Tesoro de la lengua castellana o española para niños
El Tesoro de la lengua castellana o española es un diccionario muy importante del idioma español. Fue escrito por el sabio Sebastián de Covarrubias y se publicó en el año 1611. Este fue el primer diccionario general en español que explicaba las palabras en el mismo idioma. También fue el primer diccionario de este tipo en Europa para una lengua que se hablaba comúnmente.
Contenido
¿Cómo se escribió el Tesoro?
Sebastián de Covarrubias comenzó a escribir su Tesoro en la primavera de 1605. Trabajó en este proyecto durante varios años, viajando entre las ciudades de Valencia y Cuenca. Como ya era mayor (tenía 66 años cuando empezó), a partir de la letra C redujo el tamaño de las explicaciones. Hizo esto porque temía no terminar su obra antes de fallecer.
¿Qué hace especial al Tesoro?
El autor quería crear un diccionario etimológico. Esto significa que buscaba el origen de las palabras en español. Se inspiró en las Etymologiae (612-621) de San Isidoro de Sevilla, que había hecho algo similar con el latín. Covarrubias creía que el origen de una palabra estaba conectado con su significado original. Por eso, investigar la etimología era como descubrir el sentido profundo de las cosas.
Las explicaciones sobre el origen de las palabras que daba Covarrubias eran típicas de su época. A veces, eran un poco imaginativas o forzadas. A él le interesaba mucho encontrar orígenes hebreos para las palabras en español. Esto se debía a que el hebreo se consideraba la primera lengua de la humanidad. Se pensaba que era la lengua que existía antes de la confusión de la Torre de Babel. Por lo tanto, una lengua que se pareciera al hebreo se consideraba más perfecta.
Covarrubias también tuvo en cuenta otros diccionarios de su tiempo. Por ejemplo, el Diccionario muy copioso de la lengua española y francesa (París, 1604) de Jean Pallet y el Trésor de la langue française de Jean Nicot (París, 1606). Su objetivo era mostrar a los extranjeros la riqueza y elegancia del idioma español.
Según Juan Miguel Lope Blanch, el Tesoro combina el origen de las palabras con el estudio de su historia. También incluye la historia de lo que la palabra nombra. A diferencia de los diccionarios modernos, que solo dan información lingüística, el Tesoro ofrece muchos datos de tipo enciclopédico. Además, como era común en esa época, el Tesoro también incluye nombres propios. Por ejemplo, nombres de personas, lugares o montañas, y da mucha información sobre ellos.
Una característica muy destacada del Tesoro es el estilo personal de su autor. Covarrubias a menudo usa la primera persona en sus explicaciones. Así, comparte sus opiniones, hace reflexiones y cuenta historias o anécdotas.
¿Cómo se organizan las palabras?
El diccionario tiene unas 11.000 palabras principales. Si contamos las palabras que se explican dentro de otras, la cifra sube a unas 17.000, según Martín de Riquer. Las principales características de cómo se organizan las palabras son:
- A veces hay saltos o desórdenes en el orden alfabético. En esa época, la ortografía no era tan fija como ahora. Una misma palabra podía escribirse de varias maneras. Esto hacía que apareciera en diferentes lugares del diccionario. Covarrubias prefería escribir las palabras como sonaban, pero no siempre lo hacía.
- Incluye muchas palabras diferentes. Por ejemplo, palabras de distintas regiones (especialmente de Castilla la Vieja, Toledo y Andalucía), palabras comunes, términos técnicos y palabras antiguas.
- La extensión de las explicaciones varía mucho. Algunas son muy cortas, de pocas líneas, y otras pueden ocupar hasta ocho páginas. La mayoría tienen entre diez y veinte líneas.
- A veces, agrupa las palabras en familias. Solo pone como entrada principal la palabra que considera la raíz. Las demás palabras de la familia se explican dentro de esa entrada, lo que puede dificultar la búsqueda.
- Para las palabras con varios significados (polisémicas), a veces crea entradas diferentes para cada significado. Otras veces, los incluye todos en la misma entrada.
- Si una palabra tiene diferentes formas de escribirse o pronunciarse, a veces remite de una forma a otra. Otras veces, las junta sin más en la misma entrada.
¿Qué información contiene cada explicación?
La forma en que se organiza cada explicación en el Tesoro es muy variada. Mezcla datos sobre el idioma con datos de enciclopedia. En cuanto a la información lingüística, puedes encontrar:
- La definición de la palabra.
- Citas de autores literarios que usaron la palabra.
- Equivalencias en latín.
- El origen o etimología de la palabra.
- Refranes u otras frases hechas donde aparece la palabra.
- Palabras relacionadas o derivadas.
La información de tipo enciclopédico incluye explicaciones sobre el objeto al que se refiere la palabra. También hay datos sobre simbología, textos variados (literarios, científicos, religiosos, etc.), opiniones morales y curiosidades.
Sin embargo, no todos los artículos tienen todos estos elementos. Lo más común es encontrar la definición y la etimología.
El Suplemento del Tesoro
Entre finales de 1611 y 1612, Covarrubias empezó a trabajar en un Suplemento para su Tesoro de la lengua castellana o española. En este suplemento añadió nuevas palabras o amplió las explicaciones ya existentes. En total, el suplemento tiene 2.179 artículos. La mayoría son nombres propios, no información lingüística. Solo 429 son palabras comunes, y de estas, 219 son entradas completamente nuevas. En el suplemento, Covarrubias prestó especial atención a las palabras antiguas y a los términos técnicos.
¿De dónde sacó la información?
Covarrubias usó muchos diccionarios y gramáticas para escribir su Tesoro. Los utilizó principalmente para encontrar el origen de las palabras en español y sus equivalencias en latín.
Para los diccionarios de latín, usó sobre todo los de Elio Antonio de Nebrija. En particular, el Vocabulario español-latino (¿1494, 1495?) y el Diccionario latino-español (1492). También consultó a menudo el Diccionario latino del italiano Ambrosio Calepino.
Para las palabras griegas, citó principalmente el Lexicon (1589) de Ioannes Scapula. También un Lexicum graecum que podría ser el de Benito Arias Montano y otras obras. Para el francés, usó el Dictionariolum latino graeco gallicum (1564) de Horacius Tuscanella, entre otros. Para el alemán, su fuente principal fue Goropius Becanus y sus Origines Antuerpiae (1569).
En cuanto al árabe, un idioma que Covarrubias admitía no dominar, el autor recurrió a un estudio sobre el origen de las palabras de Diego de Guadix, Recopilación de algunos nombres arábigos (alrededor de 1593). También obtuvo información de Diego de Urrea, quien era un intérprete real de lenguas orientales.
Véase también
En inglés: Tesoro de la lengua castellana o española Facts for Kids