Hechos de La Gleva para niños
Datos para niños Hechos de La Gleva |
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Campaña de Cataluña (1713-1714) —Guerra de Sucesión Española— Parte de guerra de sucesión española |
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![]() Santuario de la Gleva
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Fecha | 3 y 4 de febrero de 1714 | |||
Lugar | La Gleva (España) | |||
Coordenadas | 42°01′27″N 2°14′10″E / 42.02416667, 2.23611111 | |||
Resultado | Victoria borbónica | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Los Hechos de la Gleva se refieren a un enfrentamiento militar que ocurrió entre el Ejército de Cataluña (que apoyaba al archiduque Carlos de Austria) y el ejército leal a Felipe V. Este combate tuvo lugar el 3 de febrero de 1714. Al día siguiente, el 4 de febrero de 1714, hubo un triste suceso con prisioneros de guerra catalanes en el santuario de La Gleva (Las Masías de Voltregá). Estos eventos forman parte de la Campaña de Cataluña, que fue la última etapa de la Guerra de Sucesión Española.
Contenido
La Guerra de Sucesión Española: Un Conflicto por el Trono
La Guerra de Sucesión Española comenzó en 1700. El rey Carlos II de España murió sin dejar hijos. Esto provocó una gran disputa sobre quién debía ser el siguiente rey. Había dos candidatos principales: el archiduque Carlos de Austria y el duque Felipe de Anjou.
Felipe de Anjou fue nombrado rey Felipe V en 1701. Juró respetar las leyes de Cataluña en 1702. Sin embargo, la guerra ya había empezado en Europa. La Casa de Austria invadió territorios españoles en Italia.
¿Por qué se enfrentaron los bandos?
En Barcelona, a los seguidores del archiduque Carlos de Austria se les llamó "Imperiales" o "Aguiluchos". A los que apoyaban a Felipe V se les conocía como "Borbónicos" o "Butifleros".
En 1704, tropas aliadas de Inglaterra y Holanda intentaron tomar Barcelona. Este intento falló. El virrey de Cataluña, Francisco de Velasco, actuó de forma muy dura. Esto hizo que la gente se enojara más con Felipe V.
Un embajador de Barcelona, Pau Ignasi Dalmases, fue a Madrid para quejarse. Quería denunciar cómo el virrey Velasco no respetaba las leyes catalanas. Pero el embajador fue arrestado en 1705.
El Pacto de Génova y el apoyo a Carlos de Austria
Tres meses después del arresto del embajador, estalló una revuelta en Cataluña. El centro de esta rebelión fue Vich. El 20 de junio de 1705, líderes catalanes exiliados firmaron el Tratado de Génova. Este acuerdo fue una alianza militar entre Cataluña e Inglaterra.
Cataluña prometió luchar por Carlos de Austria. Inglaterra, a cambio, se comprometió a proteger las leyes de Cataluña. En octubre de 1705, las tropas de Carlos de Austria tomaron Barcelona. La ciudad lo recibió como un libertador. Carlos de Austria fue proclamado rey Carlos III de España. Juró respetar las leyes catalanas y Barcelona se convirtió en su centro de operaciones.
El fin de la guerra y el Tratado de Utrecht
En 1706, las tropas de Felipe V intentaron recuperar Barcelona, pero no lo lograron. Otros reinos, como Aragón y Valencia, también reconocieron a Carlos de Austria como rey.
La guerra continuó con batallas importantes. En 1711, la situación para los seguidores de Carlos de Austria se volvió difícil. Carlos de Austria tuvo que dejar España. Su hermano había muerto y él se convirtió en el nuevo emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
En 1712, comenzaron las negociaciones de paz en Utrecht. Los ingleses, a pesar de su promesa en el Tratado de Génova, llegaron a un acuerdo con Felipe V. En el Tratado de Utrecht, Felipe V prometió una amnistía general para los catalanes. Sin embargo, solo les daría los mismos derechos que a los habitantes de Castilla. Esto significaba que las leyes de Cataluña serían eliminadas en la práctica.
La Declaración de Guerra de Cataluña
¿Por qué Cataluña siguió luchando sola?
El 30 de junio de 1713, en Barcelona, se reunió un Parlamento de Brazos. Debían decidir si Cataluña se rendía a Felipe V o seguía la guerra sola. El 6 de julio de 1713, decidieron continuar la lucha.
Los diputados de la Generalitat, que no estaban de acuerdo con seguir la guerra, retrasaron la decisión. Pero los parlamentarios les recordaron su deber de proteger las libertades de los catalanes. Finalmente, el 9 de julio de 1713, Cataluña declaró oficialmente la guerra a Felipe V y a Francia.

Se empezó a organizar el Ejército de Cataluña. Los representantes de Aragón y Valencia exiliados en Barcelona también apoyaron la declaración de guerra. Las tropas aliadas se retiraron de Cataluña. Las tropas borbónicas ocuparon casi todo el territorio. Solo Barcelona, Cardona y Castellciutat resistían.
Los líderes catalanes en Barcelona enviaron cartas para desmentir la propaganda borbónica. Explicaron que Felipe V no respetaría las leyes catalanas, sino que las había eliminado. En noviembre de 1713, Rafael Casanova asumió el liderazgo en Barcelona. Su gobierno cambió la estrategia militar. El ejército catalán pasó a la ofensiva.
La revuelta del Llusanés
En enero de 1714, se abrió un nuevo frente de guerra fuera de Barcelona. El éxito de Rafael Casanova se vio favorecido por revueltas en varias partes del país. Estas revueltas se debían a los impuestos de guerra que las tropas borbónicas querían cobrar. El objetivo era evitar la bancarrota de Felipe V. Uno de los lugares donde hubo más revueltas fue el Llusanés.
Los Sucesos de La Gleva
El Combate en La Gleva
En enero de 1714, los recaudadores borbónicos fueron a San Hipólito de Voltregá y otras villas para cobrar impuestos. Los habitantes se enfrentaron a ellos y les quitaron 89 caballos.
El coronel Antonio Desvalls y de Vergós, marqués del Poal, era el comandante de las tropas catalanas fuera de Barcelona. El 27 de enero, ordenó al capitán Juan de Casanova ir a San Hipólito de Voltregá con 30 caballos para apoyar a los rebeldes.
El 3 de febrero, el capitán Juan de Casanova llegó a La Gleva. Reunió a 1200 habitantes para organizar la defensa. Pronto supo que el mariscal borbónico José Carrillo de Albornoz, conde de Montemar, había llegado a Vich. El conde ordenó cortar los caminos cerca de San Hipólito para evitar la retirada catalana.
El capitán Casanova y el capitán José Cararac y de Solà, un veterano de la guerra, se dieron cuenta de que no podían retirarse por los caminos. Decidieron huir hacia la montaña. El capitán Cararac se quedó con 300 aldeanos en La Gleva para cubrir la retirada. El capitán Casanova prometió volver en tres días con más tropas.
Mientras se organizaban, las tropas borbónicas atacaron La Gleva. En la confusión, solo 120 hombres se quedaron con el capitán Cararac. El capitán Casanova, con 58 caballos, se enfrentó a los borbónicos. Esto dio tiempo a unos 1400 habitantes para escapar por la montaña.
El Trágico Suceso en La Gleva
El capitán Cararac, con menos hombres de lo esperado, no pudo defender las casas. Se refugió en el santuario de La Gleva, un lugar más fácil de defender. Ordenó fortificar la posición.
Los hombres del capitán Cararac defendieron el santuario durante la tarde del 3 de febrero. Pero al día siguiente, 4 de febrero, el capitán Cararac fue alcanzado por un disparo mientras revisaba las defensas y falleció.
Tras la muerte del capitán Cararac, el capitán Rata, de San Hipólito de Voltregá, tomó el mando. Los habitantes se sintieron abandonados. El párroco de San Hipólito y el cura de La Gleva los convencieron de rendirse. Dos oficiales borbónicos se acercaron y acordaron condiciones: respetar la vida de los habitantes, no despojarlos de sus pertenencias, no pedirles documentos y liberarlos en el primer intercambio de prisioneros.
El capitán Rata logró escapar sin ser visto durante la noche del 4 al 5 de febrero. Al amanecer del 5 de febrero, 4000 hombres bajo el mando del marqués del Poal llegaron rápidamente. Las tropas catalanas atacaron a los borbónicos en San Hipólito para ayudar a los sitiados en La Gleva. Sin embargo, ya era tarde. Una vez que los habitantes se rindieron y fueron desarmados, las tropas borbónicas no cumplieron su palabra. Entre 100 y 120 aldeanos prisioneros de guerra fueron ejecutados.
La Venganza por los Sucesos de La Gleva
Durante la revuelta de enero de 1714, también hubo un enfrentamiento en Balsareny. Allí, dos batallones borbónicos se rindieron a las tropas catalanas. Estos soldados prisioneros eran llevados a la fortaleza de Cardona.
Un grupo borbónico comenzó a perseguir a la columna para liberar a sus compañeros. El comandante borbónico envió un mensaje a las tropas catalanas. Les dijo que los alcanzaría y los colgaría, como había pasado en La Gleva.
Al enterarse de lo ocurrido en La Gleva, las tropas catalanas que custodiaban a los prisioneros borbónicos se enfurecieron. Exclamaron: «Mueran estos, pues los nuestros fueron muertos». En venganza por lo sucedido en La Gleva, todos los prisioneros de guerra borbónicos fueron ejecutados.