Teoría microbiana de la enfermedad para niños
La teoría microbiana de la enfermedad es una idea científica muy importante que explica que los microorganismos son la causa de muchas enfermedades. Estos organismos son tan pequeños que no podemos verlos a simple vista. Invaden a las personas, animales y otros seres vivos. Cuando crecen y se reproducen dentro de un cuerpo, pueden causar una enfermedad.
Un "germen" o "microbio" puede ser un virus, una bacteria, un protista, un hongo o un prión. Los microorganismos que causan enfermedades se llaman patógenos. Las enfermedades que provocan se conocen como enfermedades infecciosas.
Aunque un patógeno sea la causa principal de una enfermedad, otros factores también influyen. Por ejemplo, la herencia genética, la nutrición, la fuerza del sistema inmunológico, el ambiente y los hábitos de higiene pueden afectar qué tan grave es la enfermedad. También influyen en la probabilidad de que alguien se enferme al estar expuesto a un patógeno.
La teoría microbiana fue un gran descubrimiento científico en la segunda mitad del siglo XIX. Fue demostrada por Louis Pasteur y cambió las ideas antiguas sobre las enfermedades. Antes se creía que las enfermedades venían de desequilibrios internos o de "malos aires". Aunque al principio fue muy discutida, hoy es fundamental en la medicina moderna. Gracias a ella, se desarrollaron vacunas, antibióticos, la esterilización y la higiene. Estas innovaciones son muy efectivas para evitar que las enfermedades contagiosas se propaguen.
Robert Koch logró probar la teoría microbiana con sus estudios sobre la tuberculosis. Por esto, recibió el Premio Nobel en Medicina y Fisiología en 1905. Él estableció los postulados de Koch, que son una serie de pasos para demostrar si un organismo causa una enfermedad específica. Estos postulados se usan todavía hoy.
Contenido
Historia de la teoría microbiana
Desde la época de Hipócrates hasta Louis Pasteur, la medicina antigua pensaba que las enfermedades venían de un desequilibrio dentro del cuerpo. No creían que fueran causadas por microorganismos que se transmitían entre personas por el aire o por cosas contaminadas.
Primeras ideas sobre los gérmenes
La Ley mosaica, que se encuentra en los primeros libros de la Biblia hebrea, contiene las primeras ideas escritas sobre el contagio de enfermedades. A diferencia de la medicina clásica, esta ley daba instrucciones sobre la cuarentena y el lavado para enfermedades como la lepra. El Átharva Vedá, un texto antiguo, también menciona que las enfermedades son causadas por seres vivos. Explica cómo eliminarlos con hierbas para combatir la enfermedad.
El historiador griego Tucídides (alrededor del 460 - 400 a. C.) fue el primero en escribir que las enfermedades podían pasar de una persona enferma a otras. Lo hizo en su relato sobre la plaga de Atenas. Una idea sobre cómo se propagaban las enfermedades contagiosas, incluso sin contacto directo, era que lo hacían por "semillas" que estaban en el aire. El poeta romano Lucrecio (alrededor del 99 - 55 a. C.) afirmó en su poema De la naturaleza de las cosas que el mundo tenía varias "semillas". Algunas de ellas podían enfermar a una persona si se inhalaban o ingerían.
En su libro De agricultura (publicado en el 36 a. C.), Marcus Terentius Varro advirtió sobre construir una granja cerca de pantanos. Dijo que allí se criaban "ciertas criaturas diminutas que no pueden verse con los ojos, que flotan en el aire y entran en el cuerpo a través de la boca y la nariz y allí causan graves enfermedades".
El médico griego Galeno (alrededor del 175 d. C.) pensó que algunos pacientes podían tener "semillas de fiebre". También especuló que las plagas se propagaban por "ciertas semillas de plaga" en el aire. En sus Epidemias, explicó que los pacientes podían recaer porque alguna "semilla de la enfermedad" se quedaba en sus cuerpos.
Avances en la Edad Media
Durante la Alta Edad Media, Isidoro de Sevilla (560–636) mencionó "semillas portadoras de plagas" en su obra Sobre la naturaleza de las cosas.
En el Canon de medicina (1020), Abū Alī ibn Sīnā (Avicena) explicó que las secreciones del cuerpo se contaminan con elementos externos antes de infectarse. También descubrió que la tuberculosis y otras enfermedades infecciosas eran contagiosas. Introdujo la cuarentena para limitar la propagación de enfermedades.
Cuando la Peste Negra llegó a al-Ándalus en el siglo XIV, Ibn Jatima sugirió que las enfermedades infecciosas eran causadas por "cuerpos diminutos" que entraban al cuerpo humano. Otro médico andaluz, Ibn al-Jatib, escribió en su tratado De la peste:
La existencia de contagio es conocida por la experiencia, la investigación, la evidencia de los sentidos, y los informes fidedignos. Estos hechos constituyen un argumento de peso. El hecho de la infección se vuelve claro al investigador que nota cómo aquel que establece contacto con el afligido coge la enfermedad, mientras que aquel que no está en contacto permanece sano, y cómo la transmisión es afectada a través de prendas, vasijas y pendientes.
En 1345, Tommaso del Garbo de Bolonia, Italia, también mencionó las "semillas de la peste" de Galeno en su obra.
Descubrimientos en la Edad Moderna
En 1546, Girolamo Fracastoro fue el primero en proponer una idea bastante precisa: las enfermedades epidémicas eran causadas por agentes vivos. Estos agentes podían transmitirse por contacto con objetos contaminados o incluso por el aire.
El médico italiano Francesco Redi demostró que los seres vivos no aparecen de la nada (generación espontánea). En 1668, hizo un experimento con tres frascos y carne. Uno abierto, otro cerrado y otro cubierto con gasa. Solo aparecieron gusanos donde las moscas podían llegar. Así, concluyó que los gusanos venían de las moscas, no de la carne misma.
Los microorganismos fueron vistos por primera vez por Anton van Leeuwenhoek, considerado el padre de la microbiología.
En 1700, el médico Nicolas Andry dijo que unos microorganismos que llamó "gusanos" causaban la viruela y otras enfermedades. En 1720, Richard Bradley pensó que la plaga y otras enfermedades eran causadas por "insectos venenosos" que solo se veían con microscopio.
En el Imperio español, Eugenio Espejo (Quito, 1747-1795) propuso en 1785 que las enfermedades infecciosas no venían de maldiciones divinas, sino de causas biológicas. Sugirió medidas de higiene para evitar su propagación.
El médico italiano Agostino Bassi es reconocido por haber expuesto la teoría microbiana por primera vez. Lo hizo al observar una enfermedad letal en los gusanos de seda llamada muscardina. En 1835, culpó de la muerte de los insectos a un agente vivo y contagioso, visible como esporas polvorientas. Estos hongos microscópicos fueron llamados Beauveria bassiana en su honor.
La teoría microbiana en la Edad Contemporánea
Ignacio Felipe Semmelweis, un obstetra húngaro, trabajó en un hospital de Viena en 1847. Notó que muchas mujeres morían de fiebre puerperal después de dar a luz en el hospital (30%), a diferencia de los partos en casa, que eran más seguros. Semmelweis descubrió que los médicos venían directamente de hacer autopsias antes de examinar a las mujeres. Él afirmó que la fiebre puerperal era contagiosa y que el material de las autopsias la causaba. Hizo que los médicos se lavaran las manos con agua y cal antes de examinar a las embarazadas. Esto redujo la mortalidad a menos del 2% en su hospital. Sin embargo, sus ideas fueron muy criticadas por la mayoría de los médicos de Viena.
John Snow ayudó a formar la teoría microbiana al encontrar el origen del brote de cólera de 1854 en el barrio londinense del Soho. Su análisis mostró que el brote no encajaba con la teoría miasmática (que decía que las enfermedades venían de "malos aires"). En cambio, identificó que beber agua contaminada era la causa. Descubrió que los casos ocurrían en casas que tomaban agua de la fuente de Broad Street, que estaba en el centro del brote.
Louis Pasteur demostró entre 1860 y 1864 que la fermentación y el crecimiento de microorganismos en caldos no venían de la generación espontánea. Expuso caldos hervidos al aire en recipientes con filtros o tubos largos que impedían el paso de partículas. Nada creció en los caldos. Esto probó que los organismos vivos venían de fuera, como esporas en el polvo, y no se generaban dentro del caldo.
Pasteur propuso la "teoría microbiana de las enfermedades infecciosas". Según esta teoría, cada enfermedad infecciosa es causada por un germen que puede propagarse entre las personas. También explicó que los gérmenes causan procesos químicos como la descomposición y la fermentación. Sus experimentos refutaron la generación espontánea y establecieron el principio Omne vivum ex vivo (Toda vida sale de vida), clave en la teoría celular actual. Las consecuencias de su teoría llevaron al desarrollo de vacunas y a la importancia de la higiene para prevenir el contagio de enfermedades.
Véase también
En inglés: Germ theory of disease Facts for Kids
- Rudolf Virchow
- Louis Pasteur
- Antoine Béchamp
- Teoría de los cuatro humores
- Teoría miasmática de la enfermedad