Campana de Huesca para niños
La leyenda de la campana de Huesca es una historia popular de Aragón, especialmente en la ciudad de Huesca. Cuenta que Ramiro II el Monje, rey de Aragón, tomó medidas drásticas contra trece nobles que se oponían a su autoridad.
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Contenido
¿Qué es la leyenda de la Campana de Huesca?
Después de que el rey Alfonso I el Batallador falleciera en 1134 sin tener hijos, su hermano Ramiro II el Monje, quien era obispo, se convirtió en el nuevo rey de Aragón. En ese momento, el reino enfrentaba muchos desafíos, tanto internos como externos.
Según la Crónica de San Juan de la Peña, escrita en el siglo XIV, el rey Ramiro II estaba preocupado porque algunos nobles no le obedecían. Entonces, envió un mensajero a su antiguo maestro, el abad de San Ponce de Tomeras, para pedirle consejo. El abad llevó al mensajero a un huerto y cortó las coles (o rosas) que sobresalían más. Luego, le pidió al mensajero que le contara al rey lo que había visto.
Ramiro II entendió el mensaje. Con la excusa de construir una campana que se escuchara en todo el reino, llamó a los nobles más importantes a Huesca. Una vez allí, se dice que tomó medidas severas contra los nobles que consideraba más culpables, logrando así calmar la situación en el reino.
La historia popular añade que el rey hizo entrar a los nobles rebeldes uno por uno en una sala. Después de tomar sus medidas, colocó sus cabezas en círculo y la del obispo de Jaca, que era el más rebelde, la puso en el centro como si fuera el badajo de una campana. Luego, permitió que los demás entraran para que vieran lo sucedido y aprendieran la lección.
¿Cuál es el origen de esta famosa leyenda?
Durante mucho tiempo, la leyenda de la campana de Huesca se consideró una historia real. Incluso en el antiguo palacio real de Huesca, que ahora es el Museo Provincial de Huesca, hay una sala donde se cree que ocurrieron estos hechos.
Sin embargo, el historiador Jerónimo Zurita estudió la leyenda en sus Anales de la Corona de Aragón (1562). Descubrió que la primera parte de la historia (el consejo del abad) tiene un origen muy antiguo. Se parece a un relato del historiador griego Heródoto (siglo V a.C.), donde un gobernante corta las espigas más altas de un campo para dar un consejo sin palabras. También aparece una anécdota similar en la Política de Aristóteles y en la obra de Tito Livio, donde Tarquino corta las adormideras más altas.
Es más difícil saber cuándo esta historia antigua se adaptó y se convirtió en una leyenda medieval en España. Algunos expertos creen que pudo llegar a través de la influencia del Imperio carolingio y la poesía épica francesa, que estaban muy relacionadas con el reino de Aragón.
La leyenda pudo tomar forma cuando se unió a la parte de la historia sobre la acción del rey contra los nobles. Es muy probable que en esa época, los nobles aragoneses desobedecieran al rey para conseguir más poder y riqueza. Aprovechaban los cambios de monarca para desafiar las órdenes. En una de estas disputas, Ramiro II estuvo a punto de perder su trono. Un historiador árabe cuenta que los nobles aragoneses rompieron una tregua que Ramiro II había firmado con un general. El rey tuvo que refugiarse en Besalú en 1135. A su regreso, resolvió el problema tomando medidas contra varios nobles que se habían rebelado.
Los registros históricos de la época también mencionan estos eventos. Los Anales Toledanos Primeros, escritos unos cincuenta años después, dicen: "Mataron las potestades en Huesca. Era MCLXXIV", refiriéndose al año 1135 o 1136. La Primera Crónica General (siglo XIII) también relata que Ramiro el Monje "hizo tomar medidas contra once ricos hombres, con los cuales murieron muchos caballeros".
Pero la Crónica de San Juan de la Peña (alrededor de 1369) es la que más detalles ofrece. Esta crónica incluye una versión en prosa de un cantar de gesta aragonés, el Cantar de la Campana de Huesca. Se cree que las primeras versiones de este cantar de gesta se crearon poco después de los hechos, en la segunda mitad del siglo XII.
¿Qué dice la historia moderna sobre la Campana de Huesca?
Los historiadores de la Edad Moderna, como Jerónimo Zurita, han intentado entender si esta leyenda es real y cómo valorar las acciones del rey.
En sus obras Anales de la Corona de Aragón (1562-1579) y Gestas de los reyes de Aragón (1578), Jerónimo Zurita acepta que la acción contra los nobles ocurrió, basándose en la Crónica de San Juan de la Peña y los Anales Toledanos. Sin embargo, rechaza la parte de la leyenda que dice que Ramiro era un rey inexperto en la guerra o que construyó una campana. Zurita describe el acto como un "crimen cruel e inaudito". Otros historiadores posteriores, como el Padre Mariana y Jerónimo Blancas, siguieron su opinión.
Diego de Aynsa, cronista de Huesca, en su libro de 1619, ya mencionaba que a principios del siglo XVII se creía que las acciones del rey habían ocurrido en la cripta del palacio.
En el siglo XIX, algunos historiadores dudaron de la veracidad de la historia, como Modesto Lafuente en su Historia general de España (1851) y Rafael Altamira en 1913, quien la consideraba "puramente fabulosa". Les parecía que una acción tan severa no era creíble.
Sin embargo, a mediados del siglo XX, historiadores como Federico Balaguer y Antonio Ubieto Arteta investigaron documentos para encontrar pruebas sólidas. Descubrieron en fuentes árabes que el rey Ramiro II castigó un ataque cristiano a un grupo de viajeros musulmanes, que estaban protegidos por una tregua real. Ubieto sugiere que en el verano de 1135, algunos nobles pudieron haber participado en este ataque. Además, al revisar los registros de los nobles que tenían tierras y castillos, se encontró que siete de ellos desaparecieron de las listas después del verano de 1135. Esto sugiere que fueron despojados de sus propiedades. Ubieto cree que la leyenda de la campana pudo haber surgido de este evento histórico real, que luego se fue contando y transformando en un cantar de gesta.
La Campana de Huesca en el arte y la literatura
La leyenda de la Campana de Huesca no solo se contó en crónicas, sino que también inspiró muchas obras de arte y literatura a lo largo de los siglos.
Literatura: Historias y poemas
Desde el siglo XIII, la leyenda se adaptó en poemas llamados romances. En el siglo XVI, ya existían tres romances que contaban la historia. Estos poemas se centraban en la desobediencia de los nobles, el consejo del abad que cortaba las plantas más altas, y cómo el rey convocó a los nobles con la excusa de hacer una campana para luego tomar medidas contra ellos.
Uno de los romances más antiguos, "Don Ramiro de Aragón", apareció en 1550. Otros romances, como el de Lorenzo de Sepúlveda (1584) y el del Romancero general (1600), también narraban la historia.
Basándose en estos romances, el famoso escritor Lope de Vega escribió su obra de teatro La campana de Aragón. Esta obra, dividida en tres actos, abarcaba los reinados de Pedro I, Alfonso I el Batallador y Ramiro II. La obra termina con una imagen impactante del rey Ramiro II, que inspiró a muchos artistas. En la obra de Lope, los hijos de los nobles rebeldes presencian la escena, aprendiendo una lección sobre la autoridad.
La obra de Lope de Vega fue muy popular en el siglo XVII. Otros autores, como Antonio Martínez de Meneses y Luis Belmonte Bermúdez, escribieron una versión colaborativa llamada La gran comedia de la campana de Aragón.
La leyenda también se menciona en el Tesoro de la Lengua Castellana o Española (1611) de Sebastián de Covarrubias Orozco, uno de los primeros diccionarios del idioma español.
En el siglo XIX, la historia fue retomada por el Romanticismo. Antonio García Gutiérrez estrenó El rey monje en 1837. Esta obra se enfocaba en el conflicto moral del rey Ramiro, su matrimonio y la difícil decisión que lo llevó a tomar medidas drásticas.
Otros autores de novelas de aventuras románticas también escribieron sobre la leyenda, como Manuel Fernández y González con Obispo, casado y rey. Crónicas de Aragón. (1850) y Antonio Cánovas del Castillo con La campana de Huesca: (crónica del siglo XII) (1852).
La leyenda aparece mencionada en La Regenta de Leopoldo Alas "Clarín" (1884-1885), una de las novelas más importantes de la literatura española.
A finales del siglo XIX, Ángel Guimerá escribió Rei i monjo (1890), centrada en el matrimonio de Ramiro, pero sin relación con la leyenda de la campana. En 1912, Juan Redondo y Menduiña compuso una zarzuela titulada La Campana de Huesca.
Ramón María del Valle Inclán alude a la leyenda en su novela La Corte de los Milagros (1927).
En el siglo XX, Francisco Ayala incluyó un relato llamado "La campana de Huesca" en su obra Los usurpadores (1949). Este relato es una reflexión profunda sobre el poder y la responsabilidad del rey.
Más recientemente, Jean-Marie Gleizes publicó en 1982 la obra La Cloche de Huesca, drame en neuf tableaux en francés. Otros autores como José Damián Dieste y Ángel Delgado con El Rey Monje (1999) y Miguel García Santuy con La Princesa del Pirineo (2008) también han abordado la leyenda.
Pintura: Imágenes de la leyenda
La primera pintura importante sobre la Campana de Huesca es de Antonio María Esquivel (1806-1857) y se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Esta obra, de estilo romántico, parece estar relacionada con la obra de teatro El rey monje de 1837.
Más tarde, José Casado del Alisal (1832-1886) pintó el momento final de la leyenda en un óleo titulado La campana de Huesca. Este cuadro se ha convertido en la imagen más reconocida de la leyenda. Se conserva en el Ayuntamiento de Huesca desde 1950. Fue comenzado en 1874 y presentado al público en 1880. En él, se muestran trece cabezas, doce en el suelo formando un círculo y una colgada de una cuerda, que representa al noble más rebelde. Esta es la imagen que ha perdurado en la memoria popular.
El cuadro de Casado del Alisal fue muy famoso desde su primera exposición. El Estado lo compró para el Museo del Prado en 1882. Luego, viajó por Europa, ganando premios y siendo expuesto en varias ciudades. En 1950, fue cedido al Ayuntamiento de Huesca, donde se exhibe en la Sala del Justicia.
El cuadro de Casado del Alisal también tenía un significado político en su época. Representaba la idea de que el poder del rey o del gobierno debe ser fuerte para mantener el orden, especialmente después de períodos de cambios o desafíos a la autoridad.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Bell of Huesca Facts for Kids