballeros nunca fuera menos de 150, su equipamiento, la obligación de tener un caballo valorado en al menos 30 maravedíes, y un equipo de guerra con espada, lanza, casco de hierro, armadura y escudo. Por su parte, el concejo tendría bajo su cuidado 100 armaduras para caballos y varias cotas de malla.
Los días de Pascua Mayor o Resurrección, la fiesta de San Juan y la fiesta de San Miguel, se realizaba el alarde (una revista militar) controlado por el concejo. Además de estas revisiones, el concejo quería honrar al rey organizando un alarde especial, cuyos caballeros acompañarían al rey cuando visitara la villa.
Corregidor
La figura del Corregidor fue algo nuevo que apareció a finales del siglo XIV. El corregidor era el representante del rey en el concejo. En Valladolid, este cargo se estableció a principios del reinado de Enrique III. El primer corregidor conocido fue Nicolás Gutiérrez de León, quien ocupó el cargo en 1392. En Valladolid, el corregidor siempre contó con el apoyo de la nobleza local, e incluso algunos miembros de esta nobleza llegaron a ocupar el cargo.
Comunidad
Hacia la segunda mitad del siglo XV, el espíritu de unión que agrupaba a los habitantes de Valladolid empezó a usar una nueva palabra para identificarse, que reemplazó a aquel concejo que tanto había cambiado desde los tiempos del conde Ansúrez: Comunidad. La comunidad eran aquellas personas que vivían en la villa, formando parte de ella, con intereses comunes, fuera de cualquier institución política. En los documentos de la época, esta nueva palabra apareció con mucha frecuencia y también en los relatos históricos del Cronicón de Valladolid. Al narrar el desacuerdo de los nobles con el rey Enrique IV, se decía que:
... se levantó la comunidad contra los dichos [los nobles en desacuerdo] y los echaron de la villa…la dicha Comunidad sacó al dicho Merino de la dicha torre...
La comunidad actuó de la misma manera defendiendo sus derechos y los de su rey cuando se enteró de que la princesa Isabel estaba en la casa de los Vivero para encontrarse con su futuro esposo Fernando de Aragón. Sospechando un plan secreto, la comunidad se reunió con armas ante la casa de Juan de Vivero:
... fueron muy sorprendidos, de tal manera que se unieron unos con otros, y confederados se pusieron en armas para ir a combatir la casa de Juan Vivero...
La comunidad tenía un grupo que la representaba: la cuadrilla.
Las cuadrillas fueron reconocidas oficialmente y sus tareas eran importantes y a menudo difíciles. Por ejemplo, en una ocasión (1476), se encargaron de recuperar las llaves de algunas puertas de la villa que habían sido retenidas ilegalmente por ciertos regidores. Esta recuperación se hizo en presencia del Concejo y de diez representantes de ciertas cuadrillas.
La comunidad de Valladolid se identificó desde sus inicios como el conjunto de vecinos que formaban parte de una colectividad, pero que no eran parte del gobierno municipal, ni de la nobleza, ni del clero. Se definieron a sí mismos en la carta que enviaron el 30 de enero de 1521 a los gobernadores del reino:
¿Quién perjudicó al Rey Don Juan segundo sino los Grandes? ¿Quién lo liberó y lo hizo reinar sino las Comunidades, especialmente la nuestra cuando en Portillo lo tuvieron retenido? Véase la Historia que claro lo dice. Sucedió al Rey Don Juan el Rey Don Enrique su hijo, al cual los Grandes intentaron quitarle el trono levantando otro Rey en Ávila, y las Comunidades y especialmente la nuestra de Valladolid le devolvieron su poder Real echando a los traidores de ella…