Castro de Castillo para niños
El Castro de Castillo es un lugar muy especial en Cantabria, declarado como Bien de Interés Cultural en la categoría de zona arqueológica. Esto significa que es un sitio con un gran valor histórico y cultural que debe ser protegido. Fue declarado así por un decreto en el año 2004.
Este antiguo asentamiento se encuentra en Prellezo, que forma parte del municipio de Val de San Vicente. Está situado en una zona costera llamada "rasa litoral", sobre un promontorio que se adentra en el mar, conocido como «Castillo». El punto más extremo de este promontorio se llama «Punta de la Garita».
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¿Dónde se encuentra el Castro de Castillo?
El Castro de Castillo está a unos 800 metros al norte del pueblo de Prellezo. El promontorio donde se asienta tiene forma de península, lo que significa que está rodeado de mar por casi todos sus lados. Al oeste, tiene la ensenada de la Mina, y al este, la ensenada de la Ballena, donde desemboca un pequeño arroyo.
La mayor parte de los bordes de este promontorio son acantilados altos que caen directamente al mar, lo que lo hacía muy difícil de atacar. Los únicos lugares por donde se podía acceder eran un istmo (una franja estrecha de tierra) que lo conecta con tierra firme por el sur, y una parte de la ladera sudeste que baja hacia la ensenada de la Ballena. La parte más alta de la península está a 53 m s. n. m., y en su interior hay una zona llana de casi dos hectáreas.
¿Qué se podía ver desde el Castro?
Desde el Castro de Castillo, la vista era impresionante. Hacia el oeste, se podía ver toda la costa asturiana hasta más allá de Llanes. Una pequeña parte de la desembocadura del Deva en Tina Mayor quedaba oculta por la zona de Pechón. Hacia el este, la costa cercana estaba tapada por otras puntas de tierra que terminan en la Punta del Morro o de Berellín. Esta ubicación estratégica permitía a sus habitantes controlar un amplio territorio marítimo.
¿Cómo se defendía el Castro de Castillo?
Las defensas de este castro eran muy fuertes, como las de otros castros marítimos de Asturias que se encuentran en lugares similares. Contaba con grandes murallas, terraplenes y fosos muy profundos.
La gran muralla de entrada
En el istmo, que era la entrada principal, había un sistema defensivo impresionante. Una enorme muralla de la que aún se pueden ver los restos, cubiertos de césped, que alcanzan una altura de 10 metros. Una pista moderna ha cortado esta muralla en el extremo oeste del istmo, y es allí donde se cree que estaba la puerta de entrada.
El corte de la pista permite ver cómo estaba construida la muralla por dentro: con tierra y piedra, usando bloques más grandes en los bordes. Desde donde estaba la puerta, la muralla continuaba cerrando la ladera sudoeste que da a la ensenada de La Mina. En la parte superior de la muralla frontal, que cierra el istmo por el sur, se ven restos de piedra caliza que se han derrumbado. Este tramo de muralla frontal mide 45 metros de largo y desciende otros 28,30 metros por la ladera sudeste para unirse con otras líneas de murallas. Se calcula que la parte superior de la muralla frontal tenía unos 4,90 metros de grosor.
Fosos y bastiones
Cerca de la puerta, se observa un ensanchamiento de 10 metros de largo por 4,10 metros de ancho, que podría haber sido un bastión o torreón. Delante de la muralla principal, en el istmo, había un gran foso de 6 metros de ancho, reforzado por otro foso exterior de entre 4,90 y 5 metros de ancho. Todo este conjunto de muralla, foso y contrafoso alcanzaba unos 17 metros de ancho, lo que demuestra lo complejas y grandes que eran sus defensas, algo poco común en otros castros de la zona.
Defensas en la ladera este
La muralla frontal se extendía hasta la ladera este, que baja a la ensenada de la Ballena. En este punto, giraba hacia el norte hasta las rocas para cerrar el acceso por esta pendiente, que era más fácil de subir que la del oeste. Este tramo de muralla medía 133 metros de largo. Debajo de esta línea defensiva, había otras dos líneas de murallas. La del medio tenía 50 metros de largo y un talud (una pendiente) de 13 metros de altura. La muralla inferior tenía un recorrido de 51 metros de largo.
¿Cómo se accedía al Castro y qué había dentro?
Entre estas líneas de muralla en la ladera este, parece que había un camino de entrada al castro que subía en zigzag entre las defensas. Desde el extremo norte de estas murallas, que cerraban la ladera de la ensenada de la Ballena, bajaban dos grandes alineaciones paralelas que llegaban hasta la misma ensenada, formando un pasillo de unos 11 metros de ancho. En esta ensenada desemboca un pequeño arroyo, que era el punto más cercano para conseguir agua para el castro.
El interior del castro tenía amplias zonas llanas que terminaban en una parte más alta en el extremo nordeste, como una especie de acrópolis (la parte más alta y fortificada de una ciudad antigua). Una parte de la península fue usada en otras épocas para actividades agrícolas. A estas actividades podría estar relacionado un talud amurallado que existe en el centro de la península, en dirección norte-sur. También hay otras estructuras pegadas a las rocas del interior, detrás de la muralla principal, hechas con muros de piedra sin argamasa. No está claro si eran para la agricultura o si formaban parte del asentamiento original del castro.