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Códices mayas para niños

Enciclopedia para niños
Archivo:Dresden Codex p09
Página 9 del Códice Dresde (de la edición de Ernst Förstemann, en 1880)
Archivo:Láminas 8 y 9 del Códice de Dresden
Láminas 10 y 11 del Códice de Dresde

Los códices mayas son libros muy antiguos creados por la cultura maya antes de la llegada de los europeos a América. Están escritos con glifos, que son símbolos que aún hoy se estudian para entender su significado.

Estos códices reciben su nombre de las ciudades donde se guardan. Los más conocidos son el Códice de Dresde, el de Madrid, el de París y el Códice Maya de México. Este último fue encontrado en Chiapas, México, y hace poco tiempo fue reconocido como auténtico por muchos expertos.

Los mayas fueron muy avanzados en la fabricación de papel. Hay pruebas de que usaban cortezas de árboles desde el siglo V. A este papel lo llamaban huun. Lo hacían con la parte interna de la corteza de árboles como el higo silvestre o el amate, mezclándola con cal. Este papel era de muy buena calidad.

Historia de los Códices Mayas

Cuando los europeos llegaron a la Península de Yucatán en el siglo XVI, existían muchos libros mayas. Sin embargo, la mayoría fueron destruidos por los conquistadores y misioneros. Por ejemplo, en julio de 1562, Diego de Landa ordenó quemar muchos de ellos.

Estos códices son una fuente muy importante de información sobre la cultura maya. Nos ayudan a entender su historia, junto con las inscripciones en piedras, monumentos y estelas que aún existen.

Alonso de Zorita escribió en 1540 que vio libros en el altiplano de Guatemala que contaban la historia de los mayas de más de ochocientos años atrás. Fray Bartolomé de las Casas lamentó mucho la destrucción de estos libros. Los últimos códices mayas fueron destruidos en 1697, cuando la ciudad de Tayasal, en Guatemala, fue conquistada.

Solo cuatro códices mayas auténticos han llegado hasta nuestros días:

  • Códice de Dresde
  • Códice de Madrid (también llamado Códice Tro-Cortesiano)
  • Códice de París (también conocido como Códice Peresiano)
  • Códice Grolier (ahora llamado Códice Maya de México)

Estos códices son parecidos en su forma. Cada uno está hecho de una sola hoja larga de papel, de casi 7 metros de largo y unos 20 a 22 centímetros de alto. Esta hoja se dobla como un acordeón, formando páginas de unos 11 centímetros de ancho.

Durante mucho tiempo, la autenticidad del Códice Grolier fue discutida. Algunos expertos pensaban que era falso. Pero en 2016, varios especialistas mundiales confirmaron que no solo es auténtico, sino que es el más antiguo de los cuatro códices conocidos.

El Códice de Dresde: Un Calendario Antiguo

El Códice de Dresde se guarda en la Sächsische Landesbibliothek (SLUB), la biblioteca estatal en Dresde, Alemania. Es el códice más detallado y estudiado. Es un calendario que muestra qué dioses influían en cada día. También explica el calendario maya y el sistema numérico maya.

Este códice está escrito en una larga hoja de papel marrón doblada en 39 páginas, escritas por ambos lados. Se cree que fue creado por escribas mayas poco antes de la llegada de los españoles. Llegó a Europa y fue vendido a la biblioteca real de la corte de Sajonia en Dresde en 1739.

Archivo:Codex Dresdensis, Venus (Lacambalam)
Las tablas de Venus en el Códice de Dresde.

Entre las páginas 46 y 50, el códice incluye un calendario del planeta Venus. Esto demuestra que los mayas tenían un calendario muy avanzado, relacionado con sus ceremonias. En estas páginas hay cuatro columnas, cada una con treinta símbolos del calendario de 260 días, llamado "tzolkin". Cada símbolo representa un día en el tzolkin donde comienza una fase específica de Venus. Las cuatro columnas muestran a Venus en sus cuatro posiciones principales en el cielo: cuando está detrás del Sol, como estrella de la mañana, cuando está delante del Sol y como estrella de la tarde. Al final de cada página, se muestra el número de días de cada período usando números mayas.

En 1825-1826, el italiano Agostino Aglio hizo una copia en blanco y negro del Códice de Dresde para Lord Kingsborough. Esta copia se conoce hoy como Códice Kingsborough y fue publicada en el libro Antiquities of Mexico.

El Códice de Madrid: Un Tesoro en España

Archivo:Codex Tro-Cortesianus
Fragmento del Códice de Madrid.

El Códice de Madrid se encuentra en el Museo de América en Madrid, España. Tiene 112 páginas y está dividido en dos partes, conocidas como el Códice Troano y el Códice Cortesiano. Ambas partes se unieron en 1888.

Se cree que este códice pudo haber sido enviado al rey Carlos I de España por Hernán Cortés. En una de sus cartas, Cortés menciona: "Más dos libros de los que aquí tienen los indios". El historiador López de Gómara también describió libros mayas que eran "cosa harto de ver".

El Códice de París: Un Hallazgo en la Biblioteca

Este códice fue descubierto en una chimenea de la Biblioteca Imperial de París (hoy Biblioteca Nacional de Francia) en 1832. Fue dado a conocer en 1859 por Léon de Rosny. El Códice de París, también llamado "Códice Peresianus", se guarda en la Biblioteca Nacional de Francia y no se exhibe al público. Sin embargo, existen copias que permiten su estudio.

El documento tiene once páginas. Dos de ellas han perdido todos sus detalles, y en las otras nueve, los glifos del centro están bien conservados, pero los de los bordes se han borrado. El experto Bruce Love estudió este códice en 1994 y concluyó que trata sobre rituales, dioses, ceremonias, profecías y un calendario de ceremonias con un zodiaco de 364 días.

El Códice Maya de México: El Más Antiguo

A diferencia de los otros tres códices, que se encontraron en el siglo XIX, el Códice Maya de México (antes conocido como Códice Grolier) se dio a conocer en 1971. Se dice que fue hallado en una cueva en la sierra de Chiapas en 1965. Perteneció al doctor José Sáenz, quien se lo mostró al experto en mayas Michael Coe en el Club Grolier de Nueva York, de ahí su antiguo nombre.

Es un fragmento de 11 páginas que está bastante dañado. Se cree que el libro original tenía 20 páginas. Cada página mide 18 cm de alto por 12.5 cm de ancho.

Características del Códice Maya de México

Las páginas de este códice son menos detalladas que las de los otros. Está hecho de papel amate cubierto con una capa de estuco por ambos lados, aunque solo está ilustrado por un lado. En cada página hay una figura, que se cree que es un dios, mirando hacia la izquierda. Esta figura siempre sostiene un arma, como una jabalina o un atlatl, y con la otra mano sujeta una cuerda que termina en una persona atada. Los colores usados son rojo, negro, azul maya, y tonos suaves de rojo y café. En la parte superior de cada página hay un número maya, y en la parte inferior, una lista de fechas y cálculos de calendario.

Debates sobre su Autenticidad

Desde su descubrimiento en los años 60, hubo debates entre los expertos. Algunos, como Michael D. Coe, defendían su autenticidad, mientras que otros, como J. Erick S. Thompson, pensaban que era falso. Una prueba de radiocarbono indicó que el códice pudo haber sido creado en el siglo XII. Sin embargo, algunos dudaban, pensando que podría ser una falsificación pintada sobre papel antiguo. También se argumentaba que, a diferencia de otros códices, este solo estaba escrito por un lado.

El debate continuó por años. Pero en 2016, un nuevo estudio realizado por expertos como Stephen Houston, Michael D. Coe, la doctora Mary Miller y Karl Taube confirmó su autenticidad.

Los principales argumentos a favor de su autenticidad fueron:

  • Las diferencias en los calendarios del Códice Maya de México se pueden explicar por variaciones regionales o temporales en la mitología de Venus.
  • El uso de bocetos y cuadrículas en el códice es similar a las pinturas murales mayas.
  • Estudios en la UNAM mostraron que no se usaron materiales modernos en los pigmentos, incluyendo el azul maya, cuya fórmula se había perdido y fue redescubierta en 1993.
  • Los falsificadores habrían tenido que conocer la identidad de las deidades maya-toltecas pintadas en el códice, pero estas deidades solo fueron identificadas por los expertos en los años 80, mucho después de que el códice fuera descubierto.

Estos argumentos, junto con la datación por radiocarbono que ubicó la fabricación del papel amate entre 1257 y 1212, convencieron a la comunidad científica. El Códice Maya de México no solo es auténtico, sino que es el más antiguo de los cuatro. Se cree que su estilo más sencillo, sin mucho texto, indica que era usado de forma más casual por una sociedad menos formal que la clásica.

Aunque ha habido algunas objeciones, la mayoría de los expertos recientes aceptan su autenticidad. Por ello, el códice será parte del programa Memoria del Mundo de la UNESCO, y en México se le conocerá como Códice Maya de México.

Cómo se Crearon los Códices

Durante mucho tiempo se pensó que los códices se hacían de fibra de maguey. Pero en 1910, R. Schwede descubrió que se usaba la corteza interna de un tipo de árbol de higo, llamado amate. Primero, la corteza se trataba con una capa de estuco (una especie de yeso) sobre la superficie. Luego, se escribía sobre ella con pinceles y tintas.

La tinta negra se hacía de carbón o hollín. Los tonos rojos venían de la hematita (un mineral de hierro). También usaban un azul maya muy intenso, y colores verdes y amarillos. Los códices se escribían en tiras largas de este papel y se doblaban como un acordeón. Cada página medía unos 10 por 23 centímetros.

El "Códice Pérez": Una Recopilación Importante

El "Códice Pérez" no es un códice original maya como los anteriores, pero tiene un gran valor histórico. Es el nombre que el obispo Crescencio Carrillo y Ancona le dio a un trabajo del investigador Juan Pío Pérez a principios del siglo XIX. Este trabajo consistía en copias de fragmentos de varios libros del Chilam Balam. Juan Pío Pérez los recopiló para sus estudios sobre la cronología de la cultura maya en Yucatán.

Este códice también incluye un almanaque de Maní y otras transcripciones de documentos, además de los libros del Chilam Balam de Ixil, Maní y Kaua.

El historiador Alfredo Barrera Vásquez aclara que el nombre "Códice Pérez" puede causar confusión. El verdadero título que Juan Pío Pérez le dio a su obra es: Principales épocas de la historia antigua de Yucatán. Además, existe el manuscrito antiguo "Codex Peresianus", que es el Códice de París y no tiene relación directa con Juan Pío Pérez ni con los libros del Chilam Balam.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Maya codices Facts for Kids

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