Regidor (corona de Castilla) para niños
El regidor era un cargo importante en los municipios de la Corona de Castilla, una parte de la antigua España. Su trabajo era ayudar a gobernar las ciudades y pueblos, encargándose de asuntos políticos y económicos. Se cree que este cargo tiene un origen muy antiguo, similar a los decuriones que existían en la Antigua Roma y que también se ocupaban del gobierno de sus ciudades.
Con los Decretos de Nueva Planta, que fueron leyes importantes dadas por el rey Felipe V de España entre 1707 y 1716, el cargo de regidor se extendió a los municipios de la antigua Corona de Aragón, uniendo así la forma de gobierno en más lugares de España.
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¿Cómo surgió el cargo de regidor?
Algunos historiadores piensan que los regidores aparecieron en los primeros tiempos de la Reconquista, cuando se establecieron leyes para organizar el gobierno después de la elección del rey Don Pelayo. Según esta idea, se eligieron personas llamadas "Regidores" para encargarse de la economía y el orden en los pueblos.
Sin embargo, otra teoría más aceptada, propuesta por el historiador Lorenzo de Padilla, dice que el cargo de regidor fue creado por el rey Enrique II de Castilla alrededor del año 1360. En ese tiempo, había muchos problemas y conflictos entre diferentes grupos en el reino. Para poner orden, el rey decidió que en todas las villas y lugares con alteraciones, se nombraría a un grupo de personas nobles. Estas personas, junto con la justicia, participarían en los ayuntamientos y concejos para dirigir y gobernar el pueblo. De ahí viene su nombre, "Regidores", porque "regían" o gobernaban. Con este nuevo sistema, la gente común ya no participaba directamente en la toma de decisiones importantes.
¿Cuántos regidores había y qué hacían?
Al principio, el número de regidores variaba según el tamaño de cada pueblo. Su principal objetivo era trabajar para el beneficio de su municipio. Debían asegurar la prosperidad y la paz, y si no cumplían bien con su trabajo, podían ser castigados por el rey.
Por ejemplo, el rey Enrique III de Castilla se enteró de que los regidores de ciudades como Córdoba y Sevilla no estaban haciendo bien su labor. Por eso, les quitó sus cargos y redujo el número de regidores a solo tres o cuatro en esas ciudades. Más tarde, el rey Juan II de Castilla, hijo de Enrique III, aumentó el número de regidores y creó más en otras ciudades y pueblos. En la ciudad de Toledo, incluso se concedieron algunos regidores especiales llamados Jurados, que representaban a la gente común y defendían sus intereses.
¿Hubo oposición a los regidores?
El gobierno de los regidores y las justicias no siempre fue bien recibido por la gente de los pueblos. A veces, esto causaba conflictos y desacuerdos. La gente común, con el apoyo de personas poderosas, se oponía a las decisiones de los ayuntamientos.
Para solucionar esto, en las Cortes de Ocaña (una reunión importante de representantes del reino) en 1422, los procuradores de las ciudades y villas pidieron al rey que interviniera. El rey ordenó entonces que el gobierno de los pueblos estuviera solo a cargo de los regidores y las justicias. También prohibió que las personas importantes apoyaran a la gente común para intentar meterse en los ayuntamientos. Así, los alcaldes y las justicias tuvieron la autoridad para castigar y controlar estos problemas.
Véase también
En inglés: Regidor Facts for Kids