Iglesia de San Miguel (Valladolid) para niños
Datos para niños Iglesia de San Miguel |
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![]() Detalle del plano de Ventura Seco de 1738. La iglesia de San Julián está señalada con el n.º 5 y la de San Pelayo (o San Miguel) con el n.º 6. Puede apreciarse cómo hace esquina con la calle de la Encarnación y la antigua calle de San Julián, hoy de San Ignacio.
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Localización | ||
País | ![]() |
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Comunidad | ![]() |
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Ubicación | ![]() |
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Coordenadas | 41°39′18″N 4°43′38″O / 41.655027777778, -4.7271333333333 | |
Información general | ||
Usos | Iglesia | |
Inicio | Siglo XI | |
Demolido | 1777 | |
Propietario | Clero secular | |
La iglesia de San Miguel de Valladolid fue un templo católico muy antiguo. Se construyó en el siglo XI por los primeros habitantes de la zona. Al principio, se dedicó a San Pelayo, pero un siglo después cambió su nombre a San Miguel.
Esta iglesia, junto con la cercana iglesia de San Julián, fue muy importante para el nacimiento de la ciudad de Valladolid. Sus campanas sonaban para que los vecinos se reunieran y hablaran de los asuntos del pueblo.
Durante muchos siglos, fue un lugar muy querido y protegido. Se hicieron ampliaciones y se añadieron obras de arte. Sin embargo, a finales del siglo XVIII, el edificio estaba muy deteriorado. Se decidió trasladar todo lo importante a otra iglesia cercana. Así nació una nueva parroquia llamada San Julián y San Miguel.
La antigua iglesia de San Miguel fue demolida en 1777. En su lugar, se creó una plaza que aún hoy se llama Plaza de San Miguel. La iglesia de San Miguel es parte del patrimonio perdido de Valladolid.
Contenido
Orígenes de Valladolid y la Iglesia de San Miguel
El lugar donde hoy está Valladolid comenzó como un pequeño pueblo en el siglo XI. Algunos historiadores creen que pudo haber sido una granja grande. Este nuevo asentamiento, conocido como Valaolit, se ubicó cerca de donde el río Esgueva se une con el río Pisuerga.
Aunque no era un lugar estratégico, el momento histórico fue clave. Después de la muerte de Almanzor, los reyes de León impulsaron la repoblación de estas tierras. Así, el pequeño pueblo creció. Se construyeron dos iglesias: San Julián y San Pelayo (la futura San Miguel). También se levantó una pequeña fortaleza y una cerca para proteger a los habitantes.
Cuando el Conde Ansúrez llegó a Valladolid por orden del rey Alfonso VI, se encargó de mejorar y embellecer el lugar. Construyó más edificios importantes, tanto para el gobierno como para la religión.
La Historia del Edificio de San Miguel
La iglesia de San Miguel existía desde principios del siglo XI. Al principio, como ya dijimos, se llamaba San Pelayo. El Conde Ansúrez lo mencionó en un documento antiguo.
A mediados del siglo XIX, el historiador Matías Sangrador y Vítores encontró documentos que confirmaban el cambio de nombre. Uno de ellos, de 1151, ya mencionaba la "iglesia de San Miguel de Valladolid". Otros documentos de los siglos XIV y XV también hablan de la iglesia y sus capellanes. Incluso se menciona una calle que iba de San Miguel a San Julián.
En 1468, la capilla mayor de la iglesia se derrumbó. En 1489, parte de la iglesia se quemó. Fue necesario reconstruirla. Las obras fueron pagadas por personas importantes de la corte de los Reyes Católicos. En 1497, se añadió el escudo de los Reyes Católicos a la estatua de San Miguel.
Con estas restauraciones, la iglesia llegó al siglo XVIII con un estilo gótico. La parroquia de San Miguel era muy importante para el gobierno local. Las reuniones del ayuntamiento se hacían cerca de ella, y el archivo del pueblo se guardaba en su interior. Las campanas de la iglesia marcaban la vida de los ciudadanos.
¿Por qué se Demolió la Iglesia de San Miguel?
Debido al mal estado de las iglesias de San Miguel y San Julián, el rey Carlos III de España ordenó en 1769 que se unieran en una sola parroquia. Esta nueva parroquia se establecería en la iglesia de los Jesuitas, que habían sido expulsados.
El 11 de noviembre de 1775, comenzaron a trasladar las imágenes, esculturas y objetos religiosos de ambas iglesias a su nueva sede. Fue un evento importante para los vecinos.
En 1777, se inició la demolición de los dos edificios. Se creó una junta para supervisar el proceso, limpiar los terrenos y gestionar la venta de los solares. El Ayuntamiento se encargó de urbanizar los terrenos. En el lugar de San Miguel, se creó una plaza pública que aún lleva su nombre.
La estatua de San Miguel de la antigua iglesia se trasladó a la nueva parroquia. Hoy se puede ver en la fachada de la actual iglesia de San Julián y San Miguel.
El Entorno de la Antigua Iglesia
Alrededor de la Plaza de San Miguel, en el siglo XVI, había varias casas importantes. Por ejemplo, en 1591, se vendió una casa frente a la puerta de la iglesia.
Hasta los años 60 del siglo XX, se conservó el palacio de los Gardoqui, que había pertenecido a una familia noble. Estaba frente a la parte trasera de la iglesia de San Miguel. Después de su demolición, se construyó un hotel en su lugar. Otro palacio del siglo XV, el del marqués de Frómista, también desapareció por esas fechas.
¿Cómo era el Edificio de San Miguel?
Tenemos una descripción detallada de la iglesia hecha por Canesi, un escritor que la conoció antes de su demolición. También existe un dibujo del siglo XVIII que muestra cómo era después de las reformas de los Reyes Católicos.
La iglesia estaba construida completamente de piedra, con fuertes contrafuertes (apoyos en las paredes). Tenía dos puertas: una al sur y otra al norte, que daba a un cementerio con una cruz de piedra.
Canesi destacó la capilla mayor, que tenía "muy buena escultura, toda dorada". En el centro del altar mayor, sobre el sagrario, estaba la imagen de San Miguel. Varias capillas se abrían a las naves de la iglesia, todas con sus retablos dorados. También había cofradías (grupos de personas con fines religiosos), como la de la Minerva, que tenía su propia capilla.
Las descripciones de las visitas de los obispos entre 1603 y 1679 nos dan más detalles. Por ejemplo, el altar mayor estaba elevado, pero se ordenó bajarlo a la altura del suelo. Esta capilla tenía un retablo hecho en 1606 con esculturas de Gregorio Fernández y pinturas de Francisco Martínez. Algunas de estas obras se conservan en la actual parroquia de San Julián y San Miguel.
En el muro norte, estaba la capilla del Santo Entierro. También se encontraba la sacristía, y encima de su puerta, un armario con rejas donde se guardaba el archivo municipal. Un letrero decía: "Aquí se guardan los privilegios de la villa". Hacia 1600, el archivo se trasladó a la Casa Consistorial. Después de la demolición de San Miguel, muchos documentos se guardaron en otras iglesias. Hoy, el Archivo Municipal está en la antigua iglesia del convento de San Agustín.
Otro altar en este muro estaba dedicado a Nuestra Señora del Rosario. También estaba la capilla de San Gregorio, que más tarde se llamó de San Cayetano.
En el muro sur, estaba la capilla de San Juan y la del Crucifijo. A su lado, se abría la puerta principal del templo. Fuera, una escultura de piedra de San Miguel, del siglo XV, presidía la entrada. Esta estatua, que se conserva, tiene un escudo con la cruz de los dominicos y otro con las armas de los Reyes Católicos. Hoy se puede ver en la fachada de la nueva parroquia.
Más adelante, estaba la capilla de Santa Ana, cerca de la pila bautismal. En 1663, se colocó allí la imagen de Nuestra Señora de la Cerca.
Las Campanas de San Miguel
La torre de la iglesia tenía siete campanas. La campana dedicada al pueblo era muy famosa. Con su toque, reunía a los miembros del ayuntamiento para sus reuniones. También marcaba la hora de "queda" (toque de queda) y sonaba para alertar al pueblo en caso de peligro.
El historiador Canesi cuenta que, al toque de la campana, los habitantes de Valladolid se reunieron junto a la iglesia de San Miguel para oponerse a que el emperador Carlos I saliera de la ciudad. También ocurrió algo similar cuando el cardenal Adriano de Utrecht quiso marcharse, durante el conflicto de las Comunidades.
La campana de San Miguel se convirtió en un símbolo popular. Fue trasladada a la nueva parroquia. Sin embargo, en 1873, durante unas revueltas, la campana fue destruida.
Hallazgos Arqueológicos en la Plaza de San Miguel
Cuando el ayuntamiento de Valladolid anunció obras para mejorar la Plaza de San Miguel, arqueólogos, historiadores y arquitectos se movilizaron. Querían estudiar y conservar cualquier resto que pudiera aparecer. La Academia de Bellas Artes de Valladolid presentó un estudio al ayuntamiento.
Se encontraron pocos restos de la iglesia. Los arqueólogos vieron que la demolición de 1777 fue muy completa; no se pudo rescatar ni una sola piedra de los muros. Sin embargo, sí se pudo ver la forma exacta de la planta de la iglesia y sus dimensiones: 34 por 17 metros. También se notó que se respetaron los enterramientos alrededor de la iglesia.
Se desenterraron los cimientos de algunos pilares con diferentes formas (cruciforme, octogonal y circular). Esto muestra las ampliaciones que tuvo la iglesia a lo largo del tiempo. También se encontró una pieza única: una clave de bóveda con el símbolo JHS.
Después de los estudios, las obras de la plaza continuaron. Hoy es un espacio amplio y pavimentado, con algunos árboles y tráfico regulado.
Véase también
- Iglesia de San Julián y Santa Basilisa (Valladolid)
- Iglesia de San Miguel y San Julián (Valladolid)
- Patrimonio perdido de Valladolid