Basílica y convento de San Francisco (Lima) para niños
Datos para niños Iglesia y convento de San Francisco de Jesús |
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Patrimonio Cultural de la Nación (1972) |
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![]() Basílica y Convento de San Francisco de Jesús, vista desde la plaza de la pileta.
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Localización | ||
País | Perú | |
División | Departamento de Lima Provincia de Lima |
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Dirección | ![]() ![]() |
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Coordenadas | 12°02′44″S 77°01′39″O / -12.045497222222, -77.045497222222 | |
Información religiosa | ||
Culto | catolicismo | |
Orden | Franciscanos de Los Doce Apóstoles | |
Historia del edificio | ||
Fundación | 1546 | |
Construcción | 1535 | |
Arquitecto | Constantino de Vasconcellos | |
Datos arquitectónicos | ||
Tipo | Templo, Basílica y Convento | |
Estilo | Barroco | |
Sitio web oficial | ||
El conjunto de la Basílica y Convento de San Francisco de Lima, también conocido como San Francisco el Grande, es un lugar histórico y artístico muy importante en el centro histórico de Lima. Junto con el Santuario Nuestra Señora de la Soledad y la Iglesia del Milagro, forma un rincón especial y hermoso de la ciudad. Un experto español, Ramón Menéndez Pidal, dijo que es el monumento más grande y noble construido en estas tierras por los conquistadores.
Contenido
- Descubre la Basílica y Convento de San Francisco en Lima
- ¿Dónde se encuentra este lugar histórico?
- La impresionante fachada barroca
- Un recorrido por el interior del convento
- La Sacristía: Un tesoro de arte
- Antesala y Portería: Primeras impresiones
- El Vestíbulo: Un espacio lleno de historia
- El Claustro Principal: Un oasis de paz
- La Sala Capitular: Donde se tomaban decisiones importantes
- El Salón de Andas: Carrozas para los santos
- El Museo o Sala de Profundis: Arte y misterios
- El Refectorio: Obras maestras en el comedor
- La Antesacristía: Un árbol genealógico gigante
- El Claustro Superior: Vistas y habitaciones
- El Coro: Música y arte en madera
- La Biblioteca: Un mundo de libros antiguos
- El Archivo Conventual: Guardianes de la historia
- La Cúpula: Una maravilla arquitectónica
- El Claustro de Tierra Santa: Un lugar especial
- Las Catacumbas: Un viaje al pasado subterráneo
- La fascinante historia del Convento de San Francisco
- Galería de imágenes
- Para saber más
Descubre la Basílica y Convento de San Francisco en Lima
¿Dónde se encuentra este lugar histórico?
La Iglesia de San Francisco de Jesús está ubicada en el cruce de la tercera cuadra del jirón Ancash (antes calle San Francisco) con la primera cuadra del jirón Lampa (antes calle Soledad). Es fácil de encontrar en el corazón de Lima.
La impresionante fachada barroca
La fachada principal de la iglesia tiene un estilo barroco limeño, que se caracteriza por su elegancia y tamaño. Sus muros están decorados con un diseño rítmico y en la parte superior tiene una barandilla de madera.
Un recorrido por el interior del convento
Al entrar, verás muchas cosas interesantes. El altar mayor es de estilo neoclásico. También puedes visitar las catacumbas, el museo, la portería, la sala capitular y el claustro.
Justo al lado de la entrada principal, hay una placa de mármol con el emblema de la Santa Sede. En ella se explica que el Papa Juan XXIII declaró esta iglesia como basílica menor el 11 de enero de 1963. La placa menciona que la iglesia de San Francisco de Jesús es admirada por su antigüedad y su hermosa arquitectura.
La Sacristía: Un tesoro de arte
La Sacristía es una de las partes más valiosas del convento. Se terminó de construir en 1730. Su entrada, hecha en 1729, es muy destacada. Aunque su techo se dañó en un terremoto en 1966, fue restaurada en la década de 1990 con ayuda de España. Dentro, hay muebles especiales para guardar la ropa y objetos religiosos, y una importante colección de pinturas de los Apóstoles, que se cree que son del taller de Francisco de Zurbarán.
Antesala y Portería: Primeras impresiones
Al cruzar la puerta del convento, llegas a un espacio amplio con paredes decoradas con azulejos. Aquí, la atracción principal es un tríptico (tres pinturas unidas) de Jesús Crucificado, con obras de Angelino Medoro. También hay pinturas valiosas de la escuela limeña.
En la Portería, encontrarás una escultura de madera de Jesús Crucificado, pinturas de santos de la Iglesia católica del siglo XVII de la escuela limeña y cusqueña. Además, hay dos pinturas redondas que muestran momentos de la vida de San Francisco Solano, hechas para celebrar su nombramiento como santo.
El Vestíbulo: Un espacio lleno de historia
Esta es una sala grande con un techo de madera tallada y paredes con azulejos de Sevilla. Aquí se exhiben cuatro pinturas de artistas famosos que representan a santos católicos. En el centro, hay un pequeño templo de estilo rococó del siglo XVIII, hecho de madera y decorado con pan de oro. Este templo se usaba antes para la fiesta del Corpus Christi y ahora tiene una imagen de Cristo Salvador de estilo barroco.
El Claustro Principal: Un oasis de paz
Es un patio cuadrado muy bonito, rodeado de galerías con arcos. Las paredes tienen azulejos de Sevilla de 1620, que muestran escenas de santos franciscanos.
En este claustro hay una colección de 39 pinturas de 1671 que representan la vida de San Francisco de Asís, hechas por artistas de Lima. Cuando se restauraron en 1974, se descubrieron pinturas murales más antiguas, del siglo XVII, que ahora están siendo investigadas. En las esquinas del claustro, hay cuatro altares de madera tallada, hechos entre 1638 y 1640, que también muestran momentos de la vida de San Francisco de Asís. Los techos son de estilo mudéjar, hechos con madera de cedro traída de Nicaragua.
La Sala Capitular: Donde se tomaban decisiones importantes
Este era el lugar donde los franciscanos se reunían para elegir a sus líderes o discutir asuntos importantes. Hay dos filas de asientos altos alrededor de la sala y una silla principal en el centro, decorada con el escudo de la Orden. En el centro, hay una talla de madera de Fray Juan Duns Scoto y una imagen de la Inmaculada Concepción, patrona de los franciscanos, a quien oraban antes de sus reuniones.
Esta sala es muy importante porque aquí el clero regular firmó el Acta de la Independencia del Perú. También hay una pintura de Nuestra Señora de la Antigua, una virgen de piel morena.
El Salón de Andas: Carrozas para los santos
Aquí se guardan las andas, que son estructuras usadas para llevar las imágenes de los santos en procesiones. Hay una de plata repujada que se usa para la procesión de San Judas Tadeo en noviembre. Otra, tallada en madera y cubierta con pan de oro, se hizo en 1732 para celebrar la santificación de San Francisco Solano. Y una tercera, también de madera y pan de oro, de 1672, se usaba para San Francisco de Asís en la tradicional "Procesión del Paso" entre los templos de San Francisco y Santo Domingo.
El Museo o Sala de Profundis: Arte y misterios
En este espacio se exhiben once grandes pinturas de unos tres metros cada una, que representan la "Pasión de Cristo". Se cree que son del taller del famoso artista flamenco Pedro Pablo Rubens. También llama la atención un balcón de celosías de estilo morisco, conocido como el "balcón de Pizarro", porque estuvo en el Palacio de Gobierno. Al fondo de la sala, hay un crucifijo de marfil traído de Manila, Filipinas. En el centro, hay una cripta donde se enterraba a los benefactores de la Orden.
El Refectorio: Obras maestras en el comedor
Este era el antiguo comedor del convento. Aquí se encuentra una famosa colección de quince pinturas que representan a los Doce Apóstoles, Cristo Redentor, la Virgen María y San Pablo. Estas impresionantes obras son del maestro español Francisco de Zurbarán, conocido por sus pinturas religiosas con composiciones y colores fantásticos. Sus obras se exhiben en los mejores museos del mundo. También hay diez copias del siglo XIX de las pinturas de los Apóstoles de Rubens, que están en el Museo del Prado. Al fondo de la sala, hay una enorme pintura de la Última Cena, atribuida al hermano jesuita Diego de la Puente.
La Antesacristía: Un árbol genealógico gigante
Aquí se puede ver una pintura muy grande, de cinco por seis metros, que muestra el árbol genealógico de la Orden Franciscana. Es una obra de Lima de 1734, de autor desconocido.
El Claustro Superior: Vistas y habitaciones
En la parte superior del convento, se puede ver un hermoso jardín con cinco fuentes de bronce. En las esquinas, hay cuatro de las 27 cruces de alabastro que originalmente estaban alrededor del atrio. Aquí también se encuentran las habitaciones de los franciscanos. Las columnas originales eran de piedra negra de Panamá, pero fueron reemplazadas por otras más fuertes debido a los terremotos. También hay pinturas de santos católicos en las paredes.
El Coro: Música y arte en madera
Antiguamente, los franciscanos se reunían aquí para sus ceremonias religiosas. Es una sala rectangular de 22 metros de largo por 12 metros de ancho, con una impresionante sillería coral barroca tallada en cedro. Tiene 130 asientos, y en el centro, el asiento principal del Guardián de la Orden, con una hermosa talla del abrazo de San Francisco y Santo Domingo.
La sillería está bellamente tallada. En la segunda fila, hay 71 figuras en relieve de la religión cristiana. En el centro, está el facistol, un mueble giratorio para los libros de canto. Toda la madera de cedro para esta sillería fue traída de Costa Rica en el siglo XVII y trabajada en estilo barroco.
La Biblioteca: Un mundo de libros antiguos
Este lugar es muy valioso, con aproximadamente 20 mil libros. Hay ediciones muy raras, libros impresos al principio de la imprenta en Perú, y más de 6 mil pergaminos. También hay obras de jesuitas, agustinos y benedictinos, así como libros de Teología, Filosofía, Historia, Literatura, Música, Derecho y Biblias en varios idiomas, incluso algunos muy poco comunes.
El Archivo Conventual: Guardianes de la historia
El archivo de San Francisco guarda documentos históricos de la provincia franciscana de los 12 apóstoles del Perú. Aquí se encuentran los escritos de las gestiones que la Orden Franciscana realizó con España y Roma desde su llegada a América, especialmente a Perú.
También hay mapas, planos, fotografías, material musical y una pequeña biblioteca de apoyo. Desde 1983, se está organizando de forma sistemática para que sea más útil, con ayuda de la Unesco desde 1987.
La Cúpula: Una maravilla arquitectónica
Al subir al segundo piso por la escalera de ladrillo, a mitad de camino, puedes ver la hermosa cúpula de diseño mudéjar. Por su acabado y tamaño, es única en América. Fue construida en 1625 con madera de Costa Rica por Fray Miguel de Huerta. Después del terremoto de 1940, la parte central se cayó y fue restaurada en 1969. Lo único original de esta cúpula son las esquinas que la sostienen. Además, en la pared hay dos pinturas de la vida de San Diego de Alcalá, patrón de los enfermeros franciscanos.
El Claustro de Tierra Santa: Un lugar especial
Se llama así porque aún se puede ver el escudo de Tierra Santa. Era el lugar preferido para alojarse del padre Comisario General.
Las Catacumbas: Un viaje al pasado subterráneo
Lo más impresionante de este edificio son las catacumbas, que eran el antiguo cementerio en la época colonial. Funcionaron hasta 1810 y se calcula que pudieron albergar hasta 25,000 personas. Hoy, en las diferentes salas, se pueden ver muchos huesos clasificados y organizados de forma "artística", como los de la fosa común. Algunas puertas de esta cripta, que se cree que conectan con otras iglesias e incluso con el Palacio de Gobierno, hacen de este lugar un sitio fascinante.
La fascinante historia del Convento de San Francisco
Este conjunto de edificios religiosos es uno de los más importantes y hermosos de Lima. Es un gran legado de la época del virreinato y un centro cultural que atrae a muchos visitantes. El Santuario de Nuestra Señora de la Soledad, el Convento de San Francisco y la Capilla del Milagro forman este maravilloso conjunto.
Los inicios y la primera construcción
Cuando Francisco Pizarro fundó Lima el 18 de enero de 1535, se repartieron los terrenos. A la orden Franciscana de los Doce Apóstoles se le dio un terreno cerca del de Santo Domingo. Allí, Fray Francisco de la Cruz construyó una pequeña capilla. Después de un tiempo, el terreno quedó abandonado. Pizarro lo añadió al de los dominicos y dio otro terreno a los franciscanos donde hoy está la Capilla del Milagro. En 1546, llegó a Lima Francisco de Santa Ana, quien recuperó el terreno y construyó una iglesia modesta. Más tarde, el virrey del Perú Andrés Hurtado de Mendoza la mejoró y amplió junto con el Convento. Durante el siglo siguiente, el templo fue decorado y se convirtió en una maravilla del arte virreinal. Sin embargo, su construcción no era muy fuerte, y en 1614, se advirtió que los cimientos eran débiles.
El terremoto y la reconstrucción
El 4 de febrero de 1655, un terremoto en Lima destruyó el templo franciscano, perdiéndose muchas de sus riquezas artísticas.
Afortunadamente, la Orden no se rindió. Francisco de Borja, su líder, contrató al arquitecto portugués Constantino de Vasconcellos para hacer los planos y al constructor Manuel Escobar para edificar un nuevo templo en el mismo lugar. La primera piedra fue colocada por el virrey Luis Enríquez de Guzmán el 8 de mayo de 1657. En 1669, Fray Luis de Cervela se hizo cargo de la obra y logró terminarla.
El nuevo templo fue inaugurado con gran celebración el 3 de octubre de 1672. Las reparaciones en el interior del convento continuaron hasta 1729.
Curiosidades y donaciones históricas
Hoy en día, el Convento tiene muchos atractivos, con patios y jardines rodeados de arcos y azulejos de Sevilla del taller de Hernando de Valladares. Se cuenta que estos azulejos fueron colocados por Alonso Godínez, un hombre de Guadalajara, España, que había sido condenado por haber cometido un delito grave. El guardián de San Francisco lo confesó el día de su ejecución y Godínez le contó su habilidad. El confesor fue rápidamente al Palacio para pedir el perdón de Godínez, lo cual consiguió con la condición de que Godínez se hiciera fraile y nunca saliera del convento.
Estos azulejos de Sevilla fueron donados por personas como la famosa Catalina Huanca, ahijada de Francisco Pizarro, quien viajó desde Huancayo a Lima con 50 mulas cargadas de oro y plata. Además, la gran cantidad de madera de cedro usada en las obras de arte del convento fue vendida por Pedro Jiménez Menacho, un importador de madera. Se dice que, como pago, recibió solo una taza de chocolate, y al probarla, dejó los recibos pagados sin esperar más. La madera se usó en los techos del claustro principal.
Galería de imágenes
Para saber más
- Anexo:Basílicas y catedrales del Perú
- Centro histórico de Lima
- Vida de San Francisco (Lima)