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Santuario de Aránzazu para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Santuario de Aránzazu
Bien inventariado del patrimonio cultural vasco
Arantzazuko santutegiko ikuspegia.jpg
Localización
País EspañaBandera de España España
Comunidad País VascoFlag of the Basque Country.svg País Vasco
Provincia GuipúzcoaGuipúzcoa.svg Guipúzcoa
Localidad Oñate
Coordenadas 42°58′44″N 2°23′55″O / 42.9789, -2.39861
Información religiosa
Culto catolicismo
Diócesis diócesis de San Sebastián
Orden Orden de Frailes Menores
Fundación siglo XV
Sitio web oficial

El Santuario de Nuestra Señora de Aránzazu (en euskera y oficialmente Arantzazu) es un lugar especial de culto católico. Se encuentra en el municipio de Oñate, en Guipúzcoa, País Vasco, España. Aquí se venera a la Virgen de Aránzazu, que es la patrona de esta provincia. Su historia se remonta a una leyenda de su aparición en el año 1468.

El santuario está a 750 metros sobre el nivel del mar, rodeado de montañas y mucha vegetación. Desde 1514, los frailes franciscanos se encargan de cuidarlo. La basílica actual, construida en la década de 1950, es una obra de arte muy importante. En ella trabajaron artistas famosos de todo el mundo. La devoción a esta Virgen se extendió a lugares como Filipinas, Argentina y México.

¿Qué significa el nombre Aránzazu?

El nombre del santuario, del lugar y de la Virgen está relacionado con la leyenda de su aparición. La palabra arantzazu viene de "arantza", que significa "espino", y el sufijo "zu", que indica "abundancia". Así, Aránzazu significa "abundancia de espinos", haciendo referencia a los muchos arbustos espinosos que había en el lugar.

La Leyenda de la Aparición

Esteban de Garibay, un historiador del siglo XVI, cuenta la historia más conocida. Dice que un pastor llamado Rodrigo de Balzategui encontró una pequeña imagen de la Virgen con el niño en brazos. Estaba escondida entre una mata de espinos, junto a un cencerro. Al verla, el pastor exclamó: Arantzan zu?!, que en euskera significa "¡¿en los espinos, tú?!".

Esta leyenda también aparece en un libro de 1648 escrito por el fraile franciscano Gaspar de Gamarra. Él describe la sorpresa del pastor al ver una imagen tan hermosa en un lugar tan inesperado. El historiador Padre Lizarralde se basó en esta leyenda para crear el escudo del santuario. En él se ve un espino del que sale una estrella que ilumina y ahuyenta a un dragón.

¿Dónde se encuentra el Santuario de Aránzazu?

El santuario tiene una ubicación muy especial. Está a unos 10 kilómetros de Oñate, en Guipúzcoa. Se sitúa entre barrancos, cuevas, montañas rocosas y pequeños ríos. Varias sierras se unen en este lugar, como la sierra de Elguea, la de Aitzgorri y el macizo de Aloña.

La carretera que sube desde Oñate al santuario atraviesa montañas de piedra caliza. Ofrece vistas impresionantes del paisaje. A lo largo del camino, hay pequeñas capillas y figuras religiosas. El ascenso es empinado y muestra cuevas y simas, algunas muy grandes. Antiguamente, los peregrinos, como Ignacio de Loyola, recorrían esta calzada para visitar a la Virgen.

La plaza principal del santuario se encuentra entre los edificios del seminario franciscano y un barranco. La basílica tiene una gran fachada con dos torres y una torre campanario separada. La fachada, diseñada por Jorge Oteiza, está a un nivel más bajo que el camino. Unas escaleras llevan a las grandes puertas de hierro. Las torres están hechas con grandes piedras calizas talladas en forma de punta de diamante, que simbolizan espinas.

Debajo de la basílica actual, se encuentra la antigua basílica, que ahora es una cripta. Sus paredes están decoradas con pinturas modernas. El complejo también tiene otros edificios que ofrecen servicios a los visitantes y a quienes van de excursión a las montañas cercanas.

La zona es conocida por sus formaciones de piedra caliza, con muchas cuevas y simas. Hay varias áreas de interés geológico, como la zona de Arrikurutz, con una gruta de más de 6 kilómetros de galerías exploradas donde se encontraron fósiles de animales.

La imagen de la Virgen de Aránzazu

Archivo:Virgen de Arántzazu 3
Virgen de Aránzazu.

La imagen de la Virgen de Aránzazu es una escultura de piedra de estilo gótico sencillo. En su mano derecha sostiene una bola que representa el mundo, y con la izquierda sujeta al niño, que está sentado en su regazo. La escultura mide 36 centímetros y pesa 9 kilogramos. Se describe el rostro de la Virgen como el de una "aldeana sana". El niño tiene un estilo bizantino y lleva una fruta en su mano izquierda. La imagen suele mostrarse sobre un tronco de espino blanco y con un cencerro a su lado.

Momentos Clave en la Historia del Santuario

La historia del Santuario de Aránzazu ha tenido muchos desafíos, incluyendo varios incendios que causaron la pérdida de documentos y objetos importantes.

Los Primeros Años

A mediados del siglo XV, el País Vasco sufría por conflictos entre familias nobles, lo que llevó a la ruina. También hubo una gran sequía. Fue en este tiempo cuando, según la leyenda de 1468, el pastor Rodrigo de Baltztegi encontró la imagen de la Virgen en el monte Aloña. Él avisó a la gente del pueblo, que estaba rezando para que lloviera. Cuando llevaron la imagen al pueblo, comenzó a llover.

Se creó la Cofradía de Aránzazu, formada por nobles de Oñate. Juana de Arriarán apoyó el santuario y construyó un lugar para hospedar a los peregrinos. Llamó a su hijo, Pedro de Arriarán, un fraile mercedario, para que se instalara allí con otros frailes. Así se estableció una comunidad mercedaria en 1493.

Más tarde, los franciscanos y los Dominicos tuvieron discusiones sobre quién debía cuidar el santuario. Finalmente, en 1514, el santuario fue entregado a los franciscanos.

Incendios y Reconstrucciones

En 1553, un incendio destruyó completamente las instalaciones del monasterio, pero la iglesia se salvó milagrosamente. Gracias a la ayuda de los fieles y nobles, se construyó un nuevo convento en poco tiempo. En 1567, el nuevo convento estaba listo, y se hicieron reformas en la iglesia.

Poco después, el 22 de julio de 1622, otro incendio devastó las instalaciones. La Virgen se salvó de nuevo, pero todo lo demás quedó destruido. Con el apoyo de la gente, se reconstruyó el santuario, esta vez ganando terreno al barranco. La nueva iglesia tenía dos capillas y estaba decorada con obras de arte. También se instaló un órgano.

El Siglo XIX y el Tercer Incendio

El siglo XIX fue difícil para el santuario. En 1809, durante el gobierno de José Bonaparte, se suprimieron las órdenes religiosas y se confiscaron sus bienes. Los frailes tuvieron que abandonar el santuario. La imagen de la Virgen fue trasladada a la iglesia de San Miguel de Oñate en 1810.

Durante la Guerra de la Independencia Española, algunos religiosos fueron detenidos. Después de la guerra, la imagen regresó al santuario en 1814. En 1822, el santuario fue atacado y sufrió daños menores. La comunidad se refugió temporalmente en Oñate.

En 1834, durante la Primera Guerra Carlista, las tropas liberales incendiaron el convento y el santuario, y los frailes fueron hechos prisioneros. Se construyeron instalaciones provisionales. En 1844, se obtuvo permiso para restaurar el santuario, y las obras terminaron en 1846. Más de 10.000 personas participaron en la procesión que llevó a la Virgen de regreso a su iglesia.

En 1878, se permitió restaurar la comunidad franciscana. Se mejoró el camino al santuario, y en 1881 se inauguró la nueva carretera. El nuevo edificio del convento se inauguró en 1884. La coronación de la Virgen de Aránzazu, la primera en el País Vasco, tuvo lugar el 6 de junio de 1886. En 1892, se inauguró el retablo mayor de la iglesia.

El Siglo XX y la Nueva Basílica

El siglo XX trajo grandes cambios artísticos al santuario. En 1902, se instaló un nuevo órgano, y en 1903, el santuario tuvo su propia central eléctrica. La comunidad de frailes creció.

El 23 de enero de 1918, la Virgen de Aránzazu fue nombrada patrona de la provincia de Guipúzcoa.

La Construcción de la Nueva Basílica

Archivo:Arantzazu dorrea 2005 04 24
Santuario de Aránzazu

En 1950, los franciscanos decidieron construir una nueva basílica, que fuera grande y artísticamente importante. Se hizo un concurso de ideas, y los arquitectos Sáenz de Oiza y Luis Laorga ganaron.

Muchos artistas famosos participaron en el proyecto:

La primera piedra se colocó el 9 de septiembre de 1950. Los arquitectos querían que la basílica fuera fuerte y sencilla, como el pueblo vasco, usando materiales de la zona como piedra, cal y madera. La primera misa se celebró el 20 de agosto de 1955.

Sin embargo, una comisión de arte religioso detuvo las obras en 1955, porque consideraban que el arte moderno no seguía las reglas de la Iglesia. Las obras se reanudaron años después, gracias a los cambios que trajo el Concilio Vaticano II.

En 1962, se hizo otro concurso para el ábside, que ganó Lucio Muñoz. Las esculturas de Oteiza en la fachada se terminaron 15 años después. Entre 1962 y 1964, se mejoró la carretera de acceso y la plaza. En el verano de 1969, para celebrar los 500 años de la aparición de la Virgen, se inauguró y consagró la nueva basílica. La cripta fue pintada por Néstor Basterretxea en los años ochenta.

La Basílica: Un Edificio de Arte y Fe

La basílica de Aránzazu, construida a partir de 1950, es un ejemplo de cómo el arte del siglo XX se une con la fe. Se levantó sobre la antigua iglesia, que ahora es la cripta.

El diseño audaz de los artistas hizo que la construcción se detuviera por casi 15 años. La apertura del Concilio Vaticano II permitió que el proyecto se completara.

El Exterior de la Basílica

Archivo:Oteiza Apostoluak Arantzazu
Los Apóstoles de Jorge Oteiza en la fachada principal

Lo que más llama la atención en la fachada principal son las tallas en forma de punta de diamante. Las tres torres (la del campanario y las dos que enmarcan la fachada) están hechas con bloques de piedra caliza tallados así, recordando el espino donde apareció la Virgen.

La torre del campanario mide 44 metros de altura y tiene una cruz de acero. Las torres laterales, más bajas, rodean una fachada de piedra lisa con las grandes puertas de hierro de Eduardo Chillida. Estas puertas están decoradas con dibujos geométricos. A la altura del camino, se encuentra el friso de los apóstoles de Oteiza, con 14 figuras de piedra.

En la parte superior central de la fachada, hay un grupo escultórico de Oteiza que representa a la Virgen Dolorosa.

El Interior de la Basílica

Archivo:Interior of the Sanctuary of Arantzazu 02
Vista general de la nave

La basílica de Aránzazu fue diseñada para acoger a muchas personas. Mide 66 metros de largo y 20 metros de ancho en la nave principal, con una altura de 20 metros. Tiene una acústica excelente y buena iluminación.

No hay columnas que obstaculicen la vista desde la entrada hasta el altar. La nave, vista desde el altar, parece un barco. El techo está cubierto de madera, y las ventanas son como ojos de buey.

Las ventanas tienen vidrieras diseñadas por el fraile franciscano Javier Álvarez de Eulate. Son diseños abstractos con muchos colores que crean una luz especial en la nave, invitando a la reflexión.

Sobre los coros se encuentra el órgano, diseñado para que su sonido se escuche perfectamente en toda la basílica. El coro principal tiene 155 asientos y un altar para las ceremonias de los frailes.

El Ábside

Archivo:Interior of the Sanctuary of Arantzazu 01
Decoración del ábside, retablo de Lucio Muñoz

El ábside de la basílica, decorado por Lucio Muñoz, es una obra impresionante. Tiene una superficie de 600 metros cuadrados y se realizó en solo cinco meses. Lucio Muñoz trabajó con el escultor Julio López y el pintor Joaquín Ramos. En el ábside, la pequeña imagen de la Virgen se enmarca en una representación de la Naturaleza.

Lucio Muñoz se inspiró en el paisaje de la región para crear una obra que reflejara la belleza del lugar y la fe de los visitantes. La luz entra por una ventana superior, destacando la pintura y el lugar donde está la imagen de la Virgen.

La parte inferior del retablo tiene colores ocres, que representan la tierra de Guipúzcoa. En la parte media, hay un bloque de madera tallado con formas puntiagudas, que simboliza el espino. Sobre este bloque, se abre el camarín donde se encuentra la Virgen. Hacia arriba, los colores azules se mezclan y se desvanecen, representando la paz que trajo la aparición de la Virgen.

La Cripta

Archivo:Arantzazu Cristo resucitado
Cristo Resucitado, muro del altar en la cripta. Pintura de Néstor Basterretxea

La cripta es la única parte que se conserva del templo del siglo XIX. En 1984, Néstor Basterretxea terminó los murales que decoran sus paredes. Estas pinturas fueron restauradas en 2009. Basterretxea había empezado su obra en 1952, pero se detuvo por diferencias con los responsables de la iglesia. Más de 25 años después, pudo terminar su trabajo.

Basterretxea pintó 18 murales con total libertad, contando la creación del universo, la relación del hombre con la naturaleza y el nacimiento de los mitos. La obra culmina con un impresionante Cristo vestido de rojo en el altar. El artista explicó que su Cristo es "tremendamente severo", como si fuera la cara que nos pondría Cristo si regresara.

Las pinturas son muy expresivas y cubren 500 metros cuadrados de paredes. Destaca el gran Cristo rojo, el Cristo resucitado, que se alza con los brazos en alto. Cada muro tiene un significado, desde la creación hasta la esperanza de salvación. Al entrar en la cripta, la fuerte presencia del Cristo resucitado impresiona a los visitantes.

Reconocimientos Artísticos

La basílica de Aránzazu ha recibido varios premios importantes:

  • En 1963, el Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro le otorgó el premio Juan Manuel Aizpurua.
  • En 1964, Lucio Muñoz recibió la Medalla de Oro de la Bienal Internacional de Arte Cristiano de Salzburgo por la decoración del ábside.
  • En 1973, parte de la obra del santuario (el ábside, dos apóstoles de Oteiza y el grupo de la piedad) se incluyó en la colección de Arte Religioso Moderno de los Museos Vaticanos.

El Impacto Social de Aránzazu

Desde sus inicios, el convento y la Virgen han tenido una gran influencia en la región. La fama de la Virgen atrajo a muchos peregrinos del norte de la península ibérica y del País Vasco Francés. La gente siempre ha respondido con generosidad a los llamados de ayuda para el santuario.

La fe y la devoción del pueblo vasco, junto con la emigración a América y otras partes del mundo, llevaron la devoción a la Virgen de Aránzazu a tierras lejanas. Por eso, es común encontrar iglesias y conventos dedicados a esta Virgen en países latinoamericanos.

El convento de Aránzazu se ha convertido en un centro cultural importante en el País Vasco. Además de su seminario, se realizan diferentes estudios. En 1968, fue el lugar donde se impulsó el euskera batúa, que es la unificación de los diferentes dialectos del euskera.

La comunidad religiosa de Aránzazu publica libros y revistas. Su biblioteca es muy valiosa, especialmente para la literatura en lengua vasca.

Actividades Religiosas en el Santuario

En el santuario se realizan varias actividades religiosas:

  • La Solemne Misa Dominical, que a menudo se transmite por radio.
  • Los actos de la Semana Santa.
  • El Novenario de la Virgen, del 3 de agosto al 9 de septiembre, que celebra la fiesta de Nuestra Señora de Aránzazu.

Las peregrinaciones son una tradición muy antigua. Suelen ser organizadas por parroquias y grupos cristianos de la región vasca, y se realizan de mayo a octubre.

También existe un servicio llamado Axolaz, que ofrece apoyo personal a quienes lo necesiten, sin importar su fe o ideas.

Aránzazu en el Cine

El Santuario de Aránzazu fue usado como escenario para algunas escenas de la película El día de la Bestia, dirigida por Álex de la Iglesia.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Sanctuary of Arantzazu Facts for Kids

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Santuario de Aránzazu para Niños. Enciclopedia Kiddle.