Campaña de Cataluña (1713-1714) para niños
Datos para niños Campaña de Cataluña(1713-1714) |
||||
---|---|---|---|---|
Guerra de sucesión española Parte de guerra de sucesión española en Cataluña |
||||
![]() Última defensa de Barcelona el 11 de septiembre de 1714.
Detalle del avance de las tropas francesas del mariscal Guerchois y del brigadier Reves por la brecha central. |
||||
Fecha | 9 de julio de 1713 – 12 de septiembre de 1714 | |||
Lugar | Principado de Cataluña | |||
Casus belli | Proclamación unilateral de guerra | |||
Resultado | Victoria Borbónica con redención incondicional de los Tres comunes de Cataluña. | |||
Consecuencias |
|
|||
Beligerantes | ||||
|
||||
Comandantes | ||||
|
||||
La Campaña de Cataluña (1713-1714) fue la última parte de la Guerra de Sucesión Española. Esta guerra se libró para decidir quién sería el próximo rey de España. Mientras se negociaban los acuerdos de paz en Utrecht, el rey Felipe V ofreció un perdón a los catalanes. Sin embargo, no prometió mantener sus leyes y formas de gobierno propias.
Los aliados de Cataluña, como Inglaterra y Austria, finalmente retiraron sus tropas. Esto dejó a Cataluña sola, excepto por la fortaleza de Cardona y la ciudad de Barcelona. Allí, las instituciones catalanas, conocidas como los Tres Comunes de Cataluña (la Generalidad, el Consejo de Ciento y el Brazo Militar), decidieron seguir luchando el 6 de julio de 1713. Creían que Felipe V no respetaría sus derechos.
Esta decisión fue vista por los partidarios de Felipe V como un acto de desobediencia. Sin embargo, los catalanes sentían que defendían sus libertades y leyes históricas. Durante este tiempo, Cataluña funcionó como una especie de república, sin rey ni virrey, hasta septiembre de 1714.
Los catalanes formaron su propio ejército bajo el mando del general Antonio de Villarroel. La lucha fue muy intensa. Después de que otros países abandonaran a los catalanes en el Tratado de Rastatt en 1714, Felipe V ofreció negociar. Pero los líderes de Barcelona, como Rafael Casanova, rechazaron la oferta porque no incluía mantener sus leyes.
Finalmente, en julio de 1714, el rey Luis XIV de Francia envió su ejército para ayudar a Felipe V. Esto llevó a un asedio de 61 días contra Barcelona. La ciudad se rindió el 12 de septiembre de 1714.
Después de la derrota, muchos líderes catalanes fueron detenidos. Algunos murieron en prisión. El general Josep Moragues fue ejecutado de forma muy dura, y su cabeza fue expuesta públicamente como advertencia. El 15 de septiembre de 1714, las instituciones catalanas fueron eliminadas. Felipe V impuso nuevas leyes, conocidas como los Decretos de Nueva Planta, que establecieron un gobierno centralizado en Cataluña.
Contenido
¿Por qué continuó la guerra en Cataluña?
La Guerra de Sucesión Española comenzó en 1700. El rey Carlos II de España murió sin hijos. Nombró como su sucesor a Felipe de Anjou, de la familia Borbón. Esto preocupó a otros países europeos, que temían que Francia y España se unieran bajo una misma familia. Por eso, Inglaterra, Holanda y el Imperio Austríaco formaron una alianza para apoyar a otro candidato, el archiduque Carlos de Austria.
La guerra se convirtió en un conflicto dentro de España. Algunos apoyaban a los Borbones y otros a los Austrias. En 1712, Inglaterra decidió terminar la guerra. El archiduque Carlos se había convertido en emperador de Austria, y una unión de España y Austria sería demasiado poderosa. Inglaterra prefirió que Felipe V fuera rey de España, siempre que renunciara al trono de Francia.
En 1713, se firmó el Tratado de Utrecht. Este tratado puso fin a la guerra para la mayoría de los países. Sin embargo, no resolvió la situación de Cataluña. Inglaterra se había comprometido a defender las leyes catalanas, pero Felipe V no quería mantenerlas.
El 14 de mayo de 1713, se llegó a un acuerdo secreto. Inglaterra reconocía a Felipe V como rey de España. A cambio, Felipe V cedía territorios como Gibraltar y Menorca a Inglaterra. También concedía un perdón general a los catalanes. Pero el acuerdo decía que los catalanes tendrían los mismos derechos que los habitantes de Castilla, lo que significaba que perderían sus leyes y formas de gobierno propias.
El emperador Carlos de Austria, al ver que no podía mantener sus derechos sobre España, retiró sus tropas de Cataluña. Aconsejó a los catalanes que aceptaran el perdón de Felipe V. Sin embargo, los líderes catalanes decidieron seguir luchando. Creían que sus derechos y libertades eran muy importantes.
El Gobierno de Cataluña en Guerra
Cuando las tropas aliadas se fueron, Cataluña quedó sin rey ni virrey. Las Constituciones catalanas permitían que, en esta situación, el gobierno fuera asumido por una gobernación viceregia. Se creó una "Junta de los 36" para tomar decisiones. Esta junta estaba formada por 12 miembros de cada uno de los tres grupos principales: la nobleza, el clero y los ciudadanos.
La Junta de los 36 decidió continuar la guerra. Enviaron mensajes al emperador Carlos de Austria. Le informaron de su decisión y le pidieron ayuda. También le pidieron que, si se firmaba la paz, Cataluña se convirtiera en una república bajo su protección.
Para justificar su decisión, publicaron textos como el Despertador de Catalunya. En ellos, decían que luchaban por su libertad y por las leyes de toda la Corona de Aragón. También afirmaban que luchaban para liberar a toda España del gobierno absoluto de Felipe V.
El Ejército de Cataluña se organiza
El 10 de julio de 1713, la Junta de los 36 pidió a la gente que se uniera a su ejército. Eligieron al teniente mariscal Antonio de Villarroel y Peláez como general comandante. Villarroel aceptó, pero advirtió que solo defendería la ciudad si tenía suficientes tropas y si el emperador Carlos de Austria le daba una autorización oficial.
El ejército se organizó en regimientos. Algunos eran para catalanes, otros para valencianos, aragoneses, navarros y alemanes. A finales de julio, ya tenían unos 4.000 soldados. Juraron lealtad al emperador Carlos de Austria y a Cataluña.
Desafíos y conflictos internos
La decisión de seguir la guerra no fue fácil. Algunos ciudadanos de Barcelona se fueron de la ciudad porque no estaban de acuerdo. Creían que la guerra solo traería más destrucción.
Felipe V estaba muy enojado. Consideraba a los catalanes como rebeldes y ordenó a su ejército que actuara con dureza. El ministro de Felipe V, Melchor de Macanaz, dijo que todas las leyes y privilegios catalanes debían ser eliminados.
Dentro de Barcelona, también había tensiones. El conseller en Cap (un tipo de alcalde) de Barcelona, Manuel Flix y Ferreró, quería negociar la rendición. Intentaba proteger a los civiles y mantener el orden. Esto lo puso en conflicto con los miembros más radicales de la Junta de los 36.
El general Villarroel también tuvo problemas con algunos líderes. Se quejaba de que había demasiadas reuniones y discusiones. Creía que esto afectaba la defensa de la ciudad. Finalmente, se decidió que Villarroel solo se reuniría con una comisión más pequeña, llamada "Junta Superior de los 36".
Una expedición militar que salió de Barcelona para buscar apoyo en el interior de Cataluña fracasó. Esto hizo que la Junta de los 36 perdiera credibilidad.
Rafael Casanova toma el mando
A finales de 1713, el mandato de los consejeros de Barcelona terminaba. El 30 de noviembre de 1713, Rafael Casanova fue elegido conseller en Cap de Barcelona. Este cargo lo convertía en la máxima autoridad política y militar de la ciudad. También tenía el mando de la Coronela de Barcelona, la milicia ciudadana.
Con Rafael Casanova al mando, la estrategia de defensa cambió. Él exigió al general Villarroel que lanzara ataques nocturnos contra las tropas de Felipe V para desgastarlas. También hubo un conflicto sobre quién tenía la autoridad militar. Finalmente, se decidió que Rafael Casanova era el gobernador de Barcelona y Montjuich, y que Villarroel debía rendirle cuentas.
El gobierno de Rafael Casanova también se enfocó en organizar una flota marítima y otra expedición terrestre. Esta última, liderada por el marqués del Poal, buscaba extender la resistencia por Cataluña.
La rebelión se extiende por Cataluña
A principios de 1714, hubo un gran levantamiento en el campo catalán. Esto ocurrió porque Felipe V intentó cobrar impuestos en Cataluña, lo cual iba en contra de las Constituciones catalanas. Los campesinos se levantaron al grito de "¡Fuera ladrones!". Atacaron a las pequeñas guarniciones y a los recaudadores de impuestos.
El ejército de Felipe V tuvo que retirar muchos hombres del asedio de Barcelona para controlar el levantamiento. Aunque lograron sofocarlo, la situación en el interior de Cataluña siguió siendo inestable. Hubo saqueos, incendios y ahorcamientos, lo que causó mucho sufrimiento a la población.
La esperanza en la liberación
Mientras tanto, en Londres, la política británica estaba cambiando. La reina Ana de Gran Bretaña estaba muy enferma. Se esperaba que el nuevo rey, Jorge I, fuera más favorable a la causa catalana.
En marzo de 1714, se firmó el Tratado de Rastatt entre Austria y Francia. Este tratado no mencionaba la situación de Cataluña. Los líderes catalanes, al recibir la noticia de la paz, la interpretaron como una señal de que su estrategia había funcionado. Creían que Francia se vería obligada a retirar sus tropas de un territorio que consideraban del emperador Carlos de Austria.
Los líderes de Barcelona, especialmente Rafael Casanova, usaron esta noticia para levantar la moral del pueblo. Se celebraron grandes ceremonias religiosas. La gente creía que Dios estaba de su lado y que el milagro de la liberación estaba cerca.
Sin embargo, la realidad era diferente. El embajador catalán en Londres ya había informado que el tratado no mencionaba a Cataluña. Las tropas francesas no solo no se iban, sino que llegaban más refuerzos.
Rechazo a la negociación
El ministro de Felipe V, Juan Orry, llegó a Barcelona el 28 de abril de 1714. Ofreció negociar la rendición de la ciudad a cambio de algunos privilegios. Pero los líderes catalanes, animados por la creencia de que la guerra estaba ganada, rechazaron la oferta.
La "Junta de Teólogos" de Barcelona, un grupo de religiosos, apoyó la decisión de seguir luchando. Declararon que su causa era una "Guerra justa" y que el pueblo estaba dispuesto a luchar hasta el final.
El general Villarroel, sin embargo, no estaba de acuerdo. Creía que la ciudad no podía resistir mucho más. Intentó convencer a los líderes de que negociaran una rendición honorable. Pero los líderes, influenciados por la fuerte creencia en la victoria, se negaron.
La ciudad bajo asedio: El 11 de septiembre
El 6 de julio de 1714, el duque de Berwick, un mariscal francés, tomó el mando del ejército de Felipe V. Llegó con 40.000 hombres y una gran cantidad de artillería. Berwick cambió la estrategia y comenzó un verdadero asedio contra Barcelona.
El 12 de agosto, las tropas de Berwick lanzaron un gran asalto. Los combates fueron muy duros. Los defensores de Barcelona lucharon con gran valentía, rechazando los ataques. Sin embargo, la ciudad estaba sufriendo mucho. La comida escaseaba y la gente pasaba hambre.
El 11 de septiembre de 1714, a las 4:30 de la mañana, más de cuarenta batallones de Felipe V lanzaron el asalto final. Los combates fueron feroces. Los defensores catalanes lucharon con gran determinación. El conseller en Cap Rafael Casanova lideró un contraataque con la bandera de Santa Eulalia, un símbolo importante de Barcelona. Casanova fue herido en la pierna.
A pesar de la heroica resistencia, las defensas de la ciudad comenzaron a ceder. Las tropas de Felipe V lograron entrar en Barcelona.
La capitulación y sus consecuencias
Al mediodía del 11 de septiembre, con la ciudad en ruinas y muchos líderes heridos, el coronel Pablo Tohar, siguiendo órdenes del general Villarroel, pidió negociar una capitulación. Berwick aceptó una tregua.
Finalmente, el 12 de septiembre de 1714, se acordó la capitulación de Barcelona. Berwick prometió respetar la vida y la libertad de los habitantes. El asedio había causado muchas bajas en ambos bandos y había destruido gran parte de la ciudad.
El 13 de septiembre, las tropas de Felipe V entraron en Barcelona. La ciudad estaba llena de ruinas y cadáveres. Los líderes catalanes ordenaron a la gente que volviera a sus trabajos y no mostrara signos de derrota.
El 15 de septiembre, las instituciones catalanas, los Tres Comunes de Cataluña, fueron abolidas. Sus archivos y bienes fueron confiscados. Felipe V impuso una nueva forma de gobierno, el absolutismo, en Cataluña. Esto significó que las leyes y privilegios catalanes fueron eliminados.
Muchos oficiales militares que habían defendido Barcelona, incluido el general Villarroel, fueron arrestados y encarcelados, a pesar de la promesa de Berwick. Algunos estuvieron presos durante 11 años. Otros líderes, como Josep Moragues, fueron ejecutados.
La Real Audiencia de Cataluña fue reorganizada y puesta bajo el mando del capitán general del ejército. Esto estableció un gobierno militar-civil en Cataluña. La campaña de Cataluña terminó con la victoria de Felipe V y un cambio profundo en la forma de gobierno de Cataluña.
Galería de imágenes
-
Relación de servicios del capitán Antonio de Alós y Rius (1693-1780)—hijo de un destacado partidario de Felipe V—, que luchó en asalto final de Barcelona el 11 de septiembre.
Véase también
En inglés: War of the Catalans Facts for Kids