Pragmatismo para niños

El pragmatismo es una forma de pensar en la filosofía que conecta la teoría (las ideas) con la práctica (lo que hacemos). Se trata de que las ideas se formen a partir de la experiencia y luego se usen para mejorar nuestras acciones. Algunas ideas importantes del pragmatismo incluyen el instrumentalismo (las ideas son herramientas), el empirismo radical (la experiencia es clave) y el falibilismo (siempre podemos mejorar nuestras ideas). Los pragmatistas creen que la filosofía debe usar los métodos y conocimientos de la ciencia moderna.
Una idea central del pragmatismo es que la verdad (y otras ideas como el bien o la belleza) se entiende mejor por cómo funciona en la vida real. Aunque el conocimiento perfecto puede ser difícil de alcanzar, la verdad se puede ver como aquello que nos es útil en nuestra forma de entender el mundo.
El pragmatismo nació en los Estados Unidos a finales del siglo XIX. Charles Sanders Peirce es considerado el principal creador de esta corriente, junto con William James y John Dewey, quienes también hicieron grandes aportaciones.
Peirce explicó esta forma de pensar con una frase clave: «Piensa en los efectos prácticos de tus ideas. Entonces, tu idea de esos efectos es todo lo que necesitas saber sobre el objeto».
Contenido
¿Qué es el pragmatismo?
El pragmatismo valora las consecuencias de las cosas para saber si son verdaderas o tienen sentido. Se opone a la idea de que los conceptos humanos representan el significado real de las cosas por sí solos. Para el pragmatismo, las ideas y los datos solo tienen sentido cuando los seres vivos inteligentes interactúan con su entorno.
Esta filosofía no cree en verdades absolutas. Las ideas son temporales y pueden cambiar a medida que aprendemos más en el futuro.
El pragmatismo se ha interpretado de muchas maneras, lo que ha llevado a diferentes puntos de vista. Por ejemplo, algunos pragmatistas no están de acuerdo sobre qué significa ser "práctico". Esto se debe a que el pragmatismo se basa en juzgar las cosas por sus resultados, evitando ideas preconcebidas. Lo que es práctico o no, depende de cómo se relacione la utilidad con la acción.
Para los pragmatistas, la verdad y lo bueno se miden por el éxito que tienen en la práctica. En otras palabras, el pragmatismo se basa en la utilidad, siendo la utilidad la base de todo significado.
Características principales del pragmatismo
- No busca certezas absolutas: Los pragmatistas no buscan una verdad final e inmutable.
- Acepta que podemos equivocarnos: La filosofía es una búsqueda constante y siempre se puede corregir.
- Acepta el cambio y lo inesperado: Rechaza ideas basadas en verdades que nunca cambian.
- Valora la comunidad y el diálogo: Cree que las ideas se desarrollan mejor en una comunidad donde se investiga y se respetan diferentes puntos de vista.
Origen del término
La palabra "pragmatismo" viene del griego pragma, que significa "práctica" o "asunto" (una situación real).
Historia del pragmatismo

El pragmatismo como movimiento filosófico comenzó en los Estados Unidos en la década de 1870. Charles Sanders Peirce es reconocido por su desarrollo, junto con William James y John Dewey. Otros pensadores como Chauncey Wright y George Herbert Mead también fueron importantes en sus inicios.
William James usó por primera vez el nombre "pragmatismo" en 1898, y le dio crédito a Peirce por haberlo creado en la década de 1870. James consideró que los escritos de Peirce, como "Cómo hacer que nuestras ideas sean claras" (1878), eran la base del pragmatismo.
Peirce explicó en 1906 que Nicholas St. John Green había destacado la importancia de la definición de creencia de Alexander Bain: "aquello sobre lo que un hombre está dispuesto a actuar". Peirce dijo que el pragmatismo es casi una consecuencia de esta idea.
Peirce desarrolló la idea de que la investigación surge de una duda real, no de una duda fingida. Para entender una idea de forma útil, hay que considerar sus efectos prácticos. Esto es el corazón de su pragmatismo: un método de pensamiento experimental que ayuda a crear y probar nuevas ideas.
En 1905, Peirce creó un nuevo nombre, "pragmaticismo", para diferenciar su definición original de otros usos que se le daban al término "pragmatismo" en revistas literarias.
El pragmatismo volvió a ser importante en la década de 1960, gracias a Willard Van Orman Quine y Wilfrid Sellars. Más tarde, pensadores como Richard Rorty, Hilary Putnam y Robert Brandom impulsaron el neopragmatismo.
Algunos pensadores que inspiraron a los pragmatistas fueron:
- Francis Bacon, quien dijo que "el conocimiento en sí mismo es poder".
- David Hume, por su forma natural de explicar el conocimiento.
- Immanuel Kant, de quien Peirce tomó el nombre de "pragmatismo".
- John Stuart Mill, por sus ideas sobre el empirismo.
Ideas fundamentales del pragmatismo
Los filósofos pragmatistas suelen compartir varias ideas relacionadas:
- Sobre el conocimiento (Epistemología): Creen que el conocimiento se justifica por cómo se conectan las ideas entre sí, no por una base única e inamovible.
- Sobre la verdad: La verdad se entiende como algo útil o que funciona en la práctica. Si una afirmación es útil para creerla, entonces es verdadera.
- Sobre la realidad (Metafísica): Creen que hay muchas formas válidas de entender el mundo.
- Sobre la ciencia: Ven los conceptos y teorías científicas como herramientas útiles para explicar y predecir fenómenos, más que como descripciones exactas de una realidad objetiva.
- Sobre el lenguaje: El significado de las palabras y las ideas se entiende por cómo se usan en la acción y en las relaciones entre ellas, no por cómo representan la realidad.
Además, el empirismo, el falibilismo (la idea de que podemos equivocarnos) y el verificacionismo (la necesidad de comprobar las ideas) son comunes en el pragmatismo.
Evitar la "reificación" de conceptos
John Dewey criticó lo que llamó la "falacia filosófica": los filósofos a veces tratan conceptos (como "mente" o "cuerpo") como si fueran cosas reales, cuando en realidad son solo ideas que inventamos para resolver problemas. Esto puede causar confusión.
Naturalismo y anticartesianismo
Los pragmatistas querían que la filosofía se pareciera más al método científico. Creían que otras filosofías complicaban el conocimiento humano. Argumentaban que el conocimiento no es algo que esté más allá de la ciencia.
En 1868, C.S. Peirce dijo que no hay una forma de conocer las cosas sin usar la lógica o la experiencia. La conciencia de nuestro mundo interior se basa en lo que inferimos de los hechos externos. La introspección (mirar dentro de uno mismo) no nos da un conocimiento especial sobre la mente; la idea de "yo" viene de nuestra interacción con el mundo.
Richard Rorty y Willard Van Orman Quine también criticaron la idea de que la filosofía puede tener una certeza absoluta, separada de la investigación científica.
Superar el escepticismo y aceptar el error
Hilary Putnam sugirió que el pragmatismo busca unir la idea de que podemos conocer cosas con la idea de que siempre podemos equivocarnos. Aunque nuestro conocimiento es limitado, esto no significa que debamos ser completamente escépticos.
Peirce insistió en que la verdad se puede descubrir con suficiente investigación. También dijo que la duda no se puede fingir; la duda real surge cuando nos enfrentamos a un problema que desestabiliza nuestras creencias. La investigación es el proceso para volver a un estado de creencia estable.
La verdad en el pragmatismo
Las teorías pragmáticas de la verdad dicen que una idea es verdadera si es útil o funciona en la práctica. Por ejemplo, la idea "en verano hace calor" es verdadera si nos sirve de guía para actuar, es decir, si es útil para quien la cree.
La utilidad se entiende como la necesidad de comprobar las ideas en la práctica. Si lo que una idea dice sucede en la realidad, entonces es verdadera. Esto significa que solo podemos saber si una idea es verdadera cuando la probamos. Esto es diferente de otras teorías de la verdad, donde una idea puede ser verdadera si coincide con los hechos, incluso si no se pueden comprobar.
En el pragmatismo, nada que sea solo práctico o útil a corto plazo se considera necesariamente verdadero. Por ejemplo, creer que alguien es fiel puede hacerme sentir mejor ahora, pero no es útil a largo plazo si no es verdad.
El conocimiento en el pragmatismo
El pragmatismo ofrece una explicación "ecológica" del conocimiento: la investigación trata sobre cómo los seres vivos pueden controlar su entorno. Lo real y lo verdadero son etiquetas que usamos en la investigación y no se pueden entender fuera de este contexto. No es un realismo tradicional, pero sí reconoce un mundo externo con el que debemos interactuar.
El pragmatismo en otras áreas de la filosofía
El pragmatismo, que comenzó como una forma de entender el significado, se expandió rápidamente a otras áreas de la filosofía.
Filosofía de la ciencia
En la filosofía de la ciencia, el instrumentalismo es la idea de que los conceptos y teorías son solo herramientas útiles. El progreso científico se ve como una mejora en la explicación y predicción de los fenómenos. El instrumentalismo no dice que la verdad no importe, sino que explica cómo la verdad y la falsedad funcionan en la ciencia.
Clarence Irving Lewis argumentó que la ciencia no solo copia la realidad, sino que usa sistemas conceptuales elegidos por razones prácticas, porque ayudan a la investigación.
Lógica
Mientras que F.C.S. Schiller rechazó la lógica formal, la mayoría de los pragmatistas la ven como una herramienta más. C.S. Peirce desarrolló varios métodos para la lógica formal.
Metafísica
James y Dewey eran pensadores que valoraban la experiencia directa. No estaban de acuerdo con la idea de que la experiencia se reduce a sensaciones individuales. Para los pragmatistas, la experiencia incluye conexiones y significado. El empirismo radical busca dar un lugar al significado y al valor en el mundo.
William James señaló que la filosofía a menudo presenta un universo diferente al de la vida real, un mundo "simple, limpio y noble" que no explica nuestro universo concreto, que es "enredado, embarrado, doloroso y perplejo".
Filosofía de la mente
John Dewey y Richard Rorty argumentaron que gran parte del debate sobre la relación entre la mente y el cuerpo surge de confusiones. Creen que no es necesario ver la mente como una categoría separada.
Ética
El pragmatismo no ve una diferencia fundamental entre la razón práctica y la teórica, ni entre hechos y valores. Tanto los hechos como los valores tienen un contenido cognitivo: el conocimiento es lo que debemos creer; los valores son ideas sobre lo que es bueno hacer. La ética pragmática es humanista porque no hay una prueba final de moralidad más allá de lo que nos importa como seres humanos. Los buenos valores son aquellos para los que tenemos buenas razones.
William James intentó mostrar la importancia de la espiritualidad, pero no vio la religión como la única base del significado o la moralidad. En su ensayo La voluntad de creer, argumentó que la ética siempre implica un grado de confianza y que no siempre podemos esperar pruebas perfectas al tomar decisiones morales.
John Dewey escribió mucho sobre moralidad y democracia. Intentó unir tres perspectivas éticas: el derecho, la virtud y el bien. También criticó la separación entre los medios y los fines, y enfatizó la necesidad de un trabajo significativo y una educación que sea parte de la vida misma.
Estética
El Arte como experiencia de John Dewey, fue un intento de mostrar la conexión entre el arte, la cultura y la experiencia diaria. Para Dewey, el arte debería ser parte de la vida creativa de todos, no solo de un grupo selecto de artistas. También destacó que la audiencia no es solo un receptor pasivo.
Un esteticista pragmático contemporáneo es Joseph Margolis. Él define una obra de arte como una "expresión" humana que está en línea con otras actividades humanas y la cultura en general.
Filosofía de la religión
Dewey y James investigaron el papel que la religión puede tener en la sociedad actual. Para William James, algo es verdadero solo si funciona. Por lo tanto, una afirmación como "la oración es escuchada" puede funcionar a nivel psicológico, pero no necesariamente ayuda a lograr lo que se pide.
El pragmatismo no se opone a la religión, pero tampoco es una defensa de la fe. La postura de James deja abierta la posibilidad de que las afirmaciones de las religiones sean verdaderas, ya que esas creencias sí influyen en la vida de una persona.
Nuevas corrientes del pragmatismo
El neopragmatismo es una categoría actual que incluye a pensadores que usan ideas pragmáticas pero se desvían de los pragmatistas clásicos. Algunos neopragmáticos importantes son Lewis, W. V. O. Quine, Donald Davidson, Hilary Putnam y Richard Rorty. El pensador brasileño Roberto Unger propone un "pragmatismo radical" que busca transformar la sociedad y la cultura.
El pragmatismo neoclásico se refiere a los pensadores que se consideran herederos del proyecto de los pragmatistas clásicos, como Sidney Hook y Susan Haack.
Muchos filósofos actuales están influenciados por el pragmatismo sin identificarse directamente con esta escuela. Daniel Dennett, un alumno de Quine, y Stephen Toulmin son ejemplos.
El pragmatismo conceptual es una teoría del conocimiento que se originó con el trabajo de Clarence Irving Lewis.
Importancia actual del pragmatismo
En el siglo XX, el positivismo lógico y la filosofía del lenguaje ordinario tuvieron similitudes con el pragmatismo. Aunque el positivismo lógico también buscaba eliminar la metafísica sin sentido, no ponía tanto énfasis en la acción como el pragmatismo.
El pragmatismo tiene lazos con la filosofía de procesos, y su trabajo se desarrolló en diálogo con filósofos como Henri Bergson y Alfred North Whitehead.
El conductismo y el funcionalismo en psicología y sociología también están relacionados con el pragmatismo, ya que James y Dewey eran estudiosos de la psicología y Mead se convirtió en sociólogo.
El utilitarismo también tiene paralelismos con el pragmatismo, y John Stuart Mill defendió valores similares.
El pragmatismo destaca la conexión entre el pensamiento y la acción. Campos como la administración pública, las ciencias políticas, los estudios de liderazgo, las relaciones internacionales y la resolución de conflictos han incorporado sus principios.
Impacto en las ciencias sociales
El interaccionismo simbólico, una perspectiva importante en la psicología social, surgió del pragmatismo a principios del siglo XX, especialmente del trabajo de George Herbert Mead y Charles Cooley.
Cada vez se presta más atención a la forma de conocer del pragmatismo en otras ramas de las ciencias sociales, que han tenido debates sobre el estado del conocimiento científico social. Los que apoyan el pragmatismo sugieren que ofrece un enfoque pluralista y práctico.
Impacto en la administración pública
El pragmatismo clásico de John Dewey, William James y Charles Sanders Peirce ha influido en la investigación en el campo de la Administración Pública. Los administradores públicos son responsables de hacer que los programas "funcionen" en un entorno con muchos problemas. También trabajan diariamente con los ciudadanos. La idea de Dewey de la democracia participativa se puede aplicar en este entorno.
El uso del pragmatismo por parte de los administradores del sector de la salud ha sido debatido. Algunos argumentan que el enfoque en los "resultados" puede no siempre coincidir con los intereses de los ciudadanos, que a menudo valoran más el proceso. Sin embargo, otros creen que la capacidad del pragmatismo para unir ideas, enfocarse en problemas prácticos y considerar múltiples puntos de vista lo hace adecuado para esta área.
Impacto en el feminismo
Desde mediados de la década de 1990, las filósofas feministas han redescubierto el pragmatismo clásico como una fuente de teorías feministas. La conexión entre el pragmatismo y el feminismo tardó en redescubrirse porque el pragmatismo fue menos conocido durante el siglo XX. Las características del pragmatismo que antes lo hicieron menos popular, ahora son vistas como sus mayores fortalezas por las feministas. Estas incluyen su crítica a las ideas científicas rígidas, la importancia de los valores en los hechos, la conexión del arte con la vida diaria, y la unión de la teoría con la práctica.
Estas filósofas feministas señalan a Jane Addams como una fundadora del pragmatismo clásico. Además, las ideas de Dewey, Mead y James son compatibles con muchos principios feministas. Jane Addams, John Dewey y George Herbert Mead desarrollaron sus filosofías mientras eran amigos y participaban en la experiencia de Hull House y las causas de los derechos de las mujeres.
Impacto en el urbanismo
El pragmatismo valora y evalúa los efectos de un diseño en la transformación de las ciudades. Los cambios en el mundo han llevado a diferentes modificaciones del pragmatismo. Sus ideas, como no buscar verdades absolutas, aceptar que podemos equivocarnos, y la importancia del pluralismo y la democracia, se pueden aplicar fuertemente al urbanismo.
Vincent di Norcia argumenta que un enfoque pragmático es adecuado para los problemas sociales porque requiere acciones que resuelvan problemas y evalúen continuamente los efectos prácticos de un proyecto. Esto asegura el interés de todos los involucrados. Norcia también destaca la importancia del pluralismo social (reconocer los intereses de todos los afectados) y el pluralismo cognitivo (incluir todo tipo de conocimiento relevante para un problema).
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Véase también
En inglés: Pragmatism Facts for Kids