Campaña Naval de 1814 para niños
Datos para niños Campaña Naval de 1814 |
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Guerra de Independencia de la Argentina Parte de Guerra de Independencia de la Argentina |
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Fecha | diciembre de 1813-23 de junio de 1814 | |||
Lugar | Río de la Plata, Provincias Unidas del Río de la Plata | |||
Resultado | Victoria Patriota Caída de Montevideo |
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Cambios territoriales | Ocupación de Montevideo y control del Río de la Plata y sus afluentes. | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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La Campaña Naval de 1814 fue una serie de batallas importantes en el Río de la Plata. En esta campaña, la flota de las Provincias Unidas del Río de la Plata (lo que hoy es Argentina) venció a la marina española. Estas victorias, especialmente en Martín García y Montevideo, fueron clave. Ayudaron a bloquear la ciudad de Montevideo por mar, lo que llevó a su caída. Este triunfo fue fundamental para el éxito de la Guerra de la Independencia Argentina.
Contenido
- ¿Por qué fue importante la Campaña Naval de 1814?
- La creación de una nueva flota
- Preparativos y movimientos iniciales
- El Río de la Plata: un campo de batalla
- Batalla de Martín García (1814)
- Batalla de Arroyo de la China
- Negociaciones de paz
- Batalla naval del Buceo
- La caída de Montevideo
- El fin de la flota
- Consecuencias de la victoria
- Galería de imágenes
Los inicios de la Revolución
En 1810, hubo una revolución en Buenos Aires. Se formó un nuevo gobierno, pero Montevideo no lo reconoció. Montevideo siguió leal a España. Por eso, las Provincias Unidas enviaron tropas a la Banda Oriental (hoy Uruguay). La ciudad de Montevideo fue rodeada por tierra.
Sin embargo, la flota española en Montevideo controlaba el Río de la Plata y otros ríos importantes. Esto les permitía bloquear el puerto de Buenos Aires y atacar la ciudad. También podían conseguir alimentos y evitar que Montevideo cayera. La primera flota de los revolucionarios fue destruida en 1811.
El segundo asedio a Montevideo
En 1812, comenzó el segundo asedio a Montevideo. Los defensores eran muchos y controlaban los ríos. Los atacantes no tenían suficiente artillería. Esto hizo que la ciudad fuera muy difícil de tomar.
Aunque los defensores eran más, no podían romper el cerco. También les costaba conseguir alimentos. La gente en Montevideo empezó a sufrir hambre y enfermedades.
La situación era muy difícil para los revolucionarios. En el norte, el ejército estaba en problemas. En el oeste, Chile estaba siendo invadido. Además, el rey de España, Fernando VII, había vuelto al trono. Se esperaba que España enviara una gran expedición militar. Controlar Montevideo era clave para el éxito de esa expedición.
La creación de una nueva flota
¿Cómo se formó la segunda escuadra?
En 1813, Juan Larrea se unió al gobierno de las Provincias Unidas. Él vio que era necesario crear una nueva flota para ganar la guerra. Pero el gobierno no tenía dinero ni barcos. Solo tenían un barco pequeño y un lanchón. El arsenal estaba casi vacío.
Larrea hizo un acuerdo con William Porter White, un comerciante de Estados Unidos. White adelantaría el dinero para comprar y equipar los barcos. El 28 de diciembre de 1813, se firmó el acuerdo. A principios de 1814, se creó el cargo de Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Gervasio Antonio Posadas fue elegido, y Larrea fue nombrado ministro de hacienda. Así, el proyecto de la flota siguió adelante.
Los barcos de la flota
Se compraron varios barcos importantes:
- La fragata Hércules: Fue comprada en diciembre de 1813. Se convirtió en el barco principal de la flota. Era grande y llevaba 30 cañones.
- La corbeta Céfiro: Un antiguo barco mercante inglés, comprado en enero de 1814.
- La fragata Belfast: Comprada en febrero de 1814.
- La corbeta Agradable: Adquirida en diciembre de 1813.
- También se compraron el bergantín Nancy, la goleta Juliet, la goleta Fortuna, el falucho San Luis y la balandra Carmen.
La tripulación
Era muy importante tener una buena tripulación. Se necesitaba gente que supiera manejar los barcos en combate y artilleros entrenados. Roberto Baxter fue el encargado de reclutar a la gente.
Muchos marineros fueron reclutados entre los presos que sabían de barcos. Otros eran trabajadores del campo o venían de barcos mercantes. Los puestos clave, como artilleros y oficiales, fueron ocupados por extranjeros, principalmente ingleses, escoceses, irlandeses y estadounidenses. Algunos de ellos eran marineros que habían "desertado" de la marina británica.
En febrero, se aceleró el reclutamiento. La flota llegó a tener más de 1500 hombres.
El líder de la flota
Hubo un gran debate sobre quién debía comandar la flota. Los principales candidatos eran Benjamin Franklin Seaver (estadounidense), Estanislao Courrande (corsario) y Guillermo Brown (irlandés).

Mientras se decidía, Brown y Seaver capturaron algunos barcos enemigos. Finalmente, el 1 de marzo de 1814, Guillermo Brown fue elegido comandante. Su carácter y su influencia sobre los marineros británicos fueron clave para esta decisión. Seaver fue nombrado segundo al mando.
Preparativos y movimientos iniciales
La fortificación de Martín García
La Isla Martín García era un punto estratégico. Controlaba el paso de los barcos hacia los ríos interiores. En 1813, los revolucionarios hicieron una incursión exitosa en la isla. Luego, los españoles la fortificaron con 700 hombres y artillería.
La situación en Montevideo
A principios de 1814, la situación en Montevideo era muy difícil. Había miles de enfermos y escaseaban los alimentos. Los marineros no recibían su paga. Sin embargo, la situación mejoró un poco cuando la guerra entre José Gervasio Artigas y el gobierno de Buenos Aires permitió conseguir más víveres.
La expedición de Romarate
Cuando los españoles en Montevideo supieron que los revolucionarios estaban armando una flota, decidieron atacarla. Enviaron una división al mando de Jacinto de Romarate. Romarate se dirigió a Martín García y fortificó la isla con 9 barcos y cañones.
La flota de Romarate incluía bergantines como el Belén, el Aránzazu y el Gálvez, además de balandras y cañoneras.
Pero la flota de Brown se preparó más rápido de lo esperado. Brown, ya ascendido a teniente coronel, salió con parte de su flota hacia Colonia del Sacramento, que estaba en manos de los revolucionarios.
El Río de la Plata: un campo de batalla
El Río de la Plata es muy grande, pero difícil de navegar. Tiene muchos bancos de arena y fango. Solo hay unos pocos canales naturales, que cambian con la sedimentación y los vientos.
La Isla Martín García es crucial. Controla el canal oeste, que era el paso obligado para los barcos que querían entrar a los ríos Paraná o Uruguay. Este paso estaba a tiro de cañón de la isla. El canal oriental, llamado del Infierno, era más peligroso y se evitaba.
Batalla de Martín García (1814)
El 8 de marzo, Brown salió de Colonia persiguiendo barcos enemigos. Se encontró con el resto de su flota y regresó a la isla Martín García.
El 9 de marzo, Romarate ancló sus barcos en forma de media luna, apoyado por tropas en tierra. Brown fondeó cerca. El 10 por la mañana, la flota de Brown atacó. La flota revolucionaria tenía más cañones (91 contra 36) y más hombres (664 contra 442).
Sin embargo, el barco principal de Brown, la Hércules, encalló. Esto hizo que solo pudiera usar tres cañones. Romarate aprovechó esto para atacar a la división de flanqueo de Brown, que tuvo que retirarse. El combate duró hasta el anochecer. Romarate fue el claro vencedor del día. La Hércules sufrió muchos daños y tuvo 45 muertos y 50 heridos.
Al amanecer del 11, el combate se reanudó. La Hércules, muy dañada, logró desencallar y retirarse. Romarate informó de su victoria y pidió refuerzos para destruir la flota de Brown.
Mientras tanto, Brown reparó rápidamente la Hércules, cubriendo su casco con láminas de plomo y cueros. Por eso la llamaron la Fragata Negra. También recibió algunos refuerzos.
Asalto y toma de Martín García
Contra todo pronóstico, Brown decidió seguir atacando. No podía enfrentarse directamente a la flota de Romarate, así que planeó un desembarco sorpresa para tomar la isla.
El 14 de marzo, Brown envió órdenes para el desembarco. Unos 240 hombres, entre marineros y soldados, desembarcaron en 8 barcazas en la madrugada del 15. El ataque fue bajo fuego enemigo, pero lograron tomar el fuerte en veinte minutos.
Los realistas tuvieron 10 muertos, 7 heridos y 50 prisioneros. Los atacantes tuvieron 3 muertos y 5 heridos. Romarate, sin pólvora ni municiones, no pudo hacer nada.
Brown informó al gobierno que la Isla Martín García había sido tomada. Romarate, en lugar de volver a Montevideo, decidió internarse en el río Uruguay.
Batalla de Arroyo de la China
Romarate siguió río arriba hasta el Arroyo de la China. Allí tomó posiciones defensivas, esperando la protección de Fernando Otorgués, un líder aliado.
Brown envió una división más pequeña al mando de Tomás Nother para mantener aislado a Romarate. La división de Nother tenía 6 barcos y 264 hombres, mientras que la de Romarate tenía 9 barcos, más cañones y más hombres.
A pesar de la desventaja, Nother atacó. El combate fue muy duro. Los barcos de Romarate tenían una gran ventaja. El barco de Nother, la Santísima Trinidad, y la cañonera América sufrieron graves daños. Nother murió en combate. La Carmen encalló y explotó. Los barcos restantes se retiraron.
Romarate informó de su victoria y de la ayuda que le ofrecía Otorgués.
Negociaciones de paz
El gobierno de Buenos Aires intentó negociar la paz con Montevideo. Enviaron a dos representantes, Vicente Anastasio Echevarría y José Valentín Gómez, a Montevideo. Se acordó una tregua temporal.
Sin embargo, las negociaciones fueron difíciles. Los líderes de Montevideo rechazaron las condiciones de paz. Querían que también participaran otros generales, lo que demoraría todo. Finalmente, las negociaciones se rompieron el 11 de abril y la lucha se reanudó.
Brown no quería perseguir a Romarate. Creía que la clave era bloquear Montevideo. Finalmente, fue autorizado y el 14 de abril partió de Buenos Aires con su flota.
El 16 de abril, el gobierno de Montevideo decidió que su flota debía salir a combatir. El 19, Brown fue avistado por el ejército que sitiaba Montevideo. El 20 de abril, la flota de Brown se ubicó frente a Montevideo, cerrando el bloqueo.
La situación en Montevideo empeoraba. Había escasez de alimentos. El 21 de abril, se reunió una junta de guerra. Se decidió que la flota española saldría a combatir, bajo el mando de José Primo de Rivera y Ortiz de Pinedo. Sin embargo, Primo de Rivera renunció por enfermedad, y Miguel de la Sierra tomó el mando.
La flota española tenía 12 barcos y unos 1100 hombres con 155 cañones. La flota de Brown tenía 8 barcos, 1256 tripulantes y unos 600 soldados, con 147 cañones.
El 14 de mayo, la flota española salió del puerto. Brown hizo una maniobra para atraerlos a aguas más profundas. La Hércules de Brown se enfrentó a la Mercurio española. El combate fue desordenado.
El 15 de mayo, la falta de viento impidió nuevas acciones. El 16, la flota española intentó huir. Brown, en un barco más pequeño y rápido, persiguió a los españoles. Durante la persecución, Brown fue herido en una pierna, pero siguió dirigiendo la batalla.
La Hércules y la Belfast alcanzaron a la retaguardia española. El San José y el Neptuno se rindieron. La corbeta Paloma también se rindió.
Brown ordenó seguir persiguiendo a los barcos restantes para que no llegaran a Montevideo. Al amanecer del 17, la Hércules capturó la goleta María. Otros barcos españoles encallaron y sus tripulantes los hundieron para que no fueran capturados.
La Mercurio logró entrar al puerto. Brown la persiguió, usando una bandera española para engañar a las baterías del fuerte. Pero fue reconocido y se retiró, izando su bandera y disparando 21 cañonazos. La flota de Brown usó por primera vez la bandera de tres franjas que hoy es oficial.
Solo cuatro barcos españoles lograron entrar al puerto. Habían perdido seis barcos y los revolucionarios capturaron muchos cañones, oficiales, soldados y pertrechos.
La caída de Montevideo
A principios de mayo, Carlos María de Alvear llegó a Colonia con un ejército. El 17 de mayo, reemplazó a José Rondeau al frente del ejército que sitiaba Montevideo.
Para reforzar el bloqueo, se compró la corbeta Halcón. Brown, ascendido a coronel, desembarcó tropas para ayudar a los sitiadores.
El queche Hiena logró escapar de Montevideo y se dirigió a España con documentos y dinero. Brown intentó perseguirlo, pero no pudo alcanzarlo.
Después de la batalla naval, Vigodet propuso negociar una tregua, pero Brown solo aceptó una rendición incondicional. El 23 de mayo, Vigodet envió negociadores a Buenos Aires, pero fueron rechazados.
El 6 de junio, Vigodet pidió ayuda a Portugal, pero ya era demasiado tarde. El 21 de junio, Alvear forzó la rendición de Montevideo. El 23 de junio de 1814, Montevideo cayó en manos de los independentistas. Se capturaron muchos oficiales, soldados, barcos, cañones y fusiles.
El fin de la flota
Después de la victoria, la flota revolucionaria se desarmó. Muchos barcos fueron vendidos. Hubo algunas irregularidades en la venta y en el pago a los marineros.
Los protagonistas de la campaña fueron juzgados en España. Romarate fue absuelto rápidamente por su valor. Miguel de la Sierra también fue absuelto, ya que se consideró que la derrota se debió a la oscuridad, las corrientes y la inexperiencia de las tripulaciones.
Consecuencias de la victoria
La victoria en la campaña naval de 1814 fue muy importante para la revolución en el Virreinato del Río de la Plata.
- Impidió que España usara Montevideo como base para enviar más tropas a América.
- Puso fin a los planes de España de atacar las Provincias Unidas.
- Favoreció al gobierno revolucionario y apoyó la idea de declarar la independencia, lo que ocurrió en 1816.
- Aunque la flota se desarmó, el control del Río de la Plata permitió que los corsarios como Brown y Bouchard atacaran barcos españoles.
- También facilitó la compra de armas y mejoró los ingresos de la aduana.
- El gran botín de Montevideo (cañones, fusiles, pólvora) ayudó a equipar a los ejércitos revolucionarios, especialmente al Ejército del Norte y al Ejército de los Andes.
Según el historiador Humberto F. Burzio, esta campaña fue "el episodio más trascendental de la Revolución de Mayo". El control del Río de la Plata fue clave para la campaña de los Andes, como reconoció el propio José de San Martín. Esta victoria marcó el nacimiento de la marina de guerra argentina.
Galería de imágenes
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Guillermo Brown (miniatura de Henry Hervè, 1825).